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PSICÓPATA

El amor como construcción, y ritual también

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Rafaela Fernández

Tenemos, a lo largo de la historia, personas que definieron el amor de las más diversas formas: poetas, escritores, filósofos, científicos, etc. Desde quienes lo describen como una prisión, una ilusión, un fenómeno social/antropológico para asegurar la supervivencia humana, que involucra la biología, la reproducción y las hormonas, hasta quienes afirman que es una de las mayores maravillas que se pueden experimentar en la vida.

Pero para mí el amor es una construcción.

El amor no es algo que aparece por impulso, momentáneamente y que se disuelve fácilmente. El amor tiene bases sólidas.

Pensando en estas cuestiones, comencemos a diseccionar los elementos esenciales para el surgimiento y mantenimiento del amor, a los que yo llamo factores esenciales.

Desde el principio

  • Buena impresión, respeto y educación: Para que alguien pueda desarrollar cualquier tipo de contacto a largo plazo es necesaria una buena impresión. Cuenta la leyenda que se puede obtener una primera impresión, ya sea buena o mala, en unos 5 minutos de conversación. El respeto y los buenos modales son esenciales aquí. Es decir, trabaja tu magnetismo, elocuencia, glamour, etc., para que puedas dar una buena impresión inicial, lo que favorece cualquier relación.

A partir de ahí, hay que tener en cuenta otros factores.

  • Afinidad: La afinidad juega un papel importante en las relaciones duraderas y estables. Contrariamente a la creencia popular, a largo plazo los opuestos tienden a tener desacuerdos por una razón obvia: opiniones fuertemente opuestas.
  • Confianza: La confianza juega un papel esencial aquí. Se vuelve imposible mantener el amor si hay desconfianza en una de las partes. El amor no puede sostenerse si no se puede contar con el apoyo del otro, y lo recíproco debe ser verdadero.
  • Amistad: Con la confianza y la afinidad viene la amistad. Las conversaciones fluyen de forma natural, ambos se sienten abiertos, empiezan a confiar, a abrirse y a contar el uno con el otro.
  • Apoyo: Apoyarnos unos a otros es muy importante. Es fundamental levantar a los demás, creer en los proyectos, ayudar a superar obstáculos y seguir adelante en los buenos o malos momentos. Y, sin embargo, frente al error, la gran diferencia es la capacidad de aportar claridad con cuidado.
  • Recepción: Ser capaz de expresar sus inseguridades y miedos, sin temor a ser menospreciado o a que su dolor se minimice, es importante para construir una relación. La acogida viene acompañada de muestras de cariño, apoyo y fortaleza para superar esos momentos.
  • Afecto: El cariño aporta cariño y ligereza al amor, es la expresión de todo lo que se siente de diversas formas.
  • Admiración: La admiración nos hace capaces de mirarnos con aún más brillo, genera interés por aprender más, nos anima a crecer, nos enorgullece de ser parte del proceso y de ser parte de la vida del otro.
  • Buenos recuerdos: Es necesario construir buenos recuerdos para que siempre podamos recordar lo que nos mantiene en una relación. Ante la adversidad debemos ser capaces de recuperar recuerdos de buenos momentos que nos den fuerzas para continuar.
  • Falta: Todos queremos tener y ser la persona de confianza de la pareja, la primera persona que aparece en la mente del otro cuando pasan cosas buenas o malas, ser esa persona a la que el otro quiere contarle o compartir buenos momentos y en la que confía lo suficiente como para sentirse acogido por la pareja habla de malos momentos.
  • Lealtad: La lealtad es una consecuencia que se obtiene por un conjunto de factores ya mencionados, como el respeto, la confianza, la amistad y el apoyo. La lealtad presupone una confianza preexistente, donde no hay lugar para miedos e inseguridades. No hay abandono, traición, disimulo o engaño de ningún tipo.
  • Ligereza: Tener la capacidad de tomarse la vida a la ligera aporta una sensación de calma, equilibrio y solidez dentro de la relación, apreciar cada momento y valorar las pequeñas cosas de la relación nos hace ver la relación como más duradera.
  • Sentido del humor: Una parte que puede olvidarse fácilmente es una de las más divertidas de una relación: reírse de los mismos chistes o situaciones hace que las relaciones sean más ligeras.
  • valor: El afecto surge como consecuencia de un conjunto de factores, y a partir de ahí el individuo se vuelve valioso, teniendo una importancia y un espacio únicos en la vida del otro. Como toda cosa valiosa, puede ser valiosa porque es escasa, una relación basada en elementos esenciales, como la que traigo en este artículo, nos trae una mayor reflexión sobre los elementos que orientan la construcción de este valor.
  • Deseo: He traído aquí el deseo (atracción sexual) a propósito, ya que sólo está presente en el amor romántico, sólo hará la diferencia si el individuo busca específicamente este tipo de relación. Todos queremos ser esa persona que estimula el deseo, que hace calentar la piel ajena, que invade los sueños, activa la libido y es la fantasía que impregna la mente del otro.

Teniendo esto en cuenta, es fácil observar la cantidad de factores que hacen que una relación sea duradera y prometedora. Estos factores son esenciales en la construcción del amor.

De la construcción del ritual

Para conseguir algo que parece sencillo, como el amor, nos damos cuenta de que, para construir un ritual eficaz, debemos trabajar varias áreas al mismo tiempo, construyendo cada uno de los elementos de una buena relación y trabajando para que se hagan realidad. La construcción de un ritual implica estrategia, donde atacamos varios puntos que se deben trabajar para obtener el resultado esperado.

Venus, Marte y algunas cosas malas.

Un ejemplo que ilustraría bien esto sería observar qué planetas, elementos y entidades gobiernan determinados aspectos.

En el sistema Trithemius, por ejemplo, tenemos arcángeles vinculados a los planetas, y cada uno lleva sus propias responsabilidades, es decir, cada uno se ocupa de funciones específicas vinculadas al planeta regente. Venus habla de amor, cariño, admiración, romance y siempre será indicada para labores de amor. Cuando hablamos de Marte y su Arcángel, no hablamos sólo de guerra, hablamos de fuego, impulso sexual y deseo.

En el sistema Enoquiano, tenemos ángeles transportadores que pueden atraer ciertos aspectos a la relación. Tenemos los ángeles de la mesa de fuego terrestre que se pueden utilizar de manera efectiva para obtener mayor deseo sexual entre la pareja. Los ángeles de la tierra freática para provocar sentimientos profundos, estimular conexiones emocionales, etc.

Conclusión

No importa cuál sea el resultado deseado, la magia no es magia ni una tarea sencilla, es necesario observar todos los factores involucrados e idear estrategias para alcanzar tu objetivo. El resultado aquí es el resultado de un extenso trabajo, que la mayoría de las veces involucra varios ritos, atacando diferentes aspectos para presentar el resultado necesario.


Rafaela Fernández. Lector de tarot. Ocultista. Y colaborador habitual en proyectos: mortesubita.net, enochiano. com.br, trithemius.com.br y lemegeton.com.br

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