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Demonios y ángeles

Leviatán: una visión privada

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El nombre Leviatán se deriva de diversas fuentes lingüísticas. En teoría, la traducción literal es una variante de los términos "rizado, retorcido". Mucha gente tiene leyendas sobre monstruos marinos capaces de enfurecer las aguas y provocar la muerte de quienes se atrevían a navegar en aguas profundas. Las ballenas del Nilo y los cocodrilos ya eran llamados monstruos por los antiguos, incluso porque desconocían la naturaleza de los animales. El miedo a lo desconocido y las limitaciones de las instrucciones fueron y son las fuentes que alimentan los mitos de ciertos seres y contaminan el inconsciente colectivo.

La morfología de la palabra dragón nos remite a dos vocablos de origen griego. (v. Derkein) que significa VER. Esta palabra da el amplio significado evolutivo de visión espiritual y drakon significa "serpiente gigante". En latín draco (tiene el mismo significado).

La parte negativa de los mitos es generar egregors. Egregore puede simbolizar el campo energético de un lugar donde hay reuniones grupales, generando energías autónomas, similares a una clase de “devas” que se forman por la persistencia e intensidad de corrientes mentales llevadas a cabo en templos mágicos. Una manipulación errónea puede generar creaciones psicomentales que se transforman en “verdaderos monstruos” que atormentan a sus propios creadores, así como a quienes frecuentan estos templos.

De forma más clásica tenemos la definición derivada del griego “egregorien” (vigilar, cuidar), cuya definición es una energía condensada, manipulable, generada a partir de un foco en forma de conjunto (siempre que esté enfocado), de una conjunción de pensamientos iguales capaces de generar una entidad y designar sus cualidades y atributos por la suma de energías físicas, emocionales y mentales de tal grupo, cuando se juntan para cualquier propósito, El egregore acumula energía de varias frecuencias. Así, cuanto más concentrado esté el manipulador mágico, más fuerza estará aplicando al egregore para que pueda incorporarse a los de los demás.

Volviendo al tema del Leviatán; Algunas corrientes cristianas lo asocian con el mismo Satanás, como eslabón que provocaría la rebelión de los seres humanos contra la fuerza creadora. También se le acusó de tener cuerpos físicos de hermanas (monjas) en la Edad Media (lo cual era común, si pensamos en la sexualidad reprimida; sin embargo, era muy pulsante). De hecho, muchos seres espirituales fueron culpados de la depravación de los “santos de clausura”. Claramente, en el libro de Apocalipsis, Leviatán es uno de los animales enumerados. Aún así, para los antiguos pueblos judíos, Leviatán es el arquetipo de la guerra contra “Jerusalén”, es decir, sinónimo del enemigo mortal de la doctrina impuesta.

Siglos de egregore además de mitos y leyendas son en realidad capaces de generar un “monstruo espiritual” prácticamente indestructible, como se describe en el “Libro de Jô”, después de todo, si el egregore es la suma de energías canalizadas, potencialmente pueden existir con Frecuencias vibratorias menos altas o si lo prefieres “negativas”.

Esto provocó que se creara Leviatán (el monstruo)…

La relación entre el agua y la magia ya ha sido explicada con elogios por muchas personas, después de todo, es la fuente generadora y principalmente – sustentadora – de toda la vida terrestre. Para el ser humano, entre el 60 y el 70% del cuerpo humano está compuesto por agua y ésta, tratada correctamente, garantiza el buen funcionamiento de las funciones orgánicas. La masa cerebral está compuesta en un 75% por agua, sólo un ejemplo de la importancia de este elemento. Además, el agua es generadora de electricidad, también en los órganos humanos. Esta electricidad es una de las fuentes primordiales en la formación de las emociones… El gran agente motivador de la MAGIA.

Desde algunos puntos de vista particulares, Leviatán es la criatura de las aguas. En él reside la fuerza y ​​la grandeza del elemento acuoso y ¿por qué no decir de la estructura sentimental del ser humano? Cuando los libros antiguos hablan del día en que Eva matará a Leviatán (sin retórica); ¿No será el día en que los propios seres humanos despertarán la naturaleza de lo creado? Un hombre deja de perseguir al más feroz de los animales cuando comprende su naturaleza dentro de las leyes del hábitat en el que vive y nosotros (los seres humanos), antes que cualquier otra denominación, somos animales y vivimos en nuestro propio hábitat.

Leviatán es el camino emocional del ser humano, lo que se esconde en lo más profundo de nuestro corazón. Al mismo tiempo, representa el caos (principalmente nuestro caos que se refleja en el micro y macrocosmos).

Después de cada tormenta viene la iluminación y Leviatán no es más que el ciclo mismo de este renacimiento, es decir, cabeza, cuerpo y cola en armonía en un ciclo eterno. Cómo los sentimientos no tienen forma.

Leviatán nada en el océano negro. La oscuridad no es más que nuestra propia conciencia. Glorificamos a Leviatán, porque a través de él podemos conocernos a nosotros mismos, superar límites, ser más grandes, más fuertes, más poderosos, vencer a nuestros vampiros, en definitiva, liberarnos del ego inferior. Si creemos en un ser capaz de modificar el océano de emociones en nuestros viajes, despertaremos al dragón y venceremos al egregore formado por manipuladores dogmáticos. Nuestro microcosmos conecta con la evolución natural y acabamos viviendo una verdadera comunión.

Por tanto, podemos entender que los arquetipos draconianos son las fuerzas primitivas de la antimateria poseedoras de pilares capaces de destruir el ego, otorgar visión plena y transmitir energía suprema.

Por Maxa

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