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Carlos Leadbeater
La primera edición de este libro apareció en Londres en 1895 y, por tanto, en una época en la que William Crooks. con su inmensa autoridad de científico profundo, sacudió el materialismo ortodoxo de los científicos con sus investigaciones psíquicas, cuyos resultados expuso en la Royal Society de Londres, utilizando los métodos racionales preconizados por la Ciencia.
El autor, clarividente consumado, es aplaudido por haber sido el primer investigador psíquico autorizado en presentar al mundo una obra de este estilo, exponiendo sus observaciones directas del mundo astral utilizando métodos objetivos y rigurosamente científicos. Y tan feliz y bien terminada fue su exposición que, como nos cuenta en la Introducción el eminente teósofo y escritor hindú C. Jinarajadasa, uno de los grandes Maestros de Sabiduría solicitó al autor el manuscrito original para que figurara en los archivos perpetuos del Gran Hermandad Blanca. Este solo gesto, por parte de quienes se fueron, sería suficiente para valorar el alto valor de un libro tan pequeño, que al principio el autor ni siquiera pensó en publicar, ya que había escrito el asunto con la dirección correcta: para ser expuesto a una pequeña audiencia en su logia Teosófica en Londres. Desde entonces han seguido muchas otras ediciones y traducciones y muchos otros autores han escrito muchas otras obras sobre el mismo tema.
Sin embargo, aún hoy, en la llamada era científica, El plano astral conserva su primacía original, destacándose como una obra clásica sobre la materia, sintética, clara y fácil de asimilar, y considerada por muchos principiantes como un valioso vademe-cum para una introducción al mundo astral y sus misterios. El libro contiene un prefacio de la Dra. Annie Besant, quien conocía muy bien la seriedad y el rigor de la investigación del autor; una introducción de C. Jinarajadasa, quien mecanografió las notas del mismo autor, y luego siguen cinco capítulos: Apreciación general, el entorno, los habitantes vivos y muertos (humanos, no humanos y seres artificiales); los Fenómenos Astrales, y finalmente la Conclusión. El autor finaliza el libro considerando como normal el desarrollo de las facultades psíquicas en el ser humano, sin embargo, es fundamental
prefacio
Pocas palabras bastan para ofrecer este pequeño libro al mundo. Su objetivo es satisfacer la demanda pública de una exposición simplificada de las enseñanzas teosóficas. Algunos se han quejado de que nuestra literatura es, al mismo tiempo, excesivamente abstrusa, técnica y costosa para el lector común. Con este trabajo esperamos cubrir esta necesidad obvia. La Teosofía no es sólo para los eruditos, sino para todos. Quizás entre quienes vislumbren sus enseñanzas en estas páginas, haya algunos que se dejarán guiar por ellas para penetrar más profundamente en su filosofía, su ciencia y su religión, abordando sus problemas más abstrusos con el celo del estudiante y del ardor del neófito. . Sin embargo, esta obra no fue escrita sólo para el estudiante entusiasta, a quien ninguna dificultad inicial puede disuadir, sino también para hombres y mujeres involucrados en los asuntos cotidianos del mundo. A todos ellos busca explicar algunas de las grandes verdades que hacen la vida más placentera y la muerte menos temible. Escrito por uno de los sirvientes de los Maestros, quienes se autodenominan los “Hermanos Mayores” de nuestra raza, su único propósito es servir a la humanidad.
ANNIE BESANT
Índice
- Presentación
- Apreciación general del Plano Astral
- El escenario o “entorno”
- Los habitantes humanos “vivos”
- Los habitantes humanos “muertos”
- Los habitantes no humanos
- Los habitantes artificiales
- Fenómenos del Plano Astral
- Conclusión
