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Realismo fantástico

La cabeza del profeta electrizado.

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Shirlei Massapust

En el relato bíblico, Dios colocó una figura de Lichtenberg – similar al propio rayo – en la frente de Moisés, haciéndolo parecer que tenía “cuernos” (קרן). Al profeta le gustaba el tatuaje natural, pero tenía que usar una máscara para no asustar a la gente (Éxodo 34:35). El tintorero persa Hashim ibn Hakim conocía bien esta historia. Cuando fue alcanzado por un rayo y sobrevivió, con una cicatriz similar, creyó que la coincidencia era una señal para que cambiara de profesión.

Los más crédulos fantaseaban con la historia que decía que en el año 762 d.C. el ángel Gabriel entró en la casa de Hashim, le cortó la cabeza con un machete y se la llevó al cielo. La cabeza estaba ante el Señor, quien le impuso la misión de profetizar.[ 1 ] Es imposible no recordar la predicción del sabio Dubane, personaje ficticio de Las mil y una noches:

Tengo, entre otras obras, una titulada De la particularidad de las esencias. Estoy dispuesto a entregártelo como regalo y sé que ocupará un lugar destacado entre tus tesoros. (…) Aquí, sin embargo, está el primer secreto que encontrarán en él: si ordenan que me corten el cuello y luego abren esta obra en la sexta página, bastará con leer las tres últimas líneas transcritas en el lado izquierdo de la página en cuestión y, después de eso, háblame, para que puedas ver mi cabeza comenzar a hablar y responder a tus preguntas. (…) Sostén este libro y no lo abras. Cuando mi cabeza esté separada del cuerpo, ordena que la coloquen sobre este plato, en contacto con el polvo, hasta que veas que mi sangre ya no fluye. Luego abre el libro y mi cabeza responderá todas las preguntas que le hagas.[ 2 ]

Cuando supo que había sido condenado a muerte, el hechicero Dubane planeó vengarse del rey, que murió hojeando un libro envenenado. Aun así, la magia funcionó y la cabeza del personaje decapitado habló... Los magos de la vida real reprodujeron este truco mítico. oh el pequeño alberto Es uno de esos libros llenos de engaños y recetas de magia extraña, publicados de forma anónima para evitar sanciones legales en tiempos de persecución y severa censura.

Seguramente este libro ya existía en 1695. Su autor narra una visita a Lille, en Flandes, donde vio a una adivina que exhibía una estatua con el brazo levantado, sosteniendo un péndulo con una punta de metal en forma de mosca que se movía dentro de un Copa de cristal siempre que la vidente acercaba su mano luciendo un anillo adornado con una piedra imán.

La anciana decía, por ejemplo: “Te ordeno, Mandrágora, en nombre de aquella a quien debes obediencia, que, si este señor está contento en el viaje que va a hacer, le des tres veces a la mosca contra el suelo. vaso” y, al decir las últimas palabras, acercó la mano sosteniendo un palito, manteniéndola levantada a más o menos la altura de la mosca suspendida, que no dejó de golpear el vaso tres veces, a pesar de que la anciana de De ninguna manera tocó la estatua, ni la cuerda, ni la mosca, lo que asombró a quienes no conocían los trucos que usaba.[ 3 ]

Quienes comulgaban con ella y traían clientes tenían cuidado de informarse sobre la vida de otras personas para preparar el truco. Otro mago hizo una mesa cuadrada sostenida por cinco columnas. La columna del medio era un tubo disfrazado de madera que entraba por el suelo y salía a una pila de cobre perforada sobre la que se encontraba la cabeza de una estatua de San Juan, hueca, con la boca abierta.

Había un micrófono que atravesaba el suelo de la habitación de abajo, de modo que una persona que hablaba a través del artilugio se escuchaba claramente en el gabinete de arriba, a través de la boca de la cabeza.[ 4 ]

 Notas:

[ 1 ] BORGES, Jorge Luis. Historia universal de la infamia. Trans. Flavio José Cardozo. Río de Janeiro, Globo, 1988, p.41.

[ 2 ] NAVARRO JR, Jesse y GOMES, Márcia de Melo (org). Las mil y una noches: damas distinguidas y sirvientes galantes. São Paulo, Brasiliense, 1990, págs. 141-142.

[ 3 ] HUSSON, Bernardo. Alberto el grande y el pequeño. Trans. Raquel Silva. Lisboa, Ediciones 70, 1970, p 375.

[ 4 ] HUSSON, Bernardo. Alberto el grande y el pequeño. Trans. Raquel Silva. Lisboa, Ediciones 70, 1970, p 377.

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