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Brujería y paganismo

La hierba del diablo

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“La hierba del diablo es para quienes quieren poder. El humo es para quienes desean contemplar y ver. "

– (CASTANEDA, 1967 – p 35)

 

Ningún estudio de la obra de Carlos Castaneda estaría completo sin mencionar las plantas/“aliados” o “poder” experimentados por el autor a lo largo de su aprendizaje con el maestro chamán Don Juan.

Sin embargo, antes de abordar este tema, es necesario dejar claro que esta etapa del aprendizaje tiene una importancia mínima dentro del universo de conocimientos adquiridos y estados alterados de conciencia perceptiva experimentados por Castaneda.

Los rituales relacionados con el cultivo y la preparación, especialmente con respecto a la llamada Hierba del Diablo, no se reproducirán aquí como citas completas. El lector interesado en los detalles no tendrá dificultad en acceder directamente al libro donde se describen estos procedimientos, pero este escritor no cree que alguien tenga la “pachorra” (paciencia, en realidad) para seguir paso a paso los procedimientos prescritos por Don Juan.

La Datura stramonium está clasificada por botánicos y químicos farmacéuticos, sin más, como una planta venenosa. El adjetivo es justo porque si, eventualmente, cualquier profano quiere disfrutar de sus efectos psicotrópicos, un pequeño error en la dosificación, en el proceso de preparación y/o consumo/uso del destilado o pasta (o pomada) de Datura puede fácilmente resultar en la muerte del usuario.

Los mamíferos herbívoros, rumiantes o no, bovinos, asnos, equinos, caprinos, ovinos, rechazan esta planta; Nunca la consumen, quizás por un instinto de supervivencia alertado por el desagradable olor característico de esta planta.

En portugués se le conoce popularmente con nombres como: trompeta, figueira-do-demo, figueira-do-devil, figueira-do-inferno, figueira brava, zabumba, entre otros.

Aunque se adapta mejor a las temperaturas cálidas, la datura crece en casi todos los continentes del mundo, adaptándose a diferentes tipos de suelo siempre que esté cerca de corrientes de agua superficiales o subterráneas.

Así, la datura, utilizada en América por los chamanes indígenas para producir cambios en la percepción, era muy conocida en sus variaciones igualmente tóxicas en Europa del este, Asia y Europa occidental y, muy especialmente, era el ingrediente esencial del ungüento que las brujas usaban para producir cambios en la percepción. lo transmitían al cuerpo antes de su participación mágica en fiestas llamadas Sabbats.

Por ello, muchos investigadores y maestros ocultistas afirman que las excentricidades de aquellos Sabbats, desde viajar a lugares donde serían retenidos, volar con o sin escobas, hasta prácticas sexuales promiscuas, relaciones íntimas con seres fantásticos que luego fueron descritos como demonios o los el propio diablo, eran en gran medida sólo alucinaciones provocadas por los efectos de la Datura.

Sobre la brujería [La Démonomanie des Sorciers] — libro de 1580, Jean Bodin escribió: Preparándose para ir al Sabbat, la bruja o el mago se tumbaba en su cama completamente desnudo y ungía su cuerpo con el famoso “ungüento de las brujas”… (DERECHA, 1865)

(Giambattista della) Porta (italiano -? 1535-1615)… da, en su Magia Natural, la supuesta receta del ungüento de las brujas, mediante el cual son transportadas al Sabbat. Lo compone con grasa infantil, acónito hervido en hojas de álamo y algunas otras drogas... Pensamos que composiciones de opiáceos, médula de cáñamo verde, datura stramonium, laurel de almendra entrarían con no menos éxito en composiciones similares. (LEVI, 1983 – pág. 340)

Queda muy claro que el uso de la datura para producir estados alterados de conciencia perceptiva no es exclusivo del chamanismo mesoamericano prehispánico.

La forma en que Don Juan usa la Datura, sin embargo, requiere nada menos que un período de preparativos de un año, comenzando con el requisito de que los especímenes de la planta, machos y hembras, sean cultivados por el propio usuario o su maestro. En el caso de Castañeda, en su primera experiencia con la Datura la planta utilizada supuestamente era la de Don Juan.

El chamán explica que se utilizan todas las partes de la Datura y cada una de ellas tiene poderes o virtudes/venenos –principios activos– que están diseñados para producir diferentes efectos. Estas partes son: raíz, tallo y hojas, flores (extremadamente peligrosas, mortales) y semillas.

La hierba del diablo tiene cuatro cabezas; la raíz, el tallo y las hojas, las flores y las semillas. Cada uno es diferente, y quien los convierta en tu aliado deberá aprender sobre ellos en ese orden.

La cabeza más importante está en las raíces. El poder de la hierba del diablo se obtiene a través de sus raíces. El tallo y las hojas son la cabeza que cura las enfermedades; Si se usa correctamente, esta cabeza es un regalo para la humanidad. La tercera cabeza está sobre las flores y se utiliza para volver loca a la gente, hacerla obediente o matarla.

El hombre que tiene la hierba como aliada, nunca absorbe las flores, ni siquiera el tallo y las hojas, a menos que él mismo esté enfermo; pero las raíces y semillas siempre son absorbidas; especialmente las semillas, que son la cuarta cabeza de la hierba del diablo y la más poderosa de las cuatro. (CASTANÉDA, 1967 – p 28)

Para cosechar las partes de las plantas, Don Juan observa una secuencia casi ritual de manejo de la Datura. Para extraer un buen trozo de raíz, de los ejemplares masculinos y femeninos, excava alrededor del ejemplar con sumo cuidado, con sus propias manos, para no “lastimar” a la “entidad”.

Para facilitar el trabajo utiliza sólo ramas de un árbol específico, el palo verde (Parkinsonia aculeata) porque... la yerba del diablo tiene muy pocos amigos, y el palo verde en esta región es el único árbol que se lleva bien con ella. .. (Ídem, p 29).

Ligia Cabús

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