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Profetas apocalípticos medievales – Los fines del mundo, la guía definitiva

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Desde los primeros años del cristianismo hasta los primeros tres siglos del segundo milenio [alrededor de 1.300 d.C.] en la Edad Media, no hubo escasez de anuncios del fin del mundo. La escatología cristiana [término usado aquí en el sentido de doctrina/estudio del fin de los tiempos o del mundo] está inspirada en el Libro del Apocalipsis, del apóstol Juan.

Este Fin de los Tiempos estaría marcado por el regreso de Cristo Jesús o parusía, que exterminaría el mal en la Tierra estableciendo un Reino de paz durante un período de mil años, cuando los mártires habitarían nuevamente el planeta; Después de este período, tendría lugar el Juicio Final y la prometida resurrección de los justos para disfrutar de la vida eterna. Los cristianos de los primeros siglos del cristianismo pensaban que este Fin de los Tiempos era inminente, ya que ellos mismos se consideraban los mártires que ya vivían en la Tierra después de la vida y muerte del Mesías.

Un ejemplo de esta creencia es el movimiento llamado montanismo, surgido en Grecia en el siglo II d.C., fundado por el predicador Montano. El montanismo persistió hasta el siglo VIII, cuando se extinguió tras arduos esfuerzos realizados por la Iglesia Romana. Sin embargo, las especulaciones cristianas y los profetas del Fin del Mundo no desaparecieron: entre los siglos XI y XV, se anunciaron nada menos que 27 fechas para el acontecimiento: 1000, 1033, 1186, 1229, 1250, 1260, 1290, 1300,1310, 1325, 1335, 1345, 1360, 1367, 1375, 1348, 1360, 1367, 1375, 1378, 1387, 1395, 1396, 1400, 1417, 1429, 1490 y XNUMX.

[EMMERSON, 1981, pág. 53-56 citado por REZENDE FILHO, 2005].

Estas fechas coincidieron con acontecimientos catastróficos, problemas sociales agudos o fenómenos astronómicos, como pestes, hambrunas, inundaciones, aparición de cometas. El 29 de julio de 1033, por ejemplo, Viernes Santo, en el que se creía que se conmemoraba el milenario de la crucifixión, se produjo un eclipse solar: "Los hombres, mirándose unos a otros, se vieron pálidos como muertos. Este espectáculo, sabían bien, presagiaban que algún lamentable flagelo iba a caer sobre la raza humana” [SIGBERT DE GEMBLOUX, VI, p.26-28 citado por RESENDE FILHO, 2005].

A mediados del siglo XIII y principios del XIV [años 1.200-1300 d.C.], en Italia, en un escenario de grave crisis de injusticia social, surgió el movimiento de los Pseudoapóstoles, creado por Geraldo Segarelli, hijo de un sacerdote y, más tarde, dirigido por Dolcino de Novara, ex novicio. Fueron considerados reencarnaciones de Cristo Jesús y reunieron miles de seguidores. ¡La consigna del movimiento era la penitencia! ─ penitenziagitis. Este movimiento se caracterizó por la violencia: sus seguidores prendieron fuego a monasterios y abadías, robando propiedades a los ricos. La Iglesia luchó duramente contra los pseudoapóstoles: Gerardo fue quemado vivo en 1300; Dolcino y sus seguidores fueron masacrados en 1305.

por Ligia Cabús

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