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PSICÓPATA

El sueño de la razón produce monstruos

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Shirlei Massapust

“La fantasía abandonada de la razón produce monstruos, y unida a ella está la madre de las artes. Cuando surge la razón, todos son fantasmas y visiones monstruosas.”- Goya

Según Ortega y Gasset, es tarea de los historiadores del arte descubrir la unidad oculta en la que todos los ingredientes de la obra de un artista aparecen orgánicamente conectados, haciendo un inventario de los temas que el autor pintó y los que no pintó. Es una pena que este filósofo no haya seguido su propio consejo y haya optado por interrumpir su biografía de Goya en un momento en el que el biógrafo, anciano, desempleado y sordo, ya no era pintor de corte ni decorador de catedrales; pero, en tus palabras, un poseso eficaz, como un endemoniado[ 1 ] por el demonio de su propio estro.[ 2 ]

No se mencionó nada sobre el Dispara. Con respecto a Caprichos Se dice que, para Goya, la palabra “capricho”, encontrada en documentos y referencias, muy utilizada en su correspondencia y títulos, representaba todo lo que hace un pintor fuera de su oficio.[ 3 ] Sería la decoración de su propia casa, en la Quinta del Sordo, realizada desde el último cuarto de 1820 hasta mediados de 1824, algo irrelevante, despreciable, por el simple hecho de ser “obra de un hombre decrépito que sólo sierra[ 4 ]"?

Eugenio d'Ors, corresponsal de Ortega y Gasset, opinó que las provocaciones de su amigo requieren la respuesta contraria.

A los ochenta y dos años Goya caricaturizó a un anciano con el título Todavía Aprendo (todavía aprendo). Quizás fue solo una sátira sobre estudiantes repetidores y/o personas que no saben lo que quieren en la vida; sin embargo, no debemos descartar la hipótesis de la confesión autobiográfica. Al aprender a trabajar libre de la dirección de otras personas, este personaje histórico comienza a ser estudiado no como un aspecto de habilidad objetiva, sino, por el contrario, de lo fantástico subjetivo. Por tanto, se vuelve menos barroco y pioneramente romántico.

Entre los muros de la Quinta del Sordo, nuestro aprendiz aprendió una maravillosa lección, cuyo significado y eficacia nunca fue abandonada. Aprendí la magnífica conferencia sobre la libertad. Supongo que desde ese día, pintar al gusto.

Ah, no es nada. Sal del trabajo. emanciparse de ellos condiciones. Por otro lado, no hay que pensar en la venta. No sucedió sin éxito. No se limitó a la aprobación. No dije nada sobre la excusa. Además, en esa serie no hay ningún retrato. Y no hay nada como un modelo. Y no hay nada natural… EI pura obstinación. HEY alma desnuda. Dentro, libertad incoercible, que ahora comienza a expandirse en todas las intoxicaciones de esa forma.[ 5 ]

¿Cómo es posible que el mismo hombre que pintaba escenas principescas, donde se sueña el mejor de los mundos posibles, acabara decorando su hogar con horrores terroríficos?[ 6 ] Ortega y Gasset plantea el argumento de que Goya podría haber abandonado su vocación de pintor al perder su trabajo, creando una odio profesional, desagrado por la belleza, con el objetivo de burlarse del arte.[ 7 ] Pero este no es el caso.

Uno de los cuadros negros de Goya, en una pared interior de la Quinta del Sordo.

El que odia la pintura no pinta. Aquellos que, con síntomas de tendinitis, trabajan más duro y más rápido sin recibir ninguna recompensa, quieren pintar cómo quieren respirar. “Goya no era para sí otra cosa que un pintor, porque la pintura era su sustancia misma, para él vivir y pintar eran sinónimos”.[ 8 ]

Por supuesto, para ello necesitamos emplear ciertas alquimias que nos permitan aislar los momentos, acciones y omisiones positivas y negativas de un hombre, lo cual es síntoma de su yo.[ 9 ]

Los cuadros de Goya fueron pintados con instrumentos tradicionales, pero también con algunos que él mismo creó, dando una nueva función a espátulas, cuchillos y esponjas. Aunque la invención de la técnica de impresión litográfica se atribuye a Johann Alois Senefelder en 1798, sabemos que Goya ya producía litografías con anterioridad.

Dos temas de Goya: Brujas chupando un arranque y volando con lechuzas.

El tema era tan casual y variado como sus materiales. No hay ningún impedimento para que alguien desarrolle un gusto ecléctico. Sin embargo, la perfección de sus hechiceras hace pensar que Goya tenía un especial interés por las historias de terror. Es mucho más fácil dibujar un perro cuando te gustan los perros, porque tiendes a observar a los animales cada vez que los encuentras, obteniendo datos de memoria. Sin embargo, si un artista siente asco y evita mirar un ciempiés, no sabrá a priori que el insecto Scolopendra spp. Tiene diecinueve pares de patas que utiliza para caminar, además de un par flotante que asume la función de cola. La tendencia del profano es dibujar un kilopodo con cincuenta pares de patas, interpretando literalmente su nombre hiperbólico.

Interesarse en el conocimiento de lo desagradable no es síntoma de patología mental o trastorno social. Para protegerse contra la enfermedad de Chagas hay que saber exactamente cómo identificar la enfermedad. Triatoma infestante; de lo contrario, temerá a cualquier escarabajo. También debes comprender que el exterminio de toda vida repugnante no siempre es útil o aconsejable. En el pasado quemaban brujas.

Óleos El sábado de las brujas y El hombre embrujado, pintados en 1798.

En los temas que pintó Goya propio motu, tu interés es oblicuo. Eligió escenas de guerra, de alboroto de los internos en un manicomio, etc., precisamente porque son temas humanamente negativos. Pero Goya no sigue la política de cuanto peor, mejor. Prueba de ello está en una serie de seis cuadros, pintados en 1807, que representan la Captura del bandolero Maragato por fray Pedro de Zaldívia, el año anterior.

En los dos primeros cuadros, el antagonista apunta con un rifle al fraile franciscano, quien le entrega una bolsa de comida que llevaba. En el segundo y tercer cuadro, el fraile aprovecha un momento de distracción para desarmar al atacante.

El clímax de la acción se produce en el cuarto fotograma de la secuencia, cuando el fraile dispara en el culo al agresor, impidiéndole huir como el caballo asustado, que galopaba al fondo. En el sexto y último cuadro, Maragato es atado por Pedro de Zaldívia. La turba que lo linchará ya comienza a reunirse, trayendo al menos un palo. Esta secuencia de pinturas pertenece a la colección del The Art Institute of Chicago.

Lo que Goya optó por omitir fueron precisamente los actos de extrema violencia, actos carentes de interés o comedia. En la vida real, Maragato cometió un robo, antes de intentar robarle al fraile, y terminó siendo desmembrado por la justicia; Sin embargo, nadie pintó esto. La escena digna de recordar fue la de mínima lesión corporal con máximo daño moral: un disparo en las nalgas, del arma del atacante.[ 10 ]

Revolcarse en la iglesia

Según Ortega y Gasset, el análisis de contenido de ópera omnia de Velázquez permite incorporar la idea de que no tenía vocación de pintor, pues excluía la mitología, centrando su atención en escenas realistas contemporáneas.

Goya representa un caso estrictamente opuesto. Aunque vivió alejado de sus temas, su artesanía se caracteriza por no haber excluido nada, trabajando desde pinturas, alegorías y perspectivas religiosas, hasta grabaciones anecdóticas y caricaturas. Y, cabe señalar, este hecho de no excluir nada le costó todo.

Reuniendo a los cuerpo Conocido, firmado por Goya o atribuido a su autoría, parece que pintó temas divinos, humanos, diabólicos y fantasmagóricos. Sin embargo, habría un momento histórico en el que la figura social del artista dejaría de existir.

Como se ha dicho, Ortega y Gasset pone en debate la afirmación de que “el Yo del hombre es su vocación, que a veces coincide más, a veces menos y a veces en nada con su profesión.[ 11 ]”. Goya preferiría el peor calvario a abandonar la opinión de que la vida, pobre o miserable, es una jeringuilla; es decir, algo patético y desagradable.

El joven Goya, durante su época de estudiante, fue discípulo del pintor español Francisco Bayeu y Subías (1734-1795), quien facilitó su ingreso en la Real Academia de Bellas Artes de Parma, en 1772. Se casó en 1773 con Josefa Bayeu. , hermana de su ex asesor. El matrimonio tuvo un hijo llamado Javier Goya, nacido el 29 de agosto de 1774, y ambos vivieron juntos hasta la muerte de Josefa Bayeu en 1812. Todos los demás fallecieron; No se sabe cuántos, entre siete y diecinueve abortos espontáneos y/o muertes fetales.

Generalmente, el sueño del arquitecto y retratista occidental es crear la obra maestra, la mejor obra de su vida, en la construcción, acabado o restauración de una iglesia católica. Goya era diferente. Era un imán para arquitectos de renombre. Sabatini, Villanueva, Ventura Rodríguez, todos mediaron en la subcontratación de sus servicios o los contrataron para producir artículos para su propio uso. Esto puso en pie al clero mientras él, aburrido, imaginaba situaciones divertidas y escandalosas.

Sus primeros trabajos en arte sacro ya revelan un alto grado de experiencia. Por ejemplo, entre 1782 y 1783 el cuadro fue pintado San Bernardino de Siena predicando ante Alfonso V de Aragón, a la Basílica de San Francisco el Grande, en Madrid, donde aún hoy se encuentra. Aparte de eso, se cree que trabajó exclusivamente, desde 1775 hasta 1983, en la Real Fábrica de Tapices, de Santa Bárbara, en Madrid, realizando una serie de tarjetas para alfombras destinadas a adornar palacios. Luego, hasta 1791, trabajó para la fábrica, pero también cumplió encargos privados.

Ortega y Gasset descubrió que, en 1784, Goya había realizado cuatro cuadros por encargo del alto clero de la Orden de Calatrava, en Salamanca. A partir de entonces comenzó a retratar a personalidades destacadas, como el Conde de Floridablanca (1783), la familia del Infante Don Luis (1784), los Duques de Osuna (1788), la Marquesa de Pontejos (1786), etc. . Goya fue nombrado pintor del Rey de España en 1786. Algunos de los temas encargados por la nobleza son escenas populares españolas, que suelen denominarse “plebeyismo[ 12 ]”, en 1793 estaría incluso pintando toreros y actrices.

La cúpula de la Ermita de San Antonio de la Florida en Madrid contiene pinturas al fresco de Goya. Allí se representa un milagro de San Antonio de Padua donde el protagonista interroga a un muerto en Lisboa, haciéndolo responder a las preguntas de un juez, y confirmando así la inocencia del padre del santo, imputado en el caso.

La pintura de la cúpula se realizó en 6 meses de 1798. En ella vemos cierta atmósfera hilarante cuando dos niños intentan saltar una valla, escapando de la aburrida charla del santo católico. Una mujer de amplio escote y pechos voluminosos, levantando una mano hacia el cielo, da la ambigua impresión de ser una creyente rezando o una madre dispuesta a azotar a los traviesos niños. La fe del santo encorvado no curó la cifosis dorsal que él mismo padece. ¿Cómo podría resucitar a una persona muerta?

Finalmente, como observa Eugenio d'Ors, hay quienes dicen que la forma en que se representó el milagro es “poco edificante”.[ 13 ]”. Aquí y allá, los detalles sagrados llevan huellas mundanas. Goya se muestra íntegramente, como caricaturista, dentro de un templo católico, con la aprobación del obispo de Madrid, presentando algunas cuestiones sociales juntas y en competencia con lo divino.

Los sueños de Francisco Gómez de Quevedo Villegas y Santibáñez Cevallos

El cuadro más famoso de Francisco de Goya, La muerte de la razón produce monstruos., se refiere a la ilustración del frontispicio de la reedición de 1699 del clásico Los Sueños, reproduciendo el diseño del título escrito en el costado del escritorio, así como el concepto donde un autor deriva sus mejores ideas de un acto de negligencia.

El primer retrato grabado muestra a Francisco Quevedo dormitando en una biblioteca. Sabemos que sueña con su obra maestra. El segundo es un autorretrato de su tocayo y paisano donde Goya duerme vestido con ropas de Quevedo.[ 14 ]

En el frontispicio de Los Sueños el personaje duerme tan torpemente que podría haberse caído al suelo. La luz del sol que entra por la puerta del fondo debería iluminar la espalda de Quevedo. En lugar de eso, ilumina tu frente. Hay libros en el suelo y una estatua de una golondrina sobre la mesa. Todos estos defectos fueron corregidos en La muerte de la razón produce monstruos. donde la luz ilumina sólo lo que tiene que iluminar, viniendo de donde viene. Las sombras son fiables, según las leyes de la física. El suelo está limpio. El lugar del libro está sobre la mesa, donde también hay hojas de papel y una pluma estilográfica. El hombre exhausto duerme en una posición más segura y elegante.

Mientras Quevedo sueña Los Sueños, seguro que Goya sueña Los Caprichos donde expone lo absurdo de las acusaciones contra brujos y otros hispanos ejecutados por el Santo Oficio, incluso en su época. Así como Quevedo no fue alquimista, Goya no estuvo entre los brujos; sin embargo, todavía les dio voz y se encontró, con ellos, entre los excluidos por causa de la sordera. Quevedo y Goya compartían el mismo odio contra las malas obras de médicos imperiosos, sastres, entre otros. Finalmente, para entender Los Caprichos Primero debemos hablar de Quevedo.

Los sueños de Francisco Quevedo.

El escritor, poeta y político español Francisco Quevedo (1580-1645) ocupó importantes cargos y obtuvo varios honores, pero, en sus malos tiempos, fue exiliado y murió en prisión. Su obra más conocida, Los Sueños (1627), es una crítica a la sociedad española del siglo XVII, involucrando todos sus aspectos, es decir, vida social, costumbres, experiencia religiosa, oficios, etc.

Se dice que al leer el Divina Comedia, dormía y soñaba con escenarios escatológicos. Pero Francisco de Quevedo no pretendía profetizar ni exponer epifanías. En sus propias palabras, “los sueños suelen ser una burla de la fantasía y la ociosidad del alma”.[ 15 ] Soñando vio el Juicio Final, el Infierno y la Muerte. No había pobres en el infierno. Y no todos los ladrones estaban destinados al tormento, pues muchos fueron perdonados. En el infierno estaban los miembros de la judicatura, especialmente los guazis, y también los dependientes, los taberneros que aguaban el vino, los pasteleros que adulteraban los pasteles de carne, los sastres, los boticarios, los médicos, los poetas, los editores, los maridos cornudos, las prostitutas, las viejas vírgenes, etc. .

Si por un lado Francisco de Quevedo encuentra a Maniqueo, Mahoma, Calvino y Lutero condenados al tormento católico, por otro el autor se ríe de “cómo ultrajan a los villanos, moros y judíos, como si no tuvieran lugar para las virtudes que ustedes (Los cristianos) desprecian”.[ 16 ] Peores que los ateos son los bien nacidos cuando exigen derechos:

El señor que desciende de buenos padres, como si fueran a gobernar el cargo que le dan, quiere (mirad qué ciegos) que les sirvan con saña, virtud ajena de trescientos mil años, ya casi olvidada, y no No quiero que el pobre se honre consigo misma.[ 17 ]

El honor no es más que un defecto moral y ético que agobia al ser humano.

¿Qué pasa con el honor mundano, qué más tiranías hacen en el mundo y más daños y gustos obstaculizan? Un caballero pobre, que no tiene qué ponerse y está desgarrado y remendado, muere de hambre, o se hace ladrón y no lo pide, porque dice que tiene honor, ni quiere servir porque dice que es deshonroso. . Todo lo que se busca, dicen los hombres, es sostener el honor. ¡Cómo gastan su honor! Por ahora, los que quieren comer no comen donde les gustaría; por honor la viuda muere entre dos paredes; por honor, sin saber qué es un hombre ni qué gustos tiene, la doncella pasa treinta años casada consigo misma; por honor los hombres se hacen a la mar; por honor un hombre mata a otro; por honor todos gastan más de lo que tienen.[ 18 ]

Hombres de letras “de buena cara y mala apariencia” y mujeres de “belleza mentirosa y buena apariencia” son expulsados ​​del Infierno para que puedan traer más gente.[ 19 ] Las mujeres feas son seis veces más condenadas que las hermosas “porque para cometer pecados sólo hay que admitirlos; las hermosas, que encuentran tantos para saciar su apetito carnal, se sacian y se arrepienten, pero las feas, como no encuentran a nadie, van allí en ayunas y con la misma hambre, mendigando a los hombres”.[ 20 ] Mientras Lucifer mantiene a las vírgenes no utilizadas en un estante, Barbara Celjska (1390-1451), la difamada viuda del emperador Segismundo (1368-1437), sirve como emperatriz de los demonios.[ 21 ]

Los médicos terminaron condenados al infierno casi por malversación de fondos, ya que la jerga médica era inaccesible para la gente común; y si no fuera así, nadie consultaría:

No se puede decir que en la receta haya algo más que errores decorados por los delincuentes. A continuación, más onzas y más onzas. ¡Qué alivio deshuesar un cordero enfermo! Luego le ponen nombres sencillos que parecen invocaciones de demonios: buftalmos, potamogetón, senipuginoso, diacatalicón, petroselinum, escila, nabo. Se sabe que esta asombrosa confusión de palabras tan llenas de letras significa zanahorias, nabos, perejil y otras basuras. Y como oyeron que el que os conoce que os las compre, disfrazan las verduras para que no se conozcan y los enfermos las compran.[ 22 ]

Francisco de Quevedo observa que “los que venían por el camino de los locos estaban con los astrólogos y los enfermos mentales con los alquimistas”.[ 23 ] Sin embargo, él mismo parece haber seguido el mismo camino debido a su conocimiento del tema.

El autor supo –o pretendió saber– diferenciar las fuentes primarias de Girolamo Cardano (1501-1576) de las “recetas antiguas”.[ 24 ]” añadido a sus citas por editores de obras de Johannes Trithemius (1462-1516). Además de mencionar a Heinrich Cornelius Agrippa (1486-1535), autor de Clavicula salomonis – que conocía era anónimo – y otras celebridades de la época, incluso mencionó a “un cafila de Menochios”[ 25 ] demostrando que estaba al tanto de los acontecimientos que condujeron al juicio por la Inquisición del anciano molinero y filósofo autodidacta italiano Domenico Scandella, conocido como Menocchio, torturado y quemado vivo en 1599, bajo las órdenes del Papa Clemente VIII.

Soñando con el infierno, dice:

Bajé otro escalón para ver a los que Judas decía que eran peores que él y encontré en una alcoba muy grande unos locos, a quienes los demonios confesaban no entender. Eran astrólogos y alquimistas; Estos estaban llenos de hornos y crisoles, barro, minerales, escorias, cuernos, estiércol, sangre humana, pólvora y alambiques. Aquí calcinaron, allí lavaron, allí separaron y allí purificaron. Se estaba fijando el mercurio al martillo, y habiendo el fuego disuelto la materia viscosa y ahuyentado la parte sutil, llegando al crisol, humeaba. Otros peleaban para ver si irían por el fuego, o por la luz resultante del calor y no por el calor resultante del fuego. Algunos con el sello de Hermete comenzaron la gran obra, y en otro lugar ya veían el blanco negro y esperaban el rojo. Sumando a esto la proposición de la naturaleza “la naturaleza se conforma a la naturaleza y se ayuda a sí misma con la naturaleza”, y los otros oráculos ciegos, esperaban la reducción de la materia primera y finalmente redujeron su sangre a la putrefacción definitiva, y en lugar de hacer el estiércol, Cabello, sangre humana, cuernos y escoria, oro, hicieron el oro, estiércol, gastándolo estúpidamente. ¡Oh, cuántas voces oí acerca del padre muerto y de levantarlo y matarlo de nuevo! Y qué reprimenda les dieron para entender aquellas palabras tan repetidas por todos los autores químicos: “¡Gracias a Dios, que hizo posible hacer algo tan rico con la cosa más vil del mundo!” Ardían por lo que era lo más vil. Uno dijo que ya la había encontrado, y que si la piedra filosofal era la cosa más vil, sería bueno conseguir ayudantes para cocinarla y destilarla; y entonces decidieron que lo más vil del mundo eran los sastres, porque en todo se condenaban a sí mismos, y eran gente más delgada. Habrían cerrado con ellos si un diablo no hubiera dicho:

— ¿Quieres saber qué es lo más vil? Los alquimistas, y por eso para hacer la piedra es necesario quemar a todos.

Les dieron fuego y ardieron casi de buena gana, sólo para ver la piedra filosofal.[ 26 ]

Debemos recordar que Los Sueños es un libro satírico, una comedia que pretende hacer reír a los lectores describiendo personas y circunstancias ridículas, pero en el anónimo trabajo alquímico Die Chymische Hochzeit Christiani Rosencreutz. Año 1459 (publicado en Estrasburgo, 1616), la sangre y los cuerpos de otros alquimistas se utilizaron de hecho como ingredientes en la receta que vivificó a una pareja inmortal reconstituida.

Temprano en Los Sueños, en el sueño del juicio final, todos los muertos milagrosamente resucitados parten rotos y se recomponen. Son perseguidos por partidos que expresan las vergüenzas del pasado, de los que huyen para encontrar la gracia, la amnistía o el indulto en el juicio divino.[ 27 ]

Cerca del final, en el sueño de la muerte, una sola figura humana se recupera por mérito propio. En el lugar de los muertos, el autor encontró a un famoso nigromante europeo que se descuartizó dentro de una cúpula de cristal, con la intención de resucitar a un inmortal en cualquier momento. Luego vio “un guiso que se movía mucho, bailando por toda la botella; Poco a poco se fueron añadiendo algunos trozos de carne y se fue formando un brazo, un muslo y una pierna. Finalmente un hombre entero se unió y se puso de pie”.[ 28 ]

El caso de las alas de murciélago en el arte de Goya

La pintura de los frescos de la Basílica de Nuestra Señora del Pilar, en Zaragoza, se inició a finales de 1761 y finalizó en 1772. Seguramente el obispo y el resto del clero local, responsables de las mejoras, le enseñaron sobre los ángeles ornamentales. y demonios.

El diablo en la Basílica de Nuestra Señora del Pilar y en un boceto en acuarela.

El diablo pisado por el arcángel Miguel, reproducido según el boceto del retrato encargado, tiene el aspecto de un hombre calvo y musculoso, con discretas alas de murciélago rojas en la espalda. Un modelo así se volvería recurrente en el arte marginal de Goya; es decir, el elaborado fuera del oficio.

Goya dejó dos estudios para La muerte de la razón produce monstruos.. En lo más disímil del producto final, un búho o un gato con alas de pájaro vuela de espaldas al protagonista y hacia nosotros, que los vemos. El protagonista es calvo; por tanto, todavía no es Goya. Siete rostros humanos se forman en una nube de ectoplasma sobre su cabeza. Uno de estos rostros probablemente sea un autorretrato de Goya. Los dos rostros más cercanos a las figuras de animales se besan. Sobre ellos la nube de ectoplasma forma un caballo, un perro y otro cánido. Junto a la nube de luz, en la parte más sombría, hay dos murciélagos, un macho y una hembra, de la especie Espectro de vampiros; sin embargo, la hembra tiene cabeza de búho. En el suelo, el lince está de pie y tiene la cara erosionada.

El segundo borrador recibió título y subtítulos. La nube de ectoplasma se convirtió en un foco globular irreconocible de luz blanca. El protagonista no es calvo. La bandada que hay detrás está formada por el murciélago nº 13 (único quiróptero), el híbrido nº 12 y dos estrigiformes. El murciélago parece más grande y tiene un torso como el de una mujer desnuda y de pechos grandes. Al estar cerca de la luz, la vemos con más detalle.

El frontispicio de la segunda versión del proyecto de portada para Los Caprichos Tiene inscripciones manuscritas. arriba leemos sueño 1, indicando que esta sería la portada de la serie. Sueños que pronto se convertirían en caprichos. A continuación, al lado de la tabla, está el título provisional: Lenguaje universal. Escrito y grabado por Fco. por Goya, 1797.[ 29 ]

Aquí, el Lenguaje Universal[ 30 ] Quizás sería semiótica. Cualquiera que haya visto un gato y un búho sabrá que estos animales están asociados artificialmente por la proximidad en Capricho 43 y en adelante Desastre 73, la “Pantomima Felina”.

En cuanto al boceto lenguaje universal, la nota al pie explica lo que aparece justo arriba: “El autor soñando. Su intención es desenterrar sólo vulgaridades nocivas, y perpetuar con esta obra de capricho el sólido testimonio de la verdad” (El autor está soñando. Su único intento es exterminar las bulgaridades nocivas, y perpetuar con esta obra de caprichos, el sólido testimonio de la verdad.).[ 31 ]

Además de los borradores (bocetos) comentarios contemporáneos a la Caprichos, que se supone fueron escritos por personas cercanas al pintor, quienes transcribieron sus explicaciones sobre los grabados. Dichos comentarios están designados por el lugar en el que se encuentran. En el manuscrito de la Biblioteca Nacional de Madrid se explica: “Cuando los hombres no escuchan el grito de la razón, todo se convierte en visiones”. (CCuando los hombres no escuchan el grito de la razón, todos vuelven a ver visiones.).

En el manuscrito del Prado leemos: “La fantasía abandonada por la razón produce monstruos imposibles; unida a ella, es la madre de las artes y el origen de sus maravillas[ 32 ]"(La fantasía abandonada de la razón produce monstruos imposibles: unida a ella, es la madre de las artes y el origen de sus maravillas.).

lo que vemos en La muerte de la razón produce monstruos.? La Figura 1 es un Francisco dormido, ya sea Quevedo o Goya disfrazado de Quevedo. Hay dos felinos en la habitación. El número 11 es un gato negro (Felis catus). El No. 2 es un animal más grande de la biota hispana, de la subespecie Lince pardallus – con fibromelanosis, ya que no tiene manchas. O, por la noche, todos los gatos son marrones. – Goya y el lince tienen los brazos cruzados. Un felino se agacha sobre las nalgas de Goya. El otro mira en esa dirección.

Los otros animales son estrigiformes y quirópteros. El número 3 es el pájaro. bubón bubón, conocido en España como verdadero buho, que los portugueses llaman búho real. Este pequeño y elegante búho está sentado sobre el escritorio. (Nótese la cacofonía entre Buho e brujo, mago). El nº 4 es un Búho gallego (Atenas noctua) u otros estrigiformes, pertenecientes a la familia Strigidae. El número 5 es inequívoco. tito alba, la lechuza, presagio mítico de la muerte. #6 es un Bubón escandiaco u otro estrigiforme.

En las marcas 7 a 10 vemos diferentes especies de aves. estrigiformes, parcialmente cubierto por sombras o superposición de otra ave, imposibilitando su identificación. El número 12 es un soplón con alas de murciélago. Un elemento de transición entre pájaros. estrigiformes y los quirópteros que forman una sola bandada.

En las marcas 13 a 23 vemos quirópteros. El número 13 es una hembra de la especie. Espectro de vampiros. Tzvetan Todorov explica el motivo de esta litografía:

O Capricho El más famoso es probablemente el que actualmente lleva el número 43. El grabado lleva un pie de foto, dibujado por el propio Goya dentro de la imagen (que no hace en ningún otro lugar), que dice: “El sueño [sudor] de la razón produce monstruos” (GW 536). En español, el término sudor Tiene un doble significado, el de “dormir” y el de “sueño”, lo que autoriza una doble interpretación de esta frase. Si significa “dormir”: se entiende que, cuando la razón se duerme, los monstruos de la noche levantan la cabeza, y por tanto es preferible que ésta despierte para expulsarlos. Los monstruos son externos a la razón, nosotros permanecemos dentro de un proyecto educativo. Pero si la palabra significa “sueño”, entonces es la razón misma la que, cuando actúa de noche, produce monstruos. Aquí, la condena a estos personajes es mucho menos clara: la razón crea ideas claras pero también pesadillas, y el pintor se propone ampliar el campo del conocimiento mostrándonos su contenido. La razón está ausente en el sueño, está involucrada en el sueño. Y el significado que asumió la palabra en los anteriores dibujos de Goya titulados Sueños De hecho, es un sueño, no un sueño.

Los objetivos de la Ilustración se mantienen, pero se ha abandonado la concepción antropológica en la que se basan, al menos en su versión popular: la eliminación de las pasiones y sus creaciones es inconcebible, implica Goya, es mejor intentar conocerlas . El proyecto ya no es destruir supersticiones y fantasías, sino comprenderlas y, en consecuencia, domesticarlas; Cuando lo consigue, estas visiones, lejos de provocarle miedo, le hacen reír.[ 33 ]

Como se explicó, a algunos críticos les resulta difícil traducir la palabra sudor. Sin embargo, cualquier persona con conocimientos de neurología identificará una representación obvia del sueño REM, la quinta fase del sueño en la que ocurren los sueños más vívidos. Detrás del artista aparecen imágenes oníricas e hipnagógicas.

Como René Descartes, sueña y razona sobre el producto soñado. Goya no sólo sueña con búhos y murciélagos, sino que, como se explica en el anuncio de Caprichos en diario de madrid (06/02/1799), con “la multitud de extravagancias y errores que son comunes a toda la sociedad civil” (la multitud de extravagancias y errores que son comunes a toda la sociedad civil).

El sueño de la razón produce monstruos (borrador).

El sueño de la razón produce monstruos (borrador).

El sueño de la razón produce monstruos.

Capricho 45 Hay mucho que chupar.

Capricho 66 Ahí va

Capricho 72 No escaparás.

Capricho 48 denunciantes

Capricho 64 Boa Viagem

Tonterías nº 13. Forma de volar. 1815-1823.

Notas

[ 1 ] Eugenio d'Ors utilizó la metáfora de «su espíritu satírico y satánico» en uno de sus libros sobre Goya. Quien dibuja magos no puede escapar de la asociación y/o acercamiento del artista a su obra, incluso en palabras provenientes de las bocas más ilustradas. (D'ORS, Eugenio. Goya. La vida y el arte de Goya. Madrid, Libertarias, 1996, p 328).

[ 2 ] ORTEGA Y GASSET, José. Artículos sobre Velázquez y Goya. Madrid, Alianza Editorial, 1980, p.335.

[ 3 ] ORTEGA Y GASSET, José. Artículos sobre Velázquez y Goya. Madrid, Alianza Editorial, 1980, p.289.

[ 4 ] ORTEGA Y GASSET, José. Artículos sobre Velázquez y Goya. Madrid, Alianza Editorial, 1980, p.353.

[ 5 ] D´ORS, Eugenio. Goya. La vida y el arte de Goya. Madrid, Libertarias, 1996, p 201.

[ 6 ] ORTEGA Y GASSET, José. Artículos sobre Velázquez y Goya. Madrid, Alianza Editorial, 1980, págs. 282-283.

[ 7 ] ORTEGA Y GASSET, José. Artículos sobre Velázquez y Goya. Madrid, Alianza Editorial, 1980, p.285.

[ 8 ] ORTEGA Y GASSET, José. Artículos sobre Velázquez y Goya. Madrid, Alianza Editorial, 1980, p.334.

[ 9 ] ORTEGA Y GASSET, José. Artículos sobre Velázquez y Goya. Madrid, Alianza Editorial, 1980, p.334.

[ 10 ] FRANCISCO DE GOYA: Serie de seis cuadros pequeños que representan la Captura del bandido Maragato por Fray Pedro de Zaldívia, 1807. (29.2 x 38.5 cm cada uno). Publicado en el blog Gramatología, el 14/06/2010. URL: .

[ 11 ] ORTEGA Y GASSET, José. Artículos sobre Velázquez y Goya. Madrid, Alianza Editorial, 1980, p.334.

[ 12 ] ORTEGA Y GASSET, José. Artículos sobre Velázquez y Goya. Madrid, Alianza Editorial, 1980, p.294.

[ 13 ] D´ORS, Eugenio. Goya. La vida y el arte de Goya. Madrid, Libertarias, 1996, p 141.

[ 14 ] Aunque no vemos el rostro del durmiente, sabemos que se trata de Goya por el color y volumen de su cuero cabelludo, y también porque el autor repitió el traje en un segundo autorretrato impreso en el frontispicio de Los Caprichos.

[ 15 ] QUEVEDO, Francisco. Los sueños. Traducido por Liliana Raquel Chwat. São Paulo, Escala, p.48.

[ 16 ] QUEVEDO, Francisco. Los sueños. Traducido por Liliana Raquel Chwat. São Paulo, Escala, p.58.

[ 17 ] QUEVEDO, Francisco. Los sueños. Traducido por Liliana Raquel Chwat. São Paulo, Escala, p.58.

[ 18 ] QUEVEDO, Francisco. Los sueños. Traducido por Liliana Raquel Chwat. São Paulo, Escala, p.59.

[ 19 ] QUEVEDO, Francisco. Los sueños. Traducido por Liliana Raquel Chwat. São Paulo, Escala, p.68.

[ 20 ] QUEVEDO, Francisco. Los sueños. Traducido por Liliana Raquel Chwat. São Paulo, Escala, p.45.

[ 21 ] QUEVEDO, Francisco. Los sueños. Traducido por Liliana Raquel Chwat. São Paulo, Escala, p.77.

[ 22 ] QUEVEDO, Francisco. Los sueños. Traducido por Liliana Raquel Chwat. São Paulo, Escala, p.99.

[ 23 ] QUEVEDO, Francisco. Los sueños. Traducido por Liliana Raquel Chwat. São Paulo, Escala, p.41.

[ 24 ] QUEVEDO, Francisco. Los sueños. Traducido por Liliana Raquel Chwat. São Paulo, Escala, p.75.

[ 25 ] QUEVEDO, Francisco. Los sueños. Traducido por Liliana Raquel Chwat. São Paulo, Escala, p.111.

[ 26 ] QUEVEDO, Francisco. Los sueños. Traducido por Liliana Raquel Chwat. São Paulo, Escala, págs. 74-75.

[ 27 ] QUEVEDO, Francisco. Los sueños. Traducido por Liliana Raquel Chwat. São Paulo, Escala, p.28.

[ 28 ] QUEVEDO, Francisco. Los sueños. Traducido por Liliana Raquel Chwat. São Paulo, Escala, p.108.

[ 29 ] EL SUEÑO DE LA RAZÓN PRODUCE MONSTRUOS (D04162) En: Museo del Prado. Consultado el 01/01/2018. URL: .

[ 30 ] En 1794, no había ningún proyecto para formular un idioma que sirviera como lengua franca internacional global. Hoy en día, el esperanto, creado por Ludwik Lejzer Zamenhof, que publicó la versión inicial en 1887, es el idioma artificial más hablado.

[ 31 ] SUDOR 1. YDIOMA UNIVERSAL. EL AUTOR SOÑANDO. En: Museo del Prado. Consultado el 01/01/2018. URL: .

[ 32 ] TODOROV, Tzvetan. Goya a la sombra de las luces. Trans. Joana Angélica d'Ávila Melo. São Paulo, Companhia das Letras, 2011, p 81.

[ 33 ] TODOROV, Tzvetan. Goya a la sombra de las luces. Trans. Joana Angélica d'Ávila Melo. São Paulo, Companhia das Letras, 2011, págs. 80-81.

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