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El alfabeto hebreo, el alfabeto simbólico más importante de la tradición mágica occidental, ingresó al ocultismo a través de la Cabalá, un sistema de pensamiento y práctica mística judía adoptado por muchos magos no judíos durante y después del Renacimiento. Las letras hebreas tienen un conjunto de correspondencias simbólicas más extenso que cualquier otro alfabeto utilizado en la magia occidental.
Gran parte del simbolismo básico del alfabeto hebreo se puede encontrar en el Sepher Yetzirah, un libro precabalístico de misticismo judío que fue adoptado por los cabalistas. De esta fuente surge la relación entre las letras y el Cubo del Espacio, un diagrama básico de la teoría cabalística. El vínculo entre las letras hebreas y el Árbol de la Vida, el otro (y más conocido) diagrama cabalístico, surgió en las primeras etapas del desarrollo de la Cabalá y se puede encontrar en el Bahir – el texto principal más antiguo de la Cabalá – y en el Zohar, el enorme libro cabalístico de Moisés de León.
Las veintidós letras se dividen en tres letras madre, siete letras dobles y doce letras simples; estas agrupaciones, como se muestra en la tabla, significan los elementos fuego, agua y aire; los siete planetas; y los doce signos del zodíaco. Otras correspondencias incluyen cartas de triunfo del tarot, colores, aromas, notas musicales, ángeles, nombres divinos, senderos en el Árbol de la Vida y partes del Cubo Espacial. Estas correspondencias se han desarrollado a lo largo de más de dos mil años de especulación mística y práctica oculta, tanto en comunidades judías como no judías, y contienen una gran cantidad de confusión y contradicción interna.
Según el pensamiento cabalista, las letras hebreas forman los patrones y herramientas básicos con los que Dios creó el universo. Combinaciones específicas de letras forman los Nombres de Dios, que tienen poder sobre el universo cuando se pronuncian correctamente. El más importante de los Nombres es el Tetragrámaton o Nombre de cuatro letras. En el judaísmo ortodoxo, este nombre es tan sagrado que no se puede pronunciar en voz alta. Los practicantes de la cabalística dentro y fuera del judaísmo han registrado una amplia variedad de pronunciaciones, que se utilizan en la práctica mágica, particularmente para controlar a los espíritus.
Otro nombre divino hebreo importante es Shem ha Mephoresh o Shemhamphorash, el “Nombre Dividido”. Según la leyenda, este Nombre es tan poderoso que pronunciarlo correctamente destruiría el universo.
Según algunas fuentes cabalísticas, una de las letras del alfabeto falta en el actual shemittah o ciclo cósmico, y será restaurada en el siguiente.
Extraído de La nueva enciclopedia de lo oculto, de John Michael Greer.
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fuente:
El alfabeto hebreo
https://www.llewellyn.com/journal/article/2052
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Texto adaptado, revisado y enviado por Ícaro Aron Soares.
