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Sitra Ajra

¿Es el satanismo una inversión del cristianismo? – El Breve Coloquio Satánico

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El satanismo es una religión con sus propios dogmas y rituales, pero de ninguna manera podemos decir que sea exactamente lo contrario del cristianismo. Basado en la libertad y la lucha contra la hipocresía y la exploración de aspectos generalmente negados de la naturaleza humana, el satanismo tiene fundamentos religiosos y filosóficos que son muy anteriores y distintos del cristianismo. La Imagen de Satanás se usa enfáticamente por el simple hecho de que esta es la forma en que estos principios son más fácilmente reconocidos y representados en la sociedad en la que vivimos.

A diferencia de muchas religiones, el satanismo evita caer en la trampa de dividir el mundo de forma maniquea viviendo en la simple dicotomía de la lucha entre el bien y el mal. Pensamos que vivir la ilusión cristiana de manera invertida, deseando el infierno y buscando cometer tantos pecados como sea posible no sólo es una estupidez sino también una forma de quedar atrapados en viejas ilusiones religiosas.

La humanidad siempre ha estado controlada y motivada por conceptos dualistas del bien versus el mal, lo bello versus lo feo, lo sagrado versus lo profano, el compatriota versus el extranjero... En fin, la lista es interminable. La historia ha demostrado que es posible dar la ilusión de libertad a las personas cuando les damos dos opciones, pero la verdad es que la mayoría de las veces estas opciones son limitadas y no permiten al buscador llegar a respuestas que no han sido previamente esbozadas. . Se espera que cualquiera que esté en contra de algo automáticamente esté a favor de alguna otra cosa predefinida. Esto se ha utilizado para controlar a las masas en innumerables ocasiones en el pasado y todavía se utiliza hoy en diferentes contextos del mundo contemporáneo. Depende del satanista escapar de esta retórica.

Entendemos que no existen sólo dos maneras de responder una pregunta. Anton LaVey llamó a esta postura “La Tercera Vía”, tal vez porque es como si el satanista se negara a elegir entre sus caminos premarcados y se abriera camino a través del bosque con sus propias manos para llegar a su destino. Elegir al diablo no se trata simplemente de cambiar de bando en el tablero, sino de jugar un juego completamente diferente.

La vieja visión de dicotomía conflictiva inaugurada por Zoroastro y perpetuada por el cristianismo se abandona por completo en favor de una nueva forma de pensar y vivir. El satanismo no quiere salvar ni condenar al mundo, no quiere ni el Infierno ni el Cielo, el satanismo no quiere ser la única religión en la Tierra y de hecho ni siquiera está en contra del cristianismo. Simplemente no quiere que lo obliguen a participar en él y en sus fantasías. El satanismo quiere libertad para que las personas busquen respuestas abiertas en lugar de limitarse a simples preguntas de opción múltiple.

Las Iglesias cristianas predican el amor incondicional, pero no estamos en contra del amor, estamos a favor del amor selectivo. Las Iglesias cristianas predican la caridad para todos y para todo, pero no estamos en contra de la caridad, simplemente pensamos que debe provenir del individuo y que debe ser reconocido por ella. Entre la abstinencia y la compulsión, elegimos la indulgencia. Entre la credulidad y el escepticismo elegimos la experiencia.

Después de todo, Leo no es una simple inversión de una oveja.

Morbitvs Vividvs

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