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Gnomos típico de Gjellerup Den Ældre Eddas Gudesange | IZQUIERDA: Salamandra, tal como la concibió Paracelso. El tipo de gnomo que se ve con mayor frecuencia se asemeja al duende, el elfo, una criatura traviesa o pequeña criatura grotesca, de dos pies de altura, generalmente vestida de verde y marrón dorado. Muchos parecen muy viejos, con sus largas barbas blancas y sus siluetas redondeadas. Se mueven con agilidad, desapareciendo de la vista en algún árbol hueco o, simplemente, penetrando en el árbol como si fueran absorbidos en él.
Los Elementales que se manifiestan en estos tenues cuerpos de tierra, que se llaman éter molido, se agrupan en la categoría general de Gnomos. Así como existen muchos tipos de seres humanos evolucionando a través de los Elementos físicos de la Naturaleza, de la misma manera existen muchos tipos de Gnomos y sus respectivos cuerpos. etéreos. estos Espíritus de la tierra se identifican, en términos de frecuencia vibratoria, con la tierra material, sobre la cual ejercen un inmenso poder, actuando sobre las rocas y la flora [minerales y vegetales]. Algunos, como el pigmeos, trabajar con piedras, gemas y metales preciosos; supuestamente, son guardianes de tesoros escondidos. Habitan cuevas y subterráneos que los escandinavos llaman la Tierra de los Nibelungos [Tierra de los Nibelungos]. En la magnífica ópera de Wagner El anillo de los Nibelungos [El Anillo de los Nibelungos], Alberico se convierte en Rey de pigmeos y obliga a las pequeñas criaturas a encontrar tesoros escondidos en las profundidades de la tierra.
Además de los pigmeos hay otros Gnomos; Son espíritus de árboles y bosques. A este grupo pertenecen los salvajes, los sátiros, los sartenes, las dríadas, hamadríadas, duralis, elfos, los elfos buenos, los hombrecitos verdes. Paracelso informa que gnomos como estos construyen sus casas con materiales que se asemejan al alabastro, mármol y cemento, pero se desconoce la verdadera naturaleza de los materiales y no hay nada similar en la Naturaleza Física.
Muchas familias de Gnomos se reúnen en comunidades; otros viven solos, en los lugares-Elementos donde trabajan o a los que están vinculados. Por ejemplo, las hamadríadas viven y mueren con las plantas o árboles de los que forman parte. La tradición dice que cada arbusto y flor tiene su propio Espíritu [Elemental], que a menudo vive en ese cuerpo físico vegetal asociado con él. Los filósofos antiguos, reconociendo que un Principio inteligente se manifiesta en todas las cosas de la naturaleza, creían que la evolución de las criaturas, su organización y destino son fruto del trabajo coordinado de los Espíritus de la Naturaleza.
Un rasgo característico de muchas culturas paganas era solicitar la intervención de deidades en las acciones previstas sobre la Naturaleza. En la imaginación de los griegos, las regiones de la tierra y del mar estaban gobernadas por deidades que podían interferir en la producción de fenómenos naturales, que la ciencia objetiva atribuye a causas físicas irracionales y aleatorias [fenómenos tales como: vientos, tormentas, terremotos, etc. ]”.
Los Elementales de Tierra vinculados a la vida vegetal trabajan en la creación y protección de los individuos en el reino vegetal. Aceptan o rechazan nutrientes, colorantes, conservan semillas, etc. Cada especie de Ser en la naturaleza física tiene a su servicio diferentes tipos de Elementales apropiados. Quienes trabajan con hierbas venenosas, por ejemplo, tienen una apariencia ofensiva [agresiva, siniestra].
Ya se ha dicho que los Espíritus de la naturaleza vinculados a las plantas venenosas se parecen a pequeños esqueletos humanos, finamente cubiertos por una epidermis semitransparente. Estos Elementales viven en la hierba y a través de ella; si se corta la hierba, el Elemental permanece en las partes separadas hasta que ambos mueren, pero mientras haya vida en esa planta, el Elemental guardián permanece vivo. Los árboles grandes también tienen espíritus y elementales, pero estos son mucho más grandes que los elementales de las plantas pequeñas.
el trabajo de pigmeos incluye el corte de cristales de roca y el desarrollo de vetas minerales. Cuando los Gnomos trabajan con animales o seres humanos, su trabajo se limita a los tejidos correspondientes a su propia naturaleza [porque los seres vivos también incorporan, en su constitución física, elementos de los reinos vegetal y mineral]. De esta forma trabajan con los huesos, que pertenecen al reino mineral. Los antiguos creían que la reconstrucción de miembros rotos [huesos rotos] era imposible sin la cooperación de los Elementales.
Los gnomos pueden parecer de diferentes tamaños: mucho más pequeños que un hombre, o más grandes, muchos tienen el poder de cambiar su altura a voluntad, resultado de la extrema movilidad [flexibilidad, plasticidad] del elemento en el que están colocados. trabajo [Ellos existen]. Sobre los gnomos, el Abbé de Villars escribió: “Cerca del centro de la Tierra viven los gnomos, personas de pequeña estatura que son guardianes de tesoros, minerales y piedras preciosas. Son ingeniosos, [talentosos, hábiles, inteligentes], amigos del hombre y fáciles de gobernar”.
No todos los autores coinciden en la disposición amistosa de los gnomos. Muchos afirman que son traviesos y maliciosos, difíciles de controlar y traicioneros. Los escritores coinciden, sin embargo, en que una vez que se ganen su confianza, los gnomos serán dignos de confianza y veraces. Los filósofos e iniciados de la Antigüedad fueron instruidos sobre este misterioso gente pequeña; aprendí a comunicarme con ellos para obtener su cooperación en tareas importantes [operaciones magia].
Sin embargo, a menudo se advertía a los magos que nunca solicitaran el trabajo de los Elementales con el objetivo de causar daño o destrucción a ninguna criatura del Universo. Los Elementales podrían, desde hace algún tiempo, servir al mal. mago Sin embargo, así como les sirvió a otros, si perciben la mala intención o la inferioridad espiritual del operador, se vuelven contra él con ira incontrolable. Esto sucederá siempre que el Elemental se sienta traicionado.
En ciertas épocas del año los Espíritus de la tierra se reúnen en grandes cónclaves, como sugirió Shakespeare en Sueño de una noche de verano. En estas ocasiones, los Elementales se regocijan con la belleza y la armonía de la naturaleza y con la expectativa de buenas cosechas.
Los Gnomos están gobernados por un rey, a quien aman y veneran. Tu nombre es Trozo y pertenece al tipo o categoría de Gnomos duendes. Los místicos medievales asignaron un punto de Creación [los puntos cardinales] a cada uno de los cuatro Reinos de los Espíritus de la Naturaleza. Debido a sus características terrenales, los gnomos están asociados con el Norte, el lugar o punto cardinal reconocido por los antiguos como fuente de oscuridad y muerte.
Uno de los cuatro estados de ánimo o disposiciones emocionales humanos está influenciado por los gnomos, y debido a que muchos gnomos habitan en cuevas oscuras como boca de lobo o en la oscuridad de densos bosques, su temperamento se considera melancólico, triste, deprimido y sombrío. Esto no significa que los Gnomos estén esencialmente tristes o deprimidos, sin embargo, sí significa que pueden sentirse atraídos y/o influenciar o incluso controlar Elementos de disposición similar.
Los gnomos se casan y forman familias. Sus hembras se llaman gnomos. Muchos visten ropas tejidas con el mismo elemento en el que viven. Para otros, la ropa es parte de ellos mismos y crece con ellos, como la piel de un animal. Se dice que los gnomos tienen un apetito insaciable y pasan mucho tiempo comiendo; pero obtienen su alimento mediante un trabajo diligente y concienzudo. Muchos de ellos tienen un temperamento mezquino y avaricioso; Les gusta acumular cosas en lugares secretos. Hay abundante evidencia del hecho de que los niños pequeños ven a menudo gnomos; Esto se debe a que vuestra percepción aún no ha sido definida dentro de los límites del aspecto material de la Naturaleza; teniendo todavía canales más o menos abiertos de percepción metafísica, tienen más o menos percepción de los mundos invisibles.
Según Paracelso “Los hombres viven fuera de los Elementos [superficie] y los Elementales viven dentro de los Elementos. Los Elementales tienen sus propios hogares, vestimenta, costumbres, idioma y gobierno, en el mismo sentido que las abejas tienen sus reinas y los grupos y/o comunidades de animales tienen sus líderes” [Filosofía oculta traducido por Franz Hartman].
Paracelso discrepa un poco con los místicos griegos sobre las limitaciones ambientales impuestas a los espíritus de la naturaleza. El filósofo suizo describe a los Elementales como compuestos de Éteres sutil e invisible. Según esta hipótesis sólo pueden ser vistos en ciertos momentos [o circunstancias] y sólo por aquellos relacionado [algo así como en sintonía] con tus vibraciones etérico.
Al parecer, los griegos creían que muchos espíritus de la naturaleza tenían una constitución material capaz de manifestarse en el mundo físico. Estas diferentes impresiones pueden ser el resultado de diferentes interpretaciones del estado de conciencia del vidente. Los sueños y/o visiones muy vívidos pueden confundirse con una experiencia física cuando en realidad sucedió como visión de lo etérico.
A pesar de estas consideraciones, existe, además de los griegos, un registro, aunque algo insatisfactorio, atribuido a San Jerónimo, sobre un sátiro que supuestamente fue capturado vivo durante el reinado de Constantino; la criatura fue exhibida en público. Tenía forma humana; Tenía cuernos en la cabeza y patas de cabra. Tras su muerte, el sátiro fue preservado en sal y entregado al Emperador como último testimonio de su realidad. [Dentro del límite de la probabilidad, esta curiosidad era lo que la ciencia moderna conoce como monstruosidad].
Manly P. Hall, 1928. Trad. adaptar. & investigación: Ligia Cabús do Nascimento
