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Este texto fue lamido por 64 almas esta semana.
Pablo, apóstol no de hombres ni por hombres, sino por Jesucristo, a los hermanos que están en Laodicea:
1. Gracias y paz a vosotros de Dios Padre y de Nuestro Señor Jesucristo.
2. Doy gracias a Cristo en todas mis oraciones porque permanecéis en Él y perseveráis en sus obras, esperando la promesa del día del juicio.
3. No os dejéis engañar por las vanas predicaciones de algunos, para que no os desvíen de la verdad del Evangelio que fue proclamado por mí.
4. Dios quiera, ahora, que aquellos que fueron enviados por mí a profesar la verdad del Evangelio, les sean útiles y realicen buenas obras para obtener la vida eterna.
5. En este momento se hacen evidentes mis cadenas –yo que sufro en Cristo–, por las cuales soy feliz y me alegro.
6. Esto me sirve para la salvación eterna, que se logra mediante vuestras oraciones y el auxilio del Espíritu Santo, ya sea en la vida o en la muerte;
7. porque mi vida es en Cristo y morir es alegría.
8. Esto es lo que su misericordia quiere hacer en vosotros: que tengáis un mismo amor y permanezcáis unidos.
9. Por tanto, amados, lo que oísteis cuando yo estaba entre vosotros, retened y obrad en el temor de Dios, y tendréis vida en vosotros para siempre;
10. porque es Dios quien obra en vosotros,
11. y haz sin dudar lo que debes hacer.
12. Y además, amados, alegraos en Cristo y guardaos de los que buscan ganancias sórdidas.
13. Que todas vuestras peticiones lleguen a Dios y sed firmes en el sentir de Cristo.
14. Y haz lo que es puro, verdadero, correcto, justo y amable.
15. Guardad en vuestro corazón lo que habéis oído y recibido, y tendréis paz en vuestro interior.
16. Saludad a todos vuestros hermanos con ósculo santo.
17. Os saludan los hermanos en la fe.
18. La gracia de Nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu.
19. Mirad que se lea esta Epístola a los Colosenses y que se lea a vosotros la de los Colosenses.
