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Alquimia Asia oculta

Una introducción a la alquimia taoísta

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Fabricio Pregadio

La alquimia china se basa en principios doctrinales, expuestos por primera vez en los textos fundacionales del taoísmo, sobre la relación entre el Tao y las “diez mil cosas” (wanwu). Sus enseñanzas y prácticas se centran en la idea del Elixir, a menudo llamado Elixir Dorado (jindan), Elixir Invertido (huandan) o simplemente Medicina (yao). El significado fundamental del término dan (elixir) es “esencia”; connota la realidad, principio o verdadera naturaleza de una entidad, o su elemento o propiedad más básica y significativa. La alquimia pretende ilustrar la naturaleza de estos principios.

En la práctica, la composición del Elixir tiene dos significados principales. En el primer sentido, el Elixir se obtiene calentando sus ingredientes en un crisol. Esta práctica, así como la rama de la alquimia asociada a ella, se conoce como Waidan o Alquimia Externa (literalmente, “elixir externo”). En el segundo sentido, los ingredientes del Elixir son los componentes primarios del cosmos y del ser humano, y todo el proceso se desarrolla dentro de la persona. Esta segunda forma de práctica, así como la rama correspondiente de la tradición alquímica, se conoce como Neidan o Alquimia Interna (literalmente, “elixir interior”).

Las fuentes históricas y literarias (incluida la poesía) proporcionan muchos detalles relevantes, pero el principal depósito de fuentes alquímicas chinas es el Canon taoísta (Daozang), la mayor colección de obras taoístas. Aproximadamente una quinta parte de sus 1.500 textos están estrechamente relacionados con las diversas tradiciones alquímicas que se desarrollaron hasta el siglo XV, cuando se compiló e imprimió el Canon. Textos posteriores de Neidan se encuentran en el Daozang jiyao (Fundamentos del canon taoísta, compilado alrededor de 1800 y ampliado en 1906). Muchos otros se han publicado en colecciones más pequeñas o como obras independientes.

El estudio moderno de la alquimia taoísta comenzó en el siglo XX, después de que el Canon taoísta fuera reimpreso y circulara ampliamente en 20. Entre las principales contribuciones en lenguas occidentales se encuentran las de Joseph Needham (1926-1900), Ho Peng Yoke (95- 1926) y Nathan Sivin por Waidan; e Isabelle Robinet (2014–1932), Farzeen Baldrian-Hussein (2000–1945) y Catherine Despeux para Neidan.

El Elixir en Alquimia Externa (Waidan)

Las primeras alusiones a la alquimia en China se remontan al siglo II a.C. Sin embargo, la combinación de doctrinas y prácticas que implican la composición de un elixir, necesaria para distinguir la alquimia de la protoquímica, no está claramente atestiguada hasta el siglo III d.C. La primera tradición identificable, conocida como Taiqing (Gran Claridad), se desarrolló a partir de esta época en Jiangnan, la región al sur del bajo río Yangtsé que también fue crucial para la historia del taoísmo en su conjunto. La principal fuente existente de esta tradición es el Libro de los Nueve Elixires (Huangdi jiuding shendan jing). También se encuentran detalles importantes sobre las primeras etapas de la alquimia taoísta en algunas partes del Baopu zi neipian, escrito por Ge Hong alrededor del año 320 d.C. Sin embargo, sus descripciones de procesos que pueden compararse con fuentes existentes son a menudo resumidas y a veces inexactas.

Rituales y Métodos de Gran Claridad

En la tradición Taiqing, la composición de un elixir es la parte central de un proceso más amplio que consta de varias etapas, cada una de las cuales está marcada por la realización de ritos y ceremonias. Recibir las escrituras e instrucciones orales, construir el laboratorio, encender el fuego e ingerir el elixir exige ofrecer juramentos a los dioses y al maestro, observar las reglas de reclusión y purificación, realizar ceremonias para delimitar y proteger el área ritual y hacer invocaciones a las deidades más altas.

Las escrituras Taiqing contienen descripciones de métodos para elaborar elixires y los beneficios que se obtienen al realizarlos. Por otro lado, prácticamente no dicen nada sobre sus fundamentos doctrinales. Sin embargo, el énfasis dado a ciertos aspectos de la práctica y la terminología utilizada en estas descripciones muestran que el acto central del proceso alquímico consiste en devolver la materia a su estado de “esencia” (jing), o prima materia. El papel principal en esta tarea lo desempeña el crisol, cuya función es ser un medio equivalente al estado incipiente (hundun) previo a la formación del cosmos. En este ambiente, bajo la acción del fuego, los ingredientes del elixir se transmutan y “revierten” (huan) a su estado original. El comentario sobre una de las escrituras Taiqing equipara esta materia refinada con la “esencia” que emana del Dao que, como se afirma en el Daode jing (Libro del Camino y su Virtud), da origen al mundo de la multiplicidad.

La ingestión del elixir confiere trascendencia y admisión en la burocracia celestial. Además, el elixir otorga curación de enfermedades y protección contra demonios, espíritus y otros trastornos. Para proporcionar estos beneficios suplementarios, no es necesario ingerir el elixir y simplemente se puede sostener en la mano o llevar en el cinturón como un poderoso talismán apotropaico.

Dos métodos ejemplares en Waidan posterior

En la tradición Waidan posterior, dos tipos de métodos destacan por su importancia:

(1) El primer método principal se basa en el mercurio y el plomo, que representan respectivamente los principios del Yin y el Yang. Estas dos sustancias se refinan y se unen en un compuesto que se considera que encarna las cualidades del Yang puro (chunyang), es decir, el estado de Unidad antes de su división en Yin y Yang.

(2) El segundo método principal se centra en el cinabrio (Yang). El mercurio contenido en el cinabrio (que representa el verdadero Yin contenido en el Yang) se extrae y se añade al azufre (Yang). Este proceso, que normalmente se lleva a cabo nueve veces, produce en última instancia un elixir que encarna las cualidades luminosas del Pure Yang. Este Yang no es el opuesto complementario del Yin, sino que nuevamente representa la Unidad antes de su separación en los dos principios complementarios.

Durante la dinastía Tang (siglos VII-IX), la tradición Waidan alcanzó uno de sus apogeos con Chen Shaowei (principios del siglo VIII), cuya obra describe la preparación de un elixir obtenido refinando el cinabrio. Entre otros textos representativos de este período se encuentran varias colecciones de recetas, una de las más importantes fue compilada por Sun Simo. La primera mitad de la dinastía Tang también marcó el clímax de los contactos entre China y el mundo árabe. Estos intercambios pueden estar en el origen de la palabra europea medieval alquimia, una de cuyas etimologías sugeridas es kiem-yak en chino medio (la pronunciación aproximada del actual jinye, o “licor dorado”) con la adición del prefijo árabe al -.

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