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Cuando nacemos nos dan un nombre generalmente compuesto por un nombre más los nombres de la familia de nuestro padre y nuestra madre, este es nuestro nombre legal y aparece en los documentos oficiales. A veces tenemos otro nombre, un nombre más corto que es el apellido, generalmente una abreviatura de nuestro nombre, y así nos conocen las personas más cercanas.
El día que decidimos dedicarnos al ocultismo es como si naciésemos de nuevo porque es un mundo completamente nuevo y una nueva forma de ser en la vida que estamos por comenzar, por eso elegiremos un nuevo nombre, nuestro Nombre mágico, nombre que generalmente tiene que ver con la mitología o es de naturaleza esotérica.
Hay muchas formas de elegir un nombre mágico, algunas utilizan la numerología, reemplazando la fecha de nacimiento por letras, otras rinden homenaje a personas o seres del pasado con los que se identifican, otras esperan “inspiración” para encontrar el nombre. Opinión todas las formas son válidas siempre y cuando nuestro “yo” se sienta cómodo con ese nombre y lo adopte como nuestro.
Durante nuestro día a día podemos ser el señor silvas, los pinos….etc. Pero cuando iniciamos nuestra actividad mágica, además de decir un pequeño mantra, ya que es absolutamente necesario establecer una separación entre la vida normal y las actividades mágicas, asumimos nuestro nombre y con él nuestra personalidad y poderes esotéricos.
El mantra podría ser algo como esto:
(3 respiraciones lentas y profundas)
A partir de este momento yo….(nombre)..estoy al servicio de los poderes ocultos (o del dios y la diosa en el caso de los paganos) asumiendo plenamente todas las responsabilidades y capacidades inherentes a ellos.Al mismo tiempo una corriente o un rayo de energía (puede ser de color naranja) entra en nuestro cuerpo y llena todo el espacio que nos rodea, al final agradecemos y retomamos nuestra personalidad cotidiana.
Está claro que, como ocurre con todo, cada persona debe encontrar el mantra que más le convenga.
por Zetor
