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Según los chinos, el gallo celestial es un ave de plumaje dorado, que canta tres veces al día. El primero cuando el sol toma su baño matutino en los confines del océano; el segundo, cuando el sol está en su cenit; el último, cuando desaparece hacia el oeste. El primer canto sacude los cielos y despierta a la humanidad. Es el antepasado del yang, el principio masculino del universo. Tiene tres patas y hace sus nidos en el árbol fu-sang, cuya altura es de cientos de kilómetros y que crece en la región del amanecer. La voz del gallo celestial es muy fuerte; su majestuoso porte. Pone huevos de los cuales las crías con crestas rojas responden a su canto cada mañana. Todos los gallos de la tierra descienden del gallo celestial, al que también se le llama pájaro del alba.
Fuente: Los libros de los seres imaginarios – Jorge Luís Borges y Margarita Guerrero
