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Magia sexual

La práctica de la masturbación tántrica

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Empieza a pensar en tu zonas erógenas, lo que te gusta y lo que no te gusta. Para ello, entra en tu propio mundo de sensaciones. El resultado será una sorprendente revitalización y conocimiento de tu erotismo, que podrás compartir con tu pareja.

Acuéstate en la cama y acaricia todo su cuerpo, incluyendo la cara, los senos, el vientre y los muslos. En las mujeres, luego haga que sus dedos lleguen lentamente a los labios vaginales. Presiona sensualmente la vagina y el clítoris, dando libertad a todo aquello que te haga sentir placer. En los hombres, comience en la base del pene y sostenga vigorosamente, pero avance suavemente hasta el glande, el área más sensible del cuerpo del hombre. Focaliza los estímulos en estas zonas pero no olvides que el cuerpo es un todo indivisible.

No intentes alcanzar el orgasmo; tómate suficiente tiempo para disfrutar de todas las sensaciones sexuales. A medida que te excites, relájate y respira con regularidad, intentando que el efecto se extienda por todo tu cuerpo.

Las fantasías sexuales siempre ayudan a intensificar las sensaciones, pero en este momento es mejor no centrarse en imágenes mentales, sino profundizar en el propio físico. Cuando empieces a notar la llegada de las sensaciones orgásmicas, tensa los músculos de tus nalgas, suspira, gime, grita y expresa tu erotismo sin complejos. Entrega tu cuerpo al placer.

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