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Soy Astaroth, Demonio de los Sentidos, quien fue llamado por Satanás para complementar las ciencias de Asmodeo, pues Satanás dijo: Así como Yo le di al hombre la conciencia, así Asmodeo debe enseñarle el conocimiento de su mundo y del universo. Pero ¿de qué serviría esta conciencia y conocimiento sin la admiración y el aprecio por estas cosas?
Dije, en verdad, si los hombres no hubieran poseído aún en sí ninguna emoción, se inclinarían a los extremos del cielo, buscando un mecanismo universal que se justificara. Incluso si el hombre alcanzara el dominio absoluto sobre la física del Dios-Cosmos, no tendría medios para comprender la medida o la importancia de su logro excepto a través de la sensibilidad individual a la estética; esta fue la contribución de Astaroth. Porque el don satánico despierta al hombre, la separación intelectual le da la capacidad de ver su progreso y planificar una base extracientífica para su placer emocional.
Por eso vine a la Tierra con Asmodeo, y así como él habló al intelecto del hombre, llevé la meditación y la introspección a los artistas y autores de la sensibilidad. Y el hombre existe no sólo para usar su poder satánico, sino también para reconocer el grado de libertad que se le ha prometido: la subyugación de todo comportamiento a su voluntad y no a leyes naturales o mecánicas.
Luego llegaron al hombre la fantasía y la imaginación, y la apreciación de los contrastes entre la realidad de sus logros y las ilusiones de imposibilidad circunscritas por la lógica de Dios. Y cada vez que el hombre alcanzaba un nuevo nivel de logros materiales, también se enfrentaba a la barrera de la Voluntad de Dios, que no permitía ninguna desviación de su ley.
Y el hombre estaba encantado de medirse con este límite, porque se embriagaba con su capacidad de controlar las fuerzas del cosmos a su antojo. El hombre aprendió a domar las leyes naturales con la espada que tomó de las propias manos de la naturaleza. Pero Astaroth dijo, no cierres los ojos ante este pequeño progreso, porque con tu trabajo superarás todos los sistemas de Dios, incluso si tu comprensión está limitada por los límites de estas leyes y la aceptación del orden divino como propósito de tu vida. carrera.
Entonces, enfrenté al hombre, diciéndole: el universo entero que antes sólo conocía la Voluntad de Dios fue tomado por perfecta oposición, donde las fuerzas de los Ángeles del Cielo y las de los Demonios del Infierno fueron tomadas por frustración mutua, sirviendo finalmente sólo para sostener la gran barrera de la Voluntad entre el orden y el caos. Y el hombre, hijo de este desequilibrio, es quien debe resolver el problema entre el Cielo y el Infierno, y es quien no tiene rival en esta antítesis racial y debe trascender el imperio del orden de Dios y establecer la libertad eterna de la voluntad satánica.
Y dije: No es sólo a través de tus ciencias físicas y filosóficas que lograrás esto, pues tu mente y tu Voluntad deben ser entrenadas una vez más para disfrutar de su concepción empírica. El hombre debe crear su propio orden, independiente de cualquier imposición externa. Y hasta que no domine este poder no podrá aspirar al fin de su evolución satánica. Y mientras el hombre ahora se vuelve hacia la comprensión y la investigación cautelosa de esta nueva dirección de su voluntad, Astaroth completa su síntesis con Asmodeus. La era de nuestra compañía con el hombre llegó a su fin y a la Tierra llegó el tercer gran Demonio que forma el vínculo entre el Infierno y el hombre y con su presencia se proclama el amanecer de la Era Satánica.
Miguel Aquino. Trad Morbitvs Vividvs
