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Filosofía oculta: 23 libros esenciales sobre magia

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Enrique Cornelio Agripa, 1533

Henry Cornelius Agrippa Von Nettesheim fue, sin duda, el ocultista más importante de su época. Se le considera el fundador de la filosofía oculta y se ganó el título de “príncipe de los magos”, que le acompaña hasta el día de hoy. podemos decir que fue el gran rebelde del Renacimiento.

Agripa nació en 1486 y a la edad de veinte años ya hablaba con fluidez 8 idiomas, incluido el hebreo. Fue médico, jurista, filósofo, cabalista y estudiante de alquimia. Como erudito mantuvo correspondencia con los grandes humanistas de su época como Melanchthon, Erasmo, el cardenal Lourenço Campegi y Tritemo, quien se convirtió en su gran amigo y maestro y fue quien influyó en él para escribir sobre sus conocimientos de lo oculto.

La presente obra comenzó a escribirse en 1510 y tan pronto como estuvo terminada Agripa se la envió a Tritemo quien, después de examinarla, le aconsejó: “Sólo tengo una advertencia más que hacerte, nunca lo olvides: al vulgo habla sólo cosas vulgares. , reserva para tus amigos todos los secretos de categoría superior, dale heno al buey y azúcar al loro. Entiende lo que quiero decir, 'para que no seas pisoteado por los bueyes', que suele ser el caso”.

Y, de hecho, sólo después de mucho trabajo, incluidas intervenciones de la Inquisición, logró imprimirlo en 1533.

Los tres libros de Filosofía Oculta de Henry Cornélio Agrippa de Nettesheim son el testimonio histórico definitivo de todo el conocimiento oculto desde la antigüedad clásica hasta el período medieval. Sus tres libros sobre filosofía oculta pueden considerarse la gran biblia de la magia clásica y, como tal, aporta un conocimiento profundo que llegó desde las tradiciones egipcias hasta el Renacimiento. Su obra registra muchos aspectos de la cultura mágica: prácticas paganas, creencias cristianas, cábala hebrea, astrología babilónica, brujería tradicional campesina, en definitiva, toda la ciencia oficial de la antigüedad.

Agripa declaró que para abordar la Magia era necesario conocer perfectamente la física, las matemáticas y la teología, para él la magia es una facultad poderosa, llena de misterio y que contiene un conocimiento profundo de las cosas más secretas de la naturaleza, sustancias y efectos, también sus relaciones y antagonismos. La física es terrestre, a través de ella conocemos la naturaleza de las cosas, las matemáticas son celestes, a través de ella aprendemos las dimensiones y el tamaño y podemos calcular el movimiento de los cuerpos celestes; la teología se refiere al mundo de los arquetipos, a través de ella alcanzamos el conocimiento de Dios, los ángeles, los demonios, el alma, la inteligencia y el pensamiento.

Absolutamente, en cualquier tema de interés para el aficionado, en Agrippa encontramos al menos un buen lugar por donde empezar. Allí está de todo: elementos precristianos como ángeles y demonios de origen persa, filosofía grecorromana, sabiduría pitagórica y prácticas medicinales similares a las de los caldeos. Herbología, geomancia, angeología, demonología, en definitiva, una enciclopedia de todo el acervo oficial de conocimientos y tecnologías de los siglos pasados. Muchas de las notas que componen los libros de Agripa pertenecieron alguna vez al plan de estudios aprendido en las grandes universidades de Europa.

Esta obra ejemplar, como su nombre indica, es una trilogía enciclopédica sobre todo lo que interesaba a los magos de esta época. En el primer volumen, sobre Magia Natural, desarrolla la teoría de los tres mundos: el elemental, el intelectual y el celeste; cada uno siendo gobernado por su superior y recibiendo sus influencias. Analiza las virtudes ocultas de las cosas, su origen en las ideas, el alma, el cosmos y las influencias planetarias; qué atracciones y repulsiones despiertan en las especies animales, vegetales y minerales. En el 2º volumen sobre números, pesos y medidas, los secretos de la armonía universal, signos. En el 3er volumen trata del efecto de los nombres divinos, la jerarquía angélica, los espíritus planetarios, las nueve clases de espíritus malignos, los ritos, los conjuros, los pentáculos sagrados, los jeroglíficos cabalísticos; todo esto con la intención de instruir al mago; dijo: “Aunque el hombre no es un ser inmortal como el Universo, aún está dotado de razón y con su inteligencia, su imaginación y su alma, es capaz de influir y transformar el mundo entero”.

Más que sincretismo, Agripa tuvo el talento de disfrutar y presentar simultáneamente a su lector conocimientos místicos de muchos pueblos de épocas pasadas, en la creencia implícita de que en todos ellos hay porciones de la Verdad y de la realidad íntima del ser humano y del universo. Todo esto se hizo de una manera muy elocuente para burlar los ojos penetrantes de la Inquisición católica de su tiempo. Esta Enciclopedia de Brujería presenta a su estudiante numerosas prácticas muy antiguas, pero siempre presentadas de manera elegante y acompañadas de sus fuentes originales y tradicionales, que generalmente son los grandes sabios, filósofos y magos de la antigüedad, como Hermes Trimegistro, Alberto Magno, Al Ghazali, Apolonio de Tyana, Reuchlin y Pico della Mirandola, entre muchos otros. Agripa se esfuerza en señalar a cada uno de ellos cada vez que se mencionan sus enseñanzas, lo que hace del libro un verdadero portal que puede llevar al lector a muchas obras de lectura interesantes. Podemos decir que la obra de Agripa fue lo más parecido que existió a una internet dedicada al ocultismo antes de la invención de las computadoras o el descubrimiento de la electricidad.

Y el estudiante moderno incluso recibe una bonificación con las nuevas ediciones de esta obra. Donald Tyson, el más reciente traductor y editor de este libro al idioma inglés –que luego fue traducido a varios otros idiomas– hizo un brillante trabajo de investigación y logró hacer del manuscrito de Agrippa una obra aún más valiosa, completando las referencias a al que Agripa no tuvo acceso ni recursos en su época, llegando incluso a realizar algunas correcciones importantes y llenarlo de apéndices, ilustraciones pertinentes y notas a pie de página, convirtiendo la ya exhaustiva investigación original en la más definitiva de todas las obras sobre los conocimientos ocultos de la antigüedad.

Si encontramos en la obra de Blavatsky el equivalente moderno de una base universal de doctrina religiosa oculta, en Agripa encontramos el equivalente moderno de una universidad de ocultismo clásico que cabe en un estante.

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