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Respecto al triángulo goético de evocación hay que hacer una distinción. Los tres puntos del triángulo hacen referencia a los Tres aspectos de Hécate, siendo el punto de encuentro de los espíritus, generalmente simbolizado por la encrucijada. El triángulo histórico en la Magia Ceremonial es el punto de materialización del Demonio. Dado que este trabajo explorará las formas de invocar estas fuerzas, el triángulo sirve como unión entre lo demoníaco (ctónico/atávico) y lo angelical (celestial/empírico). El triángulo contiene en su centro un círculo que es el punto de evocación en el que Salomón dijo que podía atrapar espíritus. Dentro del triángulo debería estar el nombre Azazel, un cambio significativo con respecto al tradicional MICHAEL.
El propósito de esto es bendecir el círculo con el poder deificante de Azazel, que también se reconoce más comúnmente en Lucifer. Como el Hechicero del Camino de la Mano Izquierda apunta a la comunión y una forma de autodeificación antinómica, una asociación del Ser con Azazel ha terminado, es una confirmación formal de dedicación al camino. Es a través de esta autodeificación que el Daimon es controlado dentro del círculo por la Voluntad enfocada del mago, en lugar de por cualquier fuerza "santa". Se trata de un enfoque psicológico en el que el hechicero confía enteramente en su propia voluntad para controlar el ritual, añadiendo así una sensación real de peligro al rito. Sin embargo, se debe tener cuidado con esta distinción, ya que los Djinn de este libro son antiguos y astutos.
Tradicionalmente, el triángulo debe estar a unos 60 cm del círculo mágico y tener un lado de unos 90 cm. El triángulo debe colocarse en el cuadrante al que pertenece el espíritu evocado. La base del triángulo debe estar en la dirección del círculo y el vértice apuntando hacia su cuadrante. Se sugiere observar la Luna para esta operación. Los nombres alrededor del triángulo son ANAFEAXETON, TETRAGRAMMATON y PRIMEUMATION.
