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Por el rabino Geoffrey W. Dennis.
Un cuento esotérico judío muy repetido sobre el primer hombre, Adán, es que se separó de Eva después de la muerte de Abel y el exilio de Caín [los procesos de separación no son una invención moderna; también les sucedieron a Abraham y Sara; ver Génesis, capítulos 22-23]. Fue durante este tiempo que las súcubos vinieron a él, lo sedujeron durante su sueño y, a través de él, lo convirtieron en padre de demonios y de niños “changeling”, es decir, niños híbridos nacidos de humanos con íncubos o súcubos, que tienen la aparición de demonios.
Aquí hay un relato especial (hay muchas versiones de esta tradición popular) del Akbir Midrash que se lee como una versión infernal de la lista de generaciones que se encuentra en el capítulo 5 del Génesis. y luego continúa contando sobre el ascenso y la caída de los hijos demoníacos de Adán:
“Cuando el Primer Hombre (Adán) vio que la muerte le había llegado por mano de Caín…se separó de la Mujer (Eva) y durmió solo, de modo que una lilit que se llamaba Piznai lo encontró y despertó su lujuria con su belleza. …. y ella engendró de él djinns[1] y lilin[2]. Ella generó de él 92 mil multitudes de djinns y lilins, y el primogénito [cambiante o niño demoníaco] del Primer Hombre se llamó Agrimas. Entonces Agrimas fue y tomó a la lilit Amarit [3]; ella le dio a luz 92 mil multitudes de djinns y lilins, y el primogénito de Agrimas se llamó Avalmas. Él fue y tomó a la lilit Gofrit, y ella generó para él 88 mil multitudes de djinns y lilins. El primogénito de Avalmas, su nombre era Akrimas. Fue y tomó a Afizana hija de Piznai (¿una mujer mayor?) y…[eventualmente] el Bendito Santo (Dios) entregó a los Malvados a Matusalén el justo, quien escribió el nombre explícito de Dios (YHWH) en su espada y mató 900.000 de ellos en un solo momento, hasta que llegó a él Agrimas, el primogénito del Primer Hombre. Luego se presentó ante Matusalén y le suplicó que lo recibiera [4]. Y él (Agrimas) escribió y le dio los nombres de los djinns y lilins [5] y [a su vez] ellos (los sheidim) dieron a los (humanos) hierro para contener [los espíritus] y ellos dieron sus cartas en protección [6 ], entonces los remanentes (los espíritus sobrevivientes) se escondieron en las montañas más remotas y en las profundidades del océano (Margoliot, Malachei Elyon 204, la traducción es mía).
Suena como la inspiración para la historia de la trama de Hellboy II, ¿no? En los cuentos judíos han aparecido espadas maravillosas desde el momento en que los querubines recibieron su primera espada de fuego en el capítulo 3 de Génesis. En cuanto a por qué el antediluviano Matusalén pudo perdonar a un clan de demonios, sugeriría lo siguiente. En primer lugar, parece existir la implicación de que al menos algunas de estas criaturas eran casi humanas (y, además, estaban relacionadas). Y la segunda puede ser que el autor piensa en los sheidim más como djinn que como demonios; espíritus elementales malignos en lugar de encarnaciones malignas del mal radical. Muchas fuentes judías sobre los sheidim los describen de manera análoga a los relatos árabes sobre los djinn: Los Sheidim reconocen la autoridad de Dios, estudian la Torá e incluso observan la ley judía. A menudo traen desgracias, pero aquellos que son sabios en sus caminos también pueden llevarlos a servir a buenos fines.
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Notas:
[1] Traduzco la palabra hebrea sheid como “djinn”, en lugar del más convencional “demonio”. Vea la discusión final arriba. Consulte también el útil artículo “Genius” en Wikipedia.
[2] Aquí lilit y lilin [plural] tienen la connotación de un súcubo, un espíritu femenino que abusa sexualmente de los hombres mientras duermen (las djinns femeninas, conocidas como jinniyah, también son famosas por ser intrusas sexuales). En otras fuentes, el mismo término lilit se refiere a espíritus malignos de ambos sexos que causan enfermedades y desgracias.
[3] Me sorprende el hecho de que todos los nombres de los espíritus malignos femeninos de estas dos generaciones terminan en la estructura "-rit". Esto inmediatamente me hace pensar en esos genios conocidos en árabe como “If-rit”. Por qué todos los nombres masculinos terminan en "-mas" no tiene ninguna asociación o significado obvio para mí.
[4] Supongo que su apelación se basó en su condición de hijo de Adán y/o en alguna noción de parentesco con Matusalén. Tiene la sensación de reclamar lealtad al clan de Oriente Medio; de lo contrario, no veo la motivación de Matusalén para perdonarlo a él y al resto de su familia espiritual. En cualquier caso, lo que sigue son los términos de capitulación ante la humanidad que permiten a la impetuosa descendencia de Adán escapar con vida.
[5] Los nombres son importantes porque conocer los nombres de los espíritus te da autoridad sobre ellos. Con la lista, las personas ahora pueden controlar los espíritus y frenar sus actividades dañinas [Ver. El Testamento de Salomón].
[6] El hierro tiene propiedades antidemoníacas, por lo que creo que esto pretende proporcionar una explicación de cómo la humanidad adquirió por primera vez el conocimiento de la fundición del hierro (presumiblemente la espada de Matusalén era de bronce). En Enoc, se afirma que los ángeles caídos enseñaron a la humanidad todo, desde hechicería hasta fabricación de hierro y perfumería. Las letras y las palabras también tienen poder constructivo, revelando así su alfabeto o – más probablemente – sus símbolos mágicos/angelicales [que se convirtieron en un elemento básico de los amuletos medievales], lo que ahora le da a la humanidad una contramedida adicional contra los djinni y los súcubos.
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Sobre el Autor:
Geoffrey W. Dennis es rabino de la Congregación Kol Ami y enseña Cabalá y Literatura Rabínica en el Programa de Estudios Judíos de la Universidad del Norte de Texas. Es autor de La enciclopedia del mito, la magia y el misticismo judíos, finalista del Premio Nacional del Libro de 2007 y ganador de una Mención de Honor del Premio del Libro del Consejo de Bibliotecas Judías de 2007. Ha escrito numerosos artículos. El más reciente, “Pureza y transformación: la interpretación mimética de los textos bíblicos en el ritual de Taharah”, se encuentra en Journal of Ritual Studies 26 (1), 2012.
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fuente:
DENNIS, Geoffrey W. Demon Lovers, Sword of Power: Los otros hijos de Adán. Mito, magia y misticismo judíos, 2008. Disponible en:https://ejmmm2007.blogspot.co
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Texto adaptado, revisado y enviado por Ícaro Aron Soares.
