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Constelaciones donde gobernar el barco del alma.
"Si un musulmán entendiera el Islam, se convertiría en un adorador de ídolos". – Mahmud Shabestari.
Eleguá[5], el horrible portero con un garfio en la cabeza y conchas por ojos, puros macumba negros y un vaso de ron –como Ganesh[6], el dios de los Comienzos, un niño gordo con cabeza de elefante montado en un ratón .
El órgano que comprende lo numinoso se atrofia con los sentidos. Quienes no pueden sentir la baraka[7] no conocen las caricias del mundo. Hermes Poimandres[8] enseñó la animación de los ídolos, la permanencia mágica de los espíritus en los iconos, pero aquellos que no puedan realizar este ritual en sí mismos y en todo el tejido palpable del ser material sólo heredarán melancolía, despilfarro y decadencia.
El cuerpo pagano se vuelve como una corte de ángeles que experimenta este lugar – este bosque – como un paraíso (“¡Si hay un paraíso, ciertamente está aquí!” – inscripción en el pórtico de un jardín mongol[9]).
Pero el anarquismo ontológico es demasiado paleolítico para la escatología: las cosas son reales, la brujería funciona, los espíritus de los arbustos son uno con la imaginación, la muerte es una vaga incomodidad: la trama de Las metamorfosis de Ovidio, una epopeya de la mutabilidad.
El escenario mitológico personal.
El paganismo aún no ha inventado leyes, sólo virtudes. No hay manierismos de sacerdotes, ni teología, ni metafísica, ni moral; sólo un chamanismo universal en el que nadie obtiene la verdadera humanidad sin una revelación.
Comida dinero sexo sueño sol arena y sensimilla – amor verdad paz libertad y justicia. Belleza. Dioniso, el niño borracho disfrazado de pantera – sudor adolescente rancio – Pan, mitad hombre, mitad cabra, camina pesadamente sobre la tierra sólida hasta la cintura como si fuera el mar, con la piel sucia de musgo y líquenes – Eros se multiplica en una docena Pastorales muchachos desnudos de una granja de Iowa, con los pies cubiertos de barro y musgo de lago en los muslos.
Cuervo, el embaucador del potlatch, a veces un niño, a veces una anciana, un pájaro que robó la luna, agujas de pino flotando en un lago, tótems con cabezas de Chispa y Humo, un coro de cuervos con ojos plateados bailando sobre un montón de leña. – como Semar, el jorobado albino y hermafrodita, títere de sombra patrón de la revolución javanesa.
Yemanja, diosa estrella azul del mar y patrona de los homosexuales – como Tara, aspecto gris azulado de Kali[11], collar de calaveras, bailando sobre el rígido lingam de Shiva[12], lamiendo las nubes monzónicas con su larguísima lengua – como Loro Kidul, diosa del mar javanesa de color verde jade que confiere el poder de la invulnerabilidad a los sultanes a través del coito tántrico en torres y cuevas mágicas.
Desde un punto de vista, el anarquismo ontológico está extremadamente desnudo, despojado de todas las cualidades y posesiones, podrido como el propio CAOS - pero, desde otro punto de vista, está repleto de barroquismos como los jodidos templos de Katmandú o un libro de símbolos alquímicos - él se derrama desde su sofá comiendo loukoum[14] y divertidas ideas heréticas, con una mano perdida dentro de sus pantalones holgados.
El casco de sus barcos piratas está lacado en negro, las velas triangulares son rojas, las serpentinas son negras y llevan el emblema de un reloj de arena alado.
Un Mar de China Meridional en la mente, cerca de una costa salvaje cubierta de palmeras, ruinas de templos dorados construidos para dioses desconocidos y bestiales, isla tras isla, la brisa como seda amarilla se humedece sobre la piel desnuda, navegando a través de estrellas panteístas, hierología sobre hierología, luz sobre luz contra la oscuridad brillante y caótica.
hankim bey
