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exorcismo latino
“Spiritus Dei ferebatur super aquas, et inspire in facien hominis spiraculus vitae. Siéntate Michael dux meu, et Sabtabiel servus meu in luce et per lucem. Fait verbum halitus meu; et imperabo Spiritus aeris hujus, et refrenabo equos solis voluntate cordis meis, et cogitatione mentis mede et mutu oculi dextri. Exorciso igitur te, creatura aeris, per Pentagrammaton et in nomine Tetragrammaton, in quibus sunt voluntas firma et fides recta. Amén. Sela. Fíat."
Exorcismo contra vampiros
Esto se encontró en un libro muy antiguo, escrito por Frei Bento do Rosário, un religioso descalzo de la Orden de San Agustín.
“En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. En el nombre de San Bartolomé, de San Agustín, de San Caetano, de San Andrés Avelino, te niego, ángel maligno, que pretendes entrar en mí y pervertirme. Por el poder de la cruz de Cristo, por el poder de sus divinas llagas, os maldigo, para que no podáis tentar mi alma pacífica. Amén." (Se debe rezar tres veces acompañado de la señal de la cruz en el pecho.)
La oración que sigue es importante para algunas combinaciones cabalísticas capaces de liberar a un paciente atacado por el vampirismo y también de otras aventuras de los compañeros del zurdo.
“Inmortal, eterno, inefable y santo Padre de todas las cosas, que en un carruaje rodante caminas sin cesar por estos mundos que giran siempre en la inmensidad del espacio dominante de los vastos e inmensos campos del éter; ¡Donde has erigido tu trono poderoso, que derrama luz y luz, y desde lo alto, tus ojos tremendos todo lo descubren y tus amplios oídos todo lo oyen! Protege a los niños que has amado desde el nacimiento de los siglos porque su duración es larga y eterna. ¡Su majestad brilla sobre el mundo y el cielo de estrellas! ¡Te elevas por tu propio resplandor, inagotables corrientes de luz que emergen de tu esencia, que alimentan tu espíritu infinito! Este espíritu infinito produce todas las cosas y constituye ese tesoro inmortal de la materia que no puede faltar a la generación que siempre rodea por las mil formas de las que está rodeado, y con las que se ha revestido y llenado desde el principio. De este espíritu también se originan los reyes santísimos que están alrededor de tu trono y que forman tu corte, ¡oh Padre universal! ¡Oh único Padre de los bienaventurados mortales e inmortales! Tienes, en particular, poderes maravillosamente iguales a tu pensamiento eterno de los ángeles, que anuncian tus voluntades al mundo. Finalmente creaste otro tercer orden de elementos. Nuestra práctica diaria es saludarte y adorar Tus voluntades. ¡Ardemos en el deseo de poseerte! ¡El padre! ¡Madre! ¡Madre tierna, la Madre más tierna, la más tierna de todas las madres! Oh hijo, el más cariñoso de los niños. ¡Oh formas de todas las formas! Alma, espíritu, armonía, nombres y números de todas las cosas, consérvanos y sé favorable para nosotros. Amén."
Para librar una casa de las tentaciones vampíricas:
“Te conjuro, vampiro rebelde, habitante y arruinador de esta casa, para que sin demora ni pretexto alguno desaparezcas de aquí, disolviendo todo mal que tú o tus ayudantes hayan hecho; por mi parte, lo disuelvo, contando con la ayuda de Dios y los espíritus de Luz, Adonay y Jehová. Te ato al precepto formal de obediencia para que no puedas quedarte ni regresar ni enviar otros a perturbar esta casa, de lo contrario serás quemado eternamente con brea de fuego e incienso derretido”.
Luego, bendice la casa con agua bendita haciendo cruces hacia las paredes con un cuchillo nuevo de mango blanco, diciendo:
“Te exorcizo, hogar, para que puedas estar libre de los vampiros tentadores que vienen a vivir aquí”. Amén.
Manual Práctico de Vampirismo
