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PSICÓPATA

Visión 5: Las ondas vibratorias de la unidad exterior: la experiencia psicodélica

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A medida que las percepciones aprendidas se desvanecen y la estructura del mundo externo se desintegra en fenómenos ondulatorios directos, el objetivo es mantener una conciencia pura, libre de conceptos (Primer Bardo). A pesar de los preparativos, es probable que uno retroceda por sus propias inclinaciones mentales hacia dos interpretaciones, alucinatoria o reveladora, de la realidad. Una reacción conduce a la claridad intelectual o a la aterrorizada confusión de la cuarta visión (descrita justo arriba). Otra interpretación es la reacción emocional ante la fragmentación de formas diferenciadas. Uno puede verse sumergido en una unidad extática o caer en un egoísmo aislado. The Shout Thodol llama a la primera la “Sabiduría de la Igualdad” y a la segunda un “atolladero de existencia mundana que surge del egoísmo violento”. [La Deidad Pacífica de la cuarta visión viene en la forma de Bhagavan Ratnasambhava, nacido de una joya. Es abrazado por la divina madre, La de los Ojos de Buda, y acompañado por el Bodhisattva, madre del cielo, el Todo Bien, y los que portan incienso y rosario. “En el plano elemental, Ratnasambhava corresponde a la tierra, que sostiene y nutre a todos los seres con la ecuanimidad y paciencia de una madre, a cuyos ojos todos los seres que ella ha dado a luz son iguales”. (Govinda, op. cit., p.119)] en el estado de unidad radiante, uno siente que hay sólo una red de energía en el universo y que todas las cosas y todos los seres sintientes son manifestaciones momentáneas de los patrones simples. Cuando se imponen interpretaciones egoístas a la quinta visión, se experimentan fenómenos de “muñecas de plástico”. Las formas diferenciadas se consideran inorgánicas, aburridas y estandarizadas.[ 12 ], destartalados, de plástico y todas las personas (incluido usted mismo) son vistas como maniquíes sin vida aislados de la vibrante danza de energía que se ha perdido.

 

Los datos experienciales de esta visión son similares a los de la cuarta visión. Toda estructura artificial aprendida colapsa y vuelve a la forma de vibraciones de energía. La conciencia está dominada no por una claridad reveladora, sino por una unidad centelleante. El individuo queda fascinado por el silencioso y arremolinado juego de fuerzas. Formas extrañas danzan a su alrededor, todos los objetos que lo rodean irradian energía, emanaciones brillantes. Tu propio cuerpo es visto como un juego de fuerzas. Si se mira en un espejo, ve un brillante mosaico de partículas. La sensación de tu propia estructura ondulada se vuelve más fuerte. Una sensación de derretirse, de flotar. El cuerpo ya no es una unidad separada, sino un grupo de vibraciones que envían y reciben energía, una fase de la danza energética que se ha bailado durante milenios.

 

Un sentimiento de profunda unidad, un sentimiento de unidad de toda la energía. Las diferencias superficiales de rol, casta, estatus, sexo, especie, forma, poder, tamaño, belleza, incluso las distinciones entre la energía inorgánica y la viva, desaparecen ante la visión extática de todo en uno. Todos los gestos, palabras, actos y eventos son equivalentes en valor: todos son manifestaciones de la única conciencia que lo impregna todo. “Tú”, “yo” y “él” se han ido, “mis” pensamientos son “nuestros”, “tus” sentimientos son “míos”. La comunicación es innecesaria mientras haya completa comunión. Una persona puede sentir las sensaciones y estados de ánimo de otra directamente, como si fueran propios. A través de una mirada se pueden transmitir palabras y vidas enteras. Si todos están en paz, las vibraciones están "en fase". Si hay discordia, aparecerán vibraciones “desfasadas” que se sentirán como música disonante. Los cuerpos se derriten en oleadas. Los objetos del entorno (luces, árboles, plantas, flores) parecen abrirse y darte la bienvenida: son parte de ti. Todos ustedes son simplemente diferentes pulsos de las mismas vibraciones. Una sensación pura de armonía extática con todos los seres es la nota clave de esta visión.

 

Pero, como antes, puede haber miedo. La unidad requiere un sacrificio extático. La pérdida del ego sorprende a quienes no están preparados. La fragmentación de las formas en ondas provoca el miedo más terrible conocido por el hombre: la revelación epistemológica final.

 

La verdad de la materia es que todas las formas aparentes de materia y cuerpo son grupos momentáneos de energía. Somos poco más que destellos en una pantalla de televisión multidimensional. La satisfacción experimentada directamente puede ser deliciosa. De repente te despiertas de una ilusión de formas separadas y te enganchas a la danza cósmica. La conciencia se desliza a través de las matrices de ondas, silenciosamente, a la velocidad de la luz.

 

El terror viene con el descubrimiento de la fugacidad. Nada es fijo, ninguna forma es sólida. Todo lo que puedes experimentar son “nada más que” ondas eléctricas. Después de todo, te sientes engañado. Víctima de un importante productor de televisión. Desconfianza. Las personas que te rodean son robots de televisión sin vida. El mundo que te rodea es una fachada, un escenario. Eres una marioneta indefensa, una muñeca de plástico en un mundo de plástico.

 

Si otros intentan ayudar, son vistos como si estuvieran hechos de madera, figuras de cera, monstruos insensibles, fríos, grotescos, maníacos, de ciencia ficción. Eres incapaz de sentir. "Estoy muerto. Nunca volveré a vivir ni a sentir”. En caso de pánico, puedes intentar forzar el regreso del sentimiento mediante una acción, un grito. Entonces entrarás en la etapa del Tercer Bardo y renacerás desagradablemente.

 

El mejor método para escapar de los terrores de la quinta visión es recordar este manual, relajarse y balancearse con la danza ondulante. O dile al guía que estás en la fase de muñeca de plástico y él te guiará de regreso.

 

Otra solución es avanzar hacia el flujo biológico interno. Sigue las instrucciones dadas en la tercera visión: cierra los ojos, acuéstate boca abajo, busca el contacto corporal, flota en el flujo de tu cuerpo. Al hacerlo, estás recapitulando la secuencia evolutiva. Durante miles de millones de años, la energía inorgánica bailó en el ciclo cósmico antes de que comenzara el ritmo biológico. No la apresures.

 

Si el guía siente que la persona está experimentando visiones de muñecos de plástico o tiene miedo de la incontrolabilidad de sus propias sensaciones, debe leerle estas instrucciones.

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