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Si el arte visionario surge de los pliegues íntimos y embrujados de la conciencia, no nos sorprende que algunos artistas también sean magos. Su arte se convierte en una especie de invocación, un llamado uterino a energías arquetípicas, a “presencias” que pueblan la imaginación. Para estos artistas, las imágenes que evocan brindan una especie de vistazo a las realidades más profundas (y quizás más amenazadoras) que se encuentran más allá de los límites de nuestra conciencia conocida. Es mágico cómo artistas de esta raza nos “recuerdan” las potencialidades visionarias que se filtran a través de lo psíquico, como ecos del Gran Vacío. Los tres artistas que discutiremos aquí son ejemplos exponenciales de estos genios creativos y excéntricos; artesanos visuales que, de alguna manera, lograron explorar estas realidades innombrables, manteniéndose dentro del contexto de la cultura occidental del siglo XX y, sobre todo, preservando su cordura. Los tres pueden considerarse “marginales” o alternativos. Y sólo uno, el suizo. HRGiger, logró atraer una considerable notoriedad por parte del establishment, además de ser el único que sigue vivo:ustin osman repuesto Murió abandonado en Londres en 1956 y rosaleen norton – la Bruja de King Cross – dejó esta vida en un hospicio en Sydney, Australia, en 1979. Pero, ¿qué despierta específicamente nuestro interés en estos tres artistas? Creo que el trío fundamenta precisamente el concepto de Arte como Magia, del artista como mago. Nos mostraron, a través de sus fantásticas imágenes, que el Universo es realmente algo misterioso, milagroso y a veces aterrador, y que nuestra conciencia existe y se mueve en varios niveles. El artista-mago es, por tanto, por definición, un avatar de varios mundos paralelos.
Austin Osman Repuesto
El visionario del trance británico Austin Osman Spare (1886-1956) nos dejó ejemplos intrigantes de la fusión creativa de la magia y el arte. Utilizando todo su sistema de encantamientos y civilizaciones (mandingas), pudo enfocar su conciencia de manera determinada y controlada, lo que evocaba poderosas energías primarias de su psique, en la técnica que acuñó resurgimientos atávicos. Fue más allá de los conocidos rituales prácticos de la Magia, hasta el punto de que sus obras de arte representaban una confrontación desapasionada con el Universo mismo o, como a él mismo le gustaba describir el acto, “robar fuego del cielo”. Inspirado por los dioses egipcios clásicos, así como por su conexión íntima con una vieja bruja llamada simplemente Sra. Paterson, y con una entidad del círculo interno apodada el Águila Negra, Spare evolucionó rápidamente de un conocido arte figurativo a un estilo inspirado de surrealismo mágico. . Su carrera comenzó de una manera impresionante pero ortodoxa cuando consiguió una beca para estudiar en el famoso Royal College of Art con sólo 16 años. Admirado por Augustus John, George Bernard Shaw y John Sargent, fue considerado un prodigio artístico y poco después recibió el encargo de ilustrar varios libros expresivos, incluido Behind the Veil (1906) de Ethel Wheeler, así como un libro de aforismos titulado “ Lodo quemado en las estrellas” (1911).
A principios de la década de 20 ya era coeditor de un excelente periódico literario ilustrado, The Golden Hind, junto con Clifford Bax, que publicó ocho números trimestrales (1922-24), presentando artículos de verdaderos papas del mundo. la época, como Aldous Huxley, Alex Waugh y Havelock Ellis. Los dibujos de Spare para el periódico eran en su mayoría de suntuosas mujeres desnudas, insinuando sólo ligeramente todo el mundo mágico que ya estaba empezando a inspirarlo. Si hubiera continuado su carrera, moviéndose en círculos literarios convencionales, sin duda habría llegado a ser mucho más conocido como artista, al menos al nivel de otro destacado ilustrador, Edmund J. Sullivan, autor de las imágenes que embellecieron El Rubaiyat de Omar Khayyam y cuyo estilo gráfico se parecía al estilo inicial de Spare. Pero Spare ya estaba decidido a autoeditar sus escritos y dibujos, que trataban de la exploración de la conciencia mágica. De hecho, sus inclinaciones esotéricas lo alejaron de la corriente cultural dominante. Su cosmología es compleja pero instructiva. Creía en la reencarnación y afirmó categóricamente que todas sus vidas pasadas, ya fueran humanas o incluso animales, estaban igualmente inmersas en la mente subconsciente. El propósito místico del hombre sería precisamente rastrear todas estas existencias hasta su fuente primaria, y esto podría hacerse en un estado de trance, en el que estaría sujeto a ser poseído por los atavismos de algunas de estas vidas. Incluso nombró a esta fuente primordial y universal del ser como “Kia” y se refirió al cuerpo humano como “Zos”. Para él, este era el vehículo ideal para la manifestación de las energías espirituales y ocultas de este universo que, de otro modo, permanecerían “ocultas”. Consideró este nivel mental como "el epítome de toda experiencia y maravilla, encarnaciones pasadas como hombre, animal, pájaro, planta... todo lo que existe, fue o será". Su técnica para resaltar estas imágenes primarias (resurgimiento atávico) implicaba centrando su voluntad ferozmente en sellos mágicos que él mismo creó: un anagrama gráfico simple compuesto por las letras de una oración que expresaba una voluntad. Habiendo alcanzado el punto máximo de sigilización, Spare cerraría los ojos y se concentraría tanto en el sigilo como en la voluntad asociada a él. Según su amigo y colega ocultista Kenneth Grant, el efecto fue espectacular: casi de inmediato tomó conciencia de la "respuesta interior". Luego sintió una tremenda efusión de energía recorriendo su cuerpo, a veces incluso con la fuerza de un viento que dobla una caña de bambú. Con supremo esfuerzo se mantuvo firme y logró canalizar esa energía hacia su objetivo. Spare visitó Egipto durante la Primera Guerra Mundial y quedó profundamente impresionado por el magnetismo que emanaba de los dioses clásicos representados allí en esculturas monumentales.
Para Spare, los recuerdos e incluso las impresiones de encarnaciones anteriores, así como todos los impulsos míticos, podían despertarse del subconsciente: “Todos los dioses vivieron una vez en la Tierra, siendo en sí mismos” – escribió – “y cuando están muertos, sus experiencias , o Karma, dirigen en parte nuestras acciones”. El artista aprendió su renaciente técnica de atavismo de la Sra. Paterson, quien a su vez atribuyó una estrecha conexión con el Culto de las Brujas de Salem. También comenzó a realizar “dibujos automáticos” en trance, a través de la mediumnidad de una presencia manifiesta a la que llamó Águila Negra y que tomaba la forma de un indio americano. Dijo que lo veía a menudo y que incluso vivía en un mundo perceptivo en el que se mezclaban la realidad circundante, las alucinaciones y el mundo del trance. Una vez, viajando en un autobús de dos pisos, afirmó encontrarse repentinamente rodeado por un grupo de pasajeros imaginarios, una pandilla de brujas que iban a un sábado. Su atracción por la anciana Sra. Paterson fue comprensible si tenemos en cuenta el contexto mágico de la relación de pareja. Para Spare, pudo transformarse perceptualmente de una hechicera marchita a una sirena seductora. Su concepción de una mujer sin una forma fija y finita le resultaba muy atractiva, y la Diosa Universal era, sobre todo, un aspecto central de su cosmología mágica. Y no abandonó su creencia de que esta diosa no podía ser limitada ni cultural ni míticamente ni tampoco ser nombrada como Astarte, Isis, Cibeles, Kali, Nuit, ya que, al hacerlo, nos estaríamos desviando del “camino” y, Idealizar un concepto tan sagrado sería falso porque es incompleto, irreal porque es temporal. Spare utilizó varias técnicas para entrar en estados de trance; a veces, el agotamiento absoluto, como medio para “abrir el estado de vacío total”; otros, el orgasmo, para alcanzar el mismo tipo de éxtasis místico. Creía que la sigilización, la mandinga, que representa un acto de voluntad consciente, podía plantarse como una semilla en la mente subconsciente durante estos estados máximos de éxtasis, momentos especiales en los que el ego y el espíritu universal se fusionan: “En ese momento, que el ocurre la generación del Gran Deseo” – escribió – “la inspiración fluye libremente desde la fuente del sexo de la diosa primordial, que existe en el corazón de la materia… la inspiración siempre proviene del gran momento del vacío”. Varios de los dibujos mágicos de Spare presentan a la Divina Dama guiando al artista a través del laberíntico mundo de la magia. Una de sus obras más importantes y singulares, “La ascensión del ego del éxtasis al éxtasis”, que se incluyó en su obra maestra autoeditada, “El libro de los placeres”, en 1913, muestra a la Diosa dando la bienvenida al propio artista, quien , en ese momento, estaba apropiadamente equipado con alas que brotaban de su cabeza. Su ego, o identidad personal, se muestra emergiendo en la forma de una encarnación animal primaria y las dos formas se trascienden a sí mismas conjuradas en un cráneo atávico: la unión con Kia. En otra obra igualmente importante, “Now for Reality”, la Dama aparece nuevamente levantando el velo que revela lo misterioso más allá de la realidad. En primer plano, pululan todas las formas de criaturas (un búho, un ratón de bosque, un demonio cornudo), pero, claramente, la realidad está más allá, en las regiones inferiores reveladas por la Diosa. Sin duda, una de las principales intenciones de Spare al utilizar sus trances era liberar energías que creía que eran la fuente del genio. Y él mismo comentó “éxtasis, inspiración, intuición y sueño… cada estado descubre recuerdos latentes y los presenta en el imaginario de sus respectivos lenguajes”.
rosaleen norton
Nacida en Nueva Zelanda y criada en Australia, la artista Rosaleen Norton (1917-1979) es una de las pocas que forma pareja con Austin Spare. Bohemia, excéntrica y extraordinariamente talentosa, marcó de forma indeleble el folklore urbano de Sydney como “la Bruja de Kings Cross”, por sus pinturas sobrenaturales, llenas de satanismo y pornografía, en una presunta era de conservadurismo social moralista, en los años 50. Sólo un juicio estrecho que la rodeó y que, lamentablemente, la persiguió durante toda su vida. Su padre era un capitán de la marina mercante y primo del compositor Vanghan Williams, quien emigró con su familia a la ciudad más grande de Australia en 1925. Si bien compartían creencias religiosas ortodoxas, la joven Rosaleen ya estaba haciendo sus primeros contactos con el mundo de la magia.
Su talento para el dibujo resultó ser precoz, pues a los 3 años ya garabateaba fantasmas con cabezas de animales y a los cinco años juraba haber visto un dragón brillante volando en la cabecera de su cama. Más tarde, en la escuela secundaria, ilustró “Dance Macabre” del conjunto Saint Saens, con vampiros, hombres lobo y gárgolas. Su orientación pagana pronto fue notada por la dirección de la escuela, que rápidamente la expulsó, alegando que "su naturaleza depravada podría corromper a otras niñas inocentes". Cuando era adolescente, después de un breve período como escritora para el Semanario Smith, Rosaleen estudió arte con el famoso escultor Rayner Hoff, se convirtió en el primer artista callejero australiano y comenzó a ir de un trabajo a otro: diseñadora de una industria de juguetes, “asistente” en clubes nocturnos, e incluso recepcionista y modelo. Y fue en esta época cuando comenzó a interesarse e investigar la Psicología, la Magia y la Metafísica, profundizando en las obras de Carl Gustav Jung, William James y ocultistas como Eliphas Levi, Madame Helena Blavatsky, Dion Fortune y Aleister Crowley. También descubrió técnicas para elevar su percepción artística: a través de la autohipnosis, por ejemplo, aprendió a transferir voluntariamente su atención a "planos internos de excitación mística". Estos experimentos, como escribió más tarde, "produjeron una serie de resultados peculiares e inesperados... y culminaron en un período de percepción extrasensorial mezclada con una serie prolongada de visiones simbólicas". Los siguientes son extractos de la entrevista de Rosaleen con el psicólogo LJMurphy, realizada en la Universidad de Melbourne en 1949, que brindan una visión fascinante de su exploración visionaria de los estados alterados de conciencia.
“Decidí probar el trance autoinducido con el objetivo de alcanzar un estado anormal de conciencia y poder manifestarlo, representarlo de alguna manera, preferiblemente dibujando. Quería profundizar en estos estados de la mente subconsciente, explorarlos plenamente y, si es posible, llegar aún más lejos. Tuve la sensación, más intuitiva que intelectual, de que en algún lugar de lo más profundo del inconsciente, el individuo contiene, en esencia, todo el conocimiento acumulado por la humanidad; del mismo modo que nuestro cuerpo manifiesta la suma de nuestras experiencias como raza, en forma de instintos y reacciones automáticas ante estímulos. Para “contactar” con esta hipotética fuente de conocimiento, decidí aplicar estímulos psíquicos al subconsciente; estímulos que la razón consciente podría rechazar, pero que apelarían a instintos enterrados durante generaciones, y que, esperaba, provocarían reflejos psíquicos automáticos (los cultos religiosos utilizan rituales, incienso, música, etc., como el mismo objetivo). En consecuencia, reuní una amplia variedad de “instrumentos” como hojas, vino, una pata momificada, etc… y una estufa, todos estímulos potentes para la parte del inconsciente que quería invocar. Salí de la habitación a oscuras, centré mis ojos en el pato, trituré las hojas, bebí un poco de vino y traté de agotar mi mente de todos y cada uno de los pensamientos. Ese fue el comienzo de todo, y tuve otros experimentos cada vez más exitosos. Siguiendo una corriente de curiosa excitación, mi cerebro se aclaró de todo pensamiento consciente y, con los ojos cerrados, simplemente comencé a dibujar en la hoja de papel blanca frente a mí... Me sentí liberado del mundo que me rodeaba, en un estado donde no hubo tiempo., experimenté una intensificación considerable de mis facultades intelectuales, creativas e intuitivas, y comencé a ver las cosas con mucha más claridad y asombro que en “mi normal”.
Cuando entrevisté a Rosaleen Norton en 1977, ella me dijo que sus encuentros visionarios con las criaturas mágicas que poblaron sus pinturas eran extremadamente reales. Si bien se trataba de entidades como Zeus, Júpiter y Pan, habitualmente asociadas a mitos y leyendas de la mitología, y por tanto muy “alejadas” de la realidad de la mayoría de las personas, para ella representaban fuerzas sobrenaturales, incluso sujetas a accidentes, eran no simplemente una proyección de la mente subconsciente o de la imaginación creativa. Rosaleen incluso llegó a tener una reverencia especial por el Gran Dios Pan, a quien consideraba “la totalidad de todo ser, el verdadero Dios del Mundo y el Superdios del Equilibrio de la Naturaleza”. También hubo otros, Lucifer, Baphomet, Ecate e incluso Júpiter, pero según ella, estos sólo se manifestaban en sus visiones de trance a su propio placer. “No respondieron a ninguna invocación ni gesto de nadie”, explicó. En su jerarquía oculta también existían las llamadas "fuerzas menores", incluidos varios demonios, seres espirituales y formas astrales. Algunas de las entidades mágicas que aparecieron en sus obras artísticas parecen representar híbridos atávicos –mitad humano, mitad animal, casi siempre desnudos– que revelan los aspectos primarios de la evolución espiritual de la humanidad.
Una vez, al igual que Austin Spare, Rosaleen Norton comenzó a considerar su arte como un vehículo para presentar una realidad alternativa y potencialmente mucho más impresionante que el mundo de las apariencias familiares. En una de sus primeras citas en su diario ocultista, incluso anotó: “Hay sentidos, formas de arte, actividades y estados de conciencia que no tienen paralelo en la experiencia humana... un verdadero cataclismo que involucra tanto el autoconocimiento como el conocimiento universal. presente (casi siempre en forma alegórica) en todos y cada uno de los aspectos concebibles... metafísicos, matemáticos, científicos, simbólicos…. Constituyen un espectro desconcertante de experiencias, cada una completa en sí misma, pero interdependiente en significado con todas las demás facetas. Semejante experiencia podría compararse con observar y participar simultáneamente en una obra de teatro en la que están presentes todas las formas de arte: la música, el drama, los rituales ceremoniales, las formas, los sonidos y los patrones, todos formando un todo sinérgico. influenciada por las escuelas cubistas y modernistas, pero tiene un imaginario visionario muy fuerte y único. Sus imágenes se publicaron inicialmente en 1952, en un controvertido volumen titulado "El arte de Rosaleen Norton", en coautoría del poeta Gavin Greenles. Aunque hoy sus dibujos no parecen tan “confrontativos”, en su momento causaron furor en los medios tradicionales y tradicionalistas de los años 50, pues su editor, Wally Glover, fue incluso citado ante las barras de la Justicia y procesado por hacer públicos “Imágenes ofensivas a la castidad y la decencia humana”. Al examinar esta situación actual, queda claro que el arte pagano admitido de Rosaleen llegó profundamente dentro de la estrecha y reaccionaria sensibilidad judeocristiana de la época. Lo que es indudable es que su mejor obra emanaba un poder arquetípico propio. En los estudios esotéricos, por ejemplo, un demonio furioso mira lascivamente desde una realidad qlíptica, contrapesada por una forma de diamante de brillo radiante, mientras que en la Individualización, nos enfrentamos a un ser mítico resultante de una fusión de elementos humanos, animales y animales. divino. De manera similar, sus representaciones de Gebura´ –un vórtice de poder dinámico de la Cabalá– muestran un poderoso torso humano con una cabeza de halcón alada. Este dios también tiene cola de escorpión y patas con garras, que emanan una agresión cruda y guerrera. En su mano derecha sostiene una esfera, que bien podría ser el débil globo terrestre, rodeado por su dominio. Al igual que Austin Spare, Rosaleen Norton era experta en explorar estados alterados de conciencia en los que tendría encuentros visionarios con dioses. Cuando murió en 1979, se convirtió en leyenda, aunque por razones erróneas. En su época, perseguida por acusaciones de obscenidad –y también de “manipular masas negras” en su refugio de Kings Cross Street–, Rosaleen Norton era considerada una outsider pagana y su arte juzgado extraño y pornográfico. Pero hoy podemos reevaluar su trabajo bajo una nueva luz. Nos parece que sus imágenes quieren escapar de nuestros límites limitados, para dar forma a realidades visionarias y arquetípicas que, para la mayoría de las personas, no pertenecen a estados conscientes.
HRGiger
Mejor conocido por ser el creador de Alien, el octavo pasajero, Han-Ruedi Giger es originario de Chur, Suiza, donde vino al mundo en 1940. A diferencia de Spare y Rosaleen, inicialmente no desarrolló su arte visionario a partir de un enfoque tradicional. conocimiento esotérico consciente. En cambio, son las formas artísticas evocadas de su psique las que lo guían cada vez más hacia la realidad mágica. Las imágenes conjuradas por Giger a menudo toman forma bajo una iluminación etérea y nebulosa, llevando al espectador a cavernas de pesadilla o espacios mágicos de los que no hay forma tangible de escapar. En los últimos años, Giger se ha ido transformando en un mago de gran intuición, y su arte proporciona un testimonio inquietante de las potentes energías que surgen de las profundidades de la psique.
Cuando era niño, Giger solía construir esqueletos con cartón, alambre y yeso y tenía “un considerable mal gusto por los gusanos y las serpientes”, una repugnancia que todavía se manifiesta en sus pinturas. Más tarde, cuando era estudiante en la Escuela de Artes Aplicadas de Zurich, empezó a sentirse fascinado por las imágenes de tortura y terror, fascinación estimulada por la visión temprana de fotografías espantosas del cadáver del Emperador de China, asesinado en 1904, y también por las leyendas de Vlad, el Empalador, personaje histórico en el que se basa Drácula, el Príncipe de las Tinieblas. Posteriormente, el artista quedó profundamente impresionado por los textos macabros de HP Lovecraft, especialmente sus Mitos de Cthulhu y el Necronomicon. Parte de este atractivo, como él mismo admite, es que el Necronomicon afirmaba ser “…un libro de magia que causaría un gran sufrimiento a la humanidad si cayera en las manos equivocadas. Esto incluye la leyenda de grandes dioses con nombres impronunciables, como Cthulhu y Yog-Sothoth, durmiendo en las profundidades de la tierra y los océanos, esperando el alineamiento de ciertas estrellas para despertar y tomar posesión de sus dominios, nuestro mundo”. El amigo y mentor de Giger, Sergius Golowin, fue quien más tarde sugirió el título Necronomicon de Giger para su primer libro de arte, una colección de sus imágenes visionarias y esotéricas, publicado inicialmente en Basilea en 1977, y luego con otras ediciones en Inglaterra. Muchas de las pinturas más distintivas de Giger representan a su modelo principal, la bella actriz Li Tobler, a quien conoció en 1966, cuando ella tenía 18 años y vivía con otro hombre. Giger se fue a vivir a su ático y se convirtieron en amantes. Recuerda que ella “tenía una enorme vitalidad y un gran apetito por la vida” y que también quería “una vida corta pero intensa”. Li Tobler es el prototipo de las muchas mujeres torturadas pero etéreas que habitan sus pinturas, creando un par de serpientes atormentadas, agujas y cuevas carcelarias asfixiantes formadas por estructuras óseas, presagiando ya su estilo “biomecánico” que lo hizo famoso más tarde. El hermoso y voluptuoso cuerpo joven de Li sirvió varias veces como lienzo para los aerógrafos de Giger, y hay varias fotografías que la muestran posando desnuda, como una mujer misteriosa que emerge de una pesadilla que ha poseído su alma. Desafortunadamente, la vida de Li Tobler fue realmente corta.
Giger vive hoy en una atmósfera que evoca simultáneamente una sensación de magia y paranoia. La sala principal con escaleras de su casa de dos pisos con terraza tiene las paredes revestidas de impresionantes lienzos, mostrando mujeres tipo Medusa, de piel blanca fantasmal, cabello de serpiente y extraños seres enroscándose alrededor de sus voluptuosos cuerpos. Garras, agujas, ametralladoras, espinas y otras estructuras óseas también forman un aspecto central de la iconografía visual de Giger. En medio de la monumental mesa que ocupa su salón, hay grabado un pentagrama, iluminado parpadeantemente por la luz de largas velas de un juego de candelabros cercanos. Una hilera de estanterías altísimas en un rincón deja ver un montón de calaveras, cráneos e incluso auténticas cabezas reducidas y momificadas de una tribu caníbal. En una estantería se expone el Oscar concedido a HR Giger por los efectos especiales de Alien, un verdadero homenaje a su extraña imaginación. Subimos las escaleras y llegamos a su estudio, un auténtico caos de pinturas, pinceles y obras inacabadas y desechadas. Aquí, experimenta con técnicas de aerografía, rociando pintura a través de rejillas y piezas de metal que actúan como máscaras, para obtener patrones repetidos de diseño, luces y sombras, y texturas, la nota clave de sus características imágenes biomecanoides. Al final de una sala larga y abierta hay una enorme mesa negra, sostenida por patas bulbosas, con una superficie impresionantemente pulida, casi como un espejo. Modelado en plástico pesado, está flanqueado por sillas altas, decoradas con calaveras y construidas para dar la impresión de vértebras distorsionadas. En la cabecera, la silla principal, de color gris grafito, está hecha de huesos reales. Sobre toda la escena, un gran panel que representa un demonio con cuernos, un pentagrama plateado y muchas serpientes negras hostiles. Cuestionado sobre sus “afiliaciones con lo oculto” confirmó que, aunque estudió los escritos de Aleister Crowley, no practica rituales ni se involucra con la invocación de espíritus. En cualquier caso, nadie podría encontrar un templo mejor para practicar la magia que esta sala de Giger y los seres astrales que habitan sus cuadros constituyen en sí mismos una auténtica legión de demonios. De hecho, parece que Giger practica magia espontánea. “Intento acercarme lo más posible a mi imaginación”, expresa el artista en su tartamudo inglés. “Tengo algo en mente y trato de trabajar en ello, en una especie de exorcismo”. Es cuando el fino velo que cubre tu mente se revela levemente que emergen visiones tormentosas e impresionantes, como si los dioses de la oscuridad volvieran a surgir de las pesadillas de tu pasado.
Conclusión
Como se destacó desde el principio, existen claros paralelos entre Austin Osman Spare y Rosaleen Norton. Ambos estaban influenciados por la brujería y las tradiciones ocultas de la magia oriental, ambos utilizaban estados de trance y ambos creían que el mundo de los dioses tiene su propia existencia intrínseca, sirviendo al artista sólo como un vehículo para la manifestación de energías arquetípicas, un canal inspirado. Y es interesante que ambos utilizaron técnicas de concentración mental, utilizando mandingas y objetos físicos específicos para inducir el estado de trance. Como en las tradiciones de meditación oriental, que utilizan un enfoque centralizado de la mente y la conciencia en una intención, como una práctica valiosa para liberar energías psíquicas almacenadas. HRGiger, a su vez, nos ofrece una orientación algo diferente. Su arte no deriva de estados de trance per se, sino que fluye de una especie de exorcismo del alma. En la Introducción a una reciente colección de obras de Giger publicada en 1991, el gurú del LSD Timothy Leary confirmó el impacto del arte evocador del pintor suizo: “Giger, rasuras partes de mi cerebro y las moldeas, aún pulsando, sobre tus pantallas... Ya sea que Nos guste o no, todos somos extraterrestres insectoides incrustados dentro de nuestros cuerpos urbanoides. Sus escenarios, sus diapositivas microscópicas, son señales de mutación”.
Nota: este es un extracto traducido de “Ecos del vacío: escritos sobre Magik, arte visionario y la nueva conciencia”. Revista de juegos de sombras – Australia
Cortesía: www.alanmooresenhordocaos.hpg.com.br
Por Nevill Drury, Traducción: José Carlos Neves
