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Según la Fama Fraternitatis, la Fraternidad Rosacruz fue fundada en 1408 por el monje alemán Christian Rosenkreuz (1378-1484) – inicialmente mencionado sólo como Hermano CR – nacido a orillas del río Rin, hijo de una familia pobre pero noble. Quedó huérfano a una edad temprana. A los 4 años fue puesto al cuidado de una abadía, en el monasterio de los Albijenses, donde aprendió griego, latín y hebreo. Cuando el joven tenía 15 años, su grupo de estudio abandonó el monasterio y emprendió su marcha hacia Tierra Santa. Para evitar sospechas, los discípulos de Santo Domingo no viajaron juntos. En Chipre murió el viejo monje líder del grupo, el hermano PAL. Aunque este hermano murió en Chipre y no vio Jerusalén, nuestro hermano CR no regresó, sino que se embarcó hacia la otra costa, rumbo a Damasco (Damcar), en Arabia., – lo cual, en aquella época, es una proeza para un cristiano – con ganas de seguir visitando Jerusalén, pero por mala suerte enfermó, teniendo que suspender el viaje. En Damasco encontró un Centro de Iniciación y permaneció allí durante tres años. Eso es lo que quería: vivir entre gente sabia. Alcanzó el grado necesario y decidió marcharse. Durante este viaje por los países islámicos entró en contacto con los Sabios de Oriente, quienes le revelaron la ciencia armónica universal derivada del “Libro M”, que Rosenkreutz tradujo. Allí fue curado por sabios que le enseñaron conocimientos ancestrales y lo iniciaron en prácticas científicas secretas. Luego le confiaron la misión de difundir este conocimiento por todo el mundo cristiano de Europa occidental y de crear una hermandad secreta que "poseía una cantidad suficiente de oro y piedras preciosas y que podía educar a los monarcas".
De Damasco pasó a Egipto y desde este país cruzó el Mediterráneo hasta Fez. Desde aquí decidió ir a España y unirse a los Alumbrados, quienes lo recibieron pero encontraron sus puntos de vista demasiado avanzados y no lo aceptaron. De España, Germelshausen adoptó el nombre simbólico de Cristiano Rosacruz (Christian Rosencreuz).
Armado con estos conocimientos, Rosenkreutz regresó a Europa con la intención de hacer públicos sus nuevos conocimientos. Después de una serie de dificultades, Rosenkreutz es rechazado. Al regresar a Alemania, cuatro hermanos le ayudan a traducir el misterioso Libro "M", cuyo conocimiento debía mantenerse en secreto hasta que la humanidad estuviera debidamente preparada para recibirlo.
Mientras Europa estaba sumida en la oscuridad, la avanzada civilización árabe conservó una gran cantidad de conocimientos místicos. La alquimia, el arte de la transmutación, que se hizo prominente entre los griegos, fue introducida a los árabes, quienes transmitieron este arte que precedió a la química a Europa.
En aquel momento, la “Santa Inquisición”, fundada por Santo Domingo para reducir a cenizas a todo aquel que se atreviera a compartir ideas distintas a las impuestas por el catolicismo, obligó a Christian Rosencreuz a acortar su estancia en España y Francia y poner rumbo a Turingia, en Alemania. , su tierra natal, regresando al monasterio albijense en el que se crió. Hasta hoy no se ha podido determinar en qué lugar de España estaba la sede de los Alumbrados (o Iluminados), que existieron durante siglos, habiendo sido exterminados por la “Santa Inquisición” durante el siglo XVI.
En Turingia, Christian Rosencreuz fue a encontrarse con sus tres antiguos compañeros del monasterio y con ellos fundó la Hermandad Rosacruz. En un lugar secreto, los cuatro hombres formaron el “Nuevo Templo del Espíritu Santo”, donde sanaban a los enfermos y consolaban a los desamparados. Rosenkreutz fue construyendo paulatinamente la fraternidad que lleva su nombre y que dirige su labor misionera. Una vez al año la fraternidad se reúne en el Templo del Espíritu Santo. Posteriormente se admitieron nuevos miembros, quedando la Fraternidad con 8 miembros. Años más tarde, la Fraternidad Rosacruz contaba con 13 miembros y no podía superar esa cifra. Se estableció en el estilo utilizado por Jesús: 12 miembros, que simbolizan los 12 signos del Zodíaco y el Sol, que formaba el 13. Así se creó la Fraternidad Rosacruz, con el objetivo de mantener los conocimientos de aquel grupo de Iniciados. Sus miembros hacen voto de celibato y castidad.
Para mantener la membresía de la orden, cada rosacruz debe nombrar un sucesor antes de su muerte, si es posible. En cuanto al fundador, se afirma que murió en 1484, a la edad de 106 años (longevísimo, gracias al elixir de larga vida que había descubierto). Su tumba habría sido descubierta en 1604, 120 años después de su muerte, como él mismo había predicho, por uno de los imperadores que le sucedió.
Ante la falta de libertad de pensamiento, la Orden tuvo que esconderse durante varios siglos bajo diferentes nombres, pero nunca cesó sus actividades, perpetuando sus ideales y enseñanzas.
Hubo varios ciclos de actividades de la Orden Rosacruz. Dentro de un mismo ciclo, hay un período de plena actividad, seguido de un período de inactividad de la misma duración. Estos ciclos son necesarios por varias razones. Un ciclo comenzó en 1378, con el “nacimiento” de Christian Rosenkreutz. Cuando “falleció” en 1459, la orden comenzó su fase de inactividad, volviendo a su plena actividad con el “descubrimiento” de la tumba de Christian Rosenkreutz y la publicación del manifiesto en 1614.
La primera manifestación de la Hermandad tuvo lugar en 1589 (o 1597), cuando un tal Nicolas Bernaud viajó por Europa en busca de aficionados a la química (alquimistas) y comunicarles sus ideas políticas.
Extracto de la epopeya rosacruz
