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El Tetraedro simboliza y representa nuestra causalidad, limitada por el tiempo y el espacio, formada por los cuatro puntos de fuerza: Largo, alto, ancho y profundidad, que en conjunto forman la quinta dimensión además de las cuatro dimensiones espaciales: el Tiempo.
El tetraedro también está compuesto por cuatro “elementos formativos” del pentagrama, que son el fuego, el aire, el agua y la tierra y el espacio de existencia (y a veces el plano anticósmico/Qlihot), es decir, el plano espiritual, el plano mental, el plano astral y el plano físico.
El Quinto Elemento (o quinta dimensión Acausal), que en la oscura tradición se llama “Llama Negra”, “La Perla Amorfa” o “La Sangre de Kingu”, está fuera de las cuatro dimensiones formadas por los elementos, y también está vinculado con los otros cuatro elementos, convirtiendo el cuadrilátero en un pentagrama (ver las figuras a continuación).
Figura 1:
Figura 2:
Si observamos la figura 2, podemos ver que el “espíritu” no está ni debajo ni encima de los otros cuatro elementos, sino situado fuera de ellos.
Por lo tanto, el Mago puede utilizar el Tetraedro en rituales en los que desee separar los cuatro elementos de su Llama Negra interna (espíritu), y por tanto indicar que es poderoso y que lleva dentro de sí la fuerza que está más allá del mundo manifiesto. , pero no porque tenga la Quintaesencia, sino por su excelencia al poder gestionar, transformar y destruir todas las formas.
Durante los rituales donde se utiliza el Tetraedro, se activa la “Llama Interior Amorfa” del Mago, que a su vez controla todas las dimensiones, elementos y planos. Durante los rituales el Tetraedro puede visualizarse, pintarse con pintura o sangre, o convertirse en una escultura de arcilla o de alguna otra forma, siempre que sea bidimensional o tridimensional como en la imagen.
El Mago puede utilizar el Tetraedro como punto focal para rituales mentales, meditativos y de otro tipo, de los cuales puede servir como quinto elemento.
Puede, por ejemplo, ungirlo dibujando con su propia sangre un sigilo que representará el cambio que desea provocar en el plano físico, astral, mental o espiritual; en la Llama Interna, dentro, debajo o encima del Tetraedro (dependiendo de cómo fue diseñado o esculpido), para luego activarlo invocando el pentagrama del tetraedro (en el siguiente orden: tierra, agua, aire y fuego).
El Mago activa “el pentagrama espiritual” tocando la daga ritual en la ingle, hombro izquierdo, pecho derecho, pecho izquierdo, hombro derecho y nuevamente en la ingle, y visualiza el pentagrama ardiendo con la brillante Llama Negra despertada por el Dragón Interior. negro.
A continuación, el Mago dirige las fuerzas siniestras y Acausales de la oscuridad, como por ejemplo canalizando su voluntad de poder, hacia el Tetraedro o sigilo, visualizando claramente los cambios que traerá con su poder espiritual durante 15 minutos, para luego quemar el sigilo en la Llama Negra que arde encima del altar, sellando y liberando las energías que surgieron durante el ritual vinculado a él.
De esta manera el Mago se convierte en el quinto elemento del pentagrama y su voluntad se manifiesta en todos los planos.
¡Mira más allá de las formas y encontrarás la esencia!
¡Salva el Caosofía!
fuente: Liber Azerate: El libro del caos iracundo.
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Traducción y adaptación: Zeis Araújo (Inmost Nigredo) Reseña: Gabriela Paiva 2014.
Texto enviado por Ícaro Aron Soares.
