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El tercer grupo de elementales es el de salamandras ou Espíritus de fuego. Viven en éter Fuego tenue, espiritual e invisible del mundo físico. Sin Salamandras, el Fuego material no podría existir; No se podía encender una cerilla ni producir fuego de ninguna fuente sin la ayuda de Salamandras que aparecen inmediatamente, [como creían los místicos medievales], cada vez que se evocan, desde el comienzo de los tiempos humanos, cuando el fuego era el resultado de la mera fricción de piedras y palos.
Es extremadamente difícil para los humanos comunicarse exitosamente con las Salamandras debido a la naturaleza inflamable del Elemento que habitan, lo que dificulta el contacto. Sin embargo, todo se resuelve [quemando] el polvo [de incienso] que se utiliza en la evocación de estos Elementales que así aparecen. Los filósofos del mundo antiguo fabricaban varios tipos de incienso, especialmente compuestos de hierbas y perfumes. Cuando se quema incienso, los vapores forman la mediano [el medio] a través del cual los Elementales pueden manifestarse.
Las salamandras tienen grupos variados como las ondinas y los gnomos. Hay muchas familias, de diferentes apariencias, tamaños y dignidades. A veces las salamandras son visibles como pequeñas bolas de luz. Paracelso escribió: “Se han visto salamandras en diversas formas, desde bolas de fuego y lenguas de fuego, corriendo por los campos o acechando en las casas” [Filosofía oculta, traducido por Franz Hartmann]
Los investigadores medievales de los espíritus de la naturaleza opinaban que la forma más común de salamandra era la de un gecko o lagarto, más largo, visible como un resplandor. urodela [orden de anfibios llamados Caudados, incluye salamandras y tritones en unas 500 especies], girando y gritando en medio del fuego. Otro grupo fue descrito como gigantescos mantos de fuego, protegidos con hojas de armadura incandescente. Ciertamente algunos autores medievales, entre ellos el abad de Villars, atestiguan que Zoroastro era hijo de Vesta [no la griega, otra que, se creía, era la esposa de Noé] y de la gran salamandra. oromasis. Debido a esta creencia, los persas erigieron varios altares dedicados al padre Salamandra del maestro.
Una de las subdivisiones más importantes de las salamandras son las actnici. Estas criaturas aparecían como un globo, flotando sobre las aguas, por la noche y, ocasionalmente, aparecían como tenedores de llamas sobre los pastores y rebaños de ovejas [se llama Fuego de San Telmo]. Las salamandras eran consideradas, entre los Elementales, las más fuertes y poderosas. Su rey es un Espíritu magnífico llamado Djin, terrible y horrible. Considerados peligrosos, los sabios prefirieron mantenerse alejados de ellos.
El dominio geográfico de las salamandras es el punto cardinal sur, asociado al calor. Estos elementales ejercen una influencia considerable sobre seres de naturaleza inflamada y temperamento tempestuoso. Tanto en animales como en hombres, las Salamandras trabajan sobre los aspectos emocionales del Ser, actuando específicamente sobre los cuerpos calientes, el hígado y el torrente sanguíneo. Sin su ayuda no habría calor.
Manly P. Hall, 1928. Trad. adaptar. & investigación: Ligia Cabús do Nascimento
