Categorías
cultos afroamericanos

egungun

Leer en 3 minutos.

Este texto fue lamido por 120 almas esta semana.

Todos los aspectos del ser no mueren junto con él, regresan a sus orígenes, es decir a Orun, pues pertenecen a Olorun y solo él puede liberarlos.

Estas fuerzas divinas animaron a los ancestros, los ancestros, las raíces madres de Asé Orisá, cuando salieron de Aiyê y regresaron a Aiyê para animar a sus descendientes y discípulos.

La ascendencia confirma la inmortalidad, ya que la vida continúa en Orun como ancestros de Orun, la ascendencia asiste a todo en el culto a Orisá, ancestros significa: “aquellos que alguna vez tuvieron la energía de la vida en Aiyê y cuya energía vital se transmite a las nuevas generaciones, asegurando la continuidad de la vida y el culto a los dioses africanos”.

“En conclusión, la vida presente depende de la vida pasada de nuestros antepasados.

EL CULTO AL EGUNGUS:

A través del culto a los ancestros, los Egun o Egungun, es posible reconstruir orígenes, etnias, memoria. Esta memoria, arraigada en la multiplicidad de la herencia negra-africana, se expande con toda su fuerza, un ethos que transmite la diversidad de sus expresiones manifiestas: Nagô, Jeje, Angola, Congo, etc. – nos permite revelar estructuras, valores, normas, denominadores comunes donde la cuestión de la ascendencia mítica e histórica marca la existencia de una fuerte comunidad. Es en la memoria y el culto a los antepasados ​​donde se afirma esta comunidad (MAESTRO DIDI).

Egungun o Egun, espíritu ancestral de una persona importante, honrado en el Culto del Egungun, este culto se realiza en casas separadas de las casas de Orixá. En Brasil, el principal culto a Egungun se practica en la Isla de Itaparica en el Estado de Bahía pero existen casas en otros Estados.

Los yoruba, entonces, adoran a los espíritus de los “mayores” de diferentes maneras, según la jerarquía que tenían dentro de la comunidad y su trabajo en pro de la preservación y transmisión de los valores culturales. Y sólo a los espíritus especialmente preparados para ser invocados y materializados se les da el nombre de Egun, Egungun, Babá Egun o simplemente Babá (padre), siendo objeto de este culto tan especial.

Porque el objetivo principal de los cultos a Egun es hacer visibles los espíritus de los ancestros, actuando como un puente, un vehículo, un vínculo entre los vivos y sus ancestros. Y al mismo tiempo que mantiene la continuidad entre la vida y la muerte, el culto mantiene un estricto control de las relaciones entre vivos y muertos, estableciendo una distinción muy clara entre los dos mundos: el de los vivos y el de los muertos ( los dos niveles de existencia)

Los Egungun se materializan apareciéndose a descendientes y fieles de manera espectacular, en medio de grandes ceremonias y fiestas, con vestimentas muy ricas y coloridas, con símbolos característicos que les permiten establecer su jerarquía.

Los Babá-Egun o Egun-Agbá (los ancestros más antiguos) se destacan por estar cubiertos de cauríes, espejos y cuentas y por un conjunto de tiras de tela bordadas y decoradas llamadas Abalá, así como una especie de delantal llamado Bantê, y porque emiten una voz característica, gutural o muy fina. Los Aparaká son Egun más jóvenes: no tienen Abalá ni Bantê ni forma definida; y aún se encuentran mudos y sin identidad revelada, pues aún no se sabe quiénes fueron en vida.

Se cree entonces que debajo de las tiras de tela se encuentra un antepasado conocido o, si no es reconocible, algo asociado con la muerte. En este último caso, los Egungun representan ancestros colectivos que simbolizan conceptos morales y son los más respetados y temidos entre todos los Egungun, guardianes de la ética y disciplina moral del grupo.

El símbolo “Egungun” expresa todo el misterio de la transformación de un ser de este mundo en un ser del más allá, de su convocatoria y de su presencia en Aiyê (el mundo de los vivos). Este misterio (Awo) constituye el aspecto más importante de la adoración.

El Egun es la muerte que regresa a la tierra en forma espiritual y visible a los ojos de los vivos. Él “nace” a través de ritos que elabora su comunidad y de las manos de ojé (sacerdotes) equipados con un instrumento invocador, un palo llamado ixan, que al tocar la tierra tres veces y acompañado de palabras y gestos rituales, provoca “ la muerte se convierte en vida”, y el ancestral individualizado Egungun está “vivo” nuevamente.

La aparición de los Eguns está rodeada de total misterio, a diferencia del culto a Orisa, en el que el trance se produce durante ceremonias públicas, ante ojos profanos, fieles e iniciados. Egungun simplemente aparece en la habitación, provocando un impacto visual y utilizando la sorpresa como rito. Aparece con forma de cuerpo humano completamente cubierto por ropa hecha de tiras multicolores, que caen desde lo alto de la cabeza formando una gran masa de tela, de la que no se ve rastro de qué es ni quién está debajo de la ropa. Habla con una voz gutural inhumana, ronca o, a veces, aguda, metálica y estridente, característica de Egun, llamada séégí o sé, y que está relacionada con la voz del mono pardo, llamado ijimerê en Nigeria.

Texto adaptado por Ifatolá.

***

Revisión final: Ícaro Arón Soares.

Deja un comentario

Traducir "