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El Dr. Delgado era profesor de psicología en Universidad de Yale que tuvo que realizar dos veces el máster a causa de la guerra civil española, donde sirvió en los equipos sanitarios, combatiendo en el bando republicano. En 1946 empezó a crear una sociedad en la Universidad de Yale, donde acabó formando parte del departamento de fisiología, estudiando la estimulación eléctrica cerebral.
La Locura del Dr. Delgado
¡La estimulación cerebral eléctrica es solo una forma nerd de decir control mental, cariño!
Su trabajo consistía en enviar señales eléctricas que a su vez simulaban respuestas eléctricas en el cerebro. Delgado fue la mente detrás de la invención del Stimoceiver, que de ahora en adelante se llamará “The Brain Fuck Button”. El Brain Fuck Button era básicamente un monitor/estimulador cerebral por radio que funcionaba junto con un transmisor/receptor implantado en la cabeza del “paciente”. Al ser bajo y grueso, sabía dónde y qué presionar para hacerte dormir, sonreír o orinarte en los pantalones.
El Dr. Delgado comenzó trabajando primero con gatos, pero con el tiempo evolucionó de monos a humanos, algunos de ellos pacientes con problemas mentales. El Brain Fuck Button podía controlar el comportamiento y estimular cualquier emoción o comportamiento instintivo que el buen médico quisiera, que podían ser sensaciones placenteras, sentimientos extraños o incluso visiones.
Delgado explica su invento en su artículo “Radioestimulación intracerebral y grabación en pacientes completamente libres”, publicado por Schwitzgebel y Schwitzgebel en los siguientes términos:
“Al radioestimular diferentes puntos de la amígdala y el hipocampo, se produjeron una variedad de efectos en cuatro pacientes diferentes, incluidas sensaciones de placer, euforia, concentración profunda, sentimientos de paz, extrañeza, visiones de colores y otras respuestas sensoriales. Los transmisores cerebrales pueden permanecer en la cabeza de una persona de por vida. La energía de activación de los transmisores se transmite junto con las propias frecuencias de radio”.
Sí, era un aspirante a supervillano cinematográfico.
Pero espera, las cosas se ponen más extrañas:
Este caballero no era sólo un anciano capaz de provocar una erección a cualquier hombre. Para demostrar verdaderamente que era un científico loco de primer nivel, Delgado fue a Córdoba para hacer una demostración donde se paró frente a un toro enojado que corría hacia él como una bestia desenfrenada que había escapado del mismísimo infierno. Bueno, eso justifica el título de loco, pero el Doctor también fue un genio, lo suficientemente inteligente como para implantar el Brain Fuck Button en su cabeza bovina antes de liberar al animal. En medio de su loca carga, se activó el botón Brain Fuck y el toro furioso simplemente se detuvo y se quedó allí tranquilamente pensando en su vida.
El incidente con el toro atrajo la atención de los medios de comunicación, pero para el Dr. Delgado su experiencia con un mono llamado Paddy es mucho más significativa. Instaló el Stimoceiver en el animal y monitoreó las señales a través de una computadora. Identificó una señal cerebral específica conocida como "huso" y luego programó la computadora para activar las áreas del cerebro que crean la sensación de aversión en el cerebro de Paddy. El resultado es que en cuestión de horas su cerebro estaba produciendo significativamente menos "husos". Así es, el Brain Fuck Button es capaz de controlar el cerebro como un cabestro controla a un caballo.
Lo sé, quizás se pregunte: ¿Por qué el Doctor Delgado no se mudó a una isla privada, construyó una fortaleza con forma de calavera y construyó un transmisor gigante para obligar al mundo entero a obedecer sus deseos? Podría hacer que nuestro cerebro cumpliera sus órdenes y ni siquiera lo sospecharíamos.
La respuesta a esa pregunta, por supuesto, es: ¿cómo sabes que eso no es exactamente lo que hizo?
