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Sitra Ajra

Sobre hacer pactos

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Este texto fue lamido por 194 almas esta semana.

por Lilith Ashtart
publicado originalmente en Nox Arcana volumen 5

Entre tantos mitos asociados al luciferismo, hay uno que es la clave fundamental de todos los demás: el pacto con el diablo. En la concepción vulgar, las misas heréticas, los sacrificios, la magia negra y similares estarían destinados únicamente al fin de agradar a este ser para obtener de él favores, a cambio de su alma. Imaginar la consecución de deseos sin ningún esfuerzo es pura ilusión, utilizada por mentes autoindulgentes e infantiles, corruptas o desprovistas de información. La idea del pacto no puede existir en el luciferismo, no en su contexto popular y erróneo, precisamente porque va en contra de los principios de la propia filosofía.

Incluso para los seguidores de las escuelas teístas y deístas, esto es inaceptable: cada luciferino es consciente de que la responsabilidad de lograr todo lo que quiere está únicamente en sus manos, que sin esfuerzo, superación y constancia nada saldrá simplemente gratis. En esto se codifican las bases de su derecho divino: en nutrir su esencia y ganar su libertad para poder superar las pruebas de los dioses, y no en esperar pacientemente a que un pastor les traiga alimento ante su resignación. Creen que toda acción debe provenir de ellos mismos, y que sólo a través de la búsqueda del conocimiento y la aplicación de su Voluntad inquebrantable podrán hacer que toda la naturaleza responda a su favor, así como establecer contactos con otras entidades. Si deseas tales cosas, primero hazte digno de ellas.

Para los luciferinos ateos, la imposibilidad de pactar con el diablo radica en que ellos son su único dios, y no existe ninguna deidad a la que puedan o deseen recurrir. Ésta es básicamente la diferencia entre ambas visiones, pero el principio aceptado es el mismo: cada persona es responsable de sus propios logros o derrotas, de su fuerza o debilidad, de ser amo o esclavo. Cualquier subordinación a una Voluntad ajena a la suya es una especie de servidumbre, y por eso el luciferino no permite ni desea subordinarse a otros seres, de tal manera que pierda su propia esencia, como es la voluntad inicial. idea del pacto con cualquier entidad. Para lograr su evolución, necesita experimentar y superar todas las barreras por sí mismo. Si recibiera todo fácilmente, ¿cuál sería su verdadera ganancia? ¿Disfrutar temporalmente de estas maravillas, dependiendo de la concesión de otra persona? ¿Por qué someterse a una condición tan servil, si puede disfrutar de lo que quiera y cuando quiera? Cuando logramos algo por nuestros méritos, nos convertimos en dueños de esos logros y podemos disfrutarlos cuando queramos. Ser mendigo es una cuestión de elección... o de habilidad.

Otra barrera preocupante para la evolución individual, y más peligrosa que cualquier otra, es el autoengaño. Algunos quedan cegados por ello, volviéndose locos y sin siquiera darse cuenta. Comienzan a ver seres en todo, y a creer que están al final del camino cuando apenas han comenzado a dar sus primeros pasos. Para aquellos que se perdieron, no queda nada y por lo tanto no merecen más que nuestro desprecio. No debemos desperdiciar nuestra energía en ellos. El camino de la evolución es también el de la separación entre los Dioses y los Siervos.

Pero el simbolismo del pacto también puede aplicarse de manera más sensata al luciferianismo. No el pacto cristiano, por las razones ya explicadas. Pero pactando contigo mismo en la búsqueda de metas, por tu propia elección para perfeccionarte en la excelencia, luchando por todo lo que deseas, y especialmente por el gran ideal, que es el encuentro con tu propia divinidad: porque al experimentar tu esencia, estarás despertando y honrando la llama del dios que habita en ti. Éste es el único tipo de pacto aceptable dentro de la filosofía luciferina, y cualquier otro va completamente más allá de su finalidad.

Por lo tanto, para todos aquellos que verdaderamente deseen establecer un pacto con Lucifer, que lo hagan estableciendo su Reino a través de sus propias acciones, para que se conviertan en reflejo vivo de su Palabra y sean dignos de ser coronados como verdaderos hijos de Él.


Lilith Ashtart es psicóloga, tarotista, escritora, investigadora y practicante de ocultismo y LHP. Editor de la publicación aperiódica Nox Arcana. Autor del libro Lux Aeterna.

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