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Thelema (“telema”) es una palabra griega que significa “voluntad” o “intención” y se escribe THETA-EPSILON-LAMBDA-ETA-UM-ALPHA. Thelema tiene el valor numérico 93, que es lo mismo que AGAPÉ (Amor en griego), también es el nombre de una nueva filosofía espiritual que se ha desarrollado durante los últimos cien años y poco a poco se va consolidando a nivel mundial.
Una de las primeras citas de esta filosofía se encuentra en el clásico Gargantúa y Pantagruel escrito por François Rabelais en 1532. Un episodio de esta aventura épica habla de la fundación de una "Abadía de Thelema". Una institución para el cultivo de las virtudes humanas, que Rabelais identificó como exactamente opuesta a las ideas cristianas que prevalecían en aquella época. La única regla de la abadía era: "haz lo que quieras". Esta se ha convertido en una de las conductas básicas de la filosofía Thelémica actual.
Aunque fue influenciado por varios pensadores visionarios prominentes durante los siguientes cien años, las semillas de Thelema plantadas por Rabelais finalmente dieron frutos a finales de este siglo cuando fueron desarrolladas por un inglés llamado Aleister Crowley. Crowley fue poeta, autor, alpinista, mago y miembro de la sociedad oculta conocida como "La Orden Hermética de la Aurora Dorada". En 1904, en un viaje a Egipto con su esposa Rose, Crowley se vio involucrado en una serie de acontecimientos que clasificó como inauguradores de un nuevo Aeon (Eón) de la evolución humana. Estos culminaron en abril cuando Crowley en estado de trance escribió los tres capítulos de 220 versos que llegaron a llamarse El Libro de la Ley (también conocido como Liber AL o Liber Legis). Este libro declara entre otras cosas: “la palabra de la ley es Thelema” y “haz lo que quieras será la totalidad de la ley”.
Crowley pasó el resto de su vida desarrollando la filosofía de Thelema tal como la revela el Libro de la Ley. El resultado es un voluminoso comentario y obras que abarcan magia, misticismo, yoga, qabalah y otros temas ocultistas. Prácticamente todos sus escritos llevan la influencia de Thelema tal como la interpreta y entiende Crowley en su calidad de profeta del nuevo Aeon.
Una teoría afirma que cada capítulo del Libro de la Ley está asociado con un Eón particular de la evolución espiritual humana. De acuerdo con este punto de vista, el Capítulo Uno caracteriza el Eón de Isis, cuando predominaba el arquetipo de la deidad femenina. El capítulo dos se relaciona con el Eón de Osiris, cuando el arquetipo del Dios muerto se hizo prominente y se establecieron las religiones patriarcales del mundo. El Capítulo Tres describe la inauguración de un nuevo eón, el Eón de Horus, hijo de Isis y Osiris. Es en este nuevo eón que la filosofía de Thelema será plenamente revelada a la humanidad y quedará establecida como el paradigma preliminar para la evolución espiritual de la especie.
Algunos de los elementos esenciales del pustulado de Thelema son:
"Cada hombre y cada mujer es una estrella".
Esto generalmente se interpreta con la idea de que cada individuo es único y tiene su propio camino en un universo espacioso donde puede moverse libremente sin colisiones.
"Haz lo que quieras será la totalidad de la ley". y “no tienes más derecho que hacer tu voluntad”.
La mayoría de los thelemitas afirman que cada persona tiene una verdadera Voluntad, una única motivación general para su existencia. La ley de Thelema requiere que cada persona siga su verdadera Voluntad para lograr la plenitud en la vida y la libertad de las limitaciones de su naturaleza. Debido a que ninguna de las verdaderas Voluntades puede estar en conflicto real (según "cada hombre y cada mujer es una estrella"), esta ley también prohíbe interferir con la verdadera Voluntad de otra persona.
Los thelemitas aprecian la noción de libertad absoluta para que un individuo siga su verdadera voluntad. Esta filosofía también reconoce que la tarea principal de un individuo que sigue el camino de Thelema es descubrir primero su verdadera Voluntad, dando gran importancia a los métodos de autoexploración como la magia. Además, cada voluntad verdadera es diferente y, debido a que cada persona tiene una visión única del universo, nadie puede determinar la verdadera Voluntad de otra persona. Cada persona debe lograr este descubrimiento por sí misma.
"El amor es la ley, amor bajo voluntad."
Este es un corolario importante del anterior, que indica que la naturaleza esencial de la ley de Thelema es la del Amor. Cada individuo se une con su Verdadero Ser a través del Amor y, al hacerlo, todo el universo de seres conscientes se une con todos los demás seres a través del Amor.
Naturalmente, con el énfasis en la libertad y la individualidad inherentes a Thelema, la opinión de cada Thelemita sobre la ley tiende a diferir sustancialmente. El Comentario añadido al libro de la ley indica esto: “todas las cuestiones de la Ley deben decidirse sólo apelando a mis escritos, cada uno por sí mismo. Aunque a veces se hace referencia a Thelema como una “religión”, se adapta a una amplia gama de creencias individuales, desde el ateísmo hasta el politeísmo. Lo importante es que cada persona tiene derecho a completarse a través de las creencias y acciones que mejor le sirvan (siempre que no interfieran con la Voluntad de los demás), y sólo ella misma está capacitada para determinar cuáles son.
