Categorías
PSICÓPATA

La ley de la atracción y el poder del pensamiento

Leer en 14 minutos.

Este texto fue lamido por 163 almas esta semana.

Guillermo Atkinson

Somos parte de lo que creemos que somos. Nuestra actitud mental general determina el carácter de las ondas de pensamiento que recibimos de los demás, así como los pensamientos que emanan de nosotros mismos. Estas son las premisas de este libro, que fue una de las principales inspiraciones de la Ley de Atracción presentada en best sellers como “El Secreto”.

Una persona que cree firmemente en sí misma y mantiene una fuerte actitud mental de confianza y determinación no se verá afectada por pensamientos adversos y negativos de desánimo y fracaso que provengan de otras personas. Por otro lado, cuando esos pensamientos negativos llegan a alguien cuya actitud mental está en un tono más bajo, su estado negativo se profundiza aún más.

En este libro William Atkinson muestra cómo dirigir nuestros pensamientos para atraer sólo cosas positivas a nuestra vida y así, a través de la Ley de Atracción, conseguir todos tus objetivos.

La Ley de Atracción en el mundo del pensamiento

Cuando pensamos emitimos vibraciones. Estas vibraciones son tan reales como las vibraciones que se manifiestan en la luz, el calor o el sonido, pero de una naturaleza mucho más sutil. Recién ahora la ciencia comienza a avanzar hasta el punto de poder detectar algo de ella a través de sus instrumentos más avanzados como la resonancia magnética y el electroencefalograma. Cuando comprendamos plenamente las leyes que gobiernan la producción y transmisión de pensamientos, podremos utilizar estas vibraciones en la vida cotidiana como lo hacemos con otras formas de energía más conocidas, como la luz, el magnetismo y la electricidad.

La intensidad de nuestros pensamientos varía todo el tiempo. Nuestras ondas de pensamientos influyen en nosotros mismos y en los demás y tienen un poder de atracción en sí mismas. La forma en que pensamos atrae pensamientos a nuestro alrededor. Los pensamientos amorosos atraerán hacia nosotros el amor de los demás, así como circunstancias y entornos amorosos. Los pensamientos de ira, odio, crueldad, maldad y celos atraen todo tipo de pensamientos y comportamientos similares. Cualquiera que sea nuestro pensamiento, si es fuerte o duradero nos convertirá en un centro de atracción para las corrientes de pensamiento correspondientes producidas por otras personas.

Un ejemplo sencillo para entender esto es el del hombre gruñón que logra dejar a toda la familia del mismo humor antes de terminar el desayuno. En cambio, el hombre – o la mujer – lleno de amor verá el amor en todas partes y atraerá el amor de su familia. Quienes aprenden cómo funcionan las Leyes de la Atracción del Pensamiento pueden mantener la calma y una actitud positiva incluso en entornos discordantes. Estas personas permanecen tranquilas y seguras incluso en las peores tormentas y por la fuerza de su disciplina mental transforman todo el entorno que les rodea. La consecuencia lógica de esto es que aunque muchas veces nos guste culpar a los demás, en el fondo somos en realidad responsables del entorno que nos rodea.

Ondas de pensamiento y su proceso de producción.

Así como estamos rodeados por un gran mar de aire en la Tierra, también estamos rodeados por un gran mar de Mente. Estas ondas de pensamiento se mueven a través de este vasto océano en todas direcciones, al igual que las ondas sonoras. Su intensidad es cada vez menor según la distancia recorrida, ya que su recorrido choca con otras ondas que también fueron emitidas.

Así como una nota de violín puede hacer vibrar y “cantar” un cristal, un pensamiento fuerte también puede despertar vibraciones similares en mentes sintonizadas para recibirlas. Muchos de los pensamientos errantes que nos llegan provienen de otras personas, pero a menos que entendamos cómo sintonizarnos para recibirlos, es casi seguro que no nos afectarán. Nuestra postura mental es la que generalmente define la calidad de las ondas mentales que absorbemos.

Sugerencia automática

Cuando tu mente opera de manera positiva te sientes fuerte, esperanzado, brillante, emocionado, feliz, confiado y valiente y te permites trabajar bien, alcanzar tus metas y progresar en tu camino hacia el éxito. Estos pensamientos positivos, si son fuertes, afectan a otras personas y las hacen cooperar contigo. Por otro lado, los pensamientos negativos te hacen sentir deprimido, débil, pasivo, inerte, temeroso e incapaz.

Pero recuerda que tienes el poder de hacer que tus pensamientos sean positivos con fuerza de voluntad. Hay más personas vibrando en el plano negativo del pensamiento y por tanto más vibraciones negativas en nuestra atmósfera mental. Pero, afortunadamente, esto se equilibra con el hecho de que un pensamiento positivo es infinitamente más poderoso que uno negativo; y si por la fuerza o la voluntad podemos excluir los pensamientos depresivos y recibir las vibraciones correspondientes a nuestra actitud mental ya modificada. Este es el poder de las Autosugerencias y Afirmaciones.

Las sugerencias automáticas cumplen una doble función:

  • Suelen establecer en nosotros nuevas actitudes mentales y así transformarnos.
  • Tienden a aumentar el tono mental para recibir ondas de pensamientos positivos en una misma vibración.

No te dejes afectar por los pensamientos negativos de quienes te rodean. A continuación aprenderá cómo hacer esto.

Una conversación sobre la mente

En la ciencia mental tenemos que aprender a distinguir entre esfuerzo activo y esfuerzo pasivo: un esfuerzo activo es el resultado de un impulso mental directo y decidido realizado en el momento del esfuerzo. Un esfuerzo pasivo es el resultado de un esfuerzo activo previo de la propia mente, de la mente de los demás o de un pensamiento ancestral.

En otras palabras, el esfuerzo activo traza su propio camino mientras que el esfuerzo pasivo sigue el camino más transitado. El esfuerzo activo es siempre recién nacido, nuevo, mientras que el esfuerzo pasivo es el eco de una creación anterior y, de hecho, muchas veces el resultado de impulsos vibratorios de épocas lejanas.

La función activa crea, transforma o destruye. El pasivo cumple la función dada y obedece órdenes y sugerencias. De hecho, todos los impulsos de pensamiento después de ser lanzados a una tarea continúan vibrando pasivamente hasta que son corregidos o eliminados por impulsos posteriores. Pero la continuación de este impulso original refuerza el pensamiento y hace cada vez más difícil su corrección o eliminación.

Éste es el origen tanto de los hábitos como de las adicciones, pues un esfuerzo activo original puede convertirse en una repetición continua estrictamente automática. Por otro lado, los pensamientos que se continúan pasivamente pueden neutralizarse o corregirse mediante un esfuerzo activo.

La constitución de la mente

Los seres humanos pueden construir su mente y hacer con ella lo que quieran. De hecho, todos estamos construyendo nuestra mente cada hora de nuestras vidas, de forma consciente o no. La mayoría de nosotros, a través de nuestras elecciones, terminamos formando una condición mental sobre la cual no tenemos control. Pero aquellos de nosotros que podemos ver más allá de la superficie nos convertimos en creadores conscientes de nuestra forma de pensar: ya no nos sometemos a la influencia de los demás, sino que nos convertimos en dueños de nosotros mismos.

Pero antes de que puedas beneficiarte de esta poderosa fuerza, primero debes desarrollar dominio sobre el yo inferior que has creado sin darte cuenta hasta ahora. Un hombre o una mujer esclavo de sus estados de ánimo, pasiones, deseos animales y facultades inferiores aún no es capaz de reclamar los beneficios de controlar su propia mente. No se trata de ascetismo sino de autocontrol. Es la primera afirmación del Yo Superior sobre las partes subordinadas de una persona.

Una poderosa autosugestión

Repítete esta frase: "Estoy afirmando el control de mi Verdadero Yo".

Repite estas palabras de manera positiva a lo largo del día durante al menos una hora, especialmente cuando te enfrentes a condiciones que te hagan sentir tentado a actuar por impulso. Repite esta frase cuando te despiertes y te vayas a dormir, pero no simplemente como un loro. Construye la imagen mental del Verdadero Ser imponiendo tu control sobre los planos inferiores de la mente.

Como ejercicio, centra tu mente en el Yo Superior e inspírate en él cuando te sientas tentado a rendirte a los incentivos de la parte inferior de tu naturaleza. Cuando sientas que vas a explotar de ira, afirma el “yo” y tu voz bajará. Cuando te sientas molesto o de mal humor, recuerda quién eres y supera esos sentimientos inferiores.

No permitas que tus pensamientos te controlen. El Verdadero Yo es el Rey y los pensamientos son sus súbditos, no sus amos. Si sigues estas prácticas serás una persona completamente diferente al final de un año.

El secreto de la voluntad

Todo el mundo reconoce el poder de la voluntad y cómo se puede utilizar para superar los mayores obstáculos. Una voluntad incansable aplasta las dificultades, los peligros y hace que lo imposible se vuelva inevitable. El problema es que la mayoría de nosotros no queremos trabajar duro. Somos mentalmente débiles y perezosos. Pero para aquellos interesados, hay algunas cosas prácticas que se pueden hacer:

Lo segundo es ejercitar tu voluntad como lo harías con un músculo. Para ello, realice al menos una tarea desagradable todos los días. Una vez al día debes dejar de hacer algo que te gustaría y debes hacer algo que no te gustaría. No se trata de abnegación ni de sumisión, sino de un verdadero ejercicio de voluntad. Cualquiera puede hacer algo agradable con alegría, pero sólo alguien con una voluntad ejercitada puede hacer algo desagradable con alegría. Este debería ser tu objetivo.

En estos momentos, utiliza el poder de la autosugestión. Repítete a ti mismo "Estoy usando mi fuerza de voluntad". Repítelo con frecuencia, pero especialmente cuando te encuentres con algo que requiera el ejercicio de tu fuerza de voluntad. Carga estas palabras con tus pensamientos. De hecho, el pensamiento lo es todo y las palabras son sólo clavijas de las que colgamos nuestros pensamientos. Entonces dilo con verdad y sentimiento.

Cómo volverse inmune al pensamiento dañino

El miedo es un hábito de la mente que se queda atrapado en nosotros a través de pensamientos negativos, pero del que podemos deshacernos con especial esfuerzo y constancia. Y la mejor manera de superar el miedo es asumir una actitud mental de valentía, así como la mejor manera de deshacerse de la oscuridad es dejar entrar la luz. Empieza a hacer cosas que ya estarías haciendo con maestría si el miedo no te impidiera intentarlo.

 

Esto es cierto para todos los pensamientos negativos. Es una pérdida de tiempo intentar combatir los malos hábitos. En cambio, debes llenar el espacio mental que ocupas con buenos hábitos mentales. No hay que lamentar la tristeza, sino alimentar la alegría. No hagas tratos con miedo, tristeza o ira. Siempre que surjan hay que expulsarlos con un buen sentimiento de naturaleza opuesta, que por definición tiene mayor fuerza de manifestación.

La ley del control mental

Tus pensamientos deben ser creados fielmente por tu voluntad no sólo cuando estás despierto, sino también cuando duermes. Gran parte de nuestro trabajo mental ocurre cuando nuestra mente consciente está en reposo. Por eso muchas veces por la mañana encontramos soluciones a los problemas que nos atormentaron la noche anterior.

De hecho, para cualquiera que conozca las leyes del pensamiento, es absurdo permanecer despierto y preocuparse por estos problemas. Después de haber pensado lo suficiente en algo, a menudo lo mejor que puedes hacer es pensar en otro tema, algo que sea lo más diferente posible del pensamiento que te preocupaba. Déjalo ir y mantén tu atención en otra cosa enteramente mediante el esfuerzo de tu voluntad. Cuando menos lo esperes, la solución estará en tus brazos. Inténtalo tú mismo.

Entrenando el hábito de la mente

Lo mejor que nos puede ofrecer la educación en derecho mental es hacer de nuestro sistema nervioso un aliado en lugar de un enemigo. Para ello debemos automatizar y hacer habituales todas las acciones útiles que podamos lo antes posible y evitar con cuidado que se desarrollen de tal manera que se vuelvan desventajosas. Al determinar un nuevo hábito y abandonar uno antiguo, tenga cuidado de que la iniciativa sea lo más fuerte y decisiva posible. Nunca permita que ocurra una excepción hasta que el nuevo hábito esté firmemente arraigado en su vida.

Siempre que tengas que tomar una decisión, pregúntate: “¿cuál de estas acciones me gustaría que se convirtiera en un hábito en mi vida?” Siempre debemos estar alerta a la formación de hábitos indeseables. Puede que no haya nada de malo en hacer algo pequeño. Pero puede haber un gran peligro al establecer el hábito de hacer algo dañino. Recuerda: cada vez que resistes un impulso, tu voluntad y tu resolución se vuelven más fuertes.

La psicología de la emoción

Las emociones se vuelven más profundas a través de la repetición. Si alguien permite que un estado emocional se apodere de él, le resultará aún más fácil rendirse a la misma emoción en la segunda oportunidad. Si una emoción no deseada comienza a instalarse en su cabeza, expulsela lo antes posible. Aunque no podemos controlar nuestras emociones, siempre podemos controlar la forma en que nos expresamos. Si te niegas a expresar una emoción negativa, morirá. Cuente hasta diez antes de liberar su ira y la ocasión pronto le parecerá ridícula. Por otro lado, si te pasas el día sintiendo pena y respondiendo a todo con voz abatida, la melancolía no desaparecerá pronto.

El poder de la atracción y la fuerza del deseo.

Para obtener algo, la mente debe enamorarse del objeto de deseo y ser consciente de su existencia hasta el punto de casi eliminar cualquier otra cosa. Necesitas enamorarte de lo que quieres lograr tal como si hubieras encontrado a la mujer o al hombre con el que quieres casarte. Esto no quiere decir que debas volverte monomaníaco en el tema, ni perder el interés por otras cosas de la vida, ya que la mente necesita recreación, descanso y cambios. Pero todo debe adquirir una importancia secundaria respecto a tu objetivo mayor.

Si dispersas tu fuerza de pensamiento en varios sueños, tu subconsciente no sabrá cómo complacerte y como resultado no tendrás toda la ayuda que podrías tener. Además, perderás el poderoso resultado del pensamiento concentrado para establecer los detalles de tus planes. Una persona que tiene la mente llena de intereses y deseos no logra ejercer el poder de atracción que sólo logran las personas cuya pasión es predominante.

Si eres una persona muy ambiciosa, selecciona cuál de tus metas es la más grande y luego ámala apasionadamente. Pero enamórate sólo de una cosa a la vez.

ley no suerte

Mucha gente llama suerte al éxito y mala suerte al fracaso. La verdad es que todo en el universo funciona en base a leyes inmutables. No hay suerte ni mala suerte, sólo causas y consecuencias. La Ley de Atracción es el nombre de una manifestación de la gran Ley única que gobierna todas las cosas. La lección más importante de este libro es que los pensamientos son cosas reales. Provienen de ti en todas direcciones, combinándose con pensamientos similares emitidos por otras personas o siendo neutralizados por pensamientos de diferente carácter. Te atraen e influyen los pensamientos que se forman a partir de tus hábitos y decisiones, pero también los pensamientos de las personas que te rodean.

Al sintonizar tu mente con el tono del coraje, la confianza, la fuerza y ​​el éxito, atraerás pensamientos de naturaleza similar, personas de naturaleza similar y cosas y situaciones que se ajustan a tus patrones mentales. Toma lo mejor que hay en el mundo del pensamiento. Lo mejor ya está ahí esperando que armonices con él. No te conformes con nada menos que eso. Encuentre las vibraciones adecuadas y embarque en una asociación con las otras buenas mentes del universo.

Conclusión

La propuesta principal de este libro es que los pensamientos no son sólo abstracciones. Son cosas reales que interactúan con el mundo que les rodea. Al igual que el sonido y las ondas electromagnéticas, los pensamientos una vez emitidos se propagan en todas direcciones. Nuestra mente tiene la capacidad no sólo de crear pensamientos sino también de absorber pensamientos similares emitidos por otras personas. Por lo tanto, vivimos en un inmenso océano mental en el que influenciamos y somos influenciados por el entorno que nos rodea.

Nuestra mente no recibe ningún tipo de pensamientos, sino sólo aquellos que están en sintonía con su propia vibración. Los pensamientos de optimismo, coraje y alegría atraen y refuerzan pensamientos similares. De la misma manera los pensamientos de tristeza, apatía y cobardía se atraen y alimentan mutuamente.

Desafortunadamente, la mayoría de las personas no controlan sus propias emociones mentales. El resultado es que se convierten en esclavos de sus pensamientos y no en sus amos. Estas personas acaban siendo emisores continuos e inconscientes de pensamientos desordenados y casi siempre negativos. La buena noticia es que un pensamiento positivo es mucho más fuerte que uno negativo. Una ola de amor puede ahuyentar muchos pensamientos de odio, miedo y tristeza.

Siempre debemos observar qué tipo de pensamientos estamos atrayendo. Para tomar el control de este mecanismo podemos utilizar el poder de la autosugestión. Cada día, varias veces, al despertarnos y acostarnos, debemos afirmarnos a nosotros mismos que somos nosotros los que tenemos el control. No podemos permitir que sentimientos aleatorios que aparecen de la nada controlen nuestras vidas, por lo que debemos eliminarlos tan pronto como aparezcan.

Para fortalecer el poder de la voluntad también tenemos que ejercitarla tal como lo hacemos con otras de nuestras cualidades físicas y mentales. Cada día haz algo que ponga a prueba tu voluntad. Podría ser no comer postre o evitar decir malas palabras. No es una cuestión moral, sino más bien de autocontrol. También edúcate para hacer cosas desagradables con alegría, simplemente para hacer que tu fuerza de voluntad sea más poderosa.

Pero tenemos que tener cuidado no sólo con el tipo de pensamientos que atraemos sino también con los que emitimos. Esto se debe a que una vez que nos permitimos pensar un poco, se vuelve más fácil y es más probable que se repita en el futuro. En este sentido, debemos utilizar la fuerza del hábito a nuestro favor. Ante cada decisión debemos preguntarnos: ¿es este comportamiento algo que me gustaría que se repitiera en mi vida?

Deja un comentario

Traducir "