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La creencia en fantasmas se remonta a tiempos muy antiguos, pero fue la llegada de la escritura la que produjo los documentos más consistentes. La Biblia hace referencia al conjuro de fantasmas en el Libro de los Reyes: Saúl, el primer rey de Israel, recurrió a la bruja de Endor cuando quiso consultar el espíritu del profeta Samuel sobre la conveniencia de la guerra:
“En aquel tiempo, los filisteos movilizaron sus tropas en un solo ejército para luchar contra Israel… Samuel había muerto… Y Saúl había expulsado de la tierra a los nigromantes, hechiceros y adivinos… Cuando vio el campamento de los filisteos, Saúl se preocupó y Tenía mucho miedo. Y consultó al Señor, quien no le respondió ni por sueños, ni por Urim*, ni por profetas. El rey dijo a sus sirvientes: “Búsquenme un nigromante para consultarla” ─ Hay uno en Endor”, le respondieron. Saúl se disfrazó, tomó otras ropas y partió con dos hombres.
Llegaron a la casa de la mujer por la noche. Saúl le dijo: “Predice el futuro para mí haciendo aparecer a un hombre muerto; tráeme al que yo te designaré.”… Entonces la mujer le dijo: “¿A quién llamaré?” ─ “Evocame Samuel”. Y la mujer, al ver a Samuel, dio un gran grito... y dijo al rey: ¡Tú eres Saúl! Y el rey: “¡No temáis! ¿Que ves? ─ La mujer: “Veo un dios ascendiendo a la tierra” ─ ¿Qué aspecto tiene? ─ “Es un anciano, envuelto en un manto”. Saúl se dio cuenta de que era Samuel y cayó boca abajo en tierra. Samuel dijo al rey: "¿Por qué me has molestado haciéndome subir aquí?" [SANTA BIBLIA ─ Reyes: Samuel I, 28]
* Urim y Tumim [del hebreo אורים ותמים ─ luces y perfecciones] es el nombre que se le da al proceso [por el Urim y Tumim] y a los instrumentos de adivinación utilizados por los antiguos israelitas para descubrir la voluntad de Dios respecto a un evento determinado [WIKIPEDIA].
Como puede verse, la evocación de los muertos en la Antigüedad estaba condenada. Era la sesión de aquellos tiempos. Aun así, el rey recurrió a este expediente, saliendo disfrazado, pues él mismo había prohibido su práctica. Cabe señalar también que al fantasma no le gustaba que lo evocaran, considerándose incómodo y hace referencia a que “subió hasta aquí”, indicando que no venía del cielo, sino de algún lugar debajo de la tierra. ¿Dónde, después de todo, estaba el fantasma de Samuel? Meditemos...
por Ligia Cabús
