isaac luria

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La contribución de Ari a la historia de la Cabalá

cuando: Siglo XVI

Donde: Egipto

Libro: Etz Jaim (entre otros)

Importancia: integración de diferentes escuelas cabalistas

“Llegará un tiempo en que los hombres de ciencia, en su búsqueda del vínculo entre el hombre y el animal, considerarán que el simio es la forma de vida a partir de la cual evolucionó el hombre”. 

– Issac, Luria, Etz Chayim, Portal 42, capítulo 1

También llamado el Ari (“El León”), Isaac ben Salomón Luria fue el gran cabalista del despertar de la Edad Media ocurrido en el siglo XVI, más destacado incluso que su famoso maestro Moisés Cordovero. La evolución de los grandes nombres de la Cabalá parece seguir un patrón que alterna entre la razón y el amor, entre la intelectualización rayana en el legalismo y la búsqueda trascendental. Lo mismo ocurrió con Moisés Cordovero y su amigo “rival” Issac Luria. El primero escribió numerosos libros llenos de páginas y el segundo nunca escribió un solo libro.

Si bien el método de Moisés Cordovero era fuertemente racional, Ari siguió el método contemplativo. No era inusual que meditara en un solo verso del Zohar durante varios meses hasta que se le revelaba un significado oculto.

A través del estudio del Zohar, Ari llegó a importantes conclusiones que hoy forman parte de la forma en que los cabalistas entienden el mundo. Entre estas conclusiones Issac Luria describió el concepto de tzimtzum, la creación de la realidad como una contracción de la luz creativa original que crea un vacío dentro de sí misma que crea una serie de chispas divinas que anhelan íntimamente regresar a su origen. Otro concepto importante es el tikún, algo cercano al concepto oriental de karma y que significa la cuestión esencial que cada persona debe corregir en su vida personal. Esta corrección se hace a través de actos diarios de amor hacia los demás que despiertan tu conciencia. Sin embargo, según Ari, aún más importante que los actos sería la buena intención detrás de ellos y eso nos acercaría a nuestra naturaleza original.

Otra de las innovaciones de Luria fue que por primera vez alguien creó un método de estudio, una presentación sistemática del conocimiento y la práctica espiritual a través de la cual cualquier persona verdaderamente comprometida podía alcanzar estados a los que antes sólo unos pocos elegidos tenían acceso. Su papel es tan importante que dio origen a toda una rama cabalística conocida hoy como Cabalá luriánica (la misma que estudió Isaac Newton), y sirvió de base tanto para el judaísmo moderno como para el ocultismo occidental en los siglos siguientes. El movimiento jasídico en sí puede entenderse como una popularización de las enseñanzas ilurianas gracias a Ari en Baal Shem Tov y otros líderes judíos.

Su legado sólo llegó hasta nosotros gracias a las notas de su discípulo Rabí Hayyim Vital, de donde nacieron varias obras importantes para la Cabalá, la principal de las cuales probablemente sea la notable Etz Jaim, (“El árbol de la vida”), que fue superada sólo por el Zohar y la Torá está en el podio de las obras más esenciales del estudio cabalístico.