Categorías
biografías PSICÓPATA

Timothy Leary

Leer en 8 minutos.

Este texto fue lamido por 172 almas esta semana.

por Aline Luz

“Todos hemos oído y leído muchas historias interesantes de “viajeros”, pero este descubrimiento es, no obstante, una gloriosa sorpresa. Los místicos regresan con relatos delirantes de niveles superiores de percepción, a través de los cuales una persona ve realidades cien veces más bellas y significativas que la tranquilizadora rutina familiar. Para la mayoría de las personas resulta impactante saber que su circuito de realidad cotidiana es sólo uno de las docenas de circuitos que, cuando se activan, son igualmente reales, pulsando con formas extrañas y señales biológicas misteriosas. Aceleradas o amplificadas, algunas de estas realidades alternativas pueden ser microscópicas, ricas en detalles; otros, telescópicos”

(Timothy Leary, en la página 42 de su autobiografía Flashbacks).

Timothy Leary, psicólogo estadounidense, es considerado el “Papa del LSD” y uno de los mentores de la contracultura de los años 1960. Se convirtió en un personaje de la cultura pop y fue homenajeado por la banda británica Moody Blues, con la canción “Legend of a Mente."

Timothy Leary escribió un libro en 1957, "El diagnóstico interpersonal de la personalidad", que le valió una cátedra en Harvard. El libro aborda la búsqueda de métodos no jerárquicos en la relación psicólogo-paciente, pone énfasis en la experiencia mutua y busca medios eficaces para alterar la realidad del paciente, sacándolo de estructuras mentales neuróticas a través de una nueva visión de la personalidad. Se consideró un enfoque innovador y paralelo a la antipsiquiatría de RD Laing.

En Harvard, Leary formó un grupo de investigación con psilocibina, después de una experiencia abrumadora con los hongos mágicos en México, hongo del que se extrae la sustancia. Esta experiencia le proporcionó la clave que buscaba para transformar eficazmente la realidad.

A partir de entonces orientó sus investigaciones hacia la experimentación con psicodélicos y también a promover sus beneficios, teniendo como aliado en esta misión al poeta beat Allen Ginsberg. El dúo introdujo informalmente la psilocibina, la mescalina y más tarde el LSD a muchos intelectuales y artistas en Estados Unidos y Europa.

El grupo de investigación de Timothy Leary también incluía a Richard Alpert, también profesor de Harvard, que más tarde se convertiría en Ram Dass, filósofo y gurú.

Desde el momento en que Leary tomó conocimiento del LSD, a través del académico inglés Michael Hollingshead, esta sustancia fue adoptada como su principal tema de investigación.

Al mismo tiempo, comenzó la persecución contra su grupo de estudio en Harvard, a raíz de la publicidad promovida en los círculos de la alta cultura y de algunos resultados satisfactorios en experimentos, que empezaron a preocupar a los defensores de las terapias tradicionales.

En su autobiografía, “Flashbacks: surfing caos”, también dice que uno de los motivos de la persecución fue también el interés de la CIA en descubrir técnicas de control mental a través de sustancias que alteran la conciencia, para ser utilizadas como arma de guerra, con el fin de de facilitar interrogatorios o promover la inutilización temporal (en muchos casos, permanente) de tropas, personas, aldeas.

El LSD fue una de las sustancias investigadas con este fin en un proyecto secreto (ya no disponible) llamado MKULTRA. El telón de fondo de este interés militar por el control mental fue la Guerra Fría.

Otro divulgador de los psicofármacos fue Aldous Huxley, a través de sus libros “Las puertas de la percepción” y “El cielo y el infierno”. Sin embargo, su tono literario no buscaba ganar adeptos ni tenía fervor de manifiesto, como los textos y discursos de Timothy Leary.

Una de las críticas recurrentes contra Leary es que la forma mesiánica en que manejó el asunto fue perjudicial para la investigación y contribuyó aún más a la desinformación promovida por los medios sensacionalistas.

Desde las primeras décadas del siglo XX existió un gran número de intelectuales y científicos interesados ​​en la investigación de sustancias psicotrópicas. La mayoría creía que la difusión masiva obstaculizaría una experiencia más consciente del impacto de la experiencia psicodélica, dentro de una sociedad que no estaba acostumbrada a lidiar con formas no racionales.

Pero el gran sueño de Leary era precisamente construir herramientas para cambiar la realidad que fueran accesibles para todos, de una manera pragmática y democrática que él consideraba no elitista.

Sus ideas de no jerarquía y la búsqueda de expansiones en la forma de pensar y actuar lo llevaron a formular la Política del Éxtasis, recogida en uno de sus libros: “La Política del Éxtasis”, de 1968.

La política del éxtasis se define como una política del derecho a la libertad interna, el derecho a manipular y conocer el potencial del propio cerebro, a programar la propia mente y escapar del temido control de rebaño, pero al mismo tiempo, se trata de una idea de que conlleva un riesgo de alienación individual, de creación de burbujas de realidad por parte del propio sujeto, que pueden aislarlo de la realidad social.

La política del éxtasis es la política del derecho al hedonismo sin culpa, el derecho a no sufrir o a negarse a sufrir, el derecho a la expansión de la conciencia. Una política cuyo ideal es conducir a la comprensión final de que todo está interconectado, a la globalización de la mente. Una propuesta para vivir la realidad colectiva e individual junto con lo virtual (lo que deseo), muy similar a lo que tenemos hoy con internet.

Timothy Leary llama al derecho a la libertad interna la quinta (quinta) libertad, término que se suma a las cuatro libertades dadas en un discurso de Franklin Delano Roosevelt – “Las cuatro libertades”, una oda a la democracia y al principio fundacional de Estados Unidos. independencia, apoyo a las libertades individuales, libertad de expresión, lo que los hizo conocidos como la “Tierra de los Libres”.

En la década de 1960, la libertad interna más temida era la libertad de explorar nuevos estados de conciencia. Estos estados aportan apertura a nuevos modos comunicativos, no lineales y no exclusivamente verbales. Esto se combina con las transformaciones tecnológicas que llevaron a Internet. De hecho, Timothy Leary se convirtió más tarde en un entusiasta de la cibercultura.

La arquitectura descentralizada de Internet ayuda a formar grupos sociales descentralizados y a dar voz a las ideologías que la defienden, ya sean anarquistas, apolíticas o neoliberales. Timothy Leary, a su vez, estaba en contra de la división derecha/izquierda, que consideraba una polarización obsoleta.

Para él, el factor de cambio preponderante reside en la juventud posterior a 1945, acostumbrada desde su nacimiento al modo de percepción no lineal moldeado por las nuevas tecnologías de la información.

En los años 1960, lo nuevo, defendido por la contracultura, fue incomprendido tanto por la derecha como por la vieja izquierda, formada por personas de mediana edad o mayores, acostumbradas a modos lineales de percepción, cuyo esquema formal de construcción de mensajes era todavía el de lenguaje escrito, en su mayor parte. El auge de la imagen como importante medio de comunicación ha hecho que la aprehensión no lineal sea dominante.

La nueva política se centraría más en la forma que en el contenido, más en el impacto y la acción que en largos discursos, como lo demostró el Yippies – Partido Internacional de la Juventud, cuyo apogeo fue en 1968. La nueva política debería ser capaz de lidiar con el caos en lugar de que imponer orden.

Timothy Leary criticó el comunismo, afirmando que es una ideología que va contra la libertad interior, pero también criticó la política de su país en cuanto a la guerra contra las drogas, el sistema penitenciario, la tiranía religiosa y, por tanto, animó a la gente a formar su propio culto.

En 1969 preparó su candidatura a gobernador del Estado de California, que no prosperó por problemas con las leyes antidrogas del entonces presidente, Richard Nixon, que lo perseguía.

Sin embargo, Leary incluso concedió entrevistas y anunció un plan de gobierno en el que su política de éxtasis se materializaría en la “eliminación de impuestos, frivolidades burocráticas y (…) la conversión de escuelas secundarias, colegios y penitenciarías en instituciones con fines de lucro. "

Además, pidió el voto electrónico directo para reemplazar la elección de representantes, “lo que resultará en una descentralización y una mayor autonomía local”, como nos cuenta en su autobiografía.

Al enterarse de su intención de ser candidato en unas elecciones, John Lennon y Yoko Ono decidieron expresarle su apoyo. El tema “Come Together” empezó a componerse para que sirviera de jingle de la campaña y acabó como tema del disco “Abbey Road” de los Beatles.

En 1988, unos diez años después de lograr liberarse de la condena por posesión de marihuana que lo llevó a la cárcel entre 1969 y 1976, Timothy Leary volvió a acercarse a la política, apoyando al candidato republicano Ron Paul, que ese año se postulaba a la Presidencia. por el Partido Libertario, partido cuyo lema es unir las ideas económicas liberales con las ideas de libertad individual.

Creen en el libre mercado, en el capitalismo posmoderno como manifestación de esa arquitectura orgánica o descentralizada en la que se basan actualmente las tecnologías.

La política del éxtasis de Timothy Leary no es ni de izquierda ni de derecha, como él la define. Tiene aspectos anárquicos, pero tampoco es anarquista. Podemos definirlo como un aliado del capitalismo posmoderno. Es una política a favor de la total libertad interior, pero condena el lado débil del ser humano, el sufrimiento, la debilidad o el miedo.

El placer debe ser inmediato, vivido como una experiencia directa. Esto es positivo, pero esconde una condición: la alienación del éxtasis eterno, que podemos describir como la alienación de la sociedad del espectáculo o del opio del pueblo, llevándonos a creer que sólo el exilio en realidades mentales alternativas podrá cambiar por completo la realidad concreta. .

Timothy Leary falleció el 31 de mayo de 1996, a los 75 años, en su propia cama, rodeado de amigos. Poco después, según sus deseos, le quitaron la cabeza del cuerpo y la congelaron. Su cuerpo fue incinerado y, en octubre de 1996, sus cenizas fueron transportadas por la nave espacial Pegasus y lanzadas al espacio con la ayuda de un satélite, junto con las de Gene Roddenberry, creador de Star Trek, y otros científicos y pioneros en estudios aeroespaciales. . La cabeza, no sabemos qué pasó con ella…

Bibliografía

LEARY, Timoteo. Fashbacks “surfeando en el caos”: una autobiografía. Traducido por Hélio Melo. São Paulo: Producciones culturales Beca, 1999.

LEARY, Timoteo. La política del éxtasis. Oakland: Ronin Publishing Inc., 1998.

Timothy Leary era partidario de Ron Paul (¿estaba drogado?), publicado en el sitio web Dangerous Minds.
http://dangerousminds.net/comments/timothy_leary_was_a_ron_p…

Deja un comentario

Traducir "