Categorías
Alta Magia

Grado III – Iniciación al Hermetismo

Leer en 38 minutos.

Este texto fue lamido por 145 almas esta semana.

Saber, Atreverse, Querer y Permanecer en Silencio son los cuatro pilares principales del templo de Salomón, por tanto del macro y microcosmos sobre el que se construyó la ciencia sagrada de la magia. Respecto a los cuatro elementos, estas son las características básicas que todo mago debe poseer si quiere alcanzar el grado más alto de esta ciencia.

Cualquiera puede adquirir el conocimiento mágico mediante un estudio intenso, y el conocimiento de sus leyes permite al aprendiz alcanzar gradualmente el nivel más elevado de sabiduría.

Querer: Es un aspecto de la voluntad que sólo puede lograrse con tenacidad, paciencia y perseverancia en el estudio de la ciencia sagrada y su aplicación práctica. Quien pretenda no sólo satisfacer su curiosidad, sino tomarse en serio su estudio y ascender por el camino que le llevará a las alturas más luminosas, necesitará tener una voluntad inquebrantable.

Atrevimiento: Quienes no temen sacrificios ni obstáculos, ni hacen caso a las opiniones de los demás, sino que mantienen el objetivo siempre delante sin importarles si triunfarán o fracasarán, recibirán la mejor de las recompensas.

Callarse la boca: Quien quiera alardear y promocionarse mostrando su sabiduría nunca podrá ser un verdadero mago. Un mago no necesita asumir aires de autoridad, al contrario, se esfuerza por no aparecer. ¡Estar en silencio es oro! Cuanto más silencio guarde sobre sus propias experiencias y conocimientos, sin aislarse de otras personas, más poderes obtendrá de la fuente primordial. Por tanto, quien quiera obtener conocimiento y sabiduría debe esforzarse en adoptar estas cuatro cualidades básicas, sin las cuales nadie podrá alcanzar las cosas esenciales de la magia sagrada.

  • Instrucción Mágica del Espíritu (III)

Concentración del pensamiento en dos o tres ideas simultáneamente.

En segundo grado aprendemos a practicar la concentración de los sentidos, es decir, a inducir la concentración en cada uno de nuestros sentidos. En este grado ampliaremos nuestra capacidad de concentración, hasta el punto de que nos centraremos no sólo en una única dirección, sino en dos o tres simultáneamente. Me gustaría mostrar aquí algunos ejemplos mediante los cuales el propio aprendiz puede organizar su trabajo. Imagine visualmente un reloj de pared con un péndulo que va y viene. La representación imaginaria debe ser tan real que creas que en realidad hay un reloj en la pared. Al mismo tiempo, intenta escuchar su tictac. Intenta arreglar esta doble imaginación, de visión y oído, durante cinco minutos. Al principio solo podrás hacerlo durante unos segundos, pero con la repetición constante podrás mantenerlos por más tiempo.

¡La práctica crea al maestro! Repite esta experiencia con otro objeto similar, quizás un gong, y además de intentar escuchar tus golpes, intenta también ver a la persona que te golpea. Luego intenta ver un arroyo y escuchar el murmullo de las aguas. Imagina un campo de trigo e intenta escuchar el sonido del viento que lo atraviesa. Para variar, intenta armar por tu cuenta algunas experiencias similares, que consideren dos o incluso tres sentidos al mismo tiempo. También se pueden realizar otros experimentos con la imaginación visual o auditiva, considerando, por ejemplo, la visión y la sensación del tacto. Todos los sentidos deben desarrollarse de forma vital y concentrativa.

Hay que dar especial valor a la visión, el oído y el tacto, que son muy importantes para cualquier progreso en la magia. Siempre resalto la gran importancia de estos ejercicios para el progreso a lo largo de todo el camino mágico; Por eso debemos practicarlos todos los días con perseverancia. Cuando consigamos fijar simultáneamente dos o tres concentraciones de sentidos durante al menos cinco minutos, entonces el ejercicio estará completo. Si el cansancio interfiere con el ejercicio, debemos interrumpirlo y posponerlo hasta un momento más favorable, cuando el espíritu esté más alerta. Además, debemos evitar quedarnos dormidos mientras hacemos ejercicio. Se sabe que las primeras horas de la mañana son las más propicias para el trabajo de concentración.

Tras alcanzar un cierto grado de concentración en estos ejercicios, centrándonos en dos o tres sentidos a la vez durante al menos cinco minutos, podemos continuar.

Concentración del pensamiento en objetos, paisajes y lugares.

Vuelve a elegir una posición cómoda como en otros trabajos de concentración. Cierra los ojos e imagina visualmente un lugar muy familiar, como una región, una casa, un césped, un jardín, un campo, un bosque, etc. Fija esta imagen. Se deben memorizar todos los detalles como el color, la luz y la forma. La imagen debe ser muy plásticamente palpable, como si estuvieras allí en persona; nada debe escaparse ni omitirse. Si la imagen se te escapa de la mente o se vuelve borrosa, tráela de vuelta y vuelve a aclararla. El ejercicio estará completo cuando seas capaz de mantener la imagen plástica en tu mente durante al menos cinco minutos.

Luego intente agregar concentración auditiva a la misma imagen. Si has imaginado un hermoso bosque, entonces escucha el canto de los pájaros, el murmullo del arroyo, el soplo del viento, el zumbido de las abejas, etc. Cuando logres esto, pasa a la siguiente imagen, de manera similar. El ejercicio estará completo cuando puedas imaginar cada lugar, región o paisaje con dos o tres sentidos simultáneamente, durante al menos cinco minutos. Cuando alcances este grado de concentración, intenta realizar estos mismos ejercicios con los ojos abiertos, fijando la mirada en un punto concreto o en el espacio. El entorno físico que te rodea debería dejar de existir para ti y la imagen elegida debería flotar ante tus ojos como un espejismo. Cuando puedas arreglar una imagen durante cinco minutos, pasa a la siguiente.

El ejercicio se puede considerar completo cuando puedes evocar cualquier imagen deseada, con los ojos abiertos, y mirarla fijamente durante cinco minutos junto con uno o más sentidos diferentes. Al igual que las imágenes de un acontecimiento que pasa ante nosotros después de leer una novela, estas imágenes también deben visualizarse en cualquier ejercicio de concentración.

Aprendemos a imaginar regiones hasta lugares que hemos visto antes o que ya conocemos. Ahora debemos intentar visualizar lugares y regiones imaginarios, es decir, que nunca antes hayamos visto. Al principio podemos hacerlo incluso con los ojos cerrados, y cuando dominemos esta técnica, con dos o tres sentidos a la vez a lo largo de cinco minutos, con los ojos abiertos. El ejercicio estará completo cuando podamos mantener esta imaginación con los ojos abiertos durante cinco minutos.

Concentración del pensamiento en animales y personas.

Desde objetos inanimados, lugares, regiones, casas hasta bosques, pasaremos a los seres vivos. Imaginemos diferentes animales como perros, gatos, pájaros, caballos, vacas, terneros, gallinas, tanto plásticamente como en la concentración de objetos. Inicialmente durante cinco minutos con los ojos cerrados y luego con los ojos abiertos. Una vez dominado este ejercicio, debemos imaginar a los animales en sus movimientos: un gatito lavándose, cazando un ratón, bebiendo leche; un perro que ladra, corre; un pájaro volando, picoteando comida en el suelo, etc. Estas y otras combinaciones similares deben ser elegidas a voluntad del alumno, primero con los ojos cerrados y luego con los ojos abiertos. Cuando consigamos hacer esto durante cinco minutos sin perturbaciones, entonces el ejercicio estará completo y podremos seguir adelante.

Debemos actuar de la misma manera con los seres humanos. Primero amigos, familiares, conocidos, personas fallecidas y luego gente extraña que nunca antes habíamos visto. Luego imaginemos los rasgos de sus rostros, toda la cabeza y finalmente todo el cuerpo cubierto por la ropa. Siempre primero con los ojos cerrados y luego con los ojos abiertos. Se debe alcanzar una duración mínima de cinco minutos antes de continuar, imaginando personas en movimiento, por tanto, caminando, trabajando y hablando. Al hacer esto con uno de los sentidos, por ejemplo la visión, debemos combinarlo con otro, que puede ser el oído, o la imaginación auditiva; por eso, cuando imaginamos la voz de la persona, debemos escucharla hablar. Debemos esforzarnos en adaptar nuestra imaginación a la realidad, por ejemplo, imaginar la tonalidad, la velocidad y el ritmo del discurso real de la persona en cuestión. Primero con los ojos cerrados, luego con los abiertos.

Luego podemos continuar este ejercicio imaginando a personas completamente desconocidas inventándoles diferentes rasgos y voces. Pueden ser personas de ambos sexos y de diferentes edades.

Imaginemos a personas de otras razas, mujeres y hombres, jóvenes y mayores, niños, por ejemplo, indios, negros, chinos, japoneses. Como medio auxiliar podemos utilizar libros y revistas ilustradas, así como visitas a museos. Luego de lograr el objetivo de fijar la imagen durante cinco minutos con los ojos cerrados y también con los abiertos, la instrucción mágica del espíritu, de tercer grado, estará completa.

En todos los ejercicios debemos tener mucha paciencia, perseverancia, constancia y tenacidad, para dominar los más difíciles. Aquellos estudiantes que logren realizar el esfuerzo requerido quedarán muy satisfechos con las fortalezas obtenidas a través de los ejercicios de concentración y podrán profundizarlas en el siguiente nivel. Los ejercicios de concentración en esta etapa fortalecen no sólo la fuerza de voluntad y la capacidad de concentración, sino todas las fuerzas juntas, intelectuales y espirituales, despiertan la capacidad mágica del espíritu y son imprescindibles como pre-ejercicio para la transmisión del pensamiento, la telepatía, la mente. viajes, videncia, videncia a distancia de otros. Sin estas capacidades el futuro mago no progresará. Por lo tanto, debemos hacer todos nuestros esfuerzos para trabajar con cuidado y constancia.

  • Instrucción Mágica del Alma (III)

Antes de iniciar la instrucción de este grado, para que no nos hagamos daño debemos estar seguros de que en nuestra alma prevalece el equilibrio astral de los elementos, el cual se puede obtener a través de la introspección y el autocontrol. Ante la certeza de que no existe ningún elemento predominante, debemos, en el transcurso de la evolución, seguir trabajando en el perfeccionamiento del carácter; Pero aun así, ahora podemos pasar a trabajar con los elementos, en cuerpo astral.

Respiración de cuerpo completo de los elementos

En esta etapa la tarea es adaptarse a las características básicas de los elementos, haciéndolos predominantes o neutralizándolos nuevamente. Ya conocemos la teoría de los efectos de los elementos y la conectaremos con la práctica de la siguiente manera:

un incendio

El fuego, con su expansión o dilatación en todas direcciones, tiene como característica específica el calor, por lo que tiene forma esférica. Por tanto, debemos adaptarnos sobre todo a esta característica, según nuestra observación, para poder evocarla en cualquier momento, en el alma y en el cuerpo. A la hora de controlar el cuerpo, elegimos una posición en la que podamos permanecer cómodamente y sin molestias. Los hindúes llaman a esta posición asana. A modo de aclaración, a partir de ahora también utilizaremos esta expresión. Por tanto, asume esta posición de asana, pensando en el punto central del elemento fuego que rodea todo el Universo, en forma esférica. Imagina que todo lo que te rodea, incluido el Universo entero, está hecho de fuego. Luego comienza a respirar este elemento con la nariz y con todo el cuerpo (respirando por los poros) al mismo tiempo; Respire regular y profundamente sin presionar el aire ni forzar los pulmones. El cuerpo material denso y el cuerpo astral deben parecerse a un recipiente vacío en el que el elemento es inspirado, o más bien absorbido, con cada inspiración. Con cada inhalación, el calor del elemento debe aumentar y comprimirse en el cuerpo, volviéndose cada vez más incandescente. El calor y la fuerza de expansión deben ser cada vez más fuertes y la presión del fuego cada vez mayor, hasta que finalmente nos sintamos completamente incandescentes y ardiendo con fuego. Todo el proceso de inspiración del elemento fuego a través de todo el cuerpo es naturalmente sólo imaginario y debe llevarse a cabo en conjunto con la imaginación plástica del elemento. Al principio debemos realizar siete respiraciones del elemento fuego, añadiendo una más con cada nuevo ejercicio. De media, son suficientes 20 o 30 inspiraciones. Sólo los estudiantes físicamente más fuertes y con mayor fuerza de voluntad podrán superar este límite. Para no tener que contar el número de inspiraciones, debemos utilizar el hilo de cuentas o nudos, pasando un nudo o una cuenta hacia adelante con cada nueva inspiración. Al principio el calor imaginado es sentido sólo por el alma, pero con cada nueva experiencia la incandescencia se hace más perceptible, tanto en el alma como en el cuerpo; puede aumentar la temperatura corporal (posiblemente provocando sudoración) hasta el nivel de fiebre. Si mientras tanto el estudiante ha establecido el equilibrio de los elementos en el alma, entonces esta acumulación de un elemento en el cuerpo no causará más daño.

Una vez finalizado el ejercicio de la acumulación imaginaria del elemento fuego, debemos sentir su fuerza incandescente y expansiva y entrenar la secuencia inversa, respirando normalmente por la boca, exhalando tanto por la boca como por todo el cuerpo (exhalación por los poros), arrojando el elemento fuego de regreso al Universo. Estas respiraciones para la exhalación del elemento deben realizarse con la misma frecuencia que las respiraciones anteriores para su inspiración. Si en ese caso empezamos con siete respiraciones, entonces en este caso también debemos realizar siete respiraciones para exhalar el elemento. Esto es muy importante, porque después del ejercicio el alumno debe tener la sensación de que no queda ni un solo elemento en él, y la sensación de calor también debe desaparecer por completo. Por ello, es recomendable utilizar un collar de cuentas o nudos para contar tanto la inhalación como la exhalación. Los ejercicios deben realizarse primero con los ojos cerrados y luego con los ojos abiertos. La investigadora viajera Alexandra David-Neel, que estudió y conoció bien las costumbres del Tíbet, describió en sus libros una experiencia similar llamada Tumo, supuestamente llevada a cabo por los lamas, pero que no es muy adecuada para la práctica de los europeos y no debe recomendarse a estudiantes de magia.

En Oriente hay iniciados que practican este tipo de ejercicio (llamado Sadhana) durante años y materializan el elemento fuego de tal manera que pueden incluso caminar desnudos y descalzos incluso en las estaciones más frías del año sin sentir el efecto del frío, logrando secarse con el calor de su propio cuerpo y los paños húmedos que los envuelven. Mediante la acumulación del elemento fuego, son capaces de influir en el entorno que les rodea y, por tanto, directamente en la naturaleza, derritiendo la nieve y el hielo que se encuentran a metros o incluso kilómetros de distancia a su alrededor. Estos y otros fenómenos similares también pueden ser causados ​​por un europeo, si está dispuesto a dedicar el tiempo necesario a su formación. Pero para nuestra evolución mágica es necesario dominar no sólo un elemento, sino todos ellos, lo que sería correcto desde un punto de vista mágico.

pub

Ahora sigue los ejercicios para el elemento aire, que deben realizarse de la misma forma que los del elemento fuego, sólo que con la imaginación de una sensación diferente. Colócate en la misma posición cómoda del cuerpo, cierra los ojos e imagina encontrarte en medio de un espacio aéreo que llena todo el Universo. Nada a vuestro alrededor debe ser considerado, y no debe haber nada para vosotros más que este espacio lleno de aire que rodea todo el Universo. Debes respirar este elemento aireado en el recipiente vacío del alma y en el cuerpo material denso mediante la respiración corporal total (a través de los poros y los pulmones). Con cada respiración, todo el cuerpo se llena de más aire. Debes imaginar que con cada respiración tu cuerpo se llena de aire de tal manera que parece un globo. Al mismo tiempo, imagina que tu cuerpo se vuelve cada vez más ligero, tan ligero como el aire mismo; la sensación de ligereza debe ser tan intensa que ya no sientas tu propio cuerpo. De la misma forma que en el ejercicio del elemento fuego, el ejercicio del elemento aire debe iniciarse con siete inhalaciones y exhalaciones cada una. Tras realizar el ejercicio, deberíamos volver a tener la sensación de que no queda nada del elemento aire en nuestro cuerpo, lo que nos hace sentir tan normales como antes del ejercicio. Para no tener que contar, podemos volver a utilizar el hilo de nudos o cuentas. De un ejercicio a otro debemos aumentar el número de inhalaciones a exhalaciones, pero sin superar el número de cuarenta.

Mediante un entrenamiento constante, algunos iniciados son capaces incluso de levitar, caminar sobre la superficie del agua, flotar en el aire, mover su cuerpo, etc., especialmente cuando el iniciado se concentra en un solo elemento. Pero los magos no nos conformamos con fenómenos unilaterales, ya que ese no es nuestro objetivo. Nuestro deseo es profundizar más en su descubrimiento y dominio para poder evolucionar cada vez más.

c) agua

A continuación se muestra una descripción de la práctica con el elemento agua. Vuelve a asumir la posición habitual del cuerpo, cierra los ojos y olvídate del entorno que te rodea. Imagina que el Universo entero se parece al océano infinito en el que te encuentras en su punto central. Con cada respiración de cuerpo completo, tu cuerpo se llena de este elemento. Debes sentir el frío del agua en todo tu cuerpo, cuando esté lleno del elemento, después de siete inhalaciones, luego exhala siete veces. Con cada exhalación debes eliminar este elemento agua del cuerpo, para que en la última no quede nada. En este caso también te será de gran utilidad el collar de nudos o cuentas. Con cada nuevo ejercicio, respire más. Cuanto más frecuentemente realices tus experiencias, más clara será tu percepción del elemento agua, con toda su frialdad característica. Debes imaginarte en forma de cubito de hielo. Cada ejercicio no debe exceder los veinte minutos. Con el tiempo, deberías poder enfriar tu cuerpo incluso cuando hace mucho calor, durante un verano caluroso.

Los iniciados de Oriente dominan tan completamente este elemento que son capaces de producir grandes fenómenos con él. Pueden producir lluvia en las épocas más calurosas de sequía o incluso interrumpirla, pueden ahuyentar tormentas, calmar el mar embravecido, dominar a todos los animales que viven bajo el agua, etc. Para el verdadero mago, estos y otros fenómenos similares son fácilmente explicables.

d) tierra

Ahora todavía nos queda describir el último elemento, el de la tierra. Al igual que con los ejercicios anteriores con los elementos, asume tu posición cómoda. Esta vez imagina el Universo entero como la Tierra, contigo en su punto central. No imagines la tierra como un puñado de arcilla, sino como materia densa; La característica específica de la materia del elemento tierra es la densidad y el peso. Con la ayuda de la respiración de todo el cuerpo, debes llenar todo tu cuerpo con esta materia pesada. Al principio siete veces, y con cada ejercicio adicional, una respiración más. Debes concentrar tanta materia en ti mismo que tu cuerpo se vuelve tan pesado como una bola de plomo, pareciendo casi paralizado. La caducidad es la misma que para el resto de elementos. Al finalizar el ejercicio deberás sentirte tan normal como al principio, y su duración no debe superar un máximo de veinte minutos.

Este ejercicio (Sadhana) lo realizan muchos lamas tibetanos; empiezan a meditar sobre un puñado de barro, lo mueven y vuelven a meditar sobre él. El verdadero mago puede capturar y dominar el elemento de una manera más sencilla, directamente en su raíz, y por tanto no necesita estos complicados procesos de meditación. Como imaginación auxiliar puede servir el color de los diferentes elementos, es decir: fuego rojo, aire azul, agua azul verdoso, tierra amarilla, gris o negra. La imaginación cromática es una elección completamente individual pero no estrictamente necesaria. Si alguien cree que facilita el trabajo, puede utilizarlo desde el principio. En nuestros ejercicios se trata básicamente de una imaginación sentida. Después de un entrenamiento más largo, cada persona debe, por ejemplo, a través del elemento fuego, ser capaz de producir un calor tan grande que en un termómetro pueda verse como una temperatura febril. Este pre-ejercicio de dominio de los elementos es fundamental, por lo que debe recibir la máxima atención.

El tipo de fenómeno que un iniciado puede producir, por ejemplo en el dominio del elemento tierra, es muy diverso, y corresponde a cada individuo reflexionar sobre ello. El dominio de los elementos es el campo más oscuro de la magia; De él se ha hablado muy poco hasta hoy, porque contiene el mayor de los arcanos. Al mismo tiempo es el campo más importante de la magia, cualquiera que no pueda dominar los elementos no logrará mucho conocimiento mágico.

  • Instrucción de magia corporal (III)

El primer nivel de aprendizaje en cuestión ya debe haberse convertido en un hábito que debe practicarse durante todo el curso. Ahora se ampliará el segundo grado; El tiempo de posición tranquila del cuerpo debe ampliarse hasta llegar a la media hora. En este nivel, la respiración a través de los poros de todo el cuerpo se volverá específica de ciertos órganos individuales. El estudiante debe ser capaz de dejar respirar cualquier parte de su cuerpo a través de sus poros, a su libre elección. Debemos empezar por los pies y terminar por la cabeza.

Debes sentarte en la posición habitual y cerrar los ojos. Con conciencia, transfiérete a una de tus piernas; Puede ser de izquierda o de derecha, no importa. Imagina que tu pierna, como si fuera un pulmón, inhala y exhala la fuerza vital del Universo, al mismo tiempo que tu respiración pulmonar normal. La energía vital es inspirada (absorbida) de todo el Universo y, a través de la exhalación, devuelta (eliminada) a él. Cuando puedas hacer esto siete veces, pasa a la otra pierna y luego respira con ambas piernas simultáneamente. Luego haz lo mismo con las manos, primero con una de ellas y luego con la otra, y finalmente intenta respirar con ambas manos simultáneamente. Una vez logrado esto, pasa a hacer lo mismo con los demás órganos, como los órganos sexuales, los intestinos, el estómago, el hígado, el bazo, los pulmones, el corazón, la laringe y la cabeza.

El ejercicio estará completo cuando consigas hacer que cada órgano de tu cuerpo, incluso el más pequeño, respire por sí solo. Este ejercicio es muy significativo, ya que nos permite dominar cada parte del cuerpo, cargarlo de energía vital y volverlo sano y vivaz. Si podemos lograr esto en nosotros mismos, entonces no será difícil actuar en otros cuerpos también a través de la transposición de la conciencia, que juega un papel importante en la transmisión magnética de la energía, es decir, en el arte mágico de la curación. Es por eso que debemos prestar toda nuestra atención a este ejercicio. Otro ejercicio de instrucción mágica del cuerpo es el bloqueo de la energía vital. A través de la respiración de todo el cuerpo, a través de los poros, aprendemos a inhalar y exhalar la energía vital del Universo. Entonces aprenderemos a retener esta energía vital.

Daño de la energía vital

a) a través de la respiración pulmonar y a través de los poros de todo el cuerpo

Siéntate en la posición habitual y respira por los pulmones y poros de todo el cuerpo, aspirando la energía vital del Universo. Pero esta vez no debes devolverlo, sino conservarlo en tu cuerpo. No pienses en nada al exhalar, exhala el aire usado poco a poco. Con cada nueva respiración siente como si estuvieras inhalando más y más energía vital y acumulándola en tu cuerpo, de cierta manera represándola. Debes sentir la presión de esta energía vital como si fuera vapor comprimido e imaginar que esta energía comprimida irradia desde tu cuerpo como un calentador irradia calor.

Con cada nueva respiración, la energía comprimida o irradiada se vuelve mayor, más amplia, más fuerte y más penetrante. A través de ejercicios repetidos deberías poder transmitir tu radiación penetrante de energía vital a una distancia de kilómetros. Literalmente deberías sentir la presión, la penetrabilidad de su radiación. ¡El entrenamiento es lo que crea al maestro! También deberíamos comenzar con siete inspiraciones y aumentarlas en una inspiración cada día.

El tiempo de cada ejercicio no debe exceder el límite máximo de veinte minutos. Estos ejercicios deben realizarse principalmente en aquellos trabajos y experiencias que requieran una gran cantidad o penetración de energía vital, como tratar a enfermos, actuar a distancia, magnetizar objetos, etc. Cuando la energía vital almacenada de esta manera ya no es necesaria, el cuerpo debe volver a su tensión original, ya que no es aconsejable permanecer en una tensión excesiva en la vida cotidiana. Los nervios se excitarían mucho, provocando tensiones anormales y otras consecuencias nocivas.

La experiencia termina cuando devolvemos la energía reprimida al Universo, exhalándola del cuerpo a través de la imaginación. Así que sólo debemos respirar aire puro y exhalar la tensión de la energía vital hasta alcanzar el equilibrio. Con práctica, el mago podrá transferir energía vital al Universo de una vez, de forma explosiva, como el estallido de un neumático lleno de aire. Esta eliminación repentina sólo puede realizarse después de mucho entrenamiento y cuando el cuerpo se haya vuelto lo suficientemente autodefensivo.

b) en diferentes partes del cuerpo

Tras adquirir cierta habilidad en el ejercicio anterior, poco a poco podemos empezar a practicarlo con cada parte del cuerpo de forma aislada, especializándonos principalmente en las manos. Los iniciados también pueden hacerlo con los ojos, y de esta manera pueden encantar no sólo a una persona, sino a un gran número de ellas, incluso a verdaderas multitudes, para someterlas a su voluntad. Un mago que puede hacer esto con sus manos obtiene el poder de bendecir. Aquí reside el misterio de la bendición, la imposición de manos en las enfermedades, etc.

El ejercicio de este grado será completo cuando logremos contener la energía vital no sólo en todo el cuerpo sino también en cada parte del mismo, proyectando la radiación de la energía represada directamente al exterior. Al dominar este ejercicio estaremos completando la instrucción mágica del tercer grado.

  • APÉNDICE DEL GRADO III.

Si el estudiante trabajador y comprometido con su evolución mágica ha logrado llegar hasta aquí, entonces podrá notar un cambio general en su ser. Tus capacidades mágicas habrán crecido, en todos los ámbitos.

en la esfera MENTAL habrá alcanzado una mayor fuerza de voluntad, una mayor capacidad de defensa, una mejor memoria y una capacidad de observación más aguda, además de una comprensión más clara de las cosas.

en la esfera ASTRAL Notará que se ha vuelto más tranquilo, más equilibrado, según su predisposición, incluso verá despertar en él habilidades latentes.

En el mundo MATERIAL denso, notará que se ha vuelto más sano, ágil y joven. Su energía vital es muy superior a la de muchos de sus contemporáneos y en la vida práctica logrará mucho gracias a su poder radiante. A través de él, el mago podrá, por ejemplo, liberar de influencias negativas el entorno en el que se encuentra y llenarlo de su energía vital. Incluso podrá tratar enfermedades a distancia, enviando su poder de irradiación a una distancia de kilómetros.

También habrá adquirido el don de cargar los objetos con sus deseos, a través de esta fuerza de irradiación. Todo esto sirve sólo como ejemplo, ya que el estudiante pronto aprenderá por sí mismo cómo, dónde y cuándo puede aplicar favorablemente sus habilidades mágicas. Pero hay una cosa que no debe perder de vista; es el hecho de que estas capacidades mágicas pueden usarse tanto para propósitos beneficiosos como malvados. Por eso, siempre debe obedecer el dicho: “El hombre cosecha lo que siembra”. Tu objetivo debe ser siempre el bien supremo, nada más.

Trabajar con magnetismo tiene innumerables variaciones. Para tener una visión más amplia de todas estas posibilidades, presentaremos algunos ejemplos.

Impregnación Ambiental

Inhala la energía vital respirando a través de los pulmones y a través de los poros de todo el cuerpo y presiónala dentro de tu cuerpo con toda la fuerza de tu imaginación hasta que irradie dinámicamente. Tu cuerpo es al mismo tiempo una energía luminosa, un punto de incandescencia o incluso un sol individual. Con cada inhalación fortalecerás la energía vital comprimida, así como la energía de la luz, llenando de ellas todo el ambiente en el que te encuentres.

Con la ayuda de esta energía de radiación, el entorno debería iluminarse literalmente con una luz similar a la del sol. Con ejercicios constantes y repetidos es posible incluso iluminar el ambiente en la oscuridad, es decir de noche, para que los objetos sean visibles no sólo para el estudiante sino también para los no iniciados, ya que la luz de la energía vital puede materializarse en una luz real. tiempo de día. Pero en realidad es sólo el resultado de entrenar el poder de la imaginación.

Naturalmente, el mago no quedará satisfecho sólo con este fenómeno, pues sabe muy bien que la energía vital tiene un carácter universal; ella no es sólo la portadora de tus deseos, ideas y pensamientos, sino también la materializadora de tu imaginación. A través de esta energía vital logra todo. La realización de esto es función de la imaginación plástica.

Al llenar el ambiente de trabajo con su energía radiante, el estudiante debe imaginar lo que espera obtener, por ejemplo que todas las influencias astrales y mágicas en el ambiente sean purificadas y volatilizadas, o que no solo el mago se sienta bien y saludable en el ambiente, pero cualquiera que entre o permanezca allí. Además, el mago puede impregnar el ambiente de su hogar y trabajo con el deseo de obtener inspiración, éxito, etc. en sus obras.

Los magos más avanzados son capaces de proteger sus entornos contra personas no deseadas, haciendo que no se sientan cómodos al entrar al lugar y no quieran quedarse allí. Este ambiente estará cargado de ideas de protección o miedo. El entorno también puede estar sólidamente cargado, es decir, cualquiera que entre al entorno sin autorización puede ser expulsado hacia atrás, dejándolo paralizado. Al mago se le ofrecen posibilidades ilimitadas; armado con estas instrucciones puede incluso inventar otros métodos.

Con la exhalación, el mago puede devolver la energía vital reprimida y, con la ayuda de su imaginación, dejar solo la energía de irradiación o iluminación en el ambiente. Pero también puede, a través de su energía de radiación, transferir energía vital directamente del Universo al medio ambiente, sin que tenga que estar contenida primero en su cuerpo, especialmente cuando ya ha logrado adquirir cierta experiencia en esta técnica. De esta manera puede incluso impregnar el entorno con sus propios deseos.

La imaginación, junto con la fuerza de voluntad y la creencia en una convicción fuerte, no conoce límites. En estos trabajos, el mago no sólo depende de un ambiente limitado, sino que puede impregnar dos o más ambientes a la vez e incluso cargar una casa entera con su energía vital irradiando a través de él mismo o directamente desde el Universo a través del método descrito. Como el poder de la imaginación no conoce ni el tiempo ni el espacio, puede realizar este trabajo incluso a gran distancia. Con tiempo y entrenamiento constante podrá manejar cualquier entorno, por grande que sea, ya sea cercano o lejano. En cuanto a su evolución, sus intenciones sólo serán buenas y nobles, por lo que su poder será ilimitado. ¡El entrenamiento crea al maestro!

biomagnetismo

Conozcamos ahora otra característica específica de la energía vital, especialmente importante para el trabajo mágico. Como ya sabemos, cualquier objeto, animal, hombre, forma de pensamiento, puede cargarse de energía vital y del respectivo deseo de plenitud o plenitud. Pero la energía vital también tiene la característica de aceptar, dejarse influenciar o conectarse con cualquier pensamiento (incluso extraño) o sentimiento extraño. Así, la energía vital concentrada puede mezclarse con otros pensamientos, lo que debilitaría o eliminaría el efecto del pensamiento impregnado si el mago no estimulara una tensión fortalecida a través de la repetición intensiva, vitalizando el deseo o idea.

Pero esto provoca una enorme pérdida de tiempo y casi siempre influye desfavorablemente en el trabajo. La influencia deseada sólo ejerce su efecto mientras la tensión predomine en la dirección deseada. Después la energía vital desaparece, se mezcla con otras vibraciones y el efecto desaparece paulatinamente. Para evitar esto, el mago debe conocer la ley del biomagnetismo. La energía vital no sólo acepta una idea, una imaginación, un pensamiento o un sentimiento, sino también un concepto del tiempo. Esta ley o característica específica de la energía vital debe ser considerada al trabajar con ella y posteriormente también al trabajar con los elementos. Por lo tanto, en cada impregnación de deseo debéis considerar el tiempo y también el espacio, con la ayuda de la energía vital. En el trabajo mágico las reglas a observar son las siguientes:

El trabajo según el principio Akáshico está libre de tiempo y espacio.

En la esfera mental operamos con el tiempo; en la esfera astral con el espacio (forma, color) y en el mundo material denso con el tiempo y el espacio simultáneamente.

A través de algunos ejemplos pretendo hacer comprensible el trabajo con el biomagnetismo. Con la ayuda de la energía vital, carga un espacio con el deseo de sentirte bien y saludable en él. Encantas, o mejor dicho, atraes la energía del deseo de que la influencia permanezca en el ambiente mientras estás en él o lo habitas y también se estabiliza cuando tienes que salir de él y tal vez alejarte de él por más tiempo. Si alguien más entra en tu casa sin saber que allí hay una concentración de energía vital, también se sentirá a gusto. De vez en cuando puedes fortalecer la densidad y la energía de la radiación en tu hogar repitiendo el deseo. Cuando estás dentro de una casa influenciada de esta manera, la energía vital atraída tendrá una influencia positiva constante en tu salud y por lo tanto en tu cuerpo. En este ambiente, la energía vital tiene la vibración del deseo de salud.

Pero si tú, por ejemplo, pretendes realizar en este ambiente prácticas ocultas que nada tienen que ver con la salud y tienen diferentes vibraciones-imaginaciones, entonces no tendrás los beneficios que tendrías en un ambiente no cargado ni previamente cargado con tus ideas o deseos. Por eso siempre es mejor, cuando quieras cargar el ambiente con esas vibraciones-imaginaciones, considerar tu trabajo como ejercicios momentáneos.

También puedes por ejemplo llevar un anillo, una piedra, etc. con la esperanza de que su dueño tenga mucha suerte y éxito. En este caso, existen dos posibilidades para encantar la impregnación. La primera consiste en atraer energía vital hacia la piedra o metal con la fuerza de la imaginación y concentración en el deseo, terminando diciendo que la energía debe permanecer allí constantemente hasta atraer más energía del Universo, siempre fortaleciéndose y trayendo felicidad al éxito. la persona en cuestión, durante el tiempo que utilice el objeto. Si lo deseamos, también podemos llevar el objeto elegido sólo por un corto tiempo, es decir, para que la influencia termine cuando se haya logrado el objetivo deseado.

La segunda posibilidad se llama carga universal y se hace de la misma manera, pero concentrándose en el deseo de que, mientras el objeto exista (anillo, piedra, joyería) traiga felicidad y éxito a su portador, sea quien sea. ella puede ser. . Estas cargas universales realizadas por un iniciado conservan todo el efecto de la energía durante cientos de años. La historia de las momias egipcias nos ha demostrado que estas encantadoras energías conservan su efecto durante miles de años.

Si un talismán o un objeto llevado especialmente para una persona en particular cae en manos de otra persona, no ejercerá su efecto sobre esa otra persona. Pero si el propietario original logra recuperarlo, su efecto se reanuda automáticamente (ver también Winckelmann, “Das Geheimnis der Talismane and Amulette” = El secreto de los talismanes y amuletos).

A continuación describiré otro tipo de trabajo con la energía vital, el del magnetismo curativo. Cuando el mago trata personalmente a un enfermo mediante pases magnéticos o la imposición de manos, o a distancia, es decir, mediante la imaginación y la voluntad, deberá observar la ley del tiempo si quiere tener éxito en su intento.

El tipo habitual de magnetización es aquel en el que el magnetizador, con la ayuda de la imaginación, deja fluir la energía vital desde su cuerpo, normalmente desde sus manos, hasta el paciente. Este método supone que el magnetizador está completamente sano y tiene un cierto exceso de energía vital, si no quiere dañar su propia salud.

Lamentablemente, he visto casos tristes en los que el magnetizador, mediante una donación muy importante de su propia energía vital, sufrió daños tan graves en su salud que estuvo al borde de una crisis nerviosa total, además de empezar a sentir otros efectos secundarios, como palpitaciones, asma, a otros. Estas consecuencias son inevitables cuando el magnetizador gasta más energía de la que es capaz de captar, especialmente cuando se trata a muchos pacientes a la vez.

Pero este método tiene una desventaja adicional; Además de su propia energía, el magnetizador también transfiere las características de su propia alma al paciente, influyendo indirectamente en el alma del paciente. Por eso se supone y se requiere que todo magnetizador tenga un carácter noble (ver Jürgens, “Wie magnetisiere ich?” = ¿Cómo magnetizo?).

Sin embargo, si el magnetizador tiene un paciente con peor carácter que el suyo, corre el riesgo de atraer indirectamente estas influencias negativas hacia sí mismo, lo que en todos los aspectos es una gran desventaja para él. Si es una persona instruida en las ciencias ocultas, entonces entregará al paciente la energía vital de su propio cuerpo, pero extrayéndola del Universo para canalizarla a través de sus manos hacia el cuerpo del paciente, con la concentración del deseo de salud. . En ambos métodos, las magnetizaciones deben repetirse varias veces si se quiere lograr un éxito rápido, ya que la falta de armonía, la enfermedad o el foco de la enfermedad absorbe y utiliza rápidamente la energía transferida. Tiene hambre de más energía, lo que crea la necesidad de repetir el tratamiento para que la condición del paciente no empeore.

Para el mago el caso es diferente. El paciente sólo siente alivio cuando el mago abre su alma, es decir, cuando contiene la energía vital dinámica en su propio cuerpo y envía rayos de luz desde esta energía. Para ello, el mago puede emplear diferentes métodos, pero sin dejar de imaginar el deseo del paciente de mejorar con cada hora que pasa. A continuación presentaré algunos métodos que el mago puede utilizar para tratar a los pacientes.

En primer lugar, debe estar bien familiarizado con el reconocimiento de las enfermedades y sus síntomas. Este tipo de conocimientos se pueden adquirir mediante un estudio detallado de la literatura especializada sobre el tema. Naturalmente, también debe tener buenos conocimientos anatómicos. Ciertamente no será tan imprudente como para intentar curar enfermedades que requieran intervención quirúrgica, ni aquellas enfermedades infecciosas que no puedan curarse sólo con su intervención.

Pero en estos casos podrá acelerar el proceso de curación, provocar alivio del dolor, todo ello en paralelo al tratamiento convencional. Esto se puede hacer incluso de forma remota. Un hecho muy prometedor es la especialización de los médicos en este campo, quienes, además del arte médico convencional, también sabrán utilizar la práctica mágica. Por lo tanto, el mago sólo debe tratar a aquellos pacientes directamente recomendados por el médico para este tipo de tratamiento, o trabajar en conjunto con este profesional, para no ser llamado curandero o charlatán.

Pero sobre todo, el mago debe aspirar a la curación y el bienestar del paciente sin buscar recompensas ni pagos. También debes rechazar el deseo de fama y reconocimiento. Si permanece fiel al elevado ideal de hacer el bien, ciertamente alcanzará la gracia divina. Los magos que tienen pensamientos altruistas ayudan a quienes sufren sin que ellos lo sepan. Este tipo de ayuda es la más bendecida. A continuación, presento algunos de los métodos más utilizados que el mago puede emplear sin correr el riesgo de dañar su salud o sus nervios.

Antes de se aproximar do leito do doente faça pelo menos sete respirações pulmonares a pelos poros, concentre uma enorme quantidade de energia vital em seu corpo extraindo-a do Universo a deixe-a irradiar em forma de luz, uma luz quase tão forte quanto a del sol. A través de repetidas inspiraciones de energía vital, intenta provocar una radiación de al menos diez metros alrededor de tu cuerpo, que corresponde a la energía vital de diez personas normales. Deberías tener la sensación de que la energía vital reprimida irradia de tu cuerpo en forma de luz como si fuera un sol. Al acercarte al paciente, le brindarás una sensación de bienestar que lo envolverá por completo, y si no padece una enfermedad muy dolorosa, también sentirá un alivio inmediato de su dolor.

Esta energía acumulada de radiación luminosa debe transmitirse al paciente individualmente, y a él le corresponde gestionarla como mejor le parezca. Un mago educado no necesita realizar pases mágicos ni colocar las manos, ya que son sólo manipulaciones auxiliares, soportes para la expresión de su voluntad. Basta que el mago tome una o ambas manos del paciente y trabaje con la imaginación. Los ojos pueden permanecer abiertos o cerrados; Si quiere, puede mirar al paciente, pero no tiene por qué hacerlo directamente. En este caso, el trabajo principal depende de la imaginación. Pero durante toda la transmisión, el mago también puede sentarse al lado del paciente, sin tocarlo. Debes imaginar que la energía de la radiación luminosa que te rodea fluye hacia el cuerpo del paciente, es presionada por la imaginación hacia él, penetrando todos sus poros e iluminándolos.

Con tu voluntad, debes inducir la energía así presionada para curar el mal. Al mismo tiempo, debes imaginar que el paciente va mejorando cada hora que pasa, adquiriendo un aspecto cada vez más saludable, esperando que la energía de la irradiación luminosa no abandone el cuerpo del paciente hasta que esté completamente curado.

Cuando carga cuantitativamente el cuerpo del paciente con energía de irradiación, que en una persona sana corresponde a un metro de irradiación, entonces, dependiendo del tipo de enfermedad, podrá provocar una curación rápida.

Repita la carga después de un tiempo, fortalezca la capacidad de expansión de la energía de irradiación concentrada y se sorprenderá del éxito logrado. Primero, la energía radiante no puede debilitarse, porque la has atraído y le has ordenado que se renueve constantemente. En segundo lugar, estableciste una fecha límite, es decir, indujiste al cuerpo a estar más saludable cada hora y cada día que pasaba. En tercer lugar, has adaptado la energía al espacio correspondiente a la circunferencia alrededor del cuerpo. Aquí debemos aconsejarle que transmita la energía de irradiación a aproximadamente un metro de distancia del cuerpo, lo que corresponde a la irradiación de una persona normal. Con este método podrás satisfacer la condición básica de la ley material del tiempo y el espacio.

En este método el mago notará que la energía de radiación luminosa transmitida al paciente no disminuyó, sino que por el contrario comenzó a brillar tan intensamente como antes. Esto se puede atribuir al hecho de que la energía vital comprimida en el cuerpo se renueva automáticamente, como en los vasos comunicantes, reemplazando inmediatamente la energía de irradiación donada. De esta manera el mago podrá tratar a cientos de pacientes sin que sus nervios ni su fuerza espiritual se vean afectados de ninguna manera.

Otro método es en el que el mago presiona la energía vital con imaginación directamente en el cuerpo de la persona enferma, o simplemente en esa parte enferma del cuerpo, a través de los poros. Esta energía debe ser renovada constantemente desde el Universo, hasta la curación total. En este caso, la imaginación del deseo es también una cuestión de tiempo y espacio, hasta la curación total. Sin embargo, este método sólo se puede utilizar en aquellos pacientes cuya energía nerviosa aún no está completamente agotada y, por lo tanto, todavía soporta una cierta presión de retención de energía vital. En el mago instruido, la reserva de energía vital es una energía materializada, es decir, material denso, que puede compararse con la electricidad. Este método es mejor que el anterior porque es muy sencillo y bastante eficaz.

Otro método muy peculiar es dejar que el paciente respire nuestra energía de radiación luminosa con la ayuda de la imaginación. Si el paciente es capaz de concentrarse, puede hacerlo él mismo; de lo contrario, el mago puede crear la imaginación para él. El proceso que sigue es uno de los más prácticos.

Su energía radiante alcanza aproximadamente diez metros a su alrededor. Al estar cerca del paciente, éste prácticamente se sumerge en la luz de esta radiación, impregnado del deseo de curación. El paciente capaz de concentrarse está plenamente convencido de que con cada respiración está inhalando su energía radiante y con ella curando. Debe imaginar con intensidad que el poder curativo permanecerá dentro de él, que su salud mejorará cada vez más, incluso cuando el mago ya no esté a su lado.

Si el paciente no es capaz de concentrarse o es un niño enfermo, entonces usted mismo debe imaginarse al paciente absorbiendo la energía vital con cada respiración, llevándola a la sangre y provocando la curación. En este caso, también debes centrarte en el deseo de que la energía inspirada siga actuando positivamente en el paciente. Este es un soplo de energía vital conducido desde el cuerpo del mago a otro cuerpo.

En este caso podemos hacer referencia a aquella cita de la Biblia en la que Cristo es tocado por una mujer enferma en busca de curación. Sintió la evasión de su energía vital y comentó a sus discípulos: “Me conmovió”.

En todo trabajo con energía vital y magnetismo se debe considerar el tiempo y el espacio. Respecto a este aspecto, mencioné aquí algunos ejemplos de tratamiento de enfermedades y también podría mencionar muchos otros métodos que utilizan el magnetismo para la curación. El mago tiene, por ejemplo, la posibilidad de conectarse con el espíritu del paciente durante el sueño de este último y utilizar cualquiera de los métodos de tratamiento en el cuerpo del paciente. Además, además de la energía vital, puede utilizar los elementos, el magnetismo e incluso la electricidad para tratar mágicamente a los enfermos. Una descripción precisa de varios de estos métodos y posibilidades de tratamiento ocuparía por sí sola un libro entero. Quizás incluso tenga la oportunidad, más adelante, de publicar un libro sobre métodos de curación ocultos desde un punto de vista mágico, para ponerlo a disposición de los magos interesados ​​en el tema. Pero por ahora esto queda reservado para el futuro. En este trabajo sólo indico algunos procesos de tratamiento relacionados con el tiempo y el espacio, por tanto el magnetismo. Los grandes iniciados de los santos, cuya imaginación estaba tan desarrollada que pronto todas sus ideas se realizaban, en todos los planos, ya no tenían la necesidad de utilizar estos métodos. Sólo necesitaban expresar un deseo o un anhelo, que pronto cumplieron. El mago siempre debe estar comprometido a alcanzar este alto nivel.

  • Resumen de todos los ejercicios de grado III.

I. Instrucción Mágica del Espíritu

1. Concentración del pensamiento, con dos o tres sentidos simultáneamente.
2. Concentración del pensamiento en objetos, paisajes, lugares.
3. Concentración del pensamiento en animales y personas.

II. instrucción de magia del alma

1. Respiración de los elementos en todo el cuerpo:
a) Fuego – Calor.
b) Aire – Ligereza.
c) Agua – Fría.
d) Tierra – Peso.

III. instrucción de magia corporal

1. Mantenimiento del Grado I, que debe convertirse en hábito.
2. Amortiguación de la energía vital:

A través de la respiración pulmonar y los poros de todo el cuerpo.
En diferentes partes del cuerpo.

Apéndice al grado III:

3. Impregnación ambiental.
4. Biomagnetismo.

Fin del tercer grado

 

Deja un comentario

Traducir "