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Peter J. Carroll, extracto de Liber Kaos
Traductor de Renata Naraani
Hay muy poco acuerdo entre los diversos sistemas ocultos con respecto a la "fuerza mágica" que supuestamente reside dentro del cuerpo. Los sistemas de Chi, Kia, Prana, Aura, Cuerpo Sutil, Kundalini, Fuerza Ódica y localizan diversos aspectos de esta fuerza en muy diferentes partes del cuerpo. Existe una gama igualmente divergente de efectos atribuidos a este poder y una plétora aparentemente interminable de métodos para ponerlo en acción. Para el propósito de esta discusión, agruparé todas estas tradiciones bajo el término “Magia Áurica”, uniéndolas por el término occidental “Aura”.
En conjunto, las tradiciones de la magia áurica sugieren un sistema increíblemente complicado de energías ocultas, capaz de ejercer una extraordinaria variedad de efectos tanto dentro como fuera del cuerpo. Estos efectos son imposibles de explicar en términos de fuerza o energía a menos que se permita que dichas fuerzas o energías adquieran propiedades. Propongo que la magia áurica no funciona por estos medios. En cambio, la magia áurica es un caso especial de encantamiento y, a veces, de adivinación. Funciona intercambiando información (no energía) entre el subconsciente (no el cuerpo) y su entorno, que puede incluir el cuerpo. La información proyectada puede seleccionar el futuro inmediato de una situación y crear lo que parece ser un efecto oculto. Asimismo, la información recibida puede percibirse como una sensación corporal aunque no sea recibida directamente por el cuerpo. Para facilitar esta proyección o recepción de información, se utilizan de la misma manera y a modo de sigilos, diversas acciones corporales como movimientos, gestos, sonidos, visualizaciones y simulaciones de sensaciones, para estimular la intención subconsciente.
Hay varias razones por las que la magia áurica ha llegado a ser considerada erróneamente como algo bastante distinto de otras formas de magia y que opera a través de un mecanismo diferente. En primer lugar, debido a su desarrollo en las artes marciales esotéricas y en la medicina pasó a ser considerado un efecto de corto alcance asociado a la fuerza y la vitalidad. La disponibilidad de analogías contemporáneas de impactos de campos de fuerza o energía también ha fomentado la solidificación de esta visión. En segundo lugar, la magia áurica a menudo logra resultados que son más impresionantes o repetibles que los encantamientos a distancia ordinarios, pero esto generalmente se debe a que el vínculo mágico es mejor a quemarropa.
Algunos practicantes de magia áurica prefieren imaginar que su arte depende de algún tipo de fuerza, y tales conceptualizaciones naturalmente favorecerán la manifestación de efectos que imitan lo que uno podría esperar de una fuerza extraordinariamente dócil. Sin embargo, el modelo de fuerza o energía tiene dos serias desventajas. 1.) Impone una limitación innecesaria a lo que se puede intentar, y 2.) fomenta métodos ineficaces para intentar dicha magia.
Por ejemplo, no sólo es posible romper un objeto sin contacto físico, también es posible romper un objeto cuya ubicación desconoces. En ninguno de los casos es útil imaginar algún tipo de fuerza mística expulsada del cuerpo para crear el efecto. Lo que realmente sucede es que el subconsciente simplemente selecciona para la realidad un futuro en el que el objeto se rompe. Claro. cuanto menos probable sea que el objeto se rompa, más difícil será, pero se puede permitir que un objeto se rompa con la aplicación de un golpe ligero e irrazonable o incluso sin contacto alguno.
Hay un mecanismo subyacente en funcionamiento en todos los actos exitosos de magia áurica que aparentemente depende de hacer algo con el cuerpo para crear un efecto oculto. Todas las historias y anécdotas sobre magos que hacían algo fuerte con un simple gesto o movimiento se explican mediante este mecanismo. Es simplemente esto: la mente consciente está ocupada realizando una acción que previamente estaba fuertemente asociada con una intención implementada en el subconsciente. (La práctica corporal es un tipo de secreto). Pero esto no es tan fácil como parece. Por lo general, es necesario realizar el acto repetidamente con la expectativa o visualización del resultado deseado hasta que ambos quedan inextricablemente vinculados en el subconsciente. Aquí se necesita una gran disciplina para limitar la imaginación sólo a resultados exitosos, a pesar de que en realidad no está sucediendo nada. Finalmente, para realizar realmente la magia, uno realiza el acto con concentración consciente limitada exclusivamente a realizar el acto solo. Esto hace que el subconsciente proyecte o reciba información para moldear la realidad hacia el objetivo deseado.
Dentro de la magia áurica existe una amplia variedad de actos que pueden asociarse con una gama igualmente amplia de efectos sobre el genio del mago. Tiene cierto valor elegir actos que simbolicen la intención deseada, aunque una similitud demasiado estrecha puede generar problemas con la deliberación consciente. A menudo es necesario hacer concesiones; por ejemplo, en todas las artes marciales, excepto en las más esotéricas, los movimientos simbólicos también son eficaces en el combate por sí solos. Los poderes que muchas veces se buscan a través de la magia áurica incluyen otorgarse salud y vitalidad a uno mismo, curar a otros, destreza en el combate, levitación parcial y su opuesto a la inmovilidad, control de la temperatura corporal, capacidad de empatizar con los demás hasta el punto de conocer sus intenciones y movimientos. , la proyección del atractivo y carisma sexual y su opuesto a la invisibilidad subjetiva, la capacidad de pasar desapercibido.
Los actos simbólicos que pueden estar relacionados con la activación de estos poderes incluyen posturas corporales y, especialmente, gestos con las manos, que pueden variar desde posiciones de los dedos, movimientos curativos o golpes, hasta elaboradas figuras trazadas en el aire. El control de la respiración se utiliza a menudo y se combina con la producción de sonidos simbólicos. Se pueden simular deliberadamente sensaciones en varias partes del cuerpo para desencadenar ciertas intenciones subconscientes. Es importante señalar que la sensación sólo debe simularse en el cuerpo para fines específicos y bien definidos. Cualquier intento de aumentar la vitalidad simulando vagamente sensaciones de energía conducirá a menudo a sensaciones extrañas e inútiles similares a descargas eléctricas que sólo alterarán el funcionamiento normal del cuerpo.
Una vez abandonados los conceptos limitantes de fuerza o energía. las posibilidades de la magia áurica se expanden enormemente. Una vez que se puede establecer un vínculo mágico, los efectos no están limitados por la distancia o la presencia de objetos intermediarios. No creo que ningún tipo de fuerza pueda ser proyectada o recibida en el cuerpo de cerca, pero que desde hace mucho tiempo utilizamos la mente para realizar un tipo diferente de magia. Ambos tipos de magia se basan en una forma de información que está disponible instantáneamente en todas partes.
