Categorías
Alta Magia

Sobre Dios creador – Corpus Hermeticum

Leer en 5 minutos.

Este texto fue lamido por 63 almas esta semana.

(de HERMES TRISMEGISTOS A ASCLÉPIOS)

1 Como mi hijo Tat, en tu ausencia, quiso ser instruido sobre la naturaleza del universo y como no me permitiste posponer esta instrucción, como es natural, siendo mi hijo un neófito en el conocimiento de las cosas particulares, te Se vio obligado a tratarlos detalladamente, para que le resultara más fácil seguir la doctrina. Pero para ti he querido, por lo dicho, optar por enviarte los asuntos más importantes en forma de epístola, expresándolos de manera más secreta en vista de tu edad más avanzada y del conocimiento que has adquirido de la naturaleza de las cosas.

2 Si las cosas que aparecen a los sentidos vinieron a ser y llegan a ser, y si las cosas que vienen a ser, no llegan a ser por sí mismas sino por otro, y si muchas cosas vinieron a ser, o mejor dicho, si vienen a ser cosas que aparecen a los sentidos y cosas diferentes y disímiles y si las cosas que nacen vienen a ser por otro, hay alguien que creó las cosas y ese alguien no llegó a ser, si quieres que sea anterior a las cosas que vienen a ser. Porque las cosas que llegan a ser, como digo, vienen a ser por medio de otra: ahora nada puede existir antes del conjunto de las cosas que nacieron, excepto lo único que no nació.

3 Este es el más poderoso y único, y es el único que es verdaderamente sabio en las cosas, ya que no hay nada que le preceda: porque él es el Primero en el orden del número y en el orden de la magnitud y por el diferencia que existe entre él y los seres creados para la continuidad de su creación. Por otra parte, el ser creado es visible, pero él es invisible: precisamente para eso crea, para hacerse visible. Crea todo el tiempo: en consecuencia es visible.

4 Así es necesario pensar, y luego admirar, y dicho esto, considerarse bienaventurado porque ha conocido al Padre: ¿Qué hay más dulce que un verdadero padre? ¿Qué es él y cómo conocerlo? ¿Es correcto darle a él, y sólo, el nombre de Dios, o el de Creador, o el de Padre, o incluso los tres? ¿Dios por su poder, Creador por su actividad, Padre por el Bien? Porque es potencia, ser diferente de las cosas que llegan a ser, y es actividad por la cual las cosas llegan a ser.

Deteniendo toda oleada de palabras y discursos vanos, es necesario aferrarse a estos dos conceptos: lo creado y lo creado, porque entre estos dos no hay nada, ni siquiera un tercer término. 5 En todo lo que concibas, en todo lo que oigas decir, recuerda estas dos y convéncete de que en ellas se resume todo, sin duda, ni de las cosas de arriba, ni de las de abajo, ni de las divinas, ni de las mudables, o de cosas del abismo; porque todo lo que existe se resume en dos cosas: lo creado y lo creado, es imposible separar uno del otro; porque lo que crea no puede separarse de lo creado, cada uno de los dos está sujeto a esto y a nada más, es por eso que ninguno puede separarse del otro y más aún de sí mismo.

6 Si el creador no es más que la función creadora única, simple, incompuesta, esta función necesariamente debe crearse a sí misma, ya que la creación de lo creado es la producción del ser y todo lo que se produce no puede existir como producido por sí mismo, sino que Es necesariamente producido por otro, sin creador, por lo tanto, lo que llega a ser, ni llega a ser ni existe. Una vez separados del otro, cada uno de estos términos perdió su propia naturaleza, privados de su complemento. Si se reconoce entonces que la realidad se resume en dos términos, lo creado y lo creado, estos dos forman una unidad en virtud de su unidad, uno delante del otro siguiente: el que marcha adelante es Dios creador, el que sigue, y cosa creada; cualquiera que sea.

7 Y no os avergoncéis de la diversidad de las cosas creadas, por temor de degradar a Dios y causarle falta de gloria: para él es una gloria crear todos los seres y esto es lo que conviene al cuerpo de Dios, el hecho de crear. Pero el creador no posee nada que sea feo o malo: pues se trata de accidentes tan inseparablemente ligados a la generación como la oxidación al bronce o la grasa al cuerpo. Ahora bien, no fue el operario quien produjo la oxidación, ni los padres quienes hicieron la manteca, ni Dios quien creó el mal. Pero es la duración de las cosas creadas lo que produce esta forma de pestilencia maligna y esa es la razón por la que Dios hizo la transformación como una purificación de las cosas creadas.

8 Bueno, si al pintor se le permite hacer el cielo y los dioses, la tierra y el mar, los humanos y todos los animales y objetos inanimados, ¿no podría Dios crear todo eso? ¡Qué loco, qué falto de conocimiento estás acerca de Dios! Quienes hablan así tienen la más extraña de las experiencias: al mismo tiempo que pretenden afirmar su piedad hacia Dios y darle gracias, negándose a atribuirle la creación de todos los seres, no sólo ignoran a Dios, sino que, en Además de esta ignorancia, cometen la más negra de las impiedades al atribuir como cualidades el desdén o la impotencia. Porque si Dios no es el creador de todos los seres, es porque desdeña crearlos o no puede; Ahora bien, es impío pensar en esto.

9 Porque Dios tiene una sola cualidad, el Bien, y ser bueno no es ni despectivo ni impotente. Sí, esto es Dios, el Bien y el poder de crearlo todo, y todo lo creado viene a ser por Dios, es decir, por aquel que es bueno y tiene el poder de crearlo todo.

Ahora bien, si quieres saber cómo creó Dios y cómo llegaron a existir las cosas creadas, puedes hacerlo: esta es una comparación hermosa y creíble.

10 Vean al trabajador echando la semilla en la tierra, aquí el fruto, allá la cebada, más allá alguna otra clase de semilla. Véalo todavía plantado aquí una vid, allá un manzano y todas las demás especies de árboles. Así siembra Dios la inmortalidad en el cielo, el cambio en la tierra, la vida y el movimiento en el todo. Estos principios no son numerosos, sino pequeños en número y fáciles de contar: porque son cuatro en total, más Dios mismo y la naturaleza creada, que constituyen todo lo que existe.

Corpus Hermeticum

Deja un comentario

Traducir "