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por David Griffin y Cris Monnastre
Extracto de “La magia ritual Manual "
Traducción: Yohan Flaminio
La Orden Hermética de la Aurora Dorada y la Ordo Rosae Rubeae et Aureae Crucis (RR et AC) son dos divisiones de una Orden iniciática y mágica fundada por masones de alto rango en Inglaterra en 1888 y 1892 respectivamente. Oscura y controvertida, su principal historia Su importancia radica en su brillante síntesis de material mítico y mágico, de fuentes tan variadas como la Fama Fraternitatis (el primer documento rosacruz publicado), El libro egipcio de los muertos, Cornelius Agrippa, Tycho Brahe y John Dee. Los aspectos más destacados del vasto cuerpo de material iniciático y mágico de la Orden fueron revelados por primera vez en 1937 por el fallecido Dr. Israel Regardie. Posteriormente, este material ha tenido un impacto en la mayoría de las áreas de la magia moderna, así como en muchas otras áreas de la espiritualidad.
Israel Regardie (1907-1985) se erige como un vínculo generacional importante con el resurgimiento mágico de finales del siglo XIX, así como un pionero en un intento temprano de integrar la psicología y la magia. Nacido en 1907, Regardie conoció de joven a Aleister Crowley (1875-1947) y Dion Fortune (1890-1946), dos de los primeros seguidores de la Ordo Rosae Rubeae et Aureae Crucis, cada uno de los cuales fundó sus propias fraternidades esotéricas. Regardie también fue iniciado en Stella Matutina, una de las primeras ramas de Amanecer Dorado. Finalmente, el trabajo de Regardie fue innovador como un intento temprano de integrar la psicología y la magia. Cuando Regardie era joven, deseaba ardientemente convertirse en mago. Consideraba a Aleister Crowley como el mago más grande de la época y, habiéndose presentado a Crowley a través de una carta de admiración, comenzó a trabajar como su secretario personal en París en 1928. Después de varios años con Crowley, Regardie se vio obligado a irse como resultado de una dolorosa ruptura con su mentor. El trauma causado por esta violación hirió profundamente a Regardie; Más tarde dijo que le llevó casi siete años recuperarse de esto.
Empobrecida y confundida, Regardie fue acogida como invitada por Dion Fortune, que vivía cerca de Glastonbury, en el suroeste de Inglaterra. Fortune no sólo era una maga talentosa, sino también una clarividente natural. Hasta su muerte, nunca olvidó su hospitalidad y generosidad durante este momento difícil. Dion Fortune influyó en Regardie en una dirección completamente inesperada. Contribuyó decisivamente a llevar las ideas de Sigmund Freud a Inglaterra y escribió una colección de cuentos llamada Los secretos del Dr. Taverner. Aunque caracterizó estas historias como ficción, dijo que el Dr. Taverner realmente existió y que las historias reflejaban estudios de casos reales en los que se vinculaban procesos psicológicos y mágicos. Fue en la mesa de la cena de Dion Fortune donde Regardie conoció por primera vez las ideas de Freud y CG Jung. Poco después, todavía luchando con la avalancha de emociones que surgieron de su ruptura con Crowley, Regardie entró primero en el psicoanálisis freudiano y luego junguiano. Durante esta fase, Regardie se dio cuenta del importante papel que sus propios conflictos emocionales no resueltos de la infancia habían desempeñado en su ruptura con Crowley. Regardie finalmente concluyó que era este infantilismo no resuelto lo que explicaba la mayor parte de la caótica dinámica de grupo de las fraternidades esotéricas anteriores. Esto le llevaría a insistir en la necesidad de la psicoterapia para cualquiera que practique seriamente cualquier disciplina espiritual.
Posteriormente, Regardie se mudó a los Estados Unidos, donde se familiarizó con las ideas de Wilhelm Reich y comenzó la terapia Reichiana. También comenzó a mantener correspondencia con Eva, la hija de Reich, lo que le animó a interesarse seriamente en la conexión cuerpo-mente y, finalmente, a formarse como quiropráctico.
Incluso al final de su vida, Regardie siguió respetando tanto el psicoanálisis freudiano como las ideas de Jung. Sin embargo, llegó a creer que el análisis junguiano, tal como lo había experimentado, carecía de una técnica eficaz. Finalmente concluyó que la terapia verbal de cualquier orientación palidecía a la luz del trabajo corporal de Reich y que las 764 técnicas de magia ceremonial algún día se convertirían en un poderoso complemento de la psicoterapia.
Como terapeuta y trabajador físico, Regardie combinó el enfoque de Reich con ajustes quiroprácticos menores, técnicas mágicas básicas y hathayoga. En una sesión típica, Regardie comenzaría iniciando una respiración rítmica y profunda en el cliente durante un período de tiempo considerable. Esta hiperventilación crearía un estado de conciencia ligeramente alterado. Durante este proceso, Regardie examinaba varias áreas de tensión en el cuerpo y reducía su tensión con un tipo de masaje profundo y, a veces, doloroso.
Tanto Regardie como Reich sintieron que los conflictos emocionales no resueltos se almacenaban en el cuerpo en forma de tensión. El uso de un enfoque físico liberaría bloqueos para que la energía vital, que Reich llamó "orgona", pudiera pasar libremente por todo el cuerpo. Durante el transcurso de una sesión, a menudo surgía una gran emoción que se animaba al cliente a expresar.
Regardie a menudo relacionaba las ideas reichianas con la magia de la Orden Hermética de la Aurora Dorada. Le gustaba especialmente un ejercicio mágico llamado Ritual del Pilar Medio. En esta técnica, el mago visualiza sucesivas esferas de luz en varios puntos arriba, abajo y a lo largo de la columna mientras hace vibrar ciertas palabras. Esto genera un cierto tipo de energía que, según Regardie, es idéntica al orgón de Reich. Luego, esta energía circula alrededor y a través de todo el cuerpo a través de una mayor visualización.
Las órdenes esotéricas legítimas siempre han tenido como objetivo principal proporcionar un contexto dentro del cual la iniciación pueda tener lugar de manera segura y efectiva. Como se mostrará aquí, existen muchos paralelos entre la iniciación y las formas de psicoterapia que tienen en cuenta las dimensiones espirituales del crecimiento. Regardie llegó incluso a aconsejar que ambos deberían considerarse procesos complementarios y que la iniciación debería ir siempre acompañada de alguna forma de psicoterapia.
Regardie, por supuesto, consideraba que la terapia Reichiana era el complemento más útil del trabajo mágico. Sin embargo, en vista de la actual falta de terapeutas reichianos capacitados, otras escuelas de psicología adecuadas para trabajar junto con el entrenamiento mágico son aquellas que incluyen el crecimiento espiritual como parte de su paradigma, como las orientaciones junguianas y transpersonales, la psicosíntesis y el campo emergente del esoterismo. Psicología.
¿Por qué un candidato a la iniciación necesita psicoterapia? Cualquier forma de entrenamiento espiritual, cuando se practica con suficiente sinceridad y disciplina, eventualmente activará lo que Jung llama complejos inconscientes personales. Estos pueden definirse como patrones emocionales infantiles que quedan desde la primera infancia y que giran en torno a conflictos parentales no resueltos. Estos complejos están simbolizados en los diagramas de este apéndice por el dragón de siete cabezas. A menudo se sienten energizados por las prácticas espirituales.
A menos que se permita que los complejos emerjan a la conciencia de manera segura y controlada, pueden representarse de maneras peligrosas. Esto ayuda a explicar por qué muchos grupos “espirituales” se han vuelto disfuncionales y, a veces, incluso destructivos.
Es cierto que combinar iniciación y psicoterapia presenta algunas dificultades. Aunque es poco probable que la psicoterapia perjudique la eficacia de una iniciación o de cualquier otro proceso genuinamente espiritual, no todos los que buscan la iniciación pueden permitirse el gasto sustancial de la psicoterapia. Además, al lego medio puede resultarle difícil distinguir a un terapeuta eficaz de uno incompetente. Desafortunadamente, los psicoterapeutas ineptos y destructivos suelen ser más fáciles de encontrar que los capaces, y lo mismo ocurre con los iniciadores y las órdenes de iniciación. Muchos grupos esotéricos están motivados principalmente por las necesidades de dinero o de control manipulador de sus líderes sobre la vida de las personas.
La verdadera iniciación es un proceso similar a la psicoterapia en el sentido de que la habilidad y la ética personal del iniciador son cruciales para un resultado exitoso. Además, una relación con un iniciador poco ético puede ser tan dañina como una con un psicoterapeuta poco ético. Por lo tanto, cualquiera que busque la iniciación debe ser extremadamente juicioso al elegir un iniciador o una orden. El buscador también necesita distinguir entre órdenes de iniciación y cultos a la personalidad, ya que muchos grupos espirituales se han construido en torno a las personalidades de líderes carismáticos pero manipuladores. Este fenómeno, combinado con el desprecio por los problemas psicológicos que puedan surgir, es responsable de muchos de los abusos que han plagado a la comunidad esotérica.
Un análisis de la dinámica psicológica que subyace a la iniciación ayudará a aclarar por qué ocurren tales abusos. El proceso iniciático de la Orden Hermética de la Aurora Dorada ilustra claramente los peligros y el potencial de la iniciación. Pero consideremos primero las principales diferencias entre iniciación y psicoterapia.
La iniciación, como su nombre indica, se puede definir como un nuevo comienzo. En el sistema Amanecer Dorado, el proceso iniciático tiene un componente mágico y psicológico. El componente mágico puede describirse como el despertar o encendido sistemático de ciertas fuerzas o energías en la “Esfera de Sensaciones” del iniciado. (La Esfera de Sensaciones es el término utilizado por la Ordo Rosae Rubeae et Aureae Crucis para describir lo que comúnmente se llama cuerpo energético o aura).
Este proceso requiere de un iniciador en el que estas fuerzas ya estén despiertas y activas, ya que la iniciación se produce a través de una transmisión real de energías. Así, desde una perspectiva mágica, la relación entre el iniciador y el candidato es crucial. En este sentido, la autoiniciación genuina, si no del todo imposible, al menos es extremadamente difícil de lograr. Sin embargo, es posible, aunque difícil, lograr gran parte de este objetivo mágico de la iniciación mediante la invocación sistemática y repetida de las energías mágicas correctas utilizando magia ceremonial.
Aunque mucho se ha escrito sobre la Orden Hermética de la Aurora Dorada, casi nada se ha dicho sobre el proceso iniciático general en el que la Aurora Dorada es sólo el primer paso. Desde el principio, este sistema fue concebido como compuesto de diez grados, cada uno correspondiente a un Sephirah en el Árbol Cabalístico de la Vida, y de tres grados, cada uno correspondiente a un orden completo. Cada orden sucesivo está velado respecto del anterior por los velos de Isis y Neftis (llamada Paroketh). Los Tres Órdenes del Árbol de la Vida.
El primer grado y orden consisten en el plan de estudios y ciclo de iniciaciones de la Orden Hermética de la Aurora Dorada. Los grados del primer grado comienzan con la iniciación del Neófito y corresponden a los Sephiroth de Malkuth, Yesod, Hod y Netsach. El segundo grado y orden son los del Ordo Rosae Rubeae et Aureae Crucis. Los Grados de Segundo Grado comienzan con la iniciación probatoria del Portal de la Cripta de los Adeptos y corresponden a los Sephiroth de Tiphareth, Gevurah y Chesed. El tercer grado y orden son los del Ordo Argentei Astri (comúnmente denominado tercer orden). Los grados de tercer orden corresponden a los Sephiroth de Binah, Chokmah y Kether, y comienzan con la iniciación probatoria de la Puerta del Abismo (que corresponde al No-Sephirah de Daath).
En primer orden, las fuerzas mágicas son despiertas, activadas y equilibradas en el candidato por el iniciador en los propios rituales. Estas fuerzas son las de los elementos tradicionales; Fuego, Agua, Aire, Tierra y Espíritu, que están simbolizados por un pentagrama. Sin embargo, a partir del segundo orden, la práctica individual de la magia ceremonial aumenta enormemente este proceso. El trabajo del Segundo Orden activa principalmente las fuerzas de los siete planetas tradicionales: Saturno, Júpiter, Marte, Sol, Venus, Mercurio y la Luna, que están simbolizados por un hexagrama. Además, en el segundo orden, el adepto aprende a trabajar de forma independiente con los elementos a través de una serie de subgrados, lo que diferencia aún más estas fuerzas en el aura del adepto. El tercer orden activa principalmente las fuerzas de los signos del zodíaco, así como la sal alquímica, el azufre y el mercurio, que están simbolizados por un triángulo. Así, el trabajo de tercer orden incluye la alquimia como proceso psicoespiritual, así como la magia ceremonial.
Habiendo examinado así el aspecto mágico de la iniciación, ahora podemos comprender el significado del símbolo rosacruz (que se muestra a continuación) utilizado por el Ordo Rosae Rubeae et Aureae Crucis. Aunque sus imágenes son demasiado complicadas para discutirlas aquí, podemos señalar que este rosacruz representa simbólicamente las fuerzas despiertas en el cuerpo energético de un adepto plenamente iniciado. También ilustra la armonía y equilibrio de su funcionamiento, representado por los cuatro elementos y los siete planetas tradicionales.
Los tres anillos concéntricos de letras hebreas en el centro de la figura están divididos en grupos de tres, siete y doce letras cada uno. Esta distribución está tomada del Sepher Yetzirah o “Libro de Formación” de los antiguos Cabalistas. El anillo más interior corresponde al primer orden y a las fuerzas de los elementos. 769 El segundo anillo corresponde al segundo orden así como a los siete planetas tradicionales, mientras que el tercero se relaciona con el tercer orden y los signos del Zodíaco. Examinemos ahora algunas de las dinámicas de la psicoterapia, para comprender mejor la iniciación desde un punto de vista psicológico. Según ciertas escuelas de psicología, un fenómeno llamado "transferencia" ocupa un lugar destacado en la psicoterapia eficaz. La transferencia se puede definir como el proceso de tomar conciencia de nuestros conflictos parentales no resueltos. Durante el curso de la psicoterapia, el cliente comienza a ver al terapeuta como la encarnación de estos conflictos no resueltos. Esto ocurre cuando el cliente proyecta los contenidos de su propio inconsciente sobre el terapeuta de la misma manera que se proyecta una película sobre una pantalla en blanco. La transferencia también juega un papel crucial en el proceso de iniciación, excepto que aquí es el iniciador quien se convierte en la pantalla de las proyecciones. Ésta es una de las razones por las que la iniciación puede ser una herramienta extremadamente eficaz para facilitar el desarrollo personal y espiritual. Pero también explica por qué la iniciación a manos de líderes ineptos o sin escrúpulos puede provocar angustia, desilusión o incluso muerte y destrucción. Además, debido a que la relación transferencial con otro ser humano es también un factor central en la iniciación, la autoiniciación genuina es tan imposible como la psicoterapia autoadministrada.
Como ya hemos comentado, la psicoterapia concomitante con la iniciación es una buena idea, aunque no siempre sea posible. Pero es necesario considerar ciertas circunstancias especiales. Sin duda el terapeuta
debe ser capaz de ver la espiritualidad como un fenómeno saludable; Idealmente, él o ella debería tener experiencia trabajando con temas espirituales.
Aunque el terapeuta y el iniciador no necesitan consultarse, deben mantener límites saludables en su relación con el iniciado. Nunca es una buena idea que un terapeuta discuta el material del caso fuera de la relación terapéutica. Desafortunadamente, algunos terapeutas tienden a discutir este material con colegas, supervisores, a veces incluso en cócteles, creyendo al mismo tiempo que se están comportando éticamente porque sólo usan el nombre del cliente.
Tanto el terapeuta como el iniciador deben comprender desde el principio que este tipo de discusiones no deberían ocurrir. La iniciación puede compararse con un proceso alquímico: para que sea más eficaz, el contenedor (las relaciones con el terapeuta y el iniciador) debe estar sellado herméticamente. Ésta es la razón principal por la que se le da tanta importancia al secreto y al silencio en asuntos esotéricos. El silencio crea poder y presión, que en última instancia producen una profunda transformación espiritual y psicológica.
Si la transferencia primaria ocurre con el iniciador o con el terapeuta es relativamente poco importante. Uno nunca decide conscientemente crear una relación de transferencia. Sucede de forma completamente inconsciente, ocurriendole a la persona de la que eres más capaz de enamorarte y odiar. Lo más importante es que ocurra y que las proyecciones y sentimientos negativos puedan surgir y trabajar en ellos de manera segura.
La fase inicial del proceso iniciático de primer grado está representada simbólicamente en un diagrama llamado “El Jardín del Edén antes de la Caída” (que se muestra arriba). Este diagrama, que se presenta al iniciado en el grado Practicus 3=8, representa una etapa de inocencia primordial. En esta etapa, el candidato a menudo ve al iniciador desde una perspectiva positiva e irreal, como una especie de padre ideal o perfecto. En este diagrama, Eva, la figura femenina que se muestra en la base del Árbol de la Vida, representa la madre ideal (y la Nephesh cabalística o naturaleza instintiva); se la representa sosteniendo los pilares de Jachin y Boaz. Adán, que representa al padre ideal (y el ruach cabalístico o aspecto racional) está de pie sobre ella con el pecho en la estación de Tiphareth, con los brazos extendidos hacia Chesed y Gevurah. Este diagrama representa la dicha de la inocencia: el candidato vive en un estado de dicha debido a su contacto con los “padres ideales” proyectados en el iniciador. Este proceso no es diferente de la descripción que hace Jung del enamoramiento. Según Jung, cuando los hombres se enamoran, proyectan su propio lado femenino o ánima en su amada, mientras que las mujeres proyectan su interior masculino, al que Jung llama animus.
Esta es la etapa más susceptible al abuso por parte de iniciadores ineptos o sin escrúpulos. Han surgido acusaciones de acoso sexual, manipulación y otras formas de abuso, no sólo entre líderes de órdenes ocultistas sino también dentro de la comunidad religiosa dominante. Como han demostrado Jim Jones, David Koresh y la Orden del Templo Solar, este abuso de confianza puede incluso tener consecuencias fatales.
Se han establecido para la psicoterapia ciertas salvaguardias, como leyes que imponen pautas éticas. Pero todavía no existen leyes que protejan a los iniciados en fraternidades esotéricas, aunque el abuso emocional, físico o sexual en estas áreas puede ser igualmente dañino. Por lo tanto, la decisión de iniciarse puede compararse con la decisión de iniciar la psicoterapia, y la elección de un iniciador adecuado es al menos tan importante como la de un buen psicoterapeuta. En ambas opciones, los individuos deben tener mucho cuidado.
Una mirada más cercana al diagrama de “El jardín del Edén antes de la caída” revela la naturaleza ilusoria de la relación con los padres ideales. Nótese, en primer lugar, la ausencia de los Sephiroth Supremos (Kether, Binah y Chokmah) en este Árbol Cabalístico de la Vida: están simbolizados sólo en potencial por la figura femenina alada en la cima del Árbol. Esta figura simboliza la neshamá, o Divino Femenino, de los Cabalistas. Además, Eva (la figura femenina al pie del Árbol) está parada sobre un dragón enroscado de siete cabezas.
Este dragón tiene una larga historia. Se puede encontrar ya en el período Paleolítico en la forma de serpiente asociada con la consorte de las Grandes Diosas Madres, así como con su Árbol de la Vida. Esta misma serpiente aparece más tarde en los mitos egipcios de las peleas de Ra con el demonio serpiente Apep. Bajo esta misma luz negativa, se encuentra una vez más en el libro del Apocalipsis del Nuevo Testamento.
Sin embargo, la serpiente sigue siendo un símbolo importante de resurrección y renovación de vida, ya que muda su piel con regularidad. Cuando se interpreta psicológicamente, este dragón serpentino representa lo que Jung llama complejos del inconsciente personal.
El desarrollo del proceso iniciático conduce inevitablemente a la situación representada por el diagrama titulado “El Jardín del Edén después de la Caída” (representado a continuación). Este diagrama se muestra al candidato durante la iniciación en los grados 4-7 de Philosophus. Aquí las cabezas del dragón se elevan a la conciencia; Como se muestra en el diagrama, se conectan a los siete Sephiroth inferiores del Árbol de la Vida. En esta etapa, el ego del iniciado es atacado por sus complejos personales.
Este es un proceso necesario para despertar la psique, pero tiende a ser desagradable.
¿Cuántas aventuras amorosas han terminado en desilusión o tragedia? Tanto el proceso psicoterapéutico como el iniciático exponen aún más los conflictos no resueltos de la primera infancia. El amado, que antes era visto bajo una luz imaginaria positiva, ahora actúa de manera opuesta. La Reina del Cielo se convierte en Bruja y el Príncipe de las Hadas se convierte en Ogro. La misma persona que antes “no podía hacer nada malo” de repente “no puede hacer nada bien”. Estas proyecciones negativas son, por supuesto, tan poco realistas como las proyecciones positivas de la fase anterior.
Es crucial para el resultado de la iniciación que los complejos del inconsciente personal puedan manifestarse de manera segura y controlada dentro del receptor de la relación con el iniciador. La aparición de estos complejos puede provocar arrebatos de comportamiento irracional en el candidato. Esto puede ser bastante traumático tanto para el iniciador como para el candidato, ya que ambos a menudo se encuentran atrapados en el drama infantil no resuelto de la primera infancia del candidato. En esta etapa, la habilidad del iniciador se vuelve crucial. Debe ser extremadamente consciente de lo que sucede y, en ocasiones, debe tener una paciencia casi sobrehumana para resistir los arrebatos del candidato. Esta situación se complica por lo que los psicólogos llaman “contratransferencia”, en la que los complejos personales del iniciador se proyectan sobre el candidato. Los iniciadores y terapeutas nunca deben dar por sentado que se han vuelto completamente conscientes de sus propios procesos internos; No importa cuánto haya crecido una persona, siempre será vulnerable a la aparición posterior de su propio material inconsciente. El iniciador puede incluso estallar en arrebatos de comportamiento irracional, lo que puede agravar aún más la situación.
Esta fase de iniciación también es terreno fértil para el abuso por parte de iniciadores ineptos o poco éticos, que pueden estar cegados por sus propios complejos o tentados a mantener la transferencia positiva de la primera etapa. La adoración estudiantil puede fácilmente seducir a un iniciador para que intente mantener el papel ilusorio del patriarca o matriarca idealizado y carismático. Pero esto sería un veneno para la iniciación exitosa y el crecimiento espiritual, así como para la salud de cualquier organización espiritual legítima.
Por lo tanto, los iniciadores deben resistir esta tendencia a toda costa; de lo contrario, la iniciación no puede progresar más allá de la fase simbolizada por "El Jardín del Edén antes de la Caída". ¡Además, inevitablemente llega la transferencia negativa! Si un líder no puede o no quiere convertirse en un punto focal para estas proyecciones desagradables, encontrará algún otro objeto sobre el que proyectar.
Esto conduce a situaciones extremadamente insalubres. Los líderes sin escrúpulos a menudo se ven obligados a encontrar o crear uno o más chivos expiatorios para que sirvan como objetos de proyecciones negativas. Esto puede llevar a un patrón de abuso dentro del grupo y a la expulsión del mismo. En el peor de los casos, conduce a una paranoia creciente, ya que el chivo expiatorio se proyecta sobre un enemigo imaginario o incluso sobre la sociedad en general. Waco, Texas y Cheiry, Suiza, se han convertido en monumentos al peligro de esta dinámica. Hasta este punto, la comunidad esotérica ha puesto muy poco énfasis en el crecimiento personal y la dinámica de grupo. Sin embargo, hay que recordar que siempre que uno entra en contacto con energías espirituales, también se activan los contenidos del inconsciente personal. Por tanto, las órdenes esotéricas necesitan facilitar el crecimiento personal junto con el crecimiento espiritual. También es necesario examinar la dinámica de las interacciones personales dentro de estos grupos.
A lo largo del primer grado, el candidato entró gradualmente en una relación completamente nueva con su propio Yo Superior. En las etapas iniciales de la iniciación, esta relación se manifestaba principalmente a través de proyecciones inconscientes sobre el iniciador. En el Portal Ritual de la Orden Hermética de la Aurora Dorada, se plantaron las semillas para permitir que la relación del candidato con el Yo Superior se volviera plenamente consciente. Este nacimiento a la conciencia ocurre luego con la entrada al Ordo Rosae Rubeae et Aureae Crucis durante la iniciación en el grado 5=6 del Adeptus Minor.
En la parte inicial de este ritual, el candidato es atado simbólicamente a una cruz (que simboliza los elementos). Esta subordinación voluntaria del ego al Yo Superior finalmente libera al ego del ataque de los complejos inconscientes. Esto está simbolizado por las cabezas caídas del dragón de Sephiroth (que se muestran a continuación)
Después de esta etapa del ritual, el candidato es llevado por primera vez a la Cripta de los Adeptos. Esta Cripta, una cámara altamente mágica, es el lugar de enterramiento simbólico de Christian Rosenkreutz (Frater CRC). Como lugar donde el iniciado renace, la Cripta participa no sólo del simbolismo de la tumba, sino también del útero.
Una vez dentro de la cripta, el candidato es conducido a la cabeza de los Pastos, el sarcófago simbólico de Christian Rosenkreutz. Cuando finalmente se quita la cubierta de los Pastos para revelar la figura oculta del Adepto Principal (el iniciador) en su interior, el candidato se ilumina simbólicamente por un influjo de conciencia del Ser Superior. El nuevo adepto entonces comienza a entrar en una relación completamente nueva y plenamente consciente con este Yo Superior (como se simboliza en el siguiente diagrama).
Durante esta investigación obtenemos una comprensión de los procesos psicológicos y mágicos que subyacen a la iniciación legítima. Este, sin embargo, no es el final. Hace muchos años, Regardie pidió una mayor exploración de la integración de la psicología y la magia. De hecho, se podría denominar al área de superposición entre estos dos campos “Psicología Esotérica”. Esta encuesta fue un intento de hacer una pequeña contribución a este nuevo campo emergente. El trabajo, sin embargo, apenas comienza. Situados en el punto de vista del fin del milenio, diez años después de la muerte de Regardie, nos sentimos obligados a repetir su llamado a seguir investigando: “Quien logre fusionar estos dos [psicología y magia] indisolublemente juntos, para él la humanidad será siempre agradecido."
