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Por Isabelle Ghaneh
Las decisiones son difíciles para todos nosotros. ¿Qué camino debo tomar ahora, cuál es el camino correcto, qué hago a continuación o, más urgentemente, hacia dónde voy desde aquí? La vida nunca es fácil y algunas decisiones pueden ser difíciles, muy difíciles. Y a veces puede parecer que no hay respuesta, aunque sepamos que eso no es cierto y que toda situación tiene una solución, por más difícil que a veces sea verla.
Aquí es donde entra en juego Hécate. Hécate es la diosa de las encrucijadas. También es la maestra de las artes mágicas y está incluida en el grupo de las diosas de la Luna. En los retratos antiguos se la muestra con tres cabezas y miran en cada una de las tres direcciones.
Cuando nos encontramos en una encrucijada, Hécate está ahí con su antorcha y su capacidad de trascender el cielo y el infierno y su hogar en la tierra. Puede unir la mente consciente y la mente inconsciente, y la necesidad de vivir la realidad del día a día en casa para nosotros. Ella es a quien acudir cuando no sabemos qué camino tomar y cuál es la mejor opción.
Hécate utiliza al búho sabio como mensajero y confía en el sauce como apoyo. Es una diosa de la Luna, y cuando la Luna está oscura puede usar su antorcha para iluminar y buscar el mejor camino a seguir. Cuando necesitamos tomar una decisión difícil por nosotros mismos, le pedimos a Hécate que nos guíe mientras viaja a través de los reinos del cielo, la tierra y el Hades, el inframundo.
Hécate es llamada la más hermosa de la Luna, y Hécate está allí cuando un niño llega al mundo, ya que es la diosa asociada con la partería. Cuando Ceres perdió a su hija Perséfone, Hécate usó su antorcha para ayudar a Ceres a buscarla en el inframundo. Cuando no estamos seguros de nosotros mismos o cuando la luz que nos rodea se va apagando y todo parece oscuro, viajamos de noche en el sentido más metafísico.
Creo que el papel de Hécate como diosa de las encrucijadas condujo inevitablemente a su condición de diosa de las artes mágicas. Naturalmente, uno conduciría al otro. Quién mejor que Hécate sabría con qué frecuencia nuestra indecisión nos lleva a invocar las energías presentes en el universo para pedir ayuda y orientación cuando no sabemos qué hacer. Una vez que se ha tomado una decisión, pedir a los poderes fácticos que nos ayuden a encarnar ese deseo recaería naturalmente en quién mejor, en la diosa que nos muestra todos los diferentes caminos disponibles para nosotros.
Hécate es el asteroide número 100, nombrado y descubierto el 11 de julio de 1868. En su manifestación como 100 Hécate, su designación de asteroide, es el lugar al que acudimos en nuestras cartas astrológicas para descubrir lo que debemos hacer para discernir nuestra dirección en la vida. También es el lugar al que acudimos para encontrar aquellas partes de nosotros mismos que se han perdido. Cuando necesitamos usar nuestro yo mágico para encontrar o responder preguntas, Hécate, como diosa de la magia, está ahí.
Al observar su ubicación en nuestras cartas, podemos ver qué signo astrológico y casa ocupa. Mirando mi propia carta, descubrí que Hécate está en la casa 9, la casa de las creencias religiosas, la filosofía y la ley. Ella está exactamente a 0 grados cuadrados tanto de Mercurio, la mente, como de Júpiter, el regente natural de la novena casa. Esto me dice que a veces permito que mi mente consciente y mi deseo de cómo quiero que sean las cosas nublen mi sabiduría interior y mi pensamiento natural. Que cuando necesito encontrar el lugar al que acudir en busca de orientación necesito ir a la casa 9. Tal vez analizo demasiado las situaciones y no permito que la sabiduría que se puede encontrar en la religión y la filosofía me diga la respuesta.
Para complicar las cosas, Hécate está en el signo de Cáncer, signo en el que no tengo otras ubicaciones. No estoy personalmente familiarizado con la energía de Cáncer, ya que aunque tengo signos de agua en mi carta, Cáncer no es uno de ellos. Quizás esta posición desconocida sea la que más necesito aprender. Cáncer está regido naturalmente por la Luna y representa el sentimiento en su sentido más puro. Entonces, tal vez necesito usar más guía de la Luna en el discernimiento de mi camino, o tal vez necesito tomar decisiones emocionalmente y dejar que el proceso de pensamiento se calme y usar más la intuición.
Sé que el día que comencé a interesarme por Hécate, busqué su signo zodiacal actual y ella era 0 Aries. 0 Aries es un signo de power point, es el signo de posicionamiento del mundo y es el comienzo del equinoccio de primavera, una época de nuevos comienzos para la Tierra en su conjunto. Creo que Hécate está pidiendo una advertencia y pidiendo hablar con nosotros. Nos está diciendo que ella, que no suele estar incluida en el panteón de diosas más conocido, ha sido descuidada durante demasiado tiempo.
Hécate entró en el signo de Tauro el 11 de junio de 2005 y permanecerá allí hasta el 9 de abril de 2006. En Tauro, Hécate aportará su energía al simbolismo de Tauro. ¿Y qué simboliza Tauro? El verdor de la tierra; plantar, cultivar, crear hermosos jardines. Cocinar, comer, disfrutar los resultados de la fragancia de las semillas que ponemos en la tierra y los alimentos nutritivos que obtenemos de las verduras y frutas.
Tauro también rige nuestro lado sensual, pues Tauro es un signo que favorece los cinco sentidos; gusto, tacto, vista, oído, aroma. Una vez que Hécate ingresa a Tauro, es hora de permitirnos experimentar los placeres que cada uno de los cinco sentidos tiene para ofrecernos, mientras participamos del jardín de la vida.
Permitirnos sentirnos lo suficientemente seguros como para tomar la decisión correcta también forma parte de la incursión de Hécate en Tauro, ya que Tauro es un signo muy consciente de la seguridad y “quiere estar libre de riesgos”. También es bueno saberlo, ya que sin duda tomaremos mejores decisiones cuanto más seguros nos sintamos.
A medida que aprendas quién es Hécate y qué tiene que decirte este año, descubrirás una amplia fuente de información que nunca supiste que ella o tú poseían.
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fuente:Hécate y la astrología: en la encrucijada, de Isabelle Ghaneh.
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Texto adaptado, revisado y enviado por Ícaro Arón Soares.
