Yeshua ben Yosef

Leer en 3 minutos.

Este texto fue lamido por 176 almas esta semana.

La contribución de Jesús a la historia de la Cabalá

cuando: siglo primero

Donde: Judea

Libro: evangelios

Importancia: Llevó a la Torá las ovejas perdidas de la casa de Israel.

Como no podía ser de otra manera, el papel de Jesús (Yeshua Ben Yosef) en la historia de la Cabalá judía es bastante controvertido. Debido a que despierta fuertes emociones religiosas en muchas personas, este tema casi siempre se deja de lado o incluso se evita entre los cabalistas judíos. Pero esto no es unánime. Para algunos, Jesús fue una Cabalá, para otros el mayor cabalista de todos los tiempos, para otros una pieza fundamental en la evolución de la Cabalá en la historia de la humanidad.

Jesús habló y enseñó en parábolas tal como Moisés enseñó con el lenguaje de las Ramas y las Raíces. Aunque los evangelios (canónicos y apócrifos) no fueron escritos por él, sino por sus seguidores, muestran que esencialmente las enseñanzas son las mismas que enseña la Cabalá. Entre ellas:

• Gilgulim neshamot y la historia de Juan el Bautista siendo Elías.
• Gilgulim neshamot y la lista genealógica de Jesús al comienzo del evangelio de Mateo
• Gerim Tzedikim y la historia de la oveja perdida, el dracma perdido y el hijo pródigo.
• Shalosh Kavim y el concepto de trinidad
• Partzufim y las cinco almas, mundos, luces y árboles del evangelio de Tomás
• Los dos aspectos del mesías (hijo de David e hijo de José)
• El amor a Dios y al prójimo como cumplimiento de todas las mitzvot.
• Tehyas Hameyshim y la resurrección
• Masakh y el velo del templo
• La idea de que la percepción define la realidad y la idea de que “la lámpara del cuerpo son los ojos”
• Lashon hará y el control de la lengua
• Ruah Hakodesh y el Espíritu Santo
• Kavim y los dos amos a los que no se puede servir juntos (y los dos ladrones crucificados juntos)
• Galgalta y Gólgota

Tenga en cuenta que los significados cabalísticos del evangelio no se encuentran sólo en las enseñanzas directas de Jesús, sino principalmente en los eventos descritos. Esto nos lleva a concluir que sus discípulos fueron instruidos en estos secretos y que el evangelio puede leerse enteramente como una analogía de la evolución del alma, al igual que la Torá. Además, el énfasis en amar a los demás antes que el legalismo es un extraño atractor entre muchos otros grandes nombres en la historia de la Cabalá. Irónicamente, las enseñanzas de Jesús encontrarían su propia forma de fariseísmo unos siglos más tarde.

No es de extrañar que siglos después de él naciera toda una rama de los estudios de Cabalá, conocida hoy como Cabalá cristiana y que influyó en cabalistas como Pico della Mirandola y Cornelius Agrippa. Según el cabalista Rav Moisés David Valle, Jesús tuvo una misión importante en el desarrollo de la Cabalá, ya que llevó los secretos de la Torá a todas las naciones gentiles para “salvarlas de sus miserias” en un momento en que finalmente estaban listos para recibirlos. . Obviamente esto no tiene nada que ver con la mayor parte del cristianismo actual, donde Jesús es un ídolo y su adoración es más importante que sus enseñanzas.

Para Rav Moisés, todo conflicto entre el cristianismo y la Torá no tiene razón de existir porque son en esencia una sola cosa: “Los hijos de Israel se niegan a creer que el poder de Dios fluía a través de Jesús y que él redimía a los gentiles. Y los cristianos se niegan a creer que todo esto provino de un solo Dios, una sola Luz”. Y va aún más lejos, según Moisés Jesús fue asesinado precisamente por intentar llevar la Cabalá a las masas.

Este punto es muy curioso porque si viéramos si no hubiera existido Jesús no habrían existido siglos después de la Cabalá cristiana y en consecuencia no habría salido del seno judío, por lo tanto no habrían las variaciones más recientes de la Cábala, como la cristiana, la hermética y mucho menos la cábala draconiaca, que irónicamente es estudiada hoy precisamente por nueve 'anticristos'. En otras palabras, Jesús fue crucial para la supervivencia de la Cabalá en los milenios siguientes y, aunque no recibió este nombre, entregó muchos principios de la Cabalá a sus seguidores. Es casi como si la sabiduría se estuviera protegiendo de la diáspora judía que seguiría a la destrucción del Templo en Jerusalén.