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Oxum- El Libro de Orixás

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Oshún Es la fuerza de los ríos, que siempre fluyen hacia adelante, llevando y distribuyendo por el mundo su agua que apaga la sed, sus peces que apagan el hambre y el oro que eterniza las ideas de los hombres materializadas en él. Como las aguas de los ríos, la fuerza de Oxum llega a todos los rincones de la tierra. Ella da a beber las hojas de Ossain, los animales y plantas de Oxóssi, enfría el acero forjado por Ogum, lava las heridas de Obaluaiê, compone la luz del arco iris de Oxumarê.

Por tanto, Oxum se asocia con la maternidad, al igual que Iemanjá. Por su dulzura y feminidad, por su extrema voluptuosidad surgida del agua, Oxum es considerada la diosa del amor. La Venus africana.

Al igual que ocurre con las aguas, nunca podemos predecir el estado en el que nos encontraremos Oxum, y tampoco podemos tenerlo en nuestras manos. Así, Oxum es la artimaña femenina. La seducción. La diosa que sedujo a todos los orixás masculinos.

El mito dice que Oxum era la hija más bella y querida de Oxalá. Dueña de una belleza y una dulzura incomparables, seducía a todos con su gracia e inteligencia. Oxum también era extremadamente curioso y apasionado. Y cuando una vez se enamoró de uno de los orixás, quiso aprender de Orunmilá, el mejor amigo de su padre, cómo ver el futuro. Como el puesto de oluô (dueño del secreto) no podía ser ocupado por una mujer, Orunmilá, ya anciano, se negó a enseñar lo que sabía a Oxum.

Oxum sedujo entonces a Exu, quien no pudo resistir el encanto de su belleza y le pidió que le robara el juego de ikin (cáscaras de coco de palma aceitera) a Orunmilá. Para asegurar su aventura, Oxum partió hacia el bosque en busca de las Iyami Oshorongá, las peligrosas brujas africanas, para pedirles también que le enseñaran a ver el futuro. Como los Iyami llevaban mucho tiempo queriendo provocar a Exu, no le enseñaron a Oxum a ver el futuro, pues sabían que Exu ya le había robado los secretos a Orunmilá, sino a hacer innumerables hechizos a cambio de que cada uno recibiera su parte.

Como Exu logró robar los secretos de Orunmilá, el dios de la adivinación se vio obligado a compartir los secretos del oráculo con Oxum y le entregó las 16 conchas de cauri con las que juegan las mujeres hasta el día de hoy. Oxum representa así la sabiduría y el poder femenino.

En agradecimiento a Exu, Oxum le dio a Exu el honor de ser el primer orixá en ser alabado en el juego de buzios, y les entrega sus palabras para que las lleven a los sacerdotes. Así, Oxum es también la fuerza de la clarividencia femenina.

Posteriormente, Oxum encontró a Oxóssi en el bosque y se enamoró de él. El agua de los ríos y del bosque tuvo entonces un hijo, llamado Logun-Edé, el niño más hermoso, inteligente y rico que jamás haya existido.

A pesar de su amor por Oxossi, durante una de sus largas ausencias Oxum se dejó seducir por la belleza, los regalos (A Oxum le encantan los regalos) y el poder de Xangô, hermano de Oxossi, rompiendo su unión con el dios del bosque y la caza. Como Xangô no aceptó a Logun-Edé en su palacio, Oxum abandonó a su hijo, usando como excusa la curiosidad del niño, quien un día fue a verla bañarse en el río. Oxum pretendía dejarlo solo en el bosque, pero el niño se escondió bajo la falda de Iansã, la diosa del rayo que estaba cerca. Oxum luego entregó su hijo a Iansã y se fue con Xangô, convirtiéndose, a partir de entonces, en su esposa predilecta y compañera diaria.

• Color: amarillo dorado
• Numero 5
• Día de la semana: sábado
• Símbolo: abebê (espejo)
• Comida: Ipetê (guisantes de carita con camarones)
• Saludo: ¡Pues Oxum!

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