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Por el brujo Robert J. Leuthold.
A lo largo de los años se ha afirmado (generalmente por detractores o antiguos miembros o que nunca lo fueron) que, debido al interés de nuestro fundador en la eugenesia, de alguna manera las personas discapacitadas no son aptas para ser satanistas. Ahora, no quiero hablar por los muertos, pero ¿estas personas han leído el mismo libro que yo? Como ya es bien sabido, la Biblia satánica del mago Anton Szandor LaVey tiene cierta influencia del libro Might Is Right de Ragnar Redbeard, que aboga por la subyugación de los débiles por los fuertes. Por supuesto, hay una advertencia: los inteligentes gobiernan a los fuertes.
Además, quién es “fuerte” y quién es “débil” está abierto a interpretación. Cuando era joven soñaba con el servicio militar. La realidad se impuso y fue entonces cuando probé por primera vez ser "otro". Con eso quiero decir que sabía que no era como la gente “normal” y terminé odiado, acosado o protegido por eso. Al final de mi adolescencia, esto me llevó a la Biblia satánica.
En este punto, es necesario un aparte autobiográfico, así que, citando a los Rolling Stones, "permítanme presentarme".
Nací el jueves 3 de noviembre de 1977. Me gustaría contarles que hubo un gran suceso cósmico que anunció mi llegada a la Tierra, pero, para ser honesto, tengo suerte de estar vivo. Nací dos meses antes de tiempo, con un nivel tan severo de ictericia que fueron necesarios dos reemplazos completos de sangre, sin mencionar mi parto interrumpido, mis pulmones colapsados y el cordón umbilical alrededor de mi cuello. “Eso” requirió una traqueotomía. Durante casi dos años, no hablaba y enseñaba lengua de señas. Mis luchas comenzaron allí y, como mencioné antes, hubo más de lo que me correspondía en acoso y odio por mi alteridad. A pesar de todo, dejando de lado los errores, incluido un período horrible en Primaria II, seguí adelante. Lo que me mantuvo adelante, a través de innumerables días de frustración, fue mi creciente voluntad y misantropía, y el hecho de que, poco a poco, fui aceptando que no era como otros niños de mi edad. De hecho, prefería la lectura, el cine y los videojuegos. Básicamente, mi madre me prohibió tener citas hasta más tarde, porque los estudios eran lo primero. Afortunadamente terminó la Primaria II y luego empezó la Secundaria, que fue mucho más fácil para mí. Me inscribí, por elección propia, en el Servicio Militar (Junior ROTC), y mi tesón no sólo me hizo alcanzar el rango de Cadete, que era un rango por debajo de los puestos de Estado Mayor del Cuerpo al graduarme. Durante tres años nuestra unidad logró “Unidad de Honor con Distinción”.
Después de graduarme de la escuela secundaria, ese verano escuchaba mucho a King Diamond. Y mientras leía la transcripción de la entrevista, me atrajo la mención que hizo King del satanismo. Unas semanas más tarde, en un viaje de compras, compré La Biblia Satánica.
Cada uno madura y crece a un ritmo diferente, pero después de esa primera lectura –y de una Primera Fase desastrosa– mientras caminaba por la vida, el satanismo mantuvo mis pies firmes en la tierra. Probablemente nunca correré un maratón o un salto base ni escalaré montañas en el sentido físico, pero sí he escalado montañas en mi vida personal, incluyendo mi regreso de una hernia de hiato inesperada que casi me mata en 2013 y una obstrucción intestinal en 2018. Por supuesto, no lo hice solo, pero si lo que mencioné no incluye la cita “¡La victoria es la base del poder!” Así que, sinceramente, no sé qué decir. Todo esto debe contar, si me permiten el juego de palabras, como prueba de que compenso mi falta de destreza física con una mente aguda. A lo largo de los años, he incorporado y aplicado el satanismo, ya sea a través de mis podcasts en Radio Free Satan—The Metal Grotto y anteriormente Metal Invaders, y mi colección de poesía erótica de terror Obsidian Odes, así como las diversas entrevistas sobre el satanismo que he concedido. A través de los años.
Esto me coloca directamente en la “piedra angular de la pirámide” que Magus Gilmore menciona en “Un manual para misantropólogos inexpertos” que se encuentra en el libro Las Escrituras Satánicas. ¡Por mi voluntad y astucia, por mi astucia y astucia, no sólo sobrevivo, sino que prospero! No sólo eso, sino que lo hago con una baraja apilada contra mí con bastante firmeza. Cabe señalar, sin embargo, que tengo todos los ases.
En respuesta a los críticos, los deliberadamente ignorantes y los detractores: Sí, las personas con discapacidad pueden ser satanistas, y de manera rotundo. El satanismo ha sido una filosofía con “defectos y todo” desde sus inicios en 1966. Se necesita gente de todos los ámbitos de la vida, si se me permite el juego de palabras. Lo único que importa es que TÚ seas la mejor versión de ti mismo que puedas ser.
Mi vida, con todos sus altibajos, es una prueba positiva de que puedo afrontar las dificultades.
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Sobre el Autor:
Robert J. Leuthold es un brujo de la Iglesia de Satán.
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Texto adaptado, revisado y enviado por Ícaro Arón Soares.
