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Columna de Booz y columna de Jachim

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LAS COLUMNAS B y J de nuestra Tienda representan las COLUMNAS que se encontraban en el Atrio del Templo de Salomón y no pertenecen a la división arquitectónica clásica.

COLUMNA B o “Booz” (hebreo BOAZ), es decir, – “en fuerza”, representa generación; Revela estabilidad ponderada y debe ser blanco.

Las dos palabras juntas significan por tanto: “Dios estableció en vigor, sólidamente, el templo y la religión de la que es centro”.

La Biblia nos cuenta que las dos COLUMNAS de bronce fueron erigidas a la entrada del Templo de Salomón, una a la derecha, bajo el nombre de Jachin, y la otra a la izquierda, bajo el nombre de Booz. Nunca ha habido disputa sobre el sexo simbólico de estas dos COLUMNAS, la primera de las cuales está suficientemente caracterizada como masculina por el Iod inicial que comúnmente la designa. En efecto, esta letra hebrea corresponde a la masculinidad por excelencia. Beth, segunda letra del alfabeto hebreo, en cambio, se considera esencialmente femenina, pues su nombre significa casa, morada, de ahí la idea de receptáculo, cueva, matriz, etc. La COLUMNA J es, por tanto, masculina-activa y la COLUMNA B femenina-pasiva. En consecuencia, el simbolismo de los colores exige que el primero sea rojo y el segundo blanco o negro.

La palabra Jachin, en hebreo, se escribe con las letras Iod, Caph, Iod, Nun. Para evitar errores de pronunciación, a veces se escribe Jakin. La palabra Booz se escribe con las letras Beth, Aïn (letra que no puede traducirse fonéticamente excepto por una sana aspiración, por el fuerte espíritu del griego), Zaïn. Booz a menudo se escribe en lugar de Booz; sin embargo, esta última ortografía está más acorde con el hebreo.

La Biblia es formal: sitúa a Jaquín a la derecha y a Booz a la izquierda, lo que está de acuerdo con el simbolismo tradicional y universal.

El Rito Escocés sitúa así las dos COLUMNAS, pero el Rito Francés invierte sus respectivas posiciones: sitúa a Jachín a la izquierda y a Booz a la derecha, y nada justifica este cambio, ni siquiera el hecho de que estas COLUMNAS fueran transportadas desde el extranjero al interior del Templo.

Masónicamente el Sol corresponde a la COLUMNA J y la Luna corresponde a la COLUMNA B y se les asignan los siguientes colores: Rojo a la COLUMNA J, Blanco o Negro a la COLUMNA B, correspondiendo así a Activa y Pasiva.

Si nos atenemos al texto bíblico, las dos COLUMNAS eran de bronce y ambas tenían el color natural de este metal. Para diferenciarlos se decidió agregarles colores y esta decisión es arbitraria y discutible.

La ubicación de las COLUMNAS varía según dónde se coloque el observador: delante o detrás. Para la mayoría de los símbolos, debes considerar al espectador frente a ti.

Es fácil ver que el color blanco corresponde perfectamente a la Sabiduría, la Gracia y la Victoria; el color rojo, a la Inteligencia, el Rigor y la Gloria, mientras que el azul está en armonía con la Corona, la Belleza, la Fundación; el negro corresponde al Reino.

Así pues, al lado derecho (positivo) le asignamos el color blanco, al lado izquierdo (pasivo), el color rojo; en el centro, el color azul (neutro) y, en la base, el color negro (materia). Al atribuir el Blanco a la COLUMNA de la derecha y, en consecuencia, a Jachin, respetamos el símbolo solar, atribuido a esa COLUMNA, ya que la luz del Sol es blanca.

Los tres colores: azul, blanco y rojo aparecen en la bandera francesa.

Por lo tanto, la COLUMNA J debe ser blanca y la COLUMNA B roja; el azul es el color del Cielo y del Templo, de la Bóveda Estrellada. Precisamente la masonería da el color blanco en sus grados más altos; el color rojo a sus grados intermedios y el color azul a sus primeros grados, cuyos participantes, ante todo, deben practicar la tolerancia.

Las dos COLUMNAS marcan los límites del Mundo creado, los límites del mundo profano, del cual Vida y Muerte son la contradicción extrema de un simbolismo que tiende a un equilibrio que nunca será alcanzado. Las fuerzas constructivas no pueden actuar hasta que las fuerzas destructivas hayan completado su tarea. Estas fuerzas opuestas son “necesarias” unas para otras. No se puede concebir la COLUMNA J sin la COLUMNA B, así como el calor sin frío y la luz sin oscuridad.

por José Cantos

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