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Realismo fantástico

Los registros de Baian-Kara-Ula

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Poco después del final de la Segunda Guerra Mundial, un barco se hundió en el Pacífico. Según noticias de la época, llevó a Estados Unidos una gran cantidad de ciertos discos de piedra, hoy conocidos como “discos en espiral”. Estos discos formaban parte de los que habían sido descubiertos en las cuevas de la zona de Balam-Kara-Ula, por unos científicos chinos que realizaban investigaciones sobre las antiguas civilizaciones que existieron en la frontera chino-tibetana, una región montañosa en la que Hay cuevas en las partes superiores. Fue allí donde un equipo de arqueólogos, dirigido por el profesor Nui, de la Universidad de Pekín, encontró; más de setecientos discos de piedra. Tenían un agujero en el medio y de este agujero salían profundos surcos dobles, que terminaban en los bordes.

Eran similares en todos los aspectos a nuestros discos fonográficos modernos. Fueron enviados a la capital china para ser estudiados y allí en los laboratorios se encontró un alto nivel de cobalto en su composición. Con el tiempo, los científicos lograron descifrar las inscripciones, pero se les prohibió revelarlas debido a su fantástico contenido. Ahora, años después de su descubrimiento, se sabe que estas inscripciones se relacionan con la llegada, hace 12 mil años, de lo que se presume fueron naves espaciales.

Balam-Kara-Ula es un lugar montañoso, donde viven dos tribus: los Dropa y los Ham, que son prácticamente enanos y miden 1 m de altura. Son una raza curiosa que no fue posible relacionar con ningún otro grupo étnico de la Tierra, por falta de referencias sobre ellos en otras regiones, cercanas o lejanas. Todo lo que se sabe y se obtuvo de los discos de piedra, que cuentan que los dropa descendieron del cielo en sus embarcaciones aéreas y que, diez veces, desde el amanecer hasta el atardecer, ¡los habitantes del lugar! se escondieron en las cuevas. Sólo más tarde comprendieron que los signos hechos por los recién llegados eran de paz.

Otras inscripciones describen su desesperación por la pérdida de su último aparato volador, que había resultado dañado, y la imposibilidad de repararlo. Se desconoce la secuencia de la historia, se supone que está contenida en los platillos que se hundieron camino a Estados Unidos.

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