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Penetración profunda
Equilibrio entre cuerpo, mente y espíritu: esta es la propuesta de la escuela tántrica. Una de las formas de lograrlo es canalizando la energía sexual para aprovechar su poder y energía. La penetración profunda es una postura de la escritura tántrica más esotérica llamada Chandamaharosana (el gran elixir lunar). La apertura de las piernas de la mujer permite sentir la penetración a un nivel diferente al habitual. Prueba otras sensaciones apoyando tus piernas sobre sus hombros.
Propensión
La energía de Shakti fluye armoniosamente en esta postura sensual. Ambos deben estar sentados, ligeramente inclinados hacia atrás, apoyando su peso en los brazos. El hombre debe penetrar lentamente, mirándola intensamente a los ojos. Sutiles movimientos pélvicos acompañan el juego. Si están cansados pueden tumbarse sin perder la postura, disminuyendo el ritmo, formando un mandala con sus cuerpos entrelazados.
Sesión
Hacer el amor sentado con la espalda erguida entrelaza los cuerpos, haciendo que esta energía fluya libremente y en armonía. En esta posición, la pareja se abraza y se mueve suavemente, dejando circular los sentimientos y los sentidos.
Postura de Kali
La imagen de esta postura recuerda a la diosa tántrica Kali sentada sobre el falo, que representa el pene de su compañero inerte, Shiva. Cuando hacían el amor buscaban una sexualidad desinhibida y desenfrenada. La mujer se sienta en cuclillas sobre el hombre y mueve las caderas en círculos mientras le toma las manos. Durante el coito, ella puede acariciar tu clítoris o dejar que él lo haga para aumentar tu excitación y provocar un orgasmo profundo.
dulce ofrenda
La mujer está de pie junto al hombre, que está apoyado en las almohadas de la cama. De esta manera podrás mostrar tu cuerpo, ofrecerle tus pechos. Los pezones son muy erógenos y su estimulación activa los centros emocionales y sexuales de la mente. A través de técnicas de amor tántrico, ofrecer tus pechos a un hombre simboliza la esencia de la feminidad, la amante y madre que potencialmente es toda mujer.
Postura del elefante
Esta postura juega con los roles de la pareja durante el acto sexual. Siempre hay uno que domina más el ritmo del juego que el otro. En la postura del elefante, el hombre controla la situación penetrando a la mujer por detrás, pero soportando su propio peso con la fuerza de sus brazos, apoyados en el suelo. La mujer no es del todo pasiva: puede cerrar los muslos para reducir el ángulo de penetración o mover las caderas para acompañar al hombre en cada embestida.
La postura de las tijeras
El hombre tendido de costado recibe a la mujer que, casi de espaldas a su pareja, le pasa la pierna por la cintura entrelazando sus cuerpos de una manera muy excitante. La postura de tijera permite que ambos se miren, logrando la tan deseada comunicación serena. La pareja respira sincrónicamente y se une con caricias y besos. La pierna del hombre entre la de la mujer se puede utilizar para acariciar suavemente su clítoris y estimularla para que alcance un orgasmo dulce y profundo.
Yantra ensamblado
Los beneficios de las variaciones en la vida sexual de una pareja son infinitos. La mujer debe colocar sus piernas sobre los hombros de su amante y relajar los músculos pélvicos para permitir una penetración profunda. En Chandamaharosana Tantra, esta postura se llama yantra montado. Elimina la fatiga y abre los canales de energía en la pelvis y la ingle, al mismo tiempo que favorece la circulación linfática.
