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Sitra Ajra

Autoengaño – Pequeño tratado satánico sobre el pecado

Leer en 3 minutos.

Este texto fue lamido por 96 almas esta semana.

La película Matrix es una metáfora sobre la ilusión. Veamos el siguiente diálogo entre los dos protagonistas, a continuación:

Morfeo: “Matrix es el mundo puesto ante tus ojos para que no puedas ver la verdad”.
Neo: "¿Qué verdad?"
Morfeo: "Que eres un esclavo".

En esta película, el sistema mundial está controlado por inteligencia artificial y los seres humanos viven como vegetales, soñando todo el tiempo y entregando su energía a las máquinas. Esta es una metáfora de lo que realmente sucede.

– La élite gobernante controla a todas las personas, volviéndolas ciegas ante toda la rancidez socio-religiosa que circula por ahí.
– El mundo se llama Maya (ilusión), porque todos desconocen su verdadera naturaleza, su origen.

Este pecado satánico es el más presente en la vida de todos. De ahí la famosa frase de Sócrates: ¡Conócete a ti mismo! Un primer paso es estudiarte realmente a ti mismo, buscar conocerte en profundidad; Sin embargo, como ya se ha dicho, cada uno quiere conocer su mejor lado, pero nunca del todo, pues esto implica también conocer su peor lado. La razón es que daña el ego. Es necesario destacar que un supuesto defecto o debilidad, cuando se conoce, deja de ser un aspecto nocivo y puede incluso convertirse en un aliado, si no desaparece espontáneamente.

Después es necesario conocer todos los trucos sociales, culturales, religiosos, políticos y económicos, para poder lidiar con el sistema y no convertirse en esclavo de él. Sin embargo, esto no es suficiente. Si los dogmas religiosos o las imposiciones sociales ya han entronizado la psique del individuo, primero es necesario deshacerse de estas raíces dañinas. Ideas como “amar a todos”, “igualdad, libertad y fraternidad” y muchas otras son máscaras hipócritas que te convierten en un cordero en este inmenso rebaño.

Mientras se acepte, por ejemplo, esta falacia de los “derechos humanos”, los políticos harán lo que quieran para ellos y sus protegidos, el clero se enriquecerá a expensas de las donaciones de los pobres, los jubilados disminuirán en la lista de espera para recibir un pensión de hambre, los criminales más sanguinarios reciben sentencias indulgentes mientras las víctimas y sus familias quedan desmoralizadas y… ¡eso es todo!

En cualquier caso, para la persona más despierta, es posible ver que el sistema también tiene sus fallos, al fin y al cabo, si está corrupto, en algún lugar hay un punto débil de la cuerda. El secreto es: luchar contra el sistema fuera de sus reglas, pero siempre dentro de la ley. Cambiando las cosas: ¡Sé creativo! Ataca el sistema con inteligencia, para que todo funcione dentro de la ley, pero actúa de forma diferente, inusual, para no sufrir las consecuencias. Pasa siempre desapercibido. Llegados a este punto, te aconsejo que leas buenos libros de estrategia. Realmente llegan a ser muy útiles.

En relación al aspecto maya, la situación se vuelve más difícil, ya que implica un compromiso serio con el estado transpersonal. En realidad, es la gran obra del mago, es decir, la adquisición del estado de conciencia cósmica. Intento verlo todo en todo momento como una ilusión. ¿Quién sabe si la percepción cada vez mayor del estado ilusorio de todo algún día permitirá realmente un despertar?

Termino aquí colocando un texto de Abdel-Rahman As-Safuri, contra la sumisión religiosa.
En uno de los libros de Allah, Moisés le dijo a Ibliss:
– ¿Por qué no te inclinaste ante Adán?
– Porque no quería ser como tú: quería amarlo y no quería inclinarme ante otro. Preferí el castigo. Tú, tu intención fue amarlo. Él te dijo: “Mira la montaña”, y tú miraste la montaña. Había que cerrar los ojos: lo habrías visto.

Este texto trae un mensaje importante, escrito de otra manera. Quien se inclina ante otro ser, humano o metafísico, se pone en una posición inferior. Para amar a otro ser es necesario que ambos se encuentren en el mismo plano de igualdad, de lo contrario el flujo del amor nunca podrá ser completo, ya que se ve empañado por la sumisión y no por la naturalidad, la espontaneidad. Sin embargo, el dios mosaico de la Biblia es tremendamente opresivo, se enfatiza el infierno para que se le pueda temer. Luego el autor concluye que:

¡UN DIOS QUE NECESITA SER TEMIDO, NO MERECE SER AMADO!

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