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Fanáticos de Jesus

La exposición valenciana

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[…] entren en la abundancia […] los que […] hablaré mi misterio a los míos y a los que serán míos. Estos son, además, los que han conocido a Aquel que es el Padre, es decir, la Raíz del Todo, el Inefable que habita en la Mónada. Vive solo en silencio, y el silencio es tranquilidad, porque, después de todo, él era una Mónada y nadie antes que él. Vive en la Diada y en la Pareja, y su Pareja es el Silencio. Y tenía el Todo habitando dentro de él. Y en cuanto a la Intención y la Persistencia, el Amor y la Permanencia, en verdad son inengendrados.

Salió Dios: el Hijo, Mente del Todo, es decir, de la Raíz del Todo brota también su Pensamiento, pues tenía a este (el Hijo) en la Mente. Porque en nombre del Todo, recibió un Pensamiento extraño, pues no había nada ante él. De aquel lugar él es quien movió […] una fuente que brotaba. Ahora bien, ésta es la Raíz del Todo y la Mónada sin nadie delante de ella. Ahora la segunda fuente existe en silencio y le habla a él solo. Y el cuarto, por tanto, es aquel que se limitó en el cuarto: mientras vivía en el trescientos sexto, se presentó primero, y en el segundo reveló su voluntad, y en el cuarto se extendió.

Si bien estas cosas se deben a la Raíz del Todo, entremos, por nuestra parte, en su revelación y su bondad y su descendencia y el Todo, es decir, el Hijo, el Padre del Todo, y la Mente del Todo. Espíritu; porque esto ya lo poseía antes […]. Él es un resorte. Él es quien aparece en el Silencio, y es la Mente del Todo morando secundariamente con la Vida. Porque él es el proyector del Todo y la hipóstasis misma del Padre, es decir, él es el Pensamiento y su descenso hacia abajo.

Cuando quiso, el Primer Padre se reveló en él. Puesto que, después de todo, gracias a él la revelación está disponible para el Todo, yo, por mi parte, llamo al Todo "el deseo del Todo". Y él tuvo tal pensamiento sobre el Todo; yo, por mi parte, llamo a ese pensamiento 'Monógenes'. Por ahora Dios ha traído la Verdad, la que glorifica la Raíz del Todo. Así fue él quien se reveló en Monogenes, y en él reveló el Inefable […] la Verdad. Lo vieron habitando en la Mónada, la Diada y la Tétrada. Primero sacó a relucir Monogenes y Limit. Y el Límite es el separador del Todo y la confirmación del Todo, como son […] los cien […]. Él es la Mente […] el Hijo. Él es completamente inefable para el Todo, y él es la confirmación e hipóstasis del Todo, el velo silencioso, el verdadero Sumo Sacerdote, el que tiene autoridad para entrar al Lugar Santísimo, revelando la gloria de los Eones y haciendo brotar la abundancia. a . El Oriente […] que está en Él. Él es quien se reveló como santuario primordial y tesoro del Todo. Y abarcó el Todo, aquello que es superior al Todo. Éstos, a su vez, enviaron a Cristo a establecerlo, tal como lo fueron antes de su descenso. Y de él dicen: […] No es manifiesto, sino invisible para los que permanecen en el Límite. Y tiene cuatro poderes: un separador y un confirmador, un proveedor de forma y un productor de sustancia. Ciertamente sólo nosotros discerniríamos su presencia y el tiempo y los lugares que las similitudes confirmaron porque tienen […] de estos lugares […] el Amor […] emana […] todo el Pleroma […]. La perseverancia siempre dura, y también […] por el tiempo […] más […] es decir, la prueba de tu gran amor.

Entonces, ¿por qué un separador, un confirmador, un productor de sustancias y un proveedor de formularios, como han dicho otros? Porque dicen del Límite que tiene dos poderes, uno separador y otro confirmante, como separa el Fondo de los Eones, de modo que […]. Estos, entonces […] de Profundidad […]. Porque […] es la manera […] el Padre de la Verdad […] dice que Cristo […] el Espíritu […] Monogenes […] tiene […].

Es cosa grande y necesaria que busquemos con más diligencia y perseverancia las escrituras y quienes proclaman los conceptos. De esto dicen los antiguos: "fueron proclamados por Dios". ¡Háganos saber su riqueza insondable! Quería […] servidumbre. Él no llegó a ser […] parte de sus vidas […]. Miran fijamente su libro de conocimientos y consideran la apariencia del otro.

Esta Tétrada diseñó la Tétrada que es la que consta de Palabra y Vida y Hombre e Iglesia. Ahora el Increado diseñó la Palabra y la Vida. La Palabra es para gloria del Inefable, mientras que la Vida es para gloria del Silencio, y el Hombre es para su propia gloria, mientras que la Iglesia es para gloria de la Verdad. Ésta, entonces, es la Tétrada generada a semejanza del Increado (Tétrada). Y se genera la Tétrada […] la Década de la Palabra y de la Vida, y la Dodecadia del Hombre, y la Iglesia se convierte en Triaconda. Además, es la de la Triacontad de los Eones la que da los frutos de la Triacontrad. Entran juntos, pero el

Sales solo, huyendo de los Eones y de lo Incontable. Y los Incontables, una vez que lo miraron, glorificaron a la Mente, porque él es un Incontable que existe en el Pleroma.

Pero la Década de la Palabra y la Vida engendró décadas para hacer que el Pleroma se convirtiera en cien, y la Dodécada del Hombre y de la Iglesia engendró e hizo la Triacontad para que los trescientos sesenta se convirtieran en el Pleroma del año. Y el año del Señor […perfecto…] perfecto […] según […] Límite y […] Límite […] la grandeza que […] mi bien […] él. La vida […] sufre […] en su rostro […] en presencia del Pleroma […] que él quería […]. Y quería salir de la Trigésima – siendo un szygy del Hombre y de la Iglesia, es decir, Sofía – para superar la Triacontad y traer el Pleroma […] su […] pero […] y ella [. ..] o Todos […] pero […] quién […] el Todos […]. Hizo […] los pensamientos y […] el Pleroma a través del Verbo […] su carne. Éstos, entonces, son los Aeones que son como ellos. Después que la Palabra entró en ella, como antes dije, también el que viene a estar con los Incontenidos sacado a la luz […] antes que ellos […] salieran […] escóndelo de […] la sicigia y […] ] el movimiento y […] proyecto de Cristo […] y las semillas […] de la cruz de […] las marcas de la herida del clavo [. ..] perfección. Como es una forma perfecta que debía ascender al Pleroma, no quiso consentir en el sufrimiento, sino que fue detenido […] por el Límite, es decir, por la sicigia, ya que la corrección del mismo no se produce por nadie más que por sí mismo. Hijo, cuya única es la plenitud de la divinidad. Deseó dentro de sí corporalmente dejar los poderes y descender. Y estas cosas (pasiones) Sofía sufrió después de que su hijo ascendió de ella, porque sabía que vivía en una […] unidad y restauración. Fueron detenidos […] los hermanos […] estos. Uno […] no hizo […]. Me convertí […]. ¿Quiénes son realmente? El […], por un lado, la detuvo […], por el otro, […]. con ella. Éstos, en efecto, son los que me miraron, los que, […] los que consideraron […] la muerte. Fueron detenidos […] y ella se arrepintió y suplicó al Padre de la verdad, diciendo: “Es cierto que he renunciado a mi consorte. Así que tampoco tengo confirmación. Merezco las cosas (pasiones) que sufro. Habité en el Pleroma produciendo los Aeones y dando frutos con mi consorte” Y ella supo lo que era y lo que le había pasado.

Entonces ambos sufrieron; decían que ríe porque estaba sola e imitaba al Incontenido, mientras él decía que ríe porque estaba separada de su consorte. […] De hecho, Jesús y Sofía revelaron a la criatura. Dado que, después de todo, las semillas de Sofía están incompletas y sin forma, Jesús inventó tal criatura y la creó a partir de las semillas mientras Sofía trabajaba con él. Porque como son semillas y sin forma, él descendió y produjo ese pleroma de eones que están en ese lugar, ya que incluso los increados de esos Eones son del patrón del Pleroma y del Padre incontenido. Lo Increado produjo el modelo de lo increado, porque es a partir de lo increado que el Padre da forma. Pero la criatura es una sombra de cosas preexistentes. Además, este Jesús creó la criatura y obró a partir de las pasiones que rodeaban las semillas. Y los separó unos de otros, e introdujo las mejores pasiones en el espíritu y las peores en las carnales.

Ahora bien, primero entre todas estas pasiones […] ni él, porque después de todo, Pronoia hizo que la corrección proyectara sombras e imágenes de los que existen desde el principio y de los que son y de los que serán. Ésta, entonces, es la dispensación de creer en Jesús gracias a Aquel que inscribió el Todo con semejanzas, imágenes y sombras.

Después que Jesús dio a luz, engendró a todos los del Pleroma y de los sicigios, es decir, los ángeles. Porque simultáneamente con el acuerdo del Pleroma su consorte diseñó los ángeles, porque él permanece en la voluntad del Padre, porque esta es la voluntad del Padre: no permitir que suceda nada en el Pleroma que no sea una sizigia. Nuevamente, la voluntad del Padre es: producir y dar fruto siempre. Que ella sufriera, pues, no era la voluntad del Padre, ya que vive sola en sí misma, sin su consorte. Seamos […] otro […] el Segundo […] el hijo de otro […] es la Tétrada del mundo. Y esta Tétrada dio frutos como si el Pléroma del mundo fuera una Hebdómada. Y entraron imágenes y semejanzas y ángeles y arcángeles, deidades y ministros.

Cuando todas estas cosas sucedieron por Pronoia […] de Jesús que […] las semillas de Monogenes […]. De hecho, son espirituales y carnales, celestiales y terrenales. Él hizo de ellos un lugar y una escuela de doctrina y de forma.

Además, el Demiurgo comenzó a crear al hombre a su propia imagen, por un lado, y, por otro, a semejanza de quienes existieron desde el principio. Fue este tipo de morada la que ella usó para las semillas, es decir […separado…] Dios. Cuando […] a favor del hombre, porque en realidad el Diablo es uno de los seres divinos. Se retiró y tomó posesión de todo el cuadrado de las puertas y de allí echó su propia raíz en el cuerpo y en los cadáveres de carne, porque está envuelto por el hombre de Dios. Y Adán lo sembró. Por tanto, tuvo hijos que se irritaban entre sí. Y Caín mató a su hermano Abel, porque el Demiurgo insufló en ellos su espíritu. Y allí se dio la lucha con la apostasía de los ángeles y de la humanidad, los de la derecha con los de la izquierda, los del cielo con los de la tierra, los espíritus con los carnales y el diablo contra Dios. Por eso los ángeles codiciaron a las hijas de los hombres y descendieron a la carne para que Dios provocara un diluvio. Y casi se arrepintió de haber creado el mundo […] la consorte y Sofía y su Hijo y los ángeles y las semillas. Pero la sizigia está completa, y Sofía, Jesús, los ángeles y las semillas son imágenes del Pleroma. Además, el Demiurgo arrojó una sombra sobre la sicigia, el Pléroma, Jesús, Sofía, los ángeles y las semillas. El completo glorifica a Sofía; la imagen glorifica la Verdad. Y la gloria de las semillas y de Jesús son las del Silencio y los Monogenes. Y los ángeles de los machos y los seminales de las hembras son todos Pleromas. Además, siempre que Sofía reciba a su consorte y Jesús reciba al Cristo, las semillas y los ángeles, entonces el Pleroma recibirá a Sofía con alegría y el Todo llegará a ser en unidad y reconciliación. Porque con esto se incrementaron los Aeones; porque sabían que si cambiaban, no cambiarían.

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