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Este texto fue lamido por 87 almas esta semana.
anton lavey dice que “Satanás representa todos los llamados pecados, ya que dan gratificación física, mental y espiritual”. Es importante analizar la idea de pecado. Según la mayoría de los diccionarios, pecado proviene del latín peccatum, que significa transgresión de un precepto o dogma religioso. Místicamente, el pecado tiene el significado de no alcanzar el objetivo. ¿Qué objetivo es este?
En el satanismo esta meta es la realización del hombre en todos los sentidos, no sólo en el religioso, sino también en el mundano. La clave para saber si algo es pecado o no está en su producción. Me explico mejor: si algo es productivo para el ser humano, ¿por qué descartarlo? Si algo es estúpido o contraproducente, ¿por qué no descartarlo? El pecado, en efecto, es todo aquello que perjudica a la propia persona. Esta noción de pecado es importante, porque lo que puede ser considerado pecado para mí, puede no serlo para el querido lector. Mi camino es único, al igual que el tuyo. Ambos no se cruzan.
Los pecados del cristianismo, que hacen a la persona digna del Infierno, fueron en realidad creados con el único fin de manipular, dominar y debilitar al ser humano, como ni siquiera la propia Iglesia Católica ha evitado cometerlos en estos dos mil años. De hecho, es imposible evitarlos, porque esta organización religiosa también hablaba de “pensamientos”, es decir, por el simple hecho de pensar ya se cometen. Por eso es eternamente necesaria la asistencia de un sacerdote, que os mostrará siempre el camino a seguir, sin que vosotros podáis definir vuestra vida por vosotros mismos.
Citando ejemplos, la Iglesia persiguió a sus adversarios a lo largo de este tiempo (sucesión papal vía asesinato del anterior, Santa Inquisición, Cruzadas, Código Canónico basado en la tortura y el asesinato, la lista es larga...), cometiendo colectivamente el pecado del odio; la alta pompa de la Iglesia expresa el pecado de soberbia, de ostentación; el sexo practicado en secreto en diversos conventos y fraternidades expresa lujuria; etcétera. Nada más que un doble rasero.
Es de Nietzsche: “Mientras el sacerdote, ese negacionista profesional, calumniador y envenenador de la vida, sea aceptado como una variedad superior del hombre, no podrá haber respuesta a la pregunta: ¿Qué es la verdad? La verdad ya está en tu cabeza cuando el agente indiscutible de la inanidad es considerado su representante”.
Escuché este chiste...
Últimamente Satanás se había sentido un poco abatido. San Pedro, al notar que algo era diferente, le preguntó:
– Me gustaría saber por qué estás tan triste. El infierno está lleno de almas, el mundo está lleno de guerras y crímenes, ¿qué es lo que realmente te molesta?
– Es solo que he estado un poco inactivo últimamente. Ahora casi no hago nada.
- ¿Pero por qué? – preguntó el santo.
– ¡Es que los sacerdotes y pastores están haciendo todo mi trabajo!
Es hora de preguntar: si un criminal repugnante, con una vida repugnante de crímenes, se arrepiente en el último momento, según los estándares cristianos irá al Paraíso. Si un niño de nueve años comete un solo pecado mortal y luego muere sin arrepentirse, irá al infierno. ¿Es correcto este criterio?
Una broma más...
Un tipo sumamente avaricioso, que nunca hizo nada por nadie, muere y termina en la puerta de São Pedro. El santo consulta el libro de la vida del sujeto y va a hablar con el mismo Jesús:
– Mire, este tipo nunca hizo nada por nadie, pero aquí dice que hace 50 años le dio una moneda de cincuenta centavos a un mendigo. ¿Qué hago?
– Jesús reflexionó durante unos minutos:
– ¡Mira, devuélvele la maldita moneda y envíalo al infierno!
Esto se llama venganza.
Los pecados cristianos tenían el alcance de privilegiar a la clase religiosa y feudal, en detrimento de la población. Los siete pecados son la avaricia, el orgullo, la envidia, el odio, la gula, la lujuria y la pereza.
Pequeño tratado satánico sobre el pecado
