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El Evangelio de Felipe probablemente fue escrito originalmente en griego, aunque no es posible precisar si fue en el siglo I, II o III. La copia encontrada entre los textos de la biblioteca de Nag Hammadi es una traducción al copto, lengua del Alto Egipto a principios de nuestra era, probablemente realizada en el siglo IV.
A diferencia de los evangelios canónicos, el Evangelio de Felipe no contiene una narrativa sistemática de la vida y el ministerio de Jesús en orden cronológico. Sigue la línea de la tradición oral de informar, independientemente del contexto histórico, enseñanzas atribuidas a Jesús e interpretaciones de aforismos y prácticas espirituales, presentes en otros textos apócrifos, como el Evangelio de Tomás y el llamado Evangelio “Q” (inicial). de Quelle, alemán para 'Fuente', que se considera la fuente de la logia del Señor presentada en los evangelios según Mateo y Lucas).
Entre los dichos de Jesús en Felipe, nueve se encuentran también, con algunas variaciones, en los evangelios canónicos y ocho son originales. El lenguaje de estos dichos es generalmente breve y críptico. Su interpretación requiere el conocimiento de la simbología utilizada por los grupos gnósticos de aquella época.
Lo que hace que el Evangelio de Felipe sea especialmente importante son los numerosos pasajes sobre los sacramentos que habrían sido instituidos por Jesús en su forma original, antes de ser adaptados y ampliados por la Iglesia para el uso general de los fieles. Según la tradición esotérica, esos sacramentos se administraban únicamente a los discípulos del círculo interno, “los pocos”, en circunstancias que recuerdan los rituales de los Misterios Mayores de la antigüedad. Así, las referencias a los cinco sacramentos: bautismo, confirmación, eucaristía, redención y cámara nupcial, se hacen en un lenguaje aún más velado que el utilizado en otras partes del texto. A pesar de la naturaleza oculta de estos pasajes, ofrecen al erudito una indicación clara de los paralelos que existen entre las cinco grandes Iniciaciones, las etapas de la vida de los místicos y los sacramentos.
El evangelio de Felipe
Un hebreo hace a otro hebreo, y a esa persona se le llama prosélito. Pero, un prosélito no hace a otro prosélito (…) como él (…) y hace a otros como ellos mismos, mientras (los otros) simplemente existen.
El esclavo sólo quiere ser libre y no tiene ambición de adquirir los bienes de su amo. Sin embargo, el hijo no es sólo un hijo, ya que reclama la herencia de su padre. Aquellos que heredan de los muertos están ellos mismos muertos y heredan de los muertos. Los herederos de los vivos están vivos y son herederos tanto de los vivos como de los muertos. Los muertos no son herederos de nada. ¿Cómo puede heredar el que está muerto? Si el que está muerto hereda al que está vivo, no morirá, pero el que está muerto vivirá aún más.
El pagano no muere, porque nunca vivió para poder morir. El que creyó en la verdad encontró la vida y está en peligro de morir, porque está vivo. A partir de la venida de Cristo fue creado el mundo, las ciudades fueron embellecidas y los muertos fueron quitados. Cuando éramos hebreos éramos huérfanos y solo teníamos nuestra madre, pero cuando nos hicimos cristianos, tuvimos padre y madre.
Quien siembra en invierno cosecha en verano. El invierno es el mundo, el verano es el otro reino eterno (eón). Sembremos en el mundo para poder cosechar en el verano. Por este motivo es apropiado que no oremos en invierno. El verano sigue al invierno. Sin embargo, si un hombre cosecha en invierno, en realidad no estará cosechando sino simplemente arrancando, porque el invierno no ofrecerá una cosecha para esa persona. No sólo (…) no aparecerá (…), sino que además el sábado (…) es estéril.
Cristo vino a rescatar a algunos, a salvar a otros y a redimir a otros más. Rescató a los forasteros y los hizo suyos. Y apartó lo suyo, lo que había dado en garantía según su plan. No fue sólo cuando apareció que Cristo ofreció voluntariamente su vida, sino que la ofreció voluntariamente desde el día en que el mundo nació. Así que vino primero a tomarlo, porque se lo habían dado como garantía. Había caído en manos de ladrones y fue hecha prisionera. Pero Él la liberó, rescatando tanto a los buenos como a los malos del mundo.
La luz y las tinieblas, la vida y la muerte, la derecha y la izquierda son hermanos. Son inseparables. Por tanto, ni los buenos son buenos, ni los malos son malos, ni la vida es vida, ni la muerte es muerte. Así cada uno se disolverá en su origen primordial. Pero los que son exaltados sobre el mundo son indisolubles, eternos.
Los nombres que se les da a las cosas en el mundo son muy engañosos, ya que desvían nuestros pensamientos de lo que está bien hacia lo que está mal. Así, quien oye la palabra “Dios” no percibe lo correcto, sino lo incorrecto. Lo mismo ocurre con “Padre”, “Hijo” y “Espíritu Santo”, “Vida”, “Luz”, “Resurrección”, “Iglesia” y todo lo demás. La gente no percibe lo que es correcto sino lo que es incorrecto, (a menos que) hayan aprendido lo que es correcto. Los (nombres que se escuchan) están en el mundo (... engañan. Si) estuvieran en el reino eterno (eón), nunca serían usados como nombres en el mundo. Tampoco fueron colocados entre las cosas del mundo. Tienen un propósito en el reino eterno.
Sólo hay un nombre que no se pronuncia en el mundo, el nombre que el Padre dio al Hijo, y que está sobre todas las cosas: el nombre del Padre, porque el Hijo no llegaría a ser Padre, si no usara el nombre de el Padre Padre Los que tienen este nombre lo saben, pero no lo pronuncian. Pero quienes no tienen este nombre no lo saben.
La verdad hizo que aparecieran nombres en el mundo gracias a nosotros, porque no es posible aprenderlo sin estos nombres. La verdad es una cosa; es muchas cosas por nosotros, para enseñarnos en amor acerca de esta sola cosa a través de muchas cosas. Los gobernantes (arcontes) querían engañar al hombre, porque veían que estaba relacionado con aquellos que son verdaderamente buenos. Tomaron el nombre de los buenos y se lo dieron a los que no son buenos, para engañarlos con nombres y atarlo a los que no son buenos. Y además, ¡qué favor les hacen los nombres! Hacen que se los quiten a los que no son buenos y los pongan entre los que son buenos. Sabían estas cosas porque querían apoderarse del hombre libre y convertirlo en su esclavo para siempre.
Hay poderes que (…) el hombre, no queriendo que se (salve), para que (…). Porque si el hombre se (salva, no habrá) ningún sacrificio (…) ni se ofrecerán animales a las potencias. De hecho, era a los animales a quienes ofrecían sacrificios. En realidad fueron ofrecidos vivos, pero cuando fueron ofrecidos murieron. En cuanto al hombre, lo ofrecieron muerto a Dios, y vivió.
Antes de la venida de Cristo no había pan en el mundo. También en el Paraíso, lugar donde estaba Adán, había muchos árboles para alimentar a los animales, pero no había trigo para sustentar al hombre. El hombre comía como animales, pero cuando vino Cristo, el hombre perfecto, trajo pan del cielo para que el hombre pudiera alimentarse con alimentos del hombre. Los gobernantes pensaban que era por su propio poder y voluntad que hacían lo que hacían. Pero el Espíritu Santo, en secreto, iba realizando todo por medio de ellos, según su voluntad. La Verdad, que existió desde el principio, se siembra en todas partes. Y muchos lo ven sembrado, pero pocos lo ven cosechado.
Algunos dicen que María concibió por obra del Espíritu Santo. Pero están equivocados. No saben lo que están diciendo. ¿Cuándo ha concebido alguna vez una mujer a través de otra mujer? María es la virgen que ningún poder ha contaminado. Es un gran anatema para los hebreos, que son los apóstoles y (sus) seguidores. Esta virgen que ningún poder violó (…) los poderes se violaron a sí mismos. El Señor no (habría) dicho “Mi (Padre) en el cielo” (Mt 16:17) si no hubiera tenido otro padre. En este caso, habría dicho simplemente “(Mi Padre)”.
El Señor dijo a los discípulos, (…) de cada casa. Tráelo a la casa del Padre, pero no tomes ni lleves (nada) de la casa del Padre.
“Jesús” es un nombre oculto, “Cristo” es un nombre revelado. Por este motivo, “Jesús” no está particularmente vinculado a ninguna lengua; su nombre es siempre “Jesús”. “Cristo”, sin embargo, en siríaco es “Mesías” y en griego, “Cristo”. Ciertamente todos los demás idiomas se refieren a él con sus propias palabras. “El Nazareno” es quien revela lo oculto. Cristo lo tiene todo en sí mismo, sea hombre, ángel o misterio, y en el Padre.
Aquellos que dicen que el Señor murió primero y (luego) resucitó están equivocados, porque primero resucitó y (luego) murió. Si alguien no llega primero a la resurrección, no morirá. Así como Dios vive, él…
Nadie esconde un objeto grande y valioso en un lugar destacado, pero a menudo se arrojan miles de objetos de este tipo contra algo que no vale ni un céntimo. Mirad el alma: es algo precioso que se encuentra en un cuerpo despreciable.
Hay quienes tienen miedo de reaparecer desnudos. Por eso quieren resurgir en la carne. No saben que son los que visten la (carne) los que están desnudos. (Son) los que (…) se desnudan los que no están desnudos. “Ni la carne (ni la sangre) heredará el Reino de (Dios)”. (1 Corintios 15:50). ¿Qué no heredarás? Lo que usamos. ¿Pero también qué es esto que heredarás? Es lo que pertenece a Jesús y su sangre. Por eso dijo: “El que no come mi carne ni bebe mi sangre, no tiene vida en él” (Juan 6:53). ¿Qué significa? Su carne es la Palabra (la Palabra), y su sangre es el Espíritu Santo. El que recibe estas cosas tiene comida, bebida y vestido. Reprendo a otros que dicen que (la carne) no resucitará, porque ambos están equivocados. Dices que la carne no volverá a levantarse. Dime entonces qué resucitará para que podamos aplaudirte. Hablas del Espíritu en la carne, que es también esta luz en la carne. (Sin embargo) esto también es cosa que se encuentra en la carne, porque todo lo que digáis no quedará fuera de la carne. Es necesario resurgir en esta carne, ya que en ella todo existe. En este mundo, quien usa ropa vale más que la ropa. En el Reino de los Cielos, la ropa vale más que quien la usa.
Es a través del agua y del fuego que todo se purifica: lo visible por lo visible, lo oculto por lo oculto. Hay algunas cosas ocultas a través de lo visible. Hay agua en agua y fuego en confirmación.
Jesús los tomó a todos por sorpresa, porque no apareció tal como era, sino en la forma en que ellos podrían verlo. Se apareció a los grandes como grandes, a los pequeños como pequeños, a los ángeles como ángel y a los hombres como hombre. Por esta razón su palabra quedó oculta a todos. Algunos incluso lo vieron, pensando que se estaban viendo a sí mismos. Pero cuando se apareció gloriosamente a los discípulos en el monte, no era pequeño. Él se hizo grande, pero hizo grandes a los discípulos, para que pudieran percibirlo en su grandeza.
Ese día dijo en acción de gracias: “Tú que has unido la luz perfecta con el Espíritu Santo, incorpora también a nosotros los ángeles, como imágenes”. No despreciéis al cordero, porque sin él no es posible ver al Rey, nadie podrá ir al Rey si está desnudo.
El hombre celestial tiene muchos más hijos que el hombre terrenal. Si son muchos los hijos de Adán, aunque mueran, cuánto más son los hijos del hombre perfecto que no mueren y son continuamente generados. El padre engendra un hijo, pero el hijo no tiene poder para engendrar un hijo. Porque el que fue engendrado no tiene poder para engendrar; el hijo obtiene hermanos para sí, no hijos. Todos los que son engendrados en el mundo son engendrados naturalmente, mientras que los demás (se nutren) del (lugar) de donde nacieron. Porque el hombre estaba destinado al lugar celestial (recibe) nutrición. (…) de su boca. (Y si) la palabra hubiera venido de aquel lugar, recibiría alimento de la boca y se perfeccionaría. Por eso la palabra perfecta concibe y da a luz mediante un beso. Por eso también nos besamos. Somos concebidos de la gracia que nos es común.
Fueron tres los que siempre caminaron con el Señor: su madre, María, su hermana y Magdalena, que era llamada su compañera. Su hermana, su madre y su pareja se llamaban todos María.
“El Padre” y “el Hijo” son nombres simples; “Espíritu Santo” es un sustantivo compuesto. Están en todas partes: arriba y abajo, en lo oculto y en lo revelado. El Espíritu Santo está en lo revelado: está abajo, y está en lo oculto: está arriba.
Los santos son servidos por poderes malignos, ya que están cegados, por obra del Espíritu Santo, pensando que están sirviendo a un hombre (común), cada vez que lo hacen a los santos. Por eso, un día un discípulo le pidió al Señor algo de este mundo. Él respondió: “Pídele a tu madre y ella te dará las cosas que pertenecen a otro”.
Los apóstoles dijeron a los discípulos: “Que todas nuestras ofrendas adquieran sal”. A (Sofía) la llamaban “sal”. Sin sal ninguna ofrenda es aceptable. Pero Sofía es estéril, (sin) hijos. Por eso se le llama “un chorrito de sal”. Cuando quieran (…) a su manera, el Espíritu Santo (…) sus hijos son muchos.
Lo que tiene el Padre pertenece al hijo. Aunque es pequeño, no se le confía lo que es suyo. Pero cuando se hace hombre, su padre le da todo lo que tiene.
Los que se han descarriado, aquellos a quienes el Espíritu mismo engendró, generalmente también se extravían a causa del Espíritu. Así, con el mismo soplo se aviva y se apaga el fuego.
Echamoth es una cosa y Echmoth otra. Echamoth es simplemente Sabiduría, mientras que Echmoth es la Sabiduría de la muerte, la que conoce la muerte, siendo llamada “la pequeña Sabiduría”.
Hay animales domésticos, como el buey, el burro y otros de este tipo. Otros son salvajes y viven aislados en regiones desérticas. El hombre ara el campo con animales domésticos y, con ello, se sustenta y alimenta a los animales, ya sean mansos o salvajes. Comparar con el hombre perfecto. Se cultiva a través de poderes que están sujetos a él, preparando el surgimiento de todas las cosas. Es por esto que todos permanecen, sean buenos o malos, de derecha o de izquierda. El Espíritu Santo pastorea a todos y gobierna (todos) los poderes, los “mansos” y los “salvajes”, así como los que son únicos. Porque en verdad él (...) los mantiene presos, de modo que (si...) quieren, no pueden (escapar).
(Aquel que) fue creado es (hermoso, pero) tú (no) pensarías que sus hijos son creaciones nobles. Si no hubiera sido creado sino engendrado, se pensaría que sus descendientes eran nobles. Ahora, sin embargo, fue creado y engendrado. ¿Qué hay de noble en esto? Primero vino el adulterio y luego el asesinato. Y fue engendrado en adulterio, porque era hijo de la serpiente. Entonces se convirtió en un asesino, como su padre, y mató a su hermano. De hecho, todo acto sexual que se produce entre seres que no son similares entre sí es adulterio.
Dios es un tintorero. Así como los buenos tintes llamados “auténticos” se disuelven en las cosas que con ellos se tiñen, así también lo hacen aquellos a quienes Dios ha teñido. Como sus tintes son inmortales, ellos se vuelven inmortales a través de sus colores. Bueno, Dios sumerge lo que sumerge en el agua.
Nadie puede ver nada de las cosas que realmente existen a menos que se vuelva como ellas. No es así con el hombre en el mundo: ve el sol sin ser sol; Él ve el cielo y la tierra y todas las demás cosas, pero no es esas cosas. Esto está de acuerdo con la verdad. Pero viste algo de ese lugar y te convertiste en esas cosas. Viste al Espíritu y te convertiste en Espíritu. Viste a Cristo y te convertiste en Cristo. Has visto al Padre y serás el Padre, así que (en este lugar) ves todas las cosas y no (te) a ti mismo, pero (en ese lugar) realmente te ves a ti mismo, y lo que ves, serás lo que veas.
La fe recibe, el amor da. (Nadie puede recibir) si no tiene fe. Nadie podrá dar sin amor. Por eso, para recibir verdaderamente, creemos, y para amar, damos, porque si alguien da sin amor, no recibe beneficio de lo que dio. El que ha recibido algo más que al Señor sigue siendo hebreo.
Los apóstoles que nos precedieron lo llamaron así: “Jesús el Nazareno, el Mesías”, es decir, “Jesús el Nazareno, el Cristo”. El apellido es “Cristo”, el primero es “Jesús”, el del medio es “el Nazareno”. "Mesías" tiene dos significados, "el Cristo" y "el medido". "Jesús" en hebreo es "redención". “Nazara” es “la verdad”. “El Nazareno”, entonces, es “la verdad”. “Cristo”… fue medido. Fueron “el Nazareno” y “Jesús” quienes fueron medidos.
Cuando la perla es arrojada al barro (no) se vuelve despreciada; ni será más precioso si se baña en aceite bálsamo. Ella siempre mantendrá su valor a los ojos de su dueño. Lo mismo se aplica a los hijos de Dios dondequiera que estén. Siempre tienen valor a los ojos de su padre.
Si dices: "Soy judío", nadie se preocupará; si decís: "Soy romano", nadie será molestado. Si dices: “Soy griego, bárbaro, esclavo o libre”, nadie se molestará. Si decís: “Soy cristiano”, el (…) temblará. Ojalá pudiera (…) de esta manera, la persona cuyo nombre (…) no podrá resistir (escuchar).
Dios es antropófago. Por eso se le sacrifican hombres. Antes de sacrificar a los hombres, se sacrificaban animales, porque aquellos a quienes se les sacrificaba no eran dioses.
Tanto las vasijas de vidrio como las de barro se elaboran mediante fuego. Pero si los de cristal se rompen, se rehacen, tal como nacieron por un golpe. Los de barro, en cambio, están destruidos, ya que fueron elaborados sin soplar.
Un burro, haciendo girar una piedra de molino, caminó cien millas. Cuando lo liberaron se dio cuenta de que seguía en el mismo lugar. Hay hombres que hacen muchos viajes, pero sin avanzar en ninguna dirección. Cuando el crepúsculo los alcanza, no han encontrado ni ciudad ni aldea, ni producto humano ni fenómeno natural, poder ni ángel. ¡En vano trabajaron los pobres!
La Eucaristía es Jesús, como se le llama “Farisata” en siríaco, que es “el que está extendido”, como Jesús vino a crucificar al mundo.
El Señor entró en la tintorería de Levi, tomó setenta y dos colores diferentes y los arrojó en la tina. Cuando los saqué estaban todos blancos. Y él dijo: “Asimismo vino el hijo del hombre (como) tintorero”.
Sofía, a quien llaman “la estéril”, es la mano (de) los ángeles. Y la compañera de (…) María Madalena. (… la amaba) más que (a todos) los discípulos (y solía) besarla (a menudo) en ella (…). El resto (discípulos…). Le dijeron: "¿Por qué la amas más que a todos nosotros?" El Salvador respondió diciendo: “¿Por qué no os amo como ella? Cuando una persona ciega y una persona normal están juntas en la oscuridad, no se diferencian entre sí. Cuando llegue la luz, el que ve verá la luz, y los ciegos permanecerán en las tinieblas”.
El Señor dijo: “Bienaventurado el que existe antes de existir. Porque el que es fue y será”.
La superioridad del hombre no es obvia a la vista, sino que se encuentra en lo que está oculto a la vista. Por eso domina a los animales más fuertes que él, grandes en lo evidente y en lo oculto. Esto les permite sobrevivir. Pero cuando el hombre se separa de ellos, se muerden y matan entre sí. Se devoran a sí mismos porque no encuentran alimento. Sin embargo, ahora encontraron alimento porque el hombre preparó el suelo.
Si alguien entra en el agua y sale de ella sin haber recibido nada y dice: "Soy cristiano", simplemente ha tomado prestado el nombre a interés. Sin embargo, si recibió el Espíritu Santo, recibe el nombre de don. Quien recibe un regalo no necesita devolverlo. Pero al que tomó prestado a interés se le exige el pago. Así les sucede a quienes experimentan un misterio.
¡Grande es el misterio del matrimonio! Para (sin) él el mundo (no existiría). Ahora la existencia de (mundo…), y la existencia (…matrimonio). Piense en la (… relación) ya que tiene (…) poder. Su imagen consiste en una (corrupción).
Las formas de espíritus malévolos incluyen hombres y mujeres. Los machos son aquellos que se unen con almas que habitan en forma femenina, mientras que las hembras son aquellas que se mezclan con aquellos que están en forma masculina, pero que son desobedientes. Y no puedes escapar de ellos, porque te detienen si no recibes el poder masculino o femenino, el del novio y la novia. Son bienvenidos a la cámara nupcial con espejos. Cuando las mujeres lascivas ven a un hombre solo, se arrojan sobre él, entreteniéndolo y profanándolo. Asimismo, los hombres voluptuosos, cuando ven sola a una mujer hermosa, buscan persuadirla y poseerla, queriendo corromperla. Sin embargo, si ven a un hombre y a su mujer juntos, la mujer no puede acercarse al hombre, ni el hombre a la mujer. Así, si la imagen y el ángel están unidos entre sí, no puede haber ningún riesgo para el hombre ni para la mujer.
Aquel que sale del mundo y por tanto ya no puede detenerse por el hecho de haber estado en el mundo, está evidentemente por encima del deseo de (…) y del miedo. Él domina (…). Es superior a la envidia. Si viene (… ), lo atrapan y lo asfixian. ¿Y cómo podrá (éste) escapar de los (grandes…) poderes? ¿Cómo vas a poder (…)? Algunos (dicen): “Tenemos fe”, para que (…los espíritus inmundos) y los demonios. Porque si hubieran tenido el Espíritu Santo, ningún espíritu inmundo se les habría pegado. No temáis a la carne ni la améis. Si le temes, te dominará. Si la amas, ella te devorará y te paralizará.
O es en este mundo, en la resurrección o en el lugar intermedio. ¡Dios no permita que me encuentres allí! En este mundo hay bien y mal. Las cosas buenas del mundo no son buenas y las cosas malas no son malas. Pero después de este mundo, hay un mal que realmente es mal: lo que se llama “el medio”, el lugar intermedio. Es la muerte. Mientras estemos en este mundo conviene buscar la resurrección, para que cuando vengamos a despojarnos de la carne podamos encontrar descanso y no andar en el medio. Porque muchos se pierden en el camino. Es mejor dejar el mundo antes de pecar.
Algunos ni quieren ni pueden; otros no se benefician aunque quieran: porque no actuaron en consecuencia, (creen), (…) los convierte en pecadores. Y si no quieren, la justicia se les escapará en ambos casos: y será siempre una cuestión de voluntad y no de acción.
Un apostólico, en una visión, vio a unas personas encerradas en una casa en llamas, atrapadas con (...) luces llameantes, tendidas (...) en llamas (...) ellos en (...) fe (.. .). Y ellos dijeron: “(…) ¿podrán salvarse?” (…) “No quieren esto. Recibieron (…) castigo, que se llama “las tinieblas (…), porque (…)”
El alma y el espíritu surgieron del agua y el fuego. Es del agua, el fuego y la luz que (nació) el hijo de la cámara nupcial. El fuego es crisma, la luz es fuego. No me refiero al fuego que no tiene forma, sino al otro fuego cuya forma es blanca, que es brillante y hermosa y que irradia belleza.
La verdad no vino desnuda al mundo, sino que llegó en modelos e imágenes. El mundo no recibirá la verdad de otra manera. Hay un renacimiento y una imagen de renacimiento. Ciertamente es necesario nacer de nuevo a través de la imagen. ¿Cual de ellas? La resurrección. La imagen debe resurgir a través de la imagen. La cámara nupcial y la imagen deben entrar en la verdad a través de la imagen: esto es restauración. No sólo deben hacerlo los que producen el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, sino también quienes los produjeron para vosotros. Si la persona no los adquiere, también se le quitará el nombre (Cristiano). Sin embargo, la persona recibe la unción de (…) el poder de la cruz. A este poder los apóstoles lo llamaron “la derecha y la izquierda”. Porque esta persona ya no es cristiana, sino Cristo.
El Señor hizo de todo un misterio, un bautismo, una confirmación, una eucaristía, una redención y una cámara nupcial.
(…) dijo: “Vine a hacer (las cosas de abajo) como las cosas (arriba, y las cosas) fuera como las (adentro. Vine a unirlas) en su lugar”. (…) aquí a través de (plantillas…). Se equivocan los que dicen: "(Hay un hombre celestial y) hay otro encima de (él", porque es el primero de estos dos (hombres) celestiales, el que se manifiesta, el que se llama "el que es". abajo"; y aquel a quien pertenece lo oculto es (supuestamente) lo que está encima de él. Por lo tanto, sería mejor decir: “Lo interior y lo exterior, y lo exterior y lo exterior”. Por eso el Señor llamó destrucción “las tinieblas de afuera”; no hay nada más allá de ella. Él dijo: “Padre mío que está en lo secreto”. Dijo: “Entra en tu aposento, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto” ( Mt 6), el que está dentro de todo. Pero lo que está dentro de todo es plenitud. No hay nada más profundo que eso. Eso dicen de lo que está por encima de ellos.
Antes de Cristo, algunos abandonaron un lugar al que ya no podían entrar y se dirigieron a donde ya no podían salir. Luego vino Cristo. Sacó a los que entraban y metió dentro a los que salían.
Cuando Eva todavía estaba en Adán, la muerte no existía. Cuando ella se separó de él, surgió la muerte. Si vuelve a entrar y alcanza su ser primordial, la muerte dejará de existir.
“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado, oh Señor?” (Marcos 15:34 y otros). Fue en la cruz donde dijo estas palabras, porque había abandonado ese lugar.
(…) que fue generado por medio de aquel que (…) de Dios.
El (…) de los muertos. (…) ser, pero ahora (…) perfecto. (…) carne, pero esta (…) es la verdadera carne. (…) no es verdad, sino (…) sólo una imagen de lo que es verdad.
Una cámara nupcial no es para animales, ni para esclavos, ni para mujeres violadas; pero es para hombres y vírgenes libres.
De hecho, somos engendrados de nuevo por el Espíritu Santo, pero somos engendrados por el Cristo en ambos. Somos ungidos a través del Espíritu. Cuando somos engendrados estamos unidos. Nadie puede verse en el agua o en un espejo sin luz. Tampoco puedes verte en la luz sin agua ni espejo. Por eso conviene bautizar tanto en luz como en agua. Bueno, la luz es la confirmación.
Había tres lugares específicos para el sacrificio en Jerusalén. La que daba al oeste se llamaba “la sagrada”. Otro, orientado al sur, se llamaba “el santo de los santos”. El tercero, orientado hacia el este, se llamaba “el lugar santísimo”, el lugar donde sólo podía entrar el Sumo Sacerdote. El bautismo es el edificio “sagrado”. La redención es “el lugar santísimo” y la Cámara Nupcial “el lugar santísimo”. El bautismo incluye la Resurrección (y) la Redención; La redención (ocurre) en la cámara nupcial. Pero la Cámara Nupcial tiene lugar en aquel lugar superior a (…) no encontraréis (…) son los que rezan (…) Jerusalén. (…) Jerusalén, (…) los llamados “el lugar santísimo” (… el) velo se rasgó (…) la cámara nupcial excepto la imagen (…) de arriba. Por esta razón su velo fue rasgado de arriba a abajo. Porque convenía que algunos de abajo subieran.
Los poderes no ven a aquellos que están revestidos de la luz perfecta y por tanto no pueden detenerlos. Uno puede revestirse sacramentalmente de esta luz en unión.
Si la mujer no se hubiera separado del hombre, no habría muerto con el hombre. Su separación se convirtió en el comienzo de la muerte. Por esto vino Cristo, para reparar la separación que hubo en el principio y volver a unir a los dos y a dar vida a los que murieron a causa de la separación, uniéndolos nuevamente. Pero la mujer está unida a su marido en la cámara nupcial. De hecho, aquellos que estaban unidos en la cámara nupcial ya no estarán separados. Por lo tanto, Eva se separó de Adán porque no fue en la cámara nupcial donde ella se unió a él.
El alma de Adán nació a través de un soplo. El compañero de vuestra alma es el Espíritu. Tu madre es lo que te dieron. Su alma le fue quitada y reemplazada por un (espíritu). Cuando estuvo unido (con el Espíritu), (pronunció) palabras incomprensibles a los poderes. Le envidiaban (…) compañero espiritual (…) oportunidad escondida (…) solo para ellos (…) cámara nupcial para que (…)
Jesús apareció (…) el Jordán, la (plenitud del reino) de los cielos. El que (fue engendrado) antes de todas las cosas fue engendrado de nuevo. Él (que fue ungido) fue nuevamente ungido. El que había sido redimido, redimió (a otros) a su vez.
En verdad, hay que contar un misterio. El padre de todas las cosas se unió a la virgen que había descendido, y el fuego brilló para él ese día. Apareció en la gran cámara nupcial. Por lo tanto, su cuerpo nació ese día. Dejó la cámara nupcial como alguien que nació a través de los novios. De esta manera Jesús estableció todas las cosas en ella a través de ellos. Es conveniente que cada uno de los discípulos entre en su reposo.
Adán nació a través de dos vírgenes, el Espíritu y la Tierra virgen. Cristo, por tanto, nació de una virgen para rectificar la caída que se produjo en el principio.
Hay dos árboles que crecen en el Paraíso. Uno sostiene (a los animales) y el otro sostiene a los hombres. Adán (comió) del árbol que alimentaba a los animales. (Él) se convirtió en un animal y produjo animales. Por esta razón los hijos de Adán adoran (a los animales). El árbol (…) el fruto se (…) aumenta. (…) comió el (…) fruto de (…) nutre a los hombres, (…) el hombre. (…) Dios creó al hombre. (…los hombres) crearon a Dios. Así son las cosas en el mundo, los hombres crean dioses y adoran a su creación. ¡Sería apropiado que los dioses adoraran a los hombres!
Ciertamente, los logros de un hombre dependen de su capacidad. Es por eso que nos referimos a sus logros como sus "habilidades". Entre sus logros se encuentran sus hijos. Tienen su origen en un momento de descanso. Por lo tanto, sus habilidades determinan lo que puede lograr, pero este descanso es evidente en sus hijos. Esto se aplica directamente a la imagen. Aquí está el hombre hecho según la imagen logrando cosas con su fuerza física, pero produciendo a sus hijos con facilidad.
En este mundo, los esclavos sirven a los libres. En el Reino de los Cielos, los libres cuidarán de los esclavos: los hijos de la cámara nupcial cuidarán de los hijos del matrimonio. Los hijos de la cámara nupcial tienen (un) nombre: descanso. (En general) no necesitan tomar (ninguna) otra forma (porque tienen) contemplación, (…). Las glorias son numerosas (…) en las cosas (…) (…).
Esos (…) bajan al agua. (…) saldrán (del agua), consagrarán (…) los que tengan (…) en su nombre. Porque dijo: “(Así) es necesario que cumplamos toda justicia” (Mt 3).
Se equivocan los que dicen que primero deben morir y luego resucitar. Si no reciben primero la resurrección mientras están vivos, cuando mueran no recibirán nada. Así también, cuando hablan del bautismo, dicen: "El bautismo es una gran cosa", porque si la gente lo recibe, vivirá.
Felipe, el apóstol, dijo: “José, el carpintero, plantó un huerto porque necesitaba madera para su oficio. Él fue quien hizo la cruz con los árboles que plantó. Su propia descendencia dependió de lo que él plantó. Su descendencia fue Jesús, y la plantación fue la cruz”. Pero el árbol de la vida está en medio del jardín. Sin embargo, es del olivo que recibimos la confirmación, y de la confirmación la resurrección.
Este mundo es un devorador de cadáveres. Todo lo que en él se come, también muere. La verdad se alimenta de la vida. Por lo tanto, nadie que se alimente de (la verdad) morirá. De allí vino Jesús y trajo comida. A los que deseaban les daba (vida para que) no murieran.
Dios (…) un jardín. El hombre (…) jardín. Hay (…) y (…) de Dios. (…) Las cosas que hay en (…) las deseo. Este huerto (es el lugar donde) me dirán: “(…come) esto o no comas (aquello, como) quieras”. En el lugar donde comeré de todas las cosas está el árbol del conocimiento. Éste mató a Adán, pero aquí el árbol del conocimiento hace vivir al hombre. La ley era el árbol. Tiene el poder de otorgar el conocimiento del bien y del mal. Ella no lo quitó del mal ni lo puso en el bien, sino que creó la muerte a los que de ella comían. Porque cuando dijo: “Come esto, no comas aquello”, ese fue el comienzo de la muerte.
La confirmación es superior al bautismo, porque fue por la palabra "crisma" que fuimos llamados "cristianos", y ciertamente no por la palabra "bautismo". Y es gracias a la confirmación que “el Cristo” recibió su nombre. Porque el Padre ungió al Hijo, el Hijo ungió a los apóstoles y los apóstoles nos ungieron a nosotros. El que ha sido ungido lo tiene todo. Tiene la resurrección, la luz, la cruz y el Espíritu Santo. El Padre se lo dio en la cámara nupcial; él simplemente aceptó (el regalo). El Padre estaba en el Hijo y el Hijo en el Padre, este es el Reino de los Cielos.
Bien habló el Señor: “Algunos entraron riendo al reino de los cielos, y salieron (…) porque (…) era cristiano, (…). Y tan pronto como (…descendió) al agua vino (…) todo (de este mundo), (…) porque (…) un poco, pero (… lleno de) desprecio por este (…) reino de (los cielos) …). Si te desprecia (…) y te desprecia un poco (…) saldrá riendo. Así también con el pan y el vaso de aceite, aunque hay otro superior a estos.
El mundo fue creado por error. Porque quien lo creó quiso hacerlo imperecedero e inmortal. No pudo cumplir su deseo, porque el mundo nunca fue imperecedero, ni fue él quien hizo el mundo. Porque las cosas no son eternas, pero los niños sí lo son. Nada podrá volverse eterno si primero no se hace hijo. Pero el que no tiene capacidad de recibir, ¿no será mucho más incapaz de dar?
El cáliz de oración contiene vino y agua, tal como fue indicado para el tipo de sangre con la que se realiza la acción de gracias. Está lleno del Espíritu Santo y pertenece al hombre enteramente perfecto. Cuando bebamos de esta copa, recibiremos al hombre perfecto. El agua viva es un cuerpo. Necesitamos vestirnos como el hombre vivo. Por eso, cuando está a punto de bajar al agua, se desnuda para vestirse con el hombre vivo.
Un caballo engendra un caballo, un hombre engendra a un hombre, un dios engendra un dios. Compara (el) novio y la (novia). Vinieron de (…). No existía ningún judío (…) (…) Y (…) de los judíos. (…) cristianos, (…) a estos (…) se les conoce como “el pueblo elegido de (…)”, “el hombre verdadero”, “el hijo del hombre” y “la simiente del hijo del hombre”. Esta verdadera raza es reconocida en el mundo... en el que habitan los hijos de la cámara nupcial.
Mientras que en este mundo la unión es entre marido y mujer, ejemplo de fortaleza complementada con debilidad (?), en el reino eterno (eón), la forma de unión es diferente, a pesar de que nos referimos a ambos con el mismo nombre. Sin embargo, existen otros nombres. Son superiores a todos los nombres dados y son más fuertes que los fuertes. Porque cuando ocurre una demostración de fuerza, aparecen aquellos que se distinguen por la fuerza. Estas cosas no están separadas, siendo ambas una sola cosa. Esto es lo que no podrá elevarse por encima del corazón de carne.
¿No es necesario que quien lo tiene todo se conozca a sí mismo? Algunos, de hecho, que no se conocen a sí mismos, no podrán disfrutar de lo que tienen.
No sólo no podrán detener al hombre perfecto, sino que tampoco podrán verlo, porque si lo ven, lo detendrán. No hay otra manera para que una persona adquiera esta cualidad excepto vistiéndose de la luz perfecta (y) convirtiéndose también en luz perfecta. El que (se lo ha puesto) entrará (…). Quien recibe todo (...) de este lado (...) podrá (...) aquel lugar, pero tendrá (... el medio) como imperfecto. Sólo Jesús conoce el fin de esta persona.
El sacerdote es enteramente santo, incluso su cuerpo. Porque si toma el pan, lo consagrará. Consagrará la copa y todo lo que reciba. Entonces, ¿cómo no consagrar también el cuerpo?
Al perfeccionar el agua del bautismo, Jesús la vació de muerte. Así que descendemos al agua, pero no descendemos a la muerte, para no ser arrojados al espíritu del mundo. Cuando ese espíritu sopla, trae el invierno. Cuando sopla el Espíritu Santo, llega el verano.
El que tiene el conocimiento de la verdad es un hombre libre, pero el hombre libre no peca, porque “el que peca, esclavo es del pecado” (Juan 8:34). La verdad es la madre, el conocimiento el padre. Aquellos que piensan que el pecado no se aplica a ellos son llamados “libres” por el mundo. El “conocimiento” de la verdad “hace a estas personas simplemente arrogantes”, que es lo que significan las palabras “hazlos libres”. Esto les da un sentimiento de superioridad sobre todos. Pero “el amor edifica” (1 Cor 8). En efecto, quien, a través del conocimiento, es verdaderamente libre, se convierte en esclavo, por amor a aquellos que aún no han podido alcanzar la libertad del conocimiento. El conocimiento los hace capaces de ser libres. Amar (nunca llama) algo suyo, (…) ello (…) posee (…). Él nunca (dice: "Esto es tuyo") o "Esto es mío" (sino: "Todo esto) es tuyo". El amor espiritual es vino y fragancia. Todos los que se ungen con él se deleitan en él. Mientras los ungidos están presentes, los que están cerca también disfrutan (de la fragancia). Sin embargo, cuando los que fueron ungidos con el ungüento se vayan, dejándolos, entonces los que no fueron ungidos sino que simplemente estaban cerca permanecerán en medio de su mal olor. El samaritano no le dio al herido nada más que vino y aceite. Esto no es más que el ungüento que cura las heridas, porque “el amor cubre innumerables pecados” (1 Pedro 1:4).
Los hijos que una mujer da a luz se parecen al hombre que la ama. Si tu marido te ama, entonces se parece a tu marido. Si se trata de un adúltero, entonces se parecerá al adúltero. A menudo, si una mujer (adúltera) se acuesta con su marido por conveniencia, mientras su corazón está con su amante, con quien suele tener relaciones, el hijo que dará a luz nacerá con el aspecto del adúltero. Por tanto, vosotros que vivís con el Hijo de Dios, no améis al mundo, sino al Señor, para que los hijos que engendréis no sean como el mundo, sino como el Señor.
Un ser humano tiene relaciones sexuales con un ser humano. El caballo con un caballo, un burro con un burro. Los miembros de una raza a menudo se asocian con personas de la misma raza. Así, el Espíritu se mezcla con el Espíritu, el pensamiento se relaciona con el pensamiento y (la luz) comparte (con la luz. Si) naces como ser humano, será (un ser humano) quien te amará. Si te conviertes en (un espíritu), será el Espíritu el que se unirá contigo. Si te vuelves pensamiento, será el pensamiento el que se asocie contigo. Si te vuelves luz, es la luz la que compartirá contigo. Si te conviertes en uno de los que pertenecen a lo alto, serán aquellos que pertenecen a lo alto los que descansarán en ti. Si os convertís en caballo, en burro, en toro, en perro, en oveja o en cualquier otro animal que esté fuera o debajo, entonces ningún ser humano, espíritu, pensamiento o luz podrá amaros. Ni los de arriba ni los de dentro podrán descansar en ti, y tú no tendrás parte de ellos.
El que es esclavo contra su deseo podrá volverse libre. El que se hizo libre gracias al favor de su amo, y luego se vendió nuevamente como esclavo, ya no podrá ser libre.
La agricultura en el mundo requiere de la cooperación de cuatro elementos esenciales. La cosecha se recogerá en el granero sólo si existe la acción natural del agua, la tierra, el viento y la luz. La agricultura de Dios, asimismo, se basa en cuatro elementos: fe, esperanza, amor y conocimiento. La fe es la tierra en la que echamos raíces. La esperanza es el agua con la que nos alimentamos. El amor es el viento a través del cual crecemos. El conocimiento, entonces, es la luz a través de la cual (maduramos). La gracia existe de (cuatro maneras: es) nacida de la tierra, es (celestial,…) del cielo más alto, (…) en el (…).
Bienaventurado el que en ninguna ocasión causó un alma (…). Esta persona es Jesucristo. Fue a todas partes y no hizo daño a nadie. Por tanto, bienaventurado el que así actúa, porque es un hombre perfecto. Porque la palabra nos dice que este tipo de hombre es difícil de encontrar. ¿Cómo podremos lograr algo tan noble? ¿Cómo dará consuelo esta persona a todos? Sobre todo, no conviene entristecer a nadie, ya sea importante o modesto, creyente o no creyente, y, por tanto, dar consuelo sólo a quienes se complacen en las buenas obras. Algunos encuentran ventajoso brindar ayuda a quienes hacen el bien. El que hace buenas obras no puede ayudar a esas personas, ya que no se apega a lo que le gusta. Sin embargo, es incapaz de provocar tristeza, ya que no aflige a nadie. De hecho, quien hace el bien a veces causa tristeza a los demás -no es que sea su intención hacerlo-, al contrario, es la maldad de los demás la responsable de la tristeza que sienten. El que tiene las cualidades (del hombre perfecto) da alegría al bueno. Algunas personas, sin embargo, se sienten terriblemente angustiadas por todo esto.
Había un cabeza de familia que tenía todo lo imaginable: niños, esclavos, vacas, perros, cerdos, maíz, cebada, paja, pastos, (...), carne y bellotas. (Era, sin embargo) una persona sensata y conocía la comida de todos. Les servía pan a los niños (…). Sirvió harina a los esclavos (y…). Echó cebada, paja y pasto al ganado. Dio huesos a los perros, bellotas y lavado a los cerdos. Lo mismo ocurre con el discípulo de Dios: si es una persona sensata, comprende las necesidades del discipulado. Las formas corporales no lo engañarán y examinará la condición del alma de cada persona hablando en consecuencia. Hay muchos animales en el mundo que se presentan en forma humana. Cuando el discípulo los identifica, echa bellotas a los cerdos, cebada, paja y pasto al ganado, huesos a los perros. A los esclavos les dará sólo lecciones elementales, a los niños les ofrecerá una instrucción completa.
Está el Hijo del Hombre y el hijo del Hijo del Hombre. El Señor es el Hijo del Hombre, y el hijo del Hijo del Hombre es el que crea por el Hijo del Hombre. El Hijo del Hombre recibe de Dios la capacidad de crear. También tiene la capacidad de generar. Quien ha recibido la capacidad de crear es una criatura. El que recibió la capacidad de generar es un descendiente. El que crea no puede generar. El que genera no tiene poder para crear. Se dice, sin embargo, "El que crea engendra". Pero su así llamada “descendiente” es simplemente una criatura. Por (…) nacimiento, no son descendientes tuyos sino (…). El que crea trabaja abiertamente y es visible. Quien genera lo hace (en la intimidad), permaneciendo oculto, desde (…) imagen. Asimismo, el que crea (hace) abiertamente. Pero, lo que genera (engendra) hijos en la intimidad. Nadie (puede) saber cuándo (el marido) y la esposa tienen relaciones sexuales excepto ambos. De hecho, el matrimonio en el mundo es un misterio para quienes han tomado esposa. Si hay una cualidad oculta en el matrimonio corrupto, ¡aún mayor será el verdadero misterio del matrimonio no profanado! Él no es carnal sino puro. No pertenece al deseo sino a la voluntad. No pertenece a las tinieblas ni a la noche, sino al día y a la luz. Cuando un matrimonio está abierto al público, se ha convertido en prostitución, y la novia desempeña el papel de prostituta no sólo cuando es inseminada por otro hombre, sino también cuando sale de su habitación y es vista. Sólo debe mostrarse ante su padre, su madre, el amigo del novio y los hijos del novio. Se les permite entrar a la cámara nupcial todos los días. Otros pueden simplemente anhelar escuchar la voz de la novia y deleitarse con su bálsamo. Que se alimenten de las migajas que caen de la mesa, como perros. Los novios pertenecen a la cámara nupcial. Nadie puede ver al novio y a la novia a menos que (se vuelva) uno con ellos.
Cuando Abraham (…) quería ver lo que debía ver, (cortó) la carne del prepucio, enseñándonos que conviene destruir la carne.
(La mayoría de las cosas) en el mundo, mientras sus (partes internas) están ocultas, permanecen y viven. (Si son revelados), mueren, como lo ilustra el hombre visible: (mientras) los intestinos del hombre están ocultos, el hombre está vivo; cuando sus intestinos quedan expuestos y salen de él, el hombre muere. Lo mismo ocurre con el árbol: mientras la raíz está oculta brota y crece. Si sus raíces quedan expuestas, el árbol se seca. Este es el caso de cada nacimiento en el mundo, no sólo de lo revelado, sino (también) de lo oculto. Porque mientras la raíz del mal está oculta, sigue siendo fuerte. Pero cuando se reconoce se disuelve. Cuando se revela, ella muere. Por eso la palabra decía: “El hacha está puesta a las raíces de los árboles” (Mt 3). No sólo cortará —lo cortado vuelve a crecer— sino que el hacha penetra profundamente hasta sacar la raíz. Jesús desarraigó completamente la raíz de todas las cosas, mientras que otros lo hicieron sólo parcialmente. En cuanto a nosotros, que cada uno cave en busca de la raíz del mal que hay en él, y que sea desarraigado del corazón de cada uno. Será desarraigado si lo reconocemos. Pero si lo ignoramos, el mal se arraigará en nosotros y dará fruto en nuestro corazón. Él nos dominará. Seremos tus esclavos. Nos mantiene cautivos, para que hagamos lo que no queremos y no hagamos lo que queremos. Él es poderoso porque no lo reconocemos. Mientras exista, permanecerá activo. La ignorancia es la madre de (todos los males). La ignorancia resultará en (la muerte, porque) los que viven en la ignorancia no fueron, no son ni serán.
(…) será perfecta cuando se revele toda la verdad. Porque la verdad es como la ignorancia: mientras está oculta reposa en sí misma, pero cuando se revela y se reconoce, se vuelve alabada porque es más fuerte que la ignorancia y el error. Ella da libertad. La Palabra dice: “Si conocéis la verdad, la verdad os hará libres” (Juan 8:32). La ignorancia es una esclava. El conocimiento es libertad. Si conocemos la verdad, encontraremos los frutos de la verdad dentro de nosotros. Si nos unimos a él, nos traerá plenitud.
En la actualidad tenemos las cosas manifestadas de la creación. Decimos: “Los fuertes a quienes se tiene en alta estima son grandes individuos. Y los débiles que son despreciados son los oscuros”. Contrasta esta situación con las cosas manifiestas de la verdad: son débiles y despreciadas, mientras que las cosas ocultas son fuertes y tenidas en alta estima. Los misterios de la verdad se revelan, aunque sea a través de modelos e imágenes. La cámara nupcial, sin embargo, permanece oculta. Es el santo del santo. El velo inicialmente ocultaba (el camino) que Dios controla la creación, pero cuando el velo se rasga y las cosas internas se revelan, esta casa quedará desolada, o mejor dicho, será (destruida). Y toda deidad (inferior) huirá de aquí, pero no hacia el santo (de) los santos, porque no podrán mezclarse con la (luz) pura y la plenitud (perfecta), sino hacia las alas del cruzar (y debajo) sus brazos. Esta arca será (su) salvación cuando el diluvio de las aguas suba sobre ellos. Si algunas pertenecen al orden sacerdotal, podrán retirarse tras el velo con el sumo sacerdote. Por eso el velo no se rasgó sólo en la parte superior, ya que en este caso sólo estaría abierto para los de arriba; ni estaba rasgado sólo en la parte inferior, porque en ese caso sólo habría sido revelado a los de abajo. Pero estaba desgarrado de arriba a abajo. Los de arriba nos abrieron las cosas de abajo, para que pudiéramos penetrar el secreto de la verdad. ¡Esto es realmente lo que se tiene en alta estima (y) lo que es fuerte! Y llegaremos allí a través de modelos inferiores y formas de debilidad. Son verdaderamente inferiores en comparación con la gloria perfecta. Hay una gloria que sobrepasa la gloria y un poder que sobrepasa el poder. Por eso se nos han revelado las cosas perfectas, junto con las cosas ocultas de la verdad. El lugar santísimo ha sido revelado y la cámara nupcial nos invita a entrar.
Mientras esté oculta, la debilidad en realidad es ineficaz, porque no ha sido eliminada del núcleo de la semilla del Espíritu Santo. Son esclavos del mal. Pero cuando sea revelada, entonces la luz perfecta brillará sobre todos. Y todos los que estén en medio de ella (recibirán confirmación). Entonces los esclavos serán liberados y los cautivos serán rescatados. “(Toda) planta (que) mi padre que está en el cielo (no) plantó, será desarraigada” (Mt 15:13). Los que están separados se juntarán (…) y serán llenos. Quien (entre) a la cámara nupcial encenderá la (luz), porque (…) al igual que en las bodas que son (…) se realiza de noche. Ese fuego (…) sólo se apaga de noche y se apaga. Pero, por otra parte, los misterios de aquel matrimonio se perfeccionan de día y bajo la luz. Ni ese día ni su luz terminan jamás. Si alguno llega a ser hijo de la cámara nupcial, recibirá luz. Si alguien no lo recibe mientras está aquí, no podrá recibirlo en ningún otro lugar. Quien reciba esa luz no será visto ni podrá ser detenido. Y nadie podrá atormentar así a una persona, incluso cuando esté viviendo en el mundo. Y además, cuando se retire del mundo, ya habrá recibido la verdad en imágenes. El mundo se ha convertido en el reino eterno (eón), porque el reino eterno es plenitud para ella. Y sucede de esta manera: sólo a ella se le revela, no escondido en las tinieblas y en la noche, sino escondido en un día perfecto y bajo la luz santa.
Fuente: BIBLIOTECA NAG HAMMADI
James M. Robinson (ed.)
Harper San Francisco, 1994, pág. 141-160
Traducción: Raúl Branco
Reseña: Edilson Pedros
