Categorías
Espíritu PSICÓPATA Yoga fuego

El ser

Leer en 6 minutos.

Este texto fue lamido por 106 almas esta semana.

Paulo Jacobina

extracto de La Manifestación

El Ser es Integral, porque, dentro de sí mismo, está la Esencia del Ser en la Forma del Agente Modelador.

Es el Tejido Elemental, la forma perfecta, porque, en sí misma, todas las formas están armonizadas.

Es la Conciencia, la esencia perfecta, porque, en sí misma, todas las esencias están armonizadas.

Es la Manifestación, porque, en sí misma, se encuentran desde la primera hasta la última manifestación.

Es el Dharma, porque, en sí mismo, todos los Viajes están armonizados.

Es Karma, porque, en sí mismo, todas las justicias están armonizadas.

Es el Chakra, porque, en sí mismo, todas las conexiones están armonizadas.

Es el Absoluto, ya que, en sí mismo, todos los poderes están armonizados.

Es la Voluntad, porque, en sí misma, todos los deseos están armonizados.

Es el Todo, porque, en sí mismo, todo lo que existe y lo que no existe está armonizado.

Es Armonía, porque, en sí mismo, Todo está armonizado.

Es el Sentimiento, porque, en sí mismo, todos los sentimientos están armonizados.

Es Sentimiento, porque, en sí mismo, todas las sensaciones están armonizadas.

Es Pensamiento, porque, en sí mismo, todos los pensamientos están armonizados.

Es Vida, porque, en sí misma, toda energía está armonizada.

Es Realidad, porque, en sí misma, todas las ilusiones están armonizadas.

Es Sabiduría, porque, en sí misma, todo conocimiento está armonizado.

Es la Ley, porque, en sí misma, todas las leyes están armonizadas.

Es la Verdad, porque, en sí misma, todas las verdades están armonizadas.

Es Perfección, porque, en sí mismo, todo lo que se hace está armonizado.

Es lo Eterno, porque, en sí mismo, está armonizado en todo tiempo.

Es Uno, porque, en sí mismo, todas las partes están armonizadas.

Es el Universo, porque, en sí mismo, todos los versos están armonizados.

Es la Fundación, porque, en sí misma, todas las construcciones están armonizadas.

Es el Ser, porque, en sí mismo, todos los seres están armonizados.

El ser ES, por tanto, en sí mismo, todo devenir está armonizado.

LA CONCILIACIÓN DE PARADOJAS

El Ser reconcilia, en sí mismo, todas las paradojas, ya que es la Verdad, integrando las verdades del Ser con las verdades del Agente Modelador. Estas verdades están situadas ilusoriamente de manera paradójica, ya que presentan órdenes aparentemente contradictorios, cuando, en realidad, encajan perfectamente.

En el Viaje del Ser, el tiempo se mueve en una dirección, comenzando desde el Núcleo de la imagen hasta el Círculo, mientras que, en el Viaje del Agente Modelador, el tiempo se mueve en la dirección opuesta, comenzando desde el Círculo y yendo al Núcleo. . Para el Ser, la verdad sobre el tiempo es que fluye; mientras que, para el Agente Modelador, la verdad sobre el tiempo es que tiene otro fluir. Para el Yo, el tiempo del Agente Modelador es el reflujo, ya que va en dirección opuesta a su tiempo; para el Agente Modelador, el tiempo del Yo es el reflujo, ya que va en dirección opuesta a su tiempo.

Sin embargo, a diferencia de lo que el Yo y el Agente Modelador tienen como verdad respecto del tiempo, la Verdad es que el tiempo no existe para el Ser, porque al ser Integral concilia la verdad del Yo con la del Agente Modelador, haciendo que el tiempo estático y por tanto inexistente.

Por ser Integral, compuesto por el Ser y el Agente Modelador, en el Ser hay una superposición de sus tiempos, confundiéndose el pasado del Ser con el futuro del Agente Modelador, y el futuro del Ser confundiéndose con el Ser. el pasado del Agente Modelador.

Así, el Ser es Eterno, ya que está más allá del tiempo, donde no hay pasado ni futuro; no hay lo que fue y lo que será, el devenir; no hay cambio; no hay transformación; no hay movimiento.

El ser es el que es[ 1 ] y, por tanto, no se mueve, no se transforma, es Perfecta. El movimiento, la transformación, el cambio sólo se pueden experimentar como resultado del tiempo, ya que es el tiempo el que permite comparar las condiciones transitorias de algo.

Y así como lo de arriba es como lo de abajo, y lo de abajo es como lo de arriba[ 2 ], todos los Atributos del Ser están presentes en todos los seres, ya que cada ser es un extracto del Ser, animado por un Yo y formado por un Agente Modelador. Y, dentro de cada ser, hay también infinitos seres, también animados por infinitos Yoes y formados por infinitos Agentes Modeladores. Y, dentro de estos seres, hay también infinitos otros seres, animados por infinitos Yoes y formados por infinitos Agentes Modeladores. Y así, infinitamente, con cada uno de estos infinitos seres en su correspondiente sección del Ser.

Como posee los Atributos del Ser, cada ser también es inmune a la ilusión del tiempo y, dentro de sí mismo, tiene todas las experiencias tanto del Ser como del Agente Modelador. Las experiencias del Ser provienen del pasado del Ser, o del futuro del Agente Formador; mientras que las experiencias del Agente Formador provienen del pasado del Agente Formador o del futuro del Ser.

Por mucho que ilusoriamente parezcan estar separados, el Yo y el Agente Modelador son inseparables y, como resultado, sus experiencias se compenetran entre sí, como resultado de su interacción con el otro. Por lo tanto, cuando el ser accede al pasado del Agente Modelador, también está accediendo al futuro del Ser, así como, al acceder al pasado del Ser, está accediendo al futuro del Agente Modelador. Para facilitar la comprensión, con fines ilustrativos, se presentan dos ejemplos básicos, el del universo y el del hombre.

El universo comienza con singularidad y posteriormente se fragmenta dentro de sí mismo, “reduciéndose”. Sin embargo, al mirar el pasado del Agente Modelador, el Yo ilusoriamente lo percibe como parte también de su pasado y no de su futuro y, por lo tanto, lo interpreta de manera expansiva, saliendo del núcleo y avanzando hacia el círculo.

El otro ejemplo, el del hombre, presenta una situación equivalente a la del universo. El Yo que anima al hombre se percibe a sí mismo en expansión, mientras su viaje comienza en el núcleo y avanza hacia el Círculo. Así, paso a paso, el Yo se vuelve más consciente, entiendo mejor su realidad. Sin embargo, como el Yo percibe el tiempo y el camino tomado por el Agente Formador como su opuesto, experimenta el pasado del Agente Formador, es decir, la singularidad, el círculo, el cigoto, como también su pasado. De esta manera, para el Yo, que tiene percepción expansiva, el cuerpo que anima comienza en una forma diminuta, tal como el comienzo de su comprensión, y, a través de la fragmentación, se expande hasta desmoronarse en la muerte.

Cuando comienza a ser consciente de que es un ser integral, el hombre comienza a situarse más en el estado presente, deshaciendo la ilusión del pasado y del futuro, del devenir, de la herejía de la separatividad. Colocándose en el estado en el que crece, a medida que se encoge; donde se mueve sin moverse; donde, al interiorizarse, se exterioriza; donde al nacer muere y al morir nace; donde, a medida que envejece, rejuvenece; donde al no actuar genera acción; donde, al no buscar nada, lo tienes todo; donde, al no saber, sabes; donde conociendo su interior conoce su exterior; donde, por sentimientos[ 3 ], experimenta las sensaciones[ 4 ]; donde, cuando te miras a ti mismo, ves a tu prójimo y, cuando miras a tu prójimo, te ves a ti mismo; donde, al subir al cielo, se fija en la tierra; donde al ser rígido se vuelve maleable; donde, cuando cristaliza, se vuelve fluido, y cuando se vuelve fluido, cristaliza; donde siendo discreto te haces notar; donde, en ausencia, esté presente; donde, a través del silencio, uno puede ser escuchado; donde al escuchar se entiende; donde, siendo libre, uno se compromete; donde, al aislarse, se funde; donde, cuando está solo, está acompañado de todos; donde al enfocarte percibes todo; donde, al rendirse, se conquista; donde, al ser, tiene, y, al tenerlo todo, todo lo da; donde, siendo anónimo, se le reconoce en todos los nombres; donde, estando inmóvil, llega a todas partes; donde al apagarse ilumina, y al iluminar resalta las sombras; donde, al no juzgar, es justo; donde matando da vida y dando vida mata; donde, cuando ves el futuro, ves el pasado, y cuando ves el pasado, ves el futuro; donde al pacificarse genera guerra; donde, cuando se construye, se destruye; donde, celebrando la vida, exalta la muerte, y, celebrando la muerte, exalta la vida…

Donde todas las paradojas se reconcilian.

Notas:

[ 1 ] EHIÉH ASHÉR EHIÉH.

[ 2 ] Este es el “Principio de Correspondencia”, ya definido en “El Camino Infinito”.

[ 3 ] Sentimiento Es la manera de entender lo que hay dentro de ti.

[ 4 ] Sensación Es la forma de comprender, a través de los sentidos, lo que está fuera de uno mismo.


Paulo Jacobina mantiene el canal Piedra de afilar, enfocado a la filosofía y la espiritualidad de una manera práctica y universal

Deja un comentario

Traducir "